Prologo: El día que te conocí.
Era un día cualquiera en Fiore, mas especifico en Magnolia, y un más específico en el gremio fairy tail, como todos los días había fiesta sin motivo aparente Cana bebia, Levi leia mientra Gajeel la miraba preguntando de que trataba el libro, Natsu y Gray peliando, Erzaxpastel de fresa y Lucy hablando tranquilamente con Mira, si todo normal en toda regla de Fairy tail.
Ya alrededor de las 10 de la tarde Natsu se aburrió de pelear con Gray, cosa que sorprendió a más de uno que lo escucho.
Natsu – Happy, vamos a casa – le dijo a la bola de pelos azules con alas blancas, quien en respuesta alzo su pata con un “aye sir”.
Muy bien comencemos, Natsu es un joven de unos 15 años, vestido como en el anime(que conste que no diré más porque se supone que todos sabemos como es Natsu y cualquier otro del anime y si no pues ve primero el manga) y Happy era su compañero, un gato azul con alas de ángel, si nada fuera de lo normal en este mundo.
Happy – ne, Natsu vamos a pescar – dijo el entusiasta de los peces.
Natsu – está bien, pasamos por la casa y listo – dijo con una sonrisa radiante al que consideraba su hijo.
Por aquí todo normal parece un día aburrido de descanso, pero que pasa si les digo que no solo Natsu será el protagonista de la historia, que alguien más estará con el ¿saben quién es? Bueno puede que por el título pensaran… bueno es su cabeza no me meto, mejor pasemos a otro plano de la historia con ese “otro” protagonista.
.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.- En otro plano de la historia -.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
La ciudad estaba hecha un desastre los edificios se caían a pedazos, el fuego se esparcía por todos lados por las paredes de los mohosos y negros edificios a medio calcinar, las calles aboyadas con cráteres de diversos tamaños, a donde sea que miradas había destrucción… se preguntaran ¿Qué paso aquí? ¿En dónde estamos? Pues presten atención.
En medio de tanta destrucción se encontraba lo que parecía ser una nave o algo así por el estilo, en la cual resonaban las alertas de un enemigo o intruso aunque puede que sea intrusos, 3 sombras corrían por los pasillos, todos encapuchados, uno con una capucha verde oscuro, otro con una roja oscura y el último pero no menos importante con una negra. Ambos jóvenes de aparentemente unos 13 o 12 años de edad, avanzaban dejado un rastro de masacre a su paso, todo aquel que se ponía enfrente de ellos eran desmembrados por el de negro, golpeado hasta romper el cráneo de un golpe por el de verde y por extraño que parezca los que se acercaban al de rojo se prendían en fuego hasta dejar solo cenizas. No había nada que los detuviera o eso parecía a ojos de los que esperaban su último vistazo en ese mundo.
Verde – no me gusta mucho llenarme de sangre – dijo algo fastidiado por tener manchadas las manos de sangre al golpear con tanta fuerza a los “enemigos”.
Negro – vamos no te quejes por eso, lo que si fastidiaría es que tu salieras con que “no los mates” por qué razón, no se dé pacifismo que tienes – dijo algo molesto recordando la última vez, que su amigo le dijo eso dándole un sermón sobre la vida que lo hiso creer que moriría de aburrimiento.
Verde – no seas exagerado, todos tenemos derecho de vivir – dijo de lo más cute, mientras que con una daga atravesaba el pecho de un hombre, que se dirigía a su dirección.
Negro – sabes cuándo lo dices así – comenzó a decir cortando con sus uñas, los cuerpos de 5 hombres – suena interesante – dijo con una sonrisa algo sádica siendo mirado reprobatoriamente por el de verdad y la de rojo.
Rojo – no deberíamos hacer esto – dijo con tristeza, el de negro se acercó para abrazarla, siendo seguido por el de verde.
Negro – sabes que es lo mejor, ustedes si quisieran se podrían ir pero decidieron seguirme y esto es lo mejor para todos, incluso para los que dejamos – dijo acariciando su cabeza con delicadeza.
Rojo – lo sé pero voy a extrañarlos, pero sé que ustedes van a estar conmigo ¿verdad? – dijo conteniendo sus ganas de llorar.
