El frio movia su pelaje violentamente a la par del viento. Sus imponentes patas ahora apoyadas en la cima de la colina de roca, elevaban su majestuoso pecho. La luz de la luna se mesclaba entre los arboles del bosque ahora ubicado detras de el... y al frente, la colina de piedra gemela a la de su territorio.
Ambos picos de las colinas estaban enfrentados exactamente a la misma altura. Ambos con inmensos y callados bosques asomandose detras.
Ambos con un rey.
Park era el rey de esa colina y del pico en el que ahora estaba sentado apreciando el paisaje.
Mientras que la nitida luz de la noche brillaba sobre su plateado pelaje, el rio peleaba con las rocas varios metros mas abajo. Aquel estruendo de las olas partiendose lo tranquilizaba. Aspiro de inmediato el aire humedo y movio su cola con entusiasmo.
La hora se acercaba.
La oscura bestia dueña del territorio frente a el hacia acto de aparicion cuando la corriente era mas violenta.
Park se acerco un poco mas al borde con impaciencia, tal vez deberia rodear el inmenso bosque e ir en su busqueda pero estaba conciente de que no era conveniente. Si bien Park conocia perfectamente el territorio ajeno, este era peligroso. En el habitaban los humanos y muchos de ellos cazadores o hechiceros.
Park aun no comprendia porque aquel lobo de pelaje azabache seguia en ese terreno invadido por hombres y mujeres hambrientos de su sangre.
Si cada pensamiento que cruzaba por la mente de Park era terrorifico y de malas consecuencias, el lobo plateado no queria que aquella oscura bestia volviera a ese territorio.
Habia imaginado incontables veces invitarlo a su inmenso habitat pero nunca pudo deducir como lo haria. Porque a pesar de verlo cada noche (excepto las de luna llena) ambos picos estaban a mas de dos kilometros de distancia frente uno del otro, impidiendole acercarse mas de lo que podia. Pero cada vez que sus ojos encontraban a la oscura bestia parada en la cima de la colina frente a el sus aullidos se pronunciaban con desesperacion. Estos siempre correspondidos con otros de igual o mas
magnitud.
Park no era conciente de lo dependiente que se habia vuelto de esa sombra frente a el.
Ya habian pasado dos años desde la primera vez que vio al lobo negro imponente y firme en la punta del pico del Este aullando con fervor.
El tiempo no se detenia y aquella inconfundible figura no se hacia ver. Park estaba inquieto. Comenzo a trastabillar hacia atras sin quitar su vista del frente. Sus ladridos se pronunciaron como muestra de su desconcierto.
¿Porque no llegaba?
De repente su cuerpo dejo de moverse. Quedo estatico y sus orejas se elevaron firmes, algo habian captado. Comenzo a aullar con todas sus fuerzas esperando una respuesta que tardo en llegar...
...Pero se escucho resonar en lo inmenso del bosque frente a el.
Entre los arboles se asomaba un hocico oscuro como la misma noche. Sus orejas puntiagudas se movian en direccion a la bestia plateada de la colina enfrentada a la suya. El lobo negro corrio con rapidez hasta el extremo de la colina mientras sus garras raspaban la roca dejando blancos rasgunos dibujados en ella. Al llegan a la punta de su inmensa montaña dejo escapar un pequeño ladrido de saludo. Y Park tambien le dio la bienvenida.
Ambos al fin enfrentados despues de veinticuatro largas horas.
Park se sentia feliz pero esa felicidad se partia con un dejo de tristeza porque la noche siguiente ya no se verian, la luna llena la invadiria con todo su esplendor.
Park no entendia porque el lobo frente a el desaparecia en el transcurso de esas hermosas noches pero no le importaba dejar de verlo un par de ellas siempre y cuando pudiera hacerlo el resto.
Ambos se miraron, el brillo de sus ojos aumento al saberse unidos por un incierto sentimiento.
Park se sento en la fria roca y como un espejo el lobo de negro pelaje lo copio a la perfeccion. Ambos cargaron sus pulmones de aire y dejaron libre un aullido al mismo tiempo. Sus hocicos apuntaron al oscuro cielo y sus pelajes bailaron con la fria brisa.
