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PRÍNCIPE TAMAÑO BOLSILLO (Stormy Gleen) por Tekio_shimasu

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Notas del capitulo:

Un poco demorada pero aqui esta la conti!

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Capítulo 2

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Naruto no se sorprendió por el hecho de que Danzo no le permitió a Sasuke abandonar la manada. Estaba sorprendido por el hecho de que Sasuke parecía no tener ni idea de por qué no se le permitía irse. Era claro como el día para él.

 

Sasuke era un Omega.

 

Un Alfa con un Omega junto a él era uno de los más fuertes. Cada Alfa tenía que tener un Beta con el fin de conducir la manada. Necesitaba un segundo al mando para darle consejos o en caso de que algo le pasara.

 

Un Alfa no necesitaba un Omega. Pero seguro que uno ayudaba. Los alfas eran agresivos por naturaleza. Los omegas los calmaban y les hacían más fácil acercarse a los miembros de su manada. También ayudaban a evitar que se pusieran salvajes y atacaran a alguien o algo peor. Debido a esa agresión abrumadora, los alfas con omegas a su lado podrían llevar

mejor a sus manadas.

 

Estaría mintiéndose a sí mismo si decía que él sabía desde el momento en que vio a Sasuke que el hombre era un Omega. Eso le había tomado unos minutos. Había estado demasiado aturdido por lo hermoso que el hombre era que ni siquiera se dio cuenta de su estado de Omega. Él lo había deseado incluso antes de saber que Sasuke era un Omega.

 

Naruto tenía toda la intención de mantener a este especial Omega a su lado. Sólo tenía que encontrar la manera de lograrlo. Pero primero lo primero...

 

—Dime algo, Sasuke. ¿Cuál era tu relación con tu ex Alfa?

 

—¿Mi relación, señor?

 

—Sí, Sasuke. ¿Era sólo tu Alfa o...? —Naruto observó la reacción de Sasuke estrechamente mientras dejaba las palabras suspendidas en el aire.

 

Los ojos de Sasuke crecieron tan redondos como platos, y eso le dijo a Naruto algo que no se esperaba, y ciertamente no en el tono de voz que usó. —¿Está loco? Odiaba a Danzo, y voy a seguir odiándolo hasta el día que me muera. No lo tocaría más de lo que cortaría mi propia polla.

 

El obvio enojo de Sasuke, al igual que sus palabras, respondió a la pregunta hecha por Naruto. Los dos hombres no habían tenido una relación sentimental. Esa era una buena cosa, pero eso no quería decir que Sasuke no estuviera involucrado con otra persona en la manada. Naruto podía sentir la ira y el resentimiento venir de Sasuke en oleadas. Era casi tan espeso que lo ahogaba.

 

Suponía que eso respondía ampliamente a la pregunta.

 

Ahora, la otra pregunta apremiante. —¿Hay alguien más a quien prefieras tocar?

 

Naruto pensó que Sasuke era demasiado lindo cuando se quedó con la boca abierta. El hombre era realmente adorable...

 

Y caliente.

 

Y sexy.

 

Y, oh, maldita sea, Naruto quería saltar sobre sus huesos. Naruto sintió una risita alta acumularse en su garganta cuando se inclinó y puso su dedo debajo de la barbilla de Sasuke, y luego la levantó y cerró su boca.

 

Él fue capaz de mantener su risa ante la mirada atónita de Sasuke, pero eso fue sólo por pura fuerza de voluntad. Aun así, Naruto no pudo evitar que la sonrisa en su rostro apareciera cuando se acomodó de nuevo en su asiento. Se mostró muy satisfecho con la reacción de Sasuke. Estaba bastante seguro de que el hombre no estaba con nadie, y eso le sentaba muy bien.

 

Naruto empezó a tamborilear los dedos sobre sus jeans de nuevo, sólo para darse cuenta de lo que estaba haciendo cuando los ojos de Sasuke se dejaron caer a su pierna. Naruto cerró los dedos. El hacer eso era un hábito nervioso que tenía, uno que no era capaz de romper.

 

Y él estaba nervioso.

 

De alguna manera tenía que convencer a Sasuke de que tomara un interés en él, y no estaba seguro de cómo hacerlo. A diferencia del mundo animal o las novelas románticas, los compañeros no se establecían por el destino. Cada cambiaforma era libre de elegir a su pareja.