Verde – no te preocupes, mi niña, yo y tu hermano estaremos contigo – dijo besando su frente, la chica sonrió haciendo sonreír a los otros dos.
Negro – sé que todo está color de rosa, pero en la realidad no es así, tenemos que llegar a “la puerta” si queremos dejar este lugar – dijo algo serio recibiendo un asentimiento de los dos, retomando la marcha al hangar de armas y demás.
El trio pasó alrededor de 15 minutos en los pasillos de la nave para poder llegar a su destino, los tres al estar presentes se miraron con seguridad, caminaron al frente de la puerta, mientras que el de negro sellaba como podía la entrada.
Negro – no tenemos mucho tiempo, démonos prisa – dijo mirando la puerta apenas congelada por las esquinas y fundida por otros.
Rojo – bien yo comienzo – dijo con seguridad dando un paso al frente, el orden era el siguiente rojo, negro y verde – que el rubí rojo, tan caliente como el fuego, mueva la sangre derramada por los condenados – dijo mientras un símbolo en forma de corazón o algo así aprecia en rojo frente a ella.
Verde – que la esmeralda verde, tan fresca como las hierbas, mueva los pies de los condenados – dijo mientras otro símbolo en forma de hoja aparecía frente a él.
Negro – que la perla, blanca y luminosa como la luz, abra los ojos de los condenados y la ónix, negra como las penumbras de la oscuridad, oculte a los condenados – dijo mientras aparecían dos símbolos y se mezclaban un poco frente a él.
Los tres – oh Dios, escuchan nuestro rezo, abre la puerta y dejamos escapar de esta miseria y castigo – dijeron al unisón mientras aprecia un camino frente a ellos así la puerta – te ofrecemos nuestras lágrimas, sangre y sufrimiento para que nos lleves – dijeron pero una explosión se hiso presente.
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.--.-.-.-
Regresando al plano de Natsu eran las 2pm, él y Happy habían hecho lo propuesto por el gato ese día en estos momentos ambos dormían plácidamente en su casa, el pequeño neko soñaba que devoraba una montaña de pescado mientras el peli rosa… bueno vale a legar que no era tan diferente a la del gato azul.
En el sueño de Natsu estaba en un mundo hecho de dulces y demás comiendo a sus anchas todo lo que alcanzara, pero llego a un punto de su sueño donde todo era negro.
Natsu – pero ¿Qué es esto? – se preguntó viendo como todo se tornó blanco y negro.
Las manchas de ambos colores tomaron forma, revelando un bosque cubierto de nieve, aun nevaba cubriendo las ramas de los arboles negros al igual que el sendero del mismo color azabache, su mente divago en avanzar por ese camino que seguía hay aunque la nieve callera sobre el este consumía los blancos copos, aun así camino por el sendero que parecía comer la pureza.
Con cada paso miraba como los arboles comenzaban a tener menos nieve sobre estos dando un ambiente escalofriante, aun con sus dudas siguió caminado, no había vuelta atrás llegaría al final… si es que había uno, luego de caminar un rato se encontró en un claro cubierto de nieve, quiso avanzar pero se detuvo al sentir otra presencia en el centro del claro.
Natsu – ¿Quién anda hay? – pregunto en posición de batalla, para su sorpresa una figura sin forma salió de la nieve, pequeños copos flotaban a su alrededor era un vista linda, en eso la figura sin forma avanza en dirección contraria del moreno – espera – le dijo mientras se metía en la espesura negra del bosque.