El sonido durardero no queria cesar, Park no queria detenerse y sabia que la bestia a dos kilometros frente a el compartia ese sentimiento. Ambos se esforzaron por deleitar las orejas del otro con su llamado, esperando que por el transcurso de las siguientes noches este continue presente hasta volver a encontrarse.
*
La luz del sol se filtraba por las ramas de los arboles. La calida brisa matutina golpeo a la oscura bestia ahora tendida en el suelo.
Sus cuatro patas se estiraron con pereza erizando su pelaje y sus ojos amarillos, brillantes como el sol, se abrieron por primera vez en el dia.
El follaje caia lentamente al suelo decorandolo de tonos marrones a rojisos. El lobo se enderezo un poco para apreciar mejor la lluvia de hojas y una teñida de naranja cayo sobre la punta de su hocico. El animal estornudo ante el contacto y sacudio su cabeza dejando despejado en camino hacia el suelo, donde termino la hoja en forma de estrella. Su mirada permanecio en ella, esa forma geometrica le recordo la noche anterior cuando escucho el llamado del lobo del Oeste. Penso de inmediato en la distancia que habia tenido que atravezar apresuradamente para llegar puntual a destino. Y aunque llego un poco tarde, el lobo plateado estaba firme sobre la colina de su territorio esperando por el.
El, Byun.. agradecia la paciencia de aquella bestia tan desconocida pero familiar a la vez. Fue entonces cuando algo en su interor se rompio al recordar su propia naturaleza.
Byun no era puro.
No habia nacido con aquel instinto salvaje, sino humano. Se habia convertido por sus propios meritos en un cambia-forma que se veia obligado a ocultarse cada plenilunio ya que su otra apariencia surgia cuando esta brillaba.
Su soledad lo habia llevado a cometer la locura de crear aquella posion la primera noche en que la bestia plateada aparecio entre los arboles, herida despues de defenderse frente a unos cazadores. Byun no intento acercarse en ese momento, sabia que la bestia lo deboraria si tenia la oportunidad, aun estando en ese pesimo estado. Dejo que se fuera y lo persiguio sigiloso con varios metros de distancia hasta sus terrenos. Lo vio subir una montaña de roca y dejarse iluminar por la luna. Sus ojos color ceniza brillaron con el reflejo de la tenue luz de la noche y Byun sintio algo encenderse en su interior. Extraño de explicar, imposible de definir. Era desconocido para el.
Sintio la necesidad de hallar la forma de acercarse al lobo sin poner en peligro su vida.
La idea llego de inmediato golpeando su mente y sin detenerse a siquiera a pensar en la locura que estaba por cometer, bebio la posion que habia tardado cuatro semanas en preparar.
Ya habian pasado dos años desde esa noche.
Sus avances eran grandes y escasos a la vez, porque la confianza y los sentimientos entre ambos habian incrementado rapidamente y cada encuentro avivaba las esperanzas de Byun pero aun asi nunca habian estado cara a cara, tan cerca como en el primer encuetro. Claro que aquella primera vez solo era un recuerdo gravado en sus ojos humanos.
Ahora mismo se preguntaba si todos sus sacrificios tendrian alguna recompensa. Mientras su patas vagaban por el bosque y rompian las crocantes hojas al caminar, buscaba en su mente alguna forma de ver finalmente de cerca los ojos ceniza que tanto anhelaba.
-
La noche cayo como un manto negro iluminado por la gloriosa luna llena y Byun se preparaba para una dolorosa transformacion oculto en una conocida cueva utilizada en esos momentos.
El eco de sus aullidos reflejaban las horribles sensaciones que la suplantacion le causaba.
Su pelaje comezo a desprenderse de su piel dejandola desnuda. Su hocico se redujo dandole lugar a una nariz y unos pequeños labios. Sus ojos cambiaron de color y sus patas delanteras ahora tomaban la forma de unos delgados brazos. Su miembro y sus cortas piernas fueron lo ultimo en tomar la forma humana.