 

Naruto no estaba seguro de que quisiera a Sasuke como compañero tampoco, pero sólo por su aspecto, el hombre sería el ganador indiscutiblemente. Él era el hombre más bien parecido que Naruto había visto en años. Y eso decía mucho. Naruto era mayor de lo que parecía —décadas más viejo.

 

Sin embargo, quería tener la oportunidad de conocer a Sasuke mejor.

 

—Gaa chan, siéntate en el frente —dijo Naruto, pero continuó manteniendo sus ojos fijos en los de Sasuke. Por un lado, los ojos de Sasuke eran de un azul brillante, vivos, que mostraban todas las emociones que el hombre sentía incluso cuando el resto de su cuerpo no lo hacía. Eran unos ojos magníficos—. Quiero hablar con Sasuke en privado.

 

—Naruto…

 

—Ahora, Gaara. —Naruto arqueó una ceja cuando vio a Sasuke tratando de ocultar el estremecimiento que trabajó a través de su cuerpo cuando usó su voz Alfa. Gaara y Sasuke podrían ser ambos lobos muy fuertes, pero aun así no podían luchar contra la voz Alfa.

 

Sasuke levantó su mano y golpeó con los nudillos en la partición que los separaba del conductor. Después de un momento, el coche poco a poco se detuvo. Gaara suspiró profundamente, dejándole saber a Naruto que no estaba muy satisfecho con la orden, pero el hombre abrió la puerta y salió.

 

Naruto esperó a que el coche comenzara a moverse de nuevo antes de moverse. En un momento estaba sentado en el asiento frente a Sasuke y al siguiente estaba al otro lado del coche, montado a horcajadas en los muslos gruesos de Sasuke.

 

—Hola, guapo.

 

—Alfa Uz… Uzumaki —tartamudeó Sasuke mientras sus manos agarraron las caderas de Naruto. Sus preciosos ojos negros estaban enormes y mirandan a Naruto como si hubiera perdido la cabeza—. No pienso que sea una buena idea.

 

Una de las esquinas de la boca de Naruto se curvó cuando frunció sus labios. La voz suave de Sasuke protestando llenó el coche, pero la polla dura que al instante se apretó contra el culo de Naruto hablaba mucho más fuerte. Se lo decía a Naruto.

 

—Creo que es una muy buena idea, Sasuke. —Demonios, estaba francamente inspirado—. Puede ser una de mis mejores ideas.

 

—Alfa, yo no… —Sasuke chasqueó la boca cerrándola.

 

Naruto sonrió. —No dejes que mi estado de Alfa te engañe, Sasuke. Soy tan hombre como cualquiera. —Naruto se acurrucó cerca del pecho ancho de Sasuke y se inclinó para soplar una brisa de aire caliente sobre el oído de Sasuke—. Y este hombre en particular te quiere.

 

Naruto sacó la lengua, preparándose para lamer el borde de la oreja de Sasuke cuando las siguientes palabras del hombre penetraron en su cerebro y drenaron hasta la última gota de lujuria de su cuerpo.

 

—¿Es una orden, Alfa?

 

Naruto apretó los dientes y se alejó de Sasuke como si el regazo del hombre estuviera en llamas. Su espalda estaba tiesa cuando se echó hacia atrás contra el respaldo del asiento y juntó las manos y las apoyó en su regazo. Se negaba a que Sasuke viera que lo había puesto nervioso, especialmente cuando estaba lívido.

 

Naruto supo desde que era un niño jugando en un arenero con los otros cachorros que era material para ser Alfa. Nadie le creyó hasta que él organizó a los otros niños en una muy exitosa incursión para tomar el tarro de las galletas. Podrían haberse salido con la suya si no hubieran tenido todos dolores de estómago por comer cada maldita galleta del frasco.

 

También sabía que, debido a lo poderoso que era, algo que podría provocar la ruina para un alfa, debía luchar con más fuerza que nadie y por el resto de sus días. Tenía un temperamento, uno enorme y violento. Aprender a controlar su naturaleza más salvaje era algo en lo que trabajaba todos los días de su vida.

 

Estaba luchando con todo lo que tenía en estos momentos.

 

—Nunca he obligado a nadie en mi vida, Sasuke. —Naruto entrecerró los ojos—. Y no tengo intención de empezar ahora.

 

Los ojos de Sasuke cayeron bajo la mirada intensa de Naruto. —Me disculpo, Alfa Uzumaki.

 

—No debes hacerlo. —Las fosas nasales de Naruto se dilataron mientras trataba de controlar su ira creciendo, y el dolor que tenía en el pecho. Esta no sería la primera vez que había sido rechazado y, probablemente, no sería la última. Pero todavía dolía—. Has dejado más que clara tu posición. No voy a cruzar esa línea de nuevo.