Todo era oscuro a su alrededor era un bosque completamente negro no le era difícil ver a su objetivo, sus pasos resonaban al hacer contacto con la nieve que cubría el piso en una superficial capa, una extraña melodía comenzó a escucharse resonaba en su cabeza era muy triste…
“Como si cayera dentro de un oscuro abismo otra vez…
¿No tienes miedo? Siento la asfixie del viento frio
Quiero creer que un pájaro joven saltara del nido y volara lejos
¿yo lo podría hacer? Mi cuerpo es débil solo lograría caer
No me quiero rendir, eso gritare sin más
Mis pies duelen de tanto correr
Mis manos arden de tanto luchar y sujetar mis esperanzas
Mi mente se quiebra de solo pensar que me pierdo a mí mismo
Mi corazón duele… mi cuerpo duele
Mis ojos solo saben derramar lágrimas de dolor
Esta cruel verdad duele, quema de una forma dolorosa
Escapa si puedes, de esta realidad, de este mundo que te odia
El pájaro que voló solo término cayendo en el abismo negro
Tan blanco como negro, renace y levanta vuelo
Piensas que quizás alguien te saque del profundo pozo”
Cada palabra desconcertaba a Natsu, que sentía como una emoción lastimera crecía en su pecho, era como si una espina se clavara con fuerza matándolo desde adentro, su vista alcanzo a ver un paisaje de un lago negro rodeando de nieve y esos árboles de la misma noche que el lago, todo esto bajo el cielo griseo carente de color.
La deformidad blanca cual espectro se posó en medio del lago y sin previo aviso cayo, cayo dentro del abismo negro creado por el azabache del profundo y ancho lago, dejando al pelirosa asombrado “como si cayera a un oscuro abismo otra vez…” esa oración hiso eco en su mente penetrándola rompiendo su calma, preguntándose ¿Qué pasa con “eso”?, ¿Dónde está? Y la más importante ¿Qué debo hacer?
Su vacilante mente fue interrumpida cuando todo se tornó rojo, un rojo cual carmín a semejando a la sangre alertando al Dragón, quien dirigió su vista al lago quedando de frente con una bestia deforme a su parecer de color negro, aquella vestía abrió su hocico dejando bajar aquel liquido de entre sus colmillos blancos cual perla blanca, la mirando desconcertada de Natsu se posó en esos ojos aparentemente cerrados del monstruo.
Natsu – su garganta se secó y aunque no era lo que quiso decir lo pregunto – ¿Qué eres? – pregunto con un hilo de voz.
La bestia solo se quedó allí, ningún rugido escapo de su hocico.
Natsu – quiso gritar, decir “escucha cuando te hablo” pero no su instinto le decía que tenía miedo la criatura frente a su persona, dejando las dudas poso su mano en su frente – tranquilo no te voy a lastimar – dijo se forma suave y la bestia se alejó sorprendiendo al pelirosa.
Aquella criatura a nueva cuenta se sumergió en el lago, aun todo era rojo, pero al salir de nuevo yo no veía a la misma bestia, en su lugar una pequeña figura se formaba era blanca como la nieve del lugar, pero una marca tan negra como los árboles se dibujó en esa pálida piel y aun con los ojos cerrados esa cabellera corta blanca revuelta creció en su cabeza, los ojos olivos viajaban por la figura frente a él un chico de unos 10 años tomo forma enfrente de él, no sabía que decir y mucho menos que hacer, sus ojos se abrieron eran de un azul envidiado por el cielo que antes gris imitaba su color, nunca vio unos ojos así tan… vacíos y llenos de nada era una expresión neutra, aburrida de su entorno, ambas miradas verde como azul se analizaban era extraño se sentía atraídos por el otro de una forma extraña y algo retorcida.
- Natsu –
- Natsu –
- ¡despierta, Natsu! –
Esos gritos desesperados lograron despertarlo de su pesadilla, si se podía llamar así, el gatito azul al verlo agito se preocupó y decidió despertarlo. Al abrir los ojos se incorporó en la cama con rapidez sentía el sudor bajar por su frente era frio como si de verdad ese frio asfixiante del bosque existiera de verdad, que no fuera solo un mal sueño, sus manos se posaron en sus ojos pensando en esos ojos tan neutros y azulados, su piel tan blanca como la nieve y esas marcas negras sobre ella.
Happy – Natsu, ¿estás bien? – pregunto el minino preocupado por su amigo y casi padre.
Natsu – miro al de ojos negro y acarició su cabecita con cariño – no te preocupes estoy bien, solo fue un sueño – dijo aun que parecía que lo decía más para convérsese a si mismo que al gato.
Happy – está bien, voy a salir vuelvo luego – le dijo en tono algo deprimido, con intenciones de salir volando por la ventana el pelirosa le detuvo, el más pequeño lo miraba con algo de preocupación – ¿Qué pasa? – el dragón le suelta la pata.