Tres minutos de intenso dolor para dejar libre una palida y tersa piel.
Envolvio su cuerpo desnudo en un abrazo, buscando algo de calor. Minutos despues de que sus piernas respondieran de la forma adecuada, se reincorporo buscando la ropa que habia dejado escondida la transformacion anterior.
Recorrio el inmenso bosque hasta llegar a una vieja cabaña. Los escalones de la entrada rechinaron a causa del peso extra de su cuerpo mientras los subia. Se abrio paso dentro de las cuatro paredes de madera vieja y se encontro con su antiguo hogar. Era necesario para el pasar un tiempo en aquel lugar y buscar una solucion al problema que poco a poco se incrementaba a la par de sus sentimientos.
Entonces recordo aquella primera vez, la vez en que el claro animal viajo hasta la montaña de roca cargando profundas heridas sobre su cuerpo. La vez en que Byun se arriesgo a seguirlo de cerca aun teniendo su cuerpo original. ¿Debia hacerlo de nuevo? Byun ya no soportaba la idea de no verlo y su estado actual no se lo permitia.
Volvieron a su mente los ojos grises que lo hipnotizaron esa noche y una lagrima silenciosa cayo lentamente por su mejilla. Sus parpados se cerraron al instante invadiendolo de oscuridad. Suspiro con pesar y volvio
a abrir sus ojos dibujando una mirada decidida.
*
Los ojos de Park padecian de abstinencia por varias noches. Algo en su interior parecia estar vacio por eso se alegraba de que esta seria la noche del reencuetro.
Ahora en su trono, el pico de la colina, se dejaba invadir por el calido aire del atardecer. El sonido del agua y el cantar de las gaviotas le daba libertad a su corazon,
Y Park amaba sentirse libre.
Pero pronto la calma fue interrumpida por un sin fin de ladridos y rugidos feroces. Una jauria de lobos defendia el territorio de "algo". La preocupacion y el desconcierto no se hicieron esperar en su interior.
Sus largas patas tomaron velocidad para llegar a destino. Atraveso un sin fin de distancias y arboles desnudos.
Park se encontraba en el terreno mas alto del bosque por lo que naturalmente estaba aislado pero, como el buen Alfa que era, siempre protegia a los animales con los que compartia el lugar y esta no seria la excepcion.
Estaba listo para defender lo que le pertenecia.
Casi llegaba al fin de sus terrenos y el palpitar de su corazon se acelero a la par de su andar.
El llamado de sus compañeros viajo a sus grandes orejas junto con el
viento mas fuerte, esperando su presencia. Park siguio corriendo hasta que porfin la pequeña manada se vio reflejada en sus ojos grises. Las cinco bestias rodeaban a su presa deseosas por alimentarse. Los filosos colmillos de dos de ellas estiraban la ropa del joven retenido, quien en todo momento luchaba por zafarse. Park ladro con intensa furia y salto desde su posicion al terreno mas bajo encontrandose con sus iguales y el prisionero.
El grupo se alejo de su presa al encontrarse con la presencia de su Alfa, permaneciendo inmoviles y sentados en el suelo mientras que el inmenso lobo plateado se acercaba imponente.
Y ahi estaba...
Un joven de cabello negro azabache callendo sobre sus ojos, de rasgos suaves, pequeños labios y palida piel.
Por alguna razon, desconocida para Park, algo en su interior se inquieto. Intento ocultar aquellas sensaciones y ladro con fuerza esperando asustar al hombre frente a el para que se alejara de sus terrenos porque no tenia intensiones de lastimarlo, habia abandonado esas practicas hacia mucho tiempo. Tal fue el sonido de su advertencia que movio los arboles y aturdio a sus iguales obligandolos a irse del lugar. Pero, en cambio, el hermoso muchacho tumbado frente a el siguio mirandolo con... ¿Adoracion?
Park estaba confundido, aquel humano no mostraba signos de miendo o pavor.