 

—Yo no…

 

Naruto levantó la mano. —Me gustaría que Gaara se uniera a mí aquí. Deberías sentarte en el frente.

 

Sasuke levantó la vista y lo miró por un momento antes de asentir. Llevó la mano hacia atrás y golpeó la división. Cuando el coche se detuvo, se bajó. Un momento después, Gaara subió y se sentó junto a Naruto.

 

El coche comenzó a moverse de nuevo. Naruto podía sentir a Gaara observándolo. Él sólo se volvió a mirar por la ventana, porque no quería saber nada de lo que su Beta tenía que decir. Tal vez se había movido demasiado rápido o no se había asegurado que Sasuke no estaba involucrado con otra persona.

 

Y ahora Sasuke pensaba que era algún tipo de pervertido que utilizaba su posición de Alfa para obligar a los hombres a someterse a él. La había jodido a lo grande.

 

Y no quería oírlo de Gaara.

 

—¿Quieres hablar de ello?

 

—No. —La respuesta de Naruto fue cortante y corta, y lo sabía. También sabía que si empezaba a hablar del rechazo que acababa de recibir de manos del hombre más sexy que había conocido en su vida, perdería el control y eso sería una mala cosa.

 

Muy mala.

 

—¿Vas a hablar de ello en algún momento?

 

—No.

 

Como si realmente quisiera anunciar que fue rechazado.

Estaba teniendo dificultades para llegar a un acuerdo con eso antes. No necesitaba que Gaara le refregara en la cara lo tonto que había sido.

 

Era más que consciente de ello.

 

—Naruto…

 

—Ahora no, Gaara.

 

—Entonces, ¿cuándo? —Gaara espetó, y era probablemente el único hombre en el planeta que podría haber salido con eso—. Estás a punto de entrar en una situación muy hostil, y estás tan tenso que te ves a punto de saltar fuera de tu piel.

 

Naruto suspiró y dejó caer la cabeza hacia atrás contra el respaldo del asiento. —Cometí un error.

 

—¿Tú? —Gaara rio por lo bajo.

 

La cabeza de Naruto rodó hacia un lado para poder mirar a Gaara. —Que te jodan, Gaa chan.

 

—No, gracias. Ya no eres mi tipo.

 

—Sí, bueno... —Naruto se volvió para mirar por la ventana—

. Al parecer, no soy el tipo de Sasuke tampoco.

 

Gaara respiró hondo. —No lo hiciste.

 

Naruto no dijo nada. No era necesario.

 

—Oh, Dios mío, lo hiciste.

 

Apretó los dientes al oír la risa de Gaara llenar la parte de atrás del coche. Sabía que su Beta no lo decía como algo personal. El hombre había sido su mejor amigo durante muchos años como para tratar de hacerle daño de esa manera, pero ese conocimiento no hizo que Naruto se sintiera mejor.

 

Y tampoco la risa.

 

—Basta, Gaara —espetó Naruto, y luego se volvió para mirar

al hombre hasta que la risa se apagó lentamente.

 

—Lo siento, Naruto, pero tienes que admitir que, cuando cometes un error, haces un muy buen trabajo.

 

—Lo que sea. —Naruto giró para mirar por la ventana.

Realmente no quería hablar de ello, ni siquiera a uno de sus mejores amigos. Deseaba que Temari estuviera aquí. Ella lo entendería. Desafortunadamente, ella conducía el camión de mudanzas con Kankuro. No los esperaban sino hasta dentro de unos días más.

 

Había visto a Temari y Kankuro apenas hace unas horas, y ya los extrañaba. Odiaba cuando los cuatro se separaban. Eran sus socios en el crimen, sus cómplices, sus compinches. Los trillizos eran las rocas de las que dependía Naruto.

 

Gaara era el menor de los tres hermanos, pero era el que inspiraba más temor, Temari siendo la mayor era una mujer de armas tomar y Kankuro, él tenía una facilidad increíble para volcar las situaciones a su favor. Ellos eran tan unidos como tres hermanos podrían ser, y consideraban a Naruto uno de ellos.

 

Naruto había estado agradecido por su amistad y cariño desde el día en que los había conocido cuando eran unos niños. Por supuesto, había sido mayor, pero eso no le importaba, ni entonces ni ahora. Había habido una conexión instantánea entre ellos que existía hasta ese mismo día.