Natsu – no es nada, solo que no llegues muy tarde o me voy a molestar – le dedico una sonrisa brillante dejando de lado ese sueño que lo atormentaba un poco.
Happy – Si señor – dijo animado levantando su patita feliz de la vida, luego procedió a salir volando por la ventana.
Natsu observaba a su amigo alejarse volando por la ventana con una expresión alegre la cual duro hasta perderlo de vista, miro el reloj eran las 2 de la tarde, sacude su cabeza alejando la expresión pensativa que tenía, él era Natsu Dragoneel no era de esos de pensar mucho eso era solo un sueño y punto, con rapidez salió de la casa encaminado paso al gremio.
..-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-..-.-.--.-.-.-.-.-.-..-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.
Narra Happy
Me encuentro volando por magnolia, siendo sincero conmigo mismo me preocupa Natsu pero no quiere decirme nada ¿Qué puedo hacer en esta situación? Si no fuera tan cabezón y orgulloso probablemente me diría que le pasa, que fastidio debería ir a pescar algo, lejos hay un lago donde se pescan peces marinos, creo que era una cuenca pero no importa lo que importa es mi pancita.
Y así di media vuelta para dirigirme al noroeste de Magnolia o a sus afueras jejejeje, al llegar pude ver las plantas que crecían en dirección del agua eran muy verdosas hasta creo haber visto unas verduras ¡me voy a preparar el almuerzo otra vez! Está muy emocionado, pero divise entre la arena a alguien desmayado, en seguida mi instinto me obligo a ver lo que le sucedía. Al descender a un lado del cuerpo, puede diferenciar que se trataba de un chico de unos 10 año que solo era cubierto por una capa de color azabache, sus mejillas estaban de color rojo parecía tener fiebre aunque su respiración era un poco calmada, su expresión era algo intranquila sus cabello estaba pegado a su frente puede ser porque esta mojado y huele a agua de mar ¿se habrá caído de un barco? Preocupado y con dudas me acerque al niño toque con mi pata su mejilla, su piel es suave y fría pensé con ese simple tacto.
Happy – debería buscar a Natsu, pero – mire la cara del niño con preocupación – no puedo dejarte solo te puede pasar algo – dije mientras acariciaba su mejilla – ya se yo te voy a cuidar hasta que despiertes y luego te llevare con Natsu, ese si es un buen plan, veamos necesito… – mientras hablaba o enumeraba lo que decía sin dudar lo buscaba con la mirada de forma de no alejarme tanto del chico.
Fin del narro de Happy-cha
Ya casi caía la noche el gatito azul había prendido una fogata en la cual asaba unos peces que pesco hace poco, el minino se encontraba recostado en la barriga del chico que con el frio de la noche se removía de vez en cuando pero no despertaba.
Happy – cuando despertaras Natsu debe estar preocupado ya – dijo con tristeza imaginándose a Natsu gritando su nombre por toda la ciudad.
Y como si sus palabras fueran un deseo el chico se removió e incorporo en el piso, poso una mano en su cabeza en señal de dolor, el de ojos negros lo observa alegre ya que su amigo o futuro amigo estaba despierto, el joven viajo su mirada por el lugar primero en el mar causándole un escalofrió la brisa marina, luego la poso en la fogata con los peces.
Chico – huele bien – pronuncio en un hilo de voz observando el fuego que parecía hipnotízate.
Happy – Verdad que sí, yo mismo los prepare – dijo con una sonrisa alegre mirando al chico que voltio a serlo, el gatito puedo ver esos ojos azules que brillan por la luz del fuego dándoles un aspecto hermoso a su vista.
Chico – hola – pronuncio acariciando su cabeza provocando un ronroneo en el minino, una sonrisa se dibujó en los labios del chico.
Happy – ¿tienes hambre? – Le pregunto acercándose a la fogata sacando un pescado de la fogata – esto ya está listo – dijo sonriente ofreciéndole el pez al chico.
Chico – aun tenia las mejillas rojas, aunque le daban un toque tierno cuando asistió y tomo el pescado ofrecido – gracias – pronuncio luego de devorar el pez.