El inmenso lobo volvio a mostrarse frime frente a el, golpeando una de sus patas delanteras en la tierra. ¿Lograria intimidarlo esta vez?
Contrario a lo que el pensado, el muchacho elevo su mano esperando acariciar su precioso pelaje aunque estuvo lejos de alcanzarlo. Park se inquieto mas de cuenta y un impulso lo llevo sobre el joven atrapando el brazo elevando en una feroz mordida. El hombre dejo libre un grito de dolor. La sagre se esparcio por su brazo y los dientes de su atacante. El de filosos colmillos sintio su corazon marchitarse al escuchar aquel grito y sus ojos ceniza tomaron el brillo del agua salada, pero nunca lo solto. Sus advertencias habian sido claras.
El chico intento buscar muy dentro de el, la cordura para pensar en la forma de soltarse mas que en el intenso dolor. Fue cuando su voz se pronuncio en un susurro.
-Soy yo
Sus ojos derramaban una profunda tristeza, la bestia no lo entendia y el estaba conciente de eso. Entonces intento mirarlo a los ojos. Si iba a morir penso en que no habia mejor manera que esa, perdiendose en los ojos grises de su verdugo.
Al conectarse sus miradas, la primera fase de la luna menguante se mostro en el oscuro cielo y Park presencio un destello amarillo en los ojos de su presa. Estos cambiaron de color tomando desprevenido al animal que ante el desconcierto retrocedio soltando el brazo retenido apresuradamente.
En su mente vagaba la clara imagen de unos ojos amarillos, tan conocidos y deseados que su cuerpo temblo. El dueño de esos ojos era exageradamente distinto a la persona frente a el. ¿Como era posible? Park estaba seguro de que no habian ojos iguales a los de ese hermoso lobo negro.
Entonces lo presencio... aquella forma humana desaparecia lentamente frente a sus ojos, rompiendo las prendas que lo envolvian y dandole lugar a una apariencia salvaje. Park comenzo a ladrar continuamente mientras retrocedia contados pasos. ¿Que estaba sucediendo? El no lo comprendia.
El pelaje invadio la piel del muchacho y tres de sus patas se apoyaron en el suelo, su hocico y punteagudas orejas volvieron a aparecer. El animal dentro de el habia salido nuevamente al exterior.
Park volvio a avanzar lentamente, ahora lo reconocia a la perfeccion. Aun cautelozo de la bestia frente a el, se acerco para olfatearlo.
Byun dio unos pasos hacia el con una pata elevada. Las heridas impedian que la apoyara firme en el suelo.
Un aullido lastimero golpeo en la garganta de Park al caer en lo que habia hecho.
Al fin enfrentados, Byun no recordaba lo majestuosamente grande que era el animal frente a el. Sus pisadas eran el doble de las suyas y su contextura lo superaba por mucho pero no lo intimidaba. Dentro del el sentia que ambos se pertenecian.
Park llevo su hocico a la profunda herida de Byun y paso su lengua varias veces intentando sanarlo. Era la forma de disculparse por su arrebato.
Byun ladro para darle seguridad a su compañero. Se paro en dos patas y apoyo las delateras sobre la cabeza de Park. Al fin podia tocarlo.
La bestia color de luna movio su cola euforicamente, no podia ocultar su felicidad.
Byun volvio al suelo para tirarse boca arriba. Estiro sus patas hasta el hocico plateado con una pequeña nariz negra y lo atrapo tiernamente. Park paso una de las propias por el mismo lugar para soltarse y de imediato la llevo a las almohadillas del otro uniendolas de forma juguetona.
Una pequeña riña se dio paso y se revolcaron en el suelo hasta quedar exhaustos.
Byun termino acurrucado en el suelo y Park a su lado con su cabeza apoyada en el lomo oscuro de su compañero.
Park tenia muchas dudas, muchas preguntas que hacer pero por primera vez sintio miedo, miedo de escuchar una respuesta que estaba seguro no le gustaria. No queria perderlo, no despues de todo el tiempo que habian pasado lejos el uno del otro.