 

 

—¿Seguro que no quieres hablar de eso? —Gaara preguntó.

 

—No. —Naruto miró hacia abajo a sus manos por un momento, retorciendo sus dedos para sonarlos unos con los otros—. Cometí un error. No es la primera vez, y no va a ser la última. Los dos sabemos eso. —Naruto suspiró y miró por la ventana—. Simplemente pensé que había algo donde no lo había. Sasuke me puso en mi sitio, y no volverá a suceder.

 

—¿Tengo que matarlo?

 

—¡Dios, no! —Naruto se dio la vuelta para mirar a Gaara, poniendo los ojos en blanco al ver la sonrisa en el rostro del hombre—. Sólo deja a Sasuke en paz’tebbayo. Ciertamente tengo la intención de hacerlo.

 

Gaara se encogió de hombros. —Sólo dame la orden, Naruto.

 

—kankuro tiene razón, Gaa chan. De verdad necesitas un hobby.—El hombre era verdaderamente sanguinario a un nivel completamente nuevo, y esa había sido una de las razones por las que Naruto había hecho a Gaara su Beta. Gaara no tomaría mierda de nadie, ni siquiera de él.

 

—Tengo un hobby. —Gaara sonrió—. Mantener tu culo fuera de problemas.

 

Naruto estrechó los ojos. —Te juro que si no te quisiera tanto, me gustaría echarte de esta lata cara y te haría caminar el resto del camino.

 

—Sí. —La sonrisa de Gaara se amplió, mostrando sus dientes blancos y perfectos—. Pero tú me quieres.

 

Naruto puso los ojos en blanco tan evidente como pudo y se volvió hacia la ventana, esperando que Gaara no viera la pequeña sonrisa que se apoderó de sus labios. El hombre tenía razón. Naruto lo amaba. «No de una manera sexual, porque eemmmm». Eso sería raro, de nuevo. Gaara, Temari  y Kankuro eran como sus hermanos, y algo sexual entre cualquiera de ellos sería ya demasiado extraño para ponerlo en palabras.

 

—¿Naruto?

 

—¿Eh? —Naruto se volvió para mirar a Gaara sólo para ver lo que apunta por la ventana.

 

—¿Es aquí? —Gaara preguntó.

 

Oh infiernos, Naruto esperaba que no, pero cuando el coche fue más lento y luego se detuvo frente a la enorme monstruosidad de casa, estaba bastante seguro de que lo era. Wow, el lugar era verdaderamente feo. Tenía que tener por lo menos tres pisos de altura, y todo era blanco con un diseño moderno con ángulos agudos y ventanas amplias.

 

—Oh, vamos a tener que hacer algo al respecto —susurró mientras miraba hacia la casa grande—. Podría ganarme una erupción viviendo aquí.

 

El lugar no tenía personalidad alguna. Las líneas lisas y rectas hechas de blanco estaban en todas partes. Y si no eran blancas, eran de metal. No había nada confortable sobre el lugar. Casi parecía un museo de arte moderno o algo por el estilo. Naruto tenía miedo de dar un paso en el interior del lugar en caso de que llevara dentro una mota de polvo.

 

—¿Las personas realmente viven en lugares como éste? —Gaara preguntó.

 

—No si puedo evitarlo.

 

—Pero si esta es la casa Alfa…

 

Naruto dio una palmada con la mano sobre la boca de Gaara y lo señaló con el dedo. —Ni siquiera lo digas.

 

Podía ver los ojos turquesa de Gaara húmedos de risa en la parte superior de su mano. Lentamente retiró la mano y miró de nuevo hacia el edificio por la ventana. No llamaría casa a ese edificio porque no lo era. No había manera que pudiera ser una. Una casa invitaba a entrar, era reconfortante, no daba miedo.

 

Naruto oyó que la puerta de adelante se abría y cerraba. Rápidamente se puso recto y esperó estar presentable. No estaría bien dejar que alguien viera cómo lo había desestabilizado el edificio blanco y metálico.

 

Cuando la puerta se abrió, Naruto esperó a que Gaara saliera, y luego esperó unos segundos más mientras Gaara comprobaba el área fuera del auto. Había estado con él y sus hermanos lo suficiente para saber cómo se hacían las cosas. Si él se bajaba del coche antes de que Gaara le diera el visto bueno, Gaara le patearía el culo, y luego se lo diría a Temari, que haría lo mismo. Kankuro acabaría haciendo lo que los otros dos.