Happy – te pareces a Natsu comiendo – se rio tapando su boca con sus patitas, la curiosidad se alojó en su mente y no evito preguntar.
Chico – ¿Quién es Natsu? – pregunto inocente.
Happy – es mi mejor amigo y mi padre – dijo riendo moviendo su cola de un lado a otro.
Chico – se hiso bolita y susurro – padre ¿Qué es eso? – esa pregunta descoloco al neko.
Happy – bueno un padre es alguien que te cuida y te quiere – le explico pensándolo un poco bajo la mirada algo apagada del menor.
Chico – entonces ¿tú eres mi padre? – pregunto con curiosidad observando al minino sorprendido con la pregunta.
Happy – no, yo solo te encontré aquí – negó con la cabeza para tristeza del chico – acaso ¿no recuerdas a tus padres? – pregunto alarmado y el albino negó – ¿recuerdas de dónde vienes? ¿Tu nombre? ¿Alguien o algo? – pregunto preocupado subiéndose en sus piernas para mirarlo a los ojos.
Chico – no lo recuerdo, no recuerdo nada – dijo entre sollozos, sentía miedo y angustia por no saber nada del el mismo.
Happy – no llores – acaricio su mejilla con cariño borrando los restos de lágrimas de ella – tengo una idea, te llevare con Natsu y él nos dirá que hacer ¿sí? – Le pregunto al chico quien lo miraba aun con los ojos cristalinos.
Chico – creo que está bien – pronuncio bajo antes de caer dormido encima del minino, el neko se asustó ya que sentía el calor emanar de su cuerpo.
Happy – tiene fiebre – toco con su pata su frente caliente y de su morral saco un pañuelo lo mojo para depositarlo en su frente – creo que tendré que esperar hasta mañana.
Esas noche Natsu busco a Happy por toda la ciudad, sin existo en su labor de encontrar a su amigo, regreso a su casa a esperarlo si es posible toda la noche, en vigilia hasta su llegada la cual nunca sucedió ese día. Mientras nuestro gatito descansaba abrazado al joven que recién conocía, un chico sin nombre, sin origen y sin recuerdos que se ganó en poco tiempo la simpatía del gatito, esa noche fue tranquila bueno más para uno que para otros por obvia razones.
Ya el sol comenzaba a acariciar la costa de magnolia, mientras el neko se removía incomodo al no sentir el calor del cuerpo ajeno y los rayos de sol golpeando su cara abrió sus ojos encontrándose al chico mirando el amanecer, este al percatarse de la mirada del más pequeño le regalo una sonrisa dejándolo enternecido con esa sonrisa tan tierna, sus ojos azules brillantes y la luz que le daba un toque cálido a la escena con cautela se acercó para sentarse al lado del chico que lo miraba atento.
Happy – es bonito ¿verdad? – pregunto refiriéndose al amanecer.
Chico – si lo es, antes… – pronuncio con pena llamando la atención de minino – me preguntas te mi nombre ¿Qué es eso? – pregunta apenado y recibió una sonrisa radiante.
Happy – veras un nombre es por cómo te conocen, yo soy Happy – dijo feliz de la vida mirándolo con aquella sonrisa.
Chico – entonces ¿Cómo debería llamarme? – pregunto mirándolo curioso.
Happy – no lo sé, ya sé ¿qué tal si eres mi hermano menor? – le dijo alegre al final, el pequeño se confundió pero esas palabras lo hacían feliz.
Chico – está bien, no sé qué es un hermano pero siento que es algo que me haría feliz tener – dijo sonriendo de forma algo boba.
Happy – si es así, entonces Natsu es quien debe ponerte nombre – dijo moviendo su colita de un lado a otro.
Chico – ¿qué esperas? Vamos - dijo sonriendo de forma radiante, deseaba ser alguien que lo llamara por ese algo conocido por nombre, un deseo de pertenecer a un sitio.