-
Los siguientes dias Park se encargo de ilustrar frente a los ojos de Byun lo pacifico de su territorio esperando convencerlo de quedarse junto a el.
Ahora que estaban juntos el Alfa se sentia completo. La compañia de Byun era lo mas satisfactorio que le habia ocurrido y pensaba que nada podia arruinarlo...
Hasta ese dia...
Antes de que la noche llegue, Park se dejo guiar por Byun a las afueras de su territorio. Llegaron a una cueva desconocida. Ambos se sentaron frente a su entrada y esperaron a que la luna llena se alzara en el cielo.
Aquella forma se vio otra vez, la forma que Park habia tratado de olvidar.
El muchacho se vio desnudo frente a los ojos grises y entro a la cueva esperando encontrar algo para cubrir su estado.
Park espero pero estaba confundido. Comenzo a ladrar furiosamente para que su compañero apareciera de nuevo.
No el humano, sino el lobo de hermosos ojos.
Byun lo escucho desde adentro y salio con su piel cubierta gracias a algo de ropa. Intento acercarse al inmenso lobo que nuevamente lo rechazo haciendose para atras.
-Soy yo- volvio a decir llevando una mano a su hocico como la vez anterior.
Park protesto y sus filosos dientes se hicieron presentes pero al sentir el contacto de aquellos finos dedos, un intenso calor recorrio su cuerpo. La misma calidez que habia llenado su corazon cuando al fin sintio el cuerpo de su compañero.
Se dejo acariciar impaciente. Era el, Park ya no tenia dudas.
Byun sonrio gustoso y feliz. Acaricio sus grandes orejas y Park lameo su rostro con afecto.
-Tengo algo para ti-dijo frente al rostro del inmenso animal.
Byun volvio a guiarlo, esta vez a una vieja cabaña. Park no entendia pero la confianza lo obligaba a seguir a la persona frente a el. Ambos entraron y
Byun tomo un pequeño tubo cristalino del cajon de uno de los muebles repartidos en el reducido espacio.
Park se sento de inmediato y Byun se acuclillo frente a el. Derramo el liquido del recipiente en una de sus palmas y se lo ofrecio con una sonrisa. Park lo miro a los ojos aun sin intension de tomar el extraño liquido azul.
-Confia en mi-poso su mano libre sobre la cabeza del animal y este decidio aceptar el ofrecimiento.
El lobo plateado paso su lengua por la mano de Byun hasta dejarla vacia.
Park comenzo a sentirse extraño. Un quejido de dolor retumbo en el cuarto de madera. Su vista estaba borrosa y sus patas le contraian.
El lobo estaba enojado. Habia creido ciegamente en la persona frente a el, jamas imaginandose que pudiera hacerle daño. Intento atacarlo pero sus fuerzas se desvanecian. El dolor se hacia insoportable.
Tenia que alejarse... huir.
Camino hacia atras confundido y salio de la cabaña. Al bajar los ultimos escalones de la entrada su cuerpo se desplomo en el suelo. Su pelaje habia caido dejando un camino trazado pero sus ojos grises permanecieron dejando viva su esencia salvaje.
Sus patas delanteras comenzaron a estirarse. Intento arrastrarse hacia adelante con ellas y unas manos las suplantaron facilitandole el trabajo. Su hocico desaparecia y una nariz perfectamente equilibrada tomaba su lugar al igual que unos redondos y carnosos labios. Por ultimo su miembro y unas largas piernas aparecieron.
Byun salio de la cabaña con una manta en sus manos y presencio la suplantacion con remordimiento. Sabia lo dolorosa que esta era.
La piel de Park, ahora expuesta, brillaba con la luz de la luna y un corto cabello gris cubria torpemente sus grandes orejas.
Byun solo pudo encontrar una palabra para definir al especimen frente a el: Perfeccion.
El muchacho de ojos grises se arrastro por el suelo a falta de movilidad en sus piernas. Llego a un inmenso arbol y se sento apoyando su espalda desnuda en el. Dirigio una extraña mirada a su nuevo cuerpo: manos, piernas, piel descubierta...