 

—Alfa Naruto.

 

Naruto puso los ojos en blanco y luego retiró toda la emoción de su cara cuando se deslizó fuera de la limusina. Dios, no podía esperar hasta que su camioneta llegara. Odiaba las limusinas. En realidad no veía el punto de tener una. No podían ir a donde su camioneta podía ir, y su camioneta podía llevar a más gente. Tal vez podría vender la limusina o dársela a su padre como un regalo.

 

Los ojos de Naruto inmediatamente se posaron en Sasuke cuando se incorporó. El hombre estaba de pie a varios metros de distancia. Parecía nervioso y no dejaba de mirar hacia el edificio detrás de él, como si estuviera esperando algo.

 

Naruto se preguntaba qué.

 

 

—Alfa Uzumaki —dijo Sasuke—, bienvenido a la casa Alfa de la manada de Konoha.

 

Maldita sea, esta era la casa Alfa.

 

Eso apestaba completamente.

 

—¿El Alfa Danzo vivía aquí?

 

«Por favor, di que no».

 

Naruto capturó la mueca en el rostro de Sasuke cuando el hombre dio media vuelta y volvió a mirar el lugar. —Sí, señor. Él mandó construir la casa cuando asumió el control de la manada.

 

—¿Dónde vivió antes tu antiguo Alfa, el que había antes de Danzo? —Él estaba buscando una muy buena razón ahora.

 

—Oh. —Sasuke se dio la vuelta y apuntó con el pulgar por encima del hombro más allá del edificio—. Él tenía un lugar en el camino un poco más lejos. El Alfa Danzo se negó a vivir allí. Dijo que no era acorde con la posición de un Alfa.

 

—Déjame adivinar, la limusina era del Alfa Danzo también.

 

—Sí, señor.

 

«Lo imaginaba».

 

Naruto extrañó aún más su camioneta.

 

—Me gustaría ver esa casa, en la que tu antiguo Alfa vivía.

 

Las cejas de Sasuke se alzaron. —¿Ahora, señor?

 

Naruto cruzó los brazos sobre el pecho. —Sí, ahora.

 

—Pero… —Sasuke echó un vistazo a la casa de nuevo antes de volver a Naruto—. El círculo íntimo está esperando.

 

—Ellos pueden esperar.

 

—Alfa…

 

—Sasuke, ¿quién es el Alfa aquí?

 

El rostro de Sasuke se tensó. Naruto podía ver cómo se construía la ira en el hombre y aplaudía su moderación. Naruto sabía que estaba siendo insolente. Parte de ello era porque Sasuke estaba ignorando sus órdenes y parte de ello era por haberlo rechazado. Así que él era sensible. Problema de él.

 

—Usted, señor.

 

—Entonces, ¿no te parece que lo que yo quiero debe prevalecer sobre lo que el círculo íntimo quiere?

 

—Sí, señor.

 

—Entonces muéstrame la casa del antiguo Alfa.

 

—Sí, señor.

 

Naruto realmente deseaba que Sasuke quisiera decir eso, pero no lo hacía. Sasuke estaba dando trivialidades. Naruto podía verlo en el aura del hombre. Iba de azul a rojo y viceversa. Sasuke estaba enojado, y estaba a duras penas conteniendo su ira.

 

Y eso intrigaba y confundía más a Naruto. La mayoría de los omegas no tenían problemas de ira. Eso, de alguna manera, sólo estaba reservado para los alfas. Tal vez Sasuke no se había dado cuenta de que era un Omega. Si hubiera sido educado para ser algo que no era, Naruto imaginaba que el hombre estaba en un gran conflicto.

 

Cuando Sasuke bajó los escalones y se dirigió hacia el coche, Naruto levantó la mano para detenerlo. —¿Está lejos?

 

—No, sólo a un kilómetro y medio más o menos.

 

—Entonces sugiero que caminemos. —Naruto disparó a la limusina una mueca de disgusto—. Esa cosa parece que traga gasolina.

 

—Uh... sí, señor. —Sasuke parecía tan confundido como el infierno.

 

Naruto casi se echó a reír. Casi esperaba que el hombre se rascase la cabeza. Apostaría cualquier cosa a que Sasuke nunca había conocido a un Alfa como él. Podía casi garantizar que Sasuke nunca había conocido a nadie como él, sobre todo porque hasta donde él sabía, nunca había habido nadie como él.