Diciendo su típico “aye sir” saco sus alas y el menor ni se inmuto, a decir verdad solo se podía diferenciar un pequeño brillo de curiosidad en su mirada, lástima que el neko no lo noto y se posó detrás del chico para alzar vuelo con él en brazos. El joven miraba maravillado lo que estaba frente a sus ojos las nubes, el verdor del bosque, lo amplio del mar y los barcos que navegaban por el no lejos del puerto, el pueblo le parecía completamente algo interesante sentía ganas de ver más de todo ese mundo, inconscientemente comenzó a reír sujetando fuertemente su capa para cubrir su cuerpo, el minio al escuchar sus risas comenzó a maniobrar en el aire dando vueltas y giros en el aire.
Chico – ¡eso fue divertido, Happy! – grito emocionado mientras el gato descendía dejando que sus pies tocaran el piso.
Happy – si es divertido pero es mejor caminar de ahora en adelante, la casa no queda tan lejos vamos – dijo sujetando el borde de su capa jalándola suavemente, el joven asintió y siguió a su “hermano mayor”.
Los ojos azules no paraban de observar cada tienda de su alrededor ¿y cómo no hacerlo? Si no recordaras nada serias como un niño curioso por saber que comprar en la dulcería y hablando de dulces… pasaron enfrente de una en especial, un especializada en chocolates, el embriagante aroma del cacao inundo las fosas nasales del joven y perdiéndose en el aroma lo siguió a su origen arrastrando a un gato azul que le decía que por ahí no, está más que claro que le paro mangos a sus palabras yo no le pararía primero mi chocolate antes que nada.
Happy – Oye, espera es por el otro lado – dijo jalando al chico que lo ignoraba mientras seguía andando.
Chico – ¿Qué es ese olor? – dijo mirando los bocadillos marrones en la vitrina, el gatito se acercó mirando los bombones.
Happy – es chocolate – dijo y el chico tomo uno de la mesa – oye no puedes comerlos si no los pagas – aun sin poder evitar que el chico se comiera todos los de la mesa, bueno los que si podía tomar.
Chico – sabe delicioso, no puede ser se acabó – deprimido miro los platos vacíos y la cara preocupada de Happy.
Pastelero – ¡oigan, deja de comerte la mercancía! – grito desesperado desde dentro de la tienda, para encaminarse hacia el chico lleno de chocolate.
Happy – saco sus alas y tomo al chico para salir volando en dirección su casa – me convertí en un ladrón – dijo con lágrimas en sus ojos.
Chico – lo siento, Happy – la expresión del chico era de arrepentimiento, no quería ver llorar al gato azul – no sabía que te molestarías si me comía esas cosas – dijo arrepentido y triste, luego de unos minutos el neko descendió.
Happy – está bien, te perdono pero no lo vuelvas a hacer, tengo que enseñarte modales – dijo con firmeza, mientras el chico se agachaba a su altura y asintió.
Ambos estaban tan pendientes de la conversación de lo que no debía hacer el pequeño niño, que no notaron la presencia de un pelirosa que los miraba ¿Por qué no volvemos el tiempo un poco? Así sabremos porque Natsu está allí ¿Qué dicen, sí?
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-tiempo atrás-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
El pelirosa llevaba un día entero esperando a su amigo, estaba muy preocupado por el ¿Cómo se atreve a irse y no decirle a nadie en donde esta? Ya desesperado por no saber nada de su amigo decidió salir a buscarlo.
Llevaba casi todo el día buscando a Happy, ósea entre las 6 a la noche de ayer hasta las 9am de hoy en ese tiempo lo único que pasaba por su cabeza era como castigar al neko por haberlo preocupado, justo en este momento hablaba con Lucy, Erza y Gray quienes ayudaron voluntariamente a buscar al minino después de darse cuenta que nadie conocía su paradero, la respuestas del grupo de búsqueda no era positiva ya que nadie encontró al gato.
Natsu – maldición, Happy ¿Dónde estás? – dijo caminando pesado, luego una idea cruzo por su mente ¿y si el gato en realidad estaba cómodamente en casa desde hace ya tiempo? Y el buscando como loco mientras el sí durmió despreocupado.