El joven frente a el se acerco para cubrirlo con la manta.
-¿Q-que?-se escucho por primera vez la voz de Park. Tan grave que estremecio por completo el cuerpo de su acompañante. Los ojos grises que recorrian las desconocidas extremidades se clavaron sin previo aviso en el rostro ajeno.
-No es permanente, los efectos solo duraran esta noche-llevo una mano temblorosa al rostro del mas alto-Tenia que verte...-un brillo en sus ojos se hizo presente-...perdoname-suplico.
-Tienes mucho que explicarme-advirtio Park.
-No hay nada nuevo que explicar en realidad-sonrio con pesar-Esta es mi verdadera apariencia. Este es mi verdadero yo.
-Pero este no es el mio-aclaro con molestia.
-Pero puede serlo-Byun saco un recipiente identico al anterior de entre su ropa. Ambos se miran a los ojos-podemos estar asi, tener una vida juntos.
-No es asi como lo quiero-Park debio la mirada.
Los ojos de Byun se inundaron al escuchar esa respuesta. Su corazon se oprimio y apreto sus dientes esperando no dar una imagen lamentable.
-Este no soy yo, nunca lo sere. Asi como tu nunca seras un lobo.
Las palabras de Park lo lastimaban de formas irreales pero no podia evadir la verdad en esa frase.
-Lo sere si me lo pides-la congoja de su voz era cada vez mas notable.
-¿Harias eso?
-Lo haria por ti-susurro.
Sus miradas se encontraron nuevamente. Los ojos grises se invadieron de tristeza. Park no queria que las cosas cambiaran, queria volver a los dias anteriores donde todo era perfecto pero no se atreveria jamas a pedirlo.
No sabiendo lo que significaba ese sacrificio.
-No puedo, no tomare esa decision por ti. No hare lo que tu me hiciste hoy.
Byun dejo libre sus lagrimas ante las hirientes palabras del joven frente a el.
-Y... ¿Y si yo lo quisiera?
-Eres libre de hacerlo, solo debes estar seguro de no arrepentirte despues.
-¿Tu me recibiras?-se apresuro a cuestionar con temor.
-Solo si tu asi lo quieres.
-Yo solo quiero estar contigo-Byun le dedico una mirada sincera que poco a poco bajo hasta sus labios. Acorto la distancia de sus cuerpos pero el Alfa aun tenia una mirada intenza en sus ojos por lo que Byun no se atrevio a avanzar mas. Permanecio inmovil a pocos sentimetros de aquellos labios creados por el mismo, y llevo sus ojos nuevamente en los de Park perdiendose en lo mas profundo de su color gris.
Suspiro de inmediato, el joven se veia tan hermoso como lo habia imaginado en sus sueños.
Park sentio sus nervios aumentando a cada movimiento dado. Sus ojos se regocijaron en la imagen de los pequeños labios ajenos y Byun los acerco un poco mas. El mas alto sintio la misma necesidad de un contacto aun desconocido para el.
Los peligrosos labios de Byun causaron un tibio rose en los suyos pero Park necesitaba mas. Se dejo llevar por sus instintos y se acerco apresuradamente para hacer mas fuerte el contacto. Byun atrapo su boca con ansiedad y ambas se abrieron para dar paso a la del otro.
Dejando su conciencia atras Byun tomo el rostro ajeno para profundizar el beso y dejo libre la desesperacion que tenia por sentirse suyo. Park separo sus piernas y Byun apoyo sus rodillas en el suelo entre medio de ellas. De inmediato la manta que cubria el cuerpo desnudo del mas alto comenzo a resbalarse lentamente por sus hombros dejando su torso completamente descubierto. Las caricias de Byun sobre la nueva piel a la vista no se hicieron esperar.
Los cuerpos de ambos comenzaron a quemarse por el deseo.
-Te necesito-susurro frente a los labios de Park, quien de nuevo ataco los suyos con impaciencia.
Las pequeñas manos de Byun viajaron al sur del cuerpo de Park, sutil y placenteramente robandole mas de un jadeo. Park rompio el beso con nerviosismo.