 

Era a la vez una bendición y una maldición. Debido a su tamaño, nadie lo tomaba en serio hasta que demostraba su valía. Por otro lado, porque nadie lo tomaba en serio, sorprendía a mucha gente. Ellos tendían a pasarlo por alto.

 

Y ese era su error.

 

Naruto no era de los que se pasaban por alto. No tenía ningún problema en quedarse en segundo plano cuando lo necesitaba, pero también se ponía de pie de guerra por lo que él creía y lucharía hasta la muerte por aquellos que le importaban.

 

Danzo había cometido el grave error de subestimar a Naruto, y lo pagó con la pérdida de un desafío, perdiendo así su manada. Naruto no había estado buscando una pelea, o incluso una manada. Pero se negó a dar marcha atrás cuando el hombre lo atacó. Dejar al hombre vivo tomó cada onza de control de Naruto. Su lobo había querido destruir al lobo más grande.

 

Naruto había pasado años aprendiendo el control en tantas formas como pudo descubrir. Su padre había sabido desde el principio que Naruto sería fuerte, y porque su padre era un miembro del consejo, el Consejo de Lobos lo sabía también. Naruto había pasado años de aprendizaje, de formación, y generalmente mantenía a su lobo bajo control.

 

Hasta que Danzo pensó que podía atacar a un lobo más pequeño.

 

«Maldito estúpido».

 

Naruto caminó detrás de Sasuke cuando el hombre comenzó a andar por el camino que pasaba por delante de la casa del Alfa Danzo. Miró a Gaara cuando el hombre se puso a caminar a su lado, preguntándose qué estaba pensando su Beta.

 

—¿Qué opinas? —le preguntó Naruto. Él confiaba en Gaara y sus hermanos para darle consejos y respuestas veraces cuando les preguntaba. Nunca lo habían defraudado.

 

—Cualquier cosa que nos mantenga fuera de esa maldita cosa está bien conmigo.

 

Naruto rio entre dientes. Él sabía exactamente cómo se sentía Gaara. —Tenemos que tener esto resuelto antes de que Temari llegue. Ya sabes que ella no va a poner un pie en ese lugar. Dirá que tiene mal mojo o algo así.

 

—Y ella estaría en lo correcto —respondió Gaara—. Las vibraciones que salen de ese lugar me dan escalofríos.

 

—Sí. —Naruto se estremeció de sólo pensar en tratar de vivir en la casa del ex Alfa. Además del hecho de que el lugar era ultramoderno e Naruto no lo era, había un aire de maldad reprimida por el lugar que le ponía a Naruto los pelos de punta.

 

—¿Tal vez podamos derribarlo o algo así?

 

—O algo. —Naruto no tenía ninguna intención de vivir en esa monstruosidad así tuviera que acampar en una tienda a la intemperie. No tenía suficiente dinero para construir una casa, pero podía bien alquilar una.

 

—Naruto.

 

Naruto levantó la vista y una vez más se encontró mirando a donde Gaara estaba señalando, y esta vez lo llevó a detenerse completamente, pero sólo por un momento. Naruto cambió de dirección y comenzó a caminar hacia el lago cristalino azul que podía ver en la distancia a través de los árboles.

 

—Alfa Uzumaki —llamó Sasuke—, ese es el camino equivocado.

 

Naruto se detuvo, apretando los puños. Se tomó un momento para realizar una respiración profunda y luego pegó una sonrisa en su cara antes de pasar a mirar a Sasuke. —Por favor, llámame Naruto, o incluso Alfa Naruto. Cada vez que me llamas Alfa Uzumaki espero ver a mi padre, y por mucho que ame al hombre, prefiero esperar a verlo después de conseguir tener a esta manada en orden.

 

Sasuke apretó los labios por un momento, y luego asintió. — Sí, señor.

 

«Oh, sí, eso está mucho mejor».

 

Naruto se volvió sin decir una palabra y se dirigió directamente hacia el lago. Le tomó unos minutos llegar a la orilla del agua, pero cuando lo hizo, no pudo mantener el aliento por la maravilla que estaba ante sus ojos.

 

El lago era precioso. Se encontraba ubicado entre los árboles en el fondo de unos acantilados que conducían a una alta montaña cubierta de nieve. Aunque los acantilados sólo estaban en un lado. En otros dos estaba cubierto de árboles. El último lado del lago tenía un puerto deportivo y varios edificios.

 

Y gente.

 

—Sasuke, ¿es esa tierra de la manada? —Naruto preguntó mientras señalaba hacia las personas y edificios.

 

—Sí, señor. Eso es de Konoha.