Su cara se prendió de color rojo y salió corriendo como si estuvieran regalando comida en un restaurante de 5 estrellas (lo digo porque si un día se ponen a regalar comida en un restaurant yo sin dudas corro como loca), llevaba al menos unos 3 minutos corriendo cuando diviso al neko lo primero que paso por su mente fue “¿Dónde demonios se metió? De seguro si se quedó bien dormidoté en la casa” pero su mente reacciono al ver cómo le habla algo ¿molesto? Si era molesto a un niño de cabellos blancos, se detuvo justo a 1 metro de ellos quedándose quieto frente al par o al menos frente al de ojos azules, por segunda vez las miradas olivo y cielo chocaron dejando al pelirosa en shock Esos son los mismos ojos que en mi sueño pensó en su estado de embobamiento, por otro lado el chico al notar la mirada se escondió detrás del gato, aunque es más que obvio que quedo muy descubierto por… no sé porque les explico solo vean la gráfica de tamaños; el minino se voltio reconociendo al pelirosa y salió volando a su encuentro.
Happy – Natsu, no creerás lo que encontré – dijo feliz pero dejo de hablar al ver la mirada perdida del pelirosa y no era solo él, el pequeño sostenía su mirada con curiosidad y algo de miedo – ¿acaso lo conoces? – pregunto sacando a Natsu de su mundo.
Natsu – no lo creo, pero esos ojos los he visto en otra parte – expreso algo pensativo, sus pasos se fueron acercando al chico que solo miraba al piso con evidente nerviosismo, ya al estar enfrente de él levanto su mano y la poso en su cabellos revolviéndolos con una sonrisa – Hola yo soy Natsu ¿y tú? – dijo de forma alegre y gentil.
Chico – un gusto, Natsu – le regreso la sonrisa pero la borro cuando recordó la pregunta – yo… yo no tengo nombre – dijo con evidente tristeza.
Happy – es cierto Natsu, yo… – el minino le explico los acontecimientos después de que el salió de escena, así ahorrándole una explicación a esta escritora (perezosa) me vale – entonces Natsu ¿puede quedarse? – pregunto el gatito con los ojos lloroso sorprendiendo a él nombrado.
Natsu – sonrió ampliamente agachándose a la altura del chico – por mi está bien – volvió a sacudir sus cabellos en acto de cariño – veamos abra que ponerte nombre ¿Cuál te quedaría bien? – poso su dedo bajo su barbilla en pose pensativa y a su mente llegaron las imágenes de su sueño el bosque negro, la nieve, la figura blanca, el lago negro, el cielo gris, el frio, la criatura que salió del lago, esos ojos azules y… la canción, inconscientemente sus labios se abrieron pronunciando una palabra – Fuyu – salió en un susurro lo bastante alto para ser escuchado por el ojiazul.
Chico – ¿Fuyu que significa? – pregunto algo confundido por lo dicho del mayor, en el cual cabe decir que se desconcertó por sus palabras.
Natsu – Fuyu, Fuyu, Fuyu – pronuncio un par de veces más (como unas 10 solo un par de decena) – es perfecto, te diré Fuyu – dijo alegre y la mirada azul se ilumino.
Fuyu – eso quiere decir que Fuyu soy yo – le dijo o pregunto a los presentes con ilusión.
Happy – ¡Aye Sir! – grito emocionado mirando al chico sonreír de felicidad.
Natsu – entonces legalmente Happy y yo somos tu familia ¿juras ser siempre mi hijo aunque no nos unan lazos de sangre? – pregunto parándose derecho sacando su voz seria.
Fuyu – lo juro – dijo firme con determinación escrito en la frente (de seguro se lo escribiste con un marcador tramposa) yo no hice eso.
Natsu – jeje eres una ternura, así que de hoy en adelante bajo el poder que me confirió Happy – dijo con seriedad después de la coma, antes sonrió de alegría.
Happy – ¡Aye Sir! – grito con alegría detrás del pelirosa, sacándole un risa a los presentes.
Natsu – yo te reconozco como Fuyu Dragneel – extendió su mano enfrente del chico que la miro con un brillo especial en su mirada – ¿listo para ser muy feliz? – pregunto sonriendo otra vez pero esta sonrisa era cálida como la de una madre.
Fuyu – por supuesto, oka-san – dijo alegre sosteniendo la mano y bueno Natsu a él no le sonó tan mal ser llamado madre por ese niño tan dulce.