-Yo no se... como-comento victima de sus miedos.
Byun detuvo sus manos y las llevo al cuello de su compañero tomandolo con delicadeza.
-Lo siento-se disculpo uniendo sus frentes. Otra vez estaba haciendo algo a lo que no le daban permiso.
-No, yo...-susurro Park para dedicarle una mirada intenza a sus ojos-...quiero hacerlo.
Byun sonrio con delicadesa y luego de unos momentos se alejo lentamente para quitarse la ropa. Una vez desnudo volvio a tomar su lugar sobre Park. Suspiro pesadamente sobre el rostro de su amante y comenzo a tomarlo de forma descarada.
Park solo debia dejarse llevar y asi lo hizo recorriendo cada superficie en brutales caricias que poco a poco exigian mas. El de cabello negro tomo una de las grandes manos ajenas y la llevo a su espalda baja enseñandole a prepararlo para la ultima etapa.
Byun no pudo evitar dejar libre sus gemidos, muchos de placer, otros de dolor. Pero no le importaba. No si al fin podrian entregarse por completo.
Park se sentia cada vez mas fuera de si, las intensas sensaciones no paraban de aumentar. Tenia miedo de perder la cordura. Su compañero sabia que era el momento y lo guio lentamente hacia su entrada.
Park lo embistio una vez, timido por lastimarlo.
-No tengas miedo-tranquilizo su amante abrazado a su cuello. La mirada perversa y sedienta de placer que le dedico, obligo a Park a elevar sus caderas y volver a golpear dentro de el.
Una, dos, tres... la velocidad de las embestidas aumentaba a cada instante, que ambos habian perdido la cuenta de cuantas eran... y tampoco importaba.
Pronto el punto de quiebre llego para los dos. Park se encargo de llegar lo mas profundo que pudo para que Byun nunca lo olvidara.
-¡A-ah! ¡ah!-gimio el joven sobre el luego de liberarse.
Park no pudo evitar terminar al escuchar el placer que le causaba a su amante. Los heroticos movimientos cesaron lentamente. Ambos exhaustos se miraron a los ojos mas que satisfechos.
-Te amo-confeso Byun.
Park le regalo por primera vez una radiante sonrisa. Habia descubierto el nombre del, hasta ahora, incierto sentimiento que lo invadia.
-
El dia siguiente a la noche en la que se vieron plenamente desnudos terminaba de trascurrir.
Park habia vuelto a ser el lobo que siempre fue como Byun lo habia prometido. Ahora sentado en su trono como cada noche esperaba una figura en frente de la colina que sabia, no volveria a ver. Al menos hasta que la luna llena dejara de brillar en el cielo.
Aullo furioso consigo mismo y triste por la pesima situacion. Su ojos estaban apagados. Necesitaban de alguien para brillar. Alguien que todo su cuerpo anhelaba volver a sentir y tocar. Alguien completamente lejos de su alcance.
De repente volvio a escuchar la corriente del agua azotar las rocas con violencia pero su mirada permanecio fija en un punto.
Justo en la colina de roca gemela a la de su territorio, a dos kilometros frente a el. En el pico de montaña sobresaliente de un callado bosque asomandose detras... un lobo negro aparecio de entre los arbustos.
¿Como era posible? ¿Acaso era su propia ilusion?
Park volvio a mirar el cielo dudando de que la luna llena este en el pero sus ojos lo afirmaron. La luna llena estaba firme e inmovil en el medio de la noche.
Byun aullo con fuerza llamando la atencion del confundido lobo frente a el.
Era real, el realmente estaba ahi.
Park movio su cola euforico, la felicidad no cabia en su pecho. Correspondio al llamado de Byun con todo el aire atrapado en sus pulmones.
Era la pirmera noche en la que le cantaban juntos al plenilunio presente en el cielo estrellado.
De nuevo unidos esta vez aullandole a la esplendorosa luna llena, la que en incontables noches los habia separado ahora los hacia uno.
Decision...
Plenitud...
Fue cuando los ojos color ceniza volvieron a brillar...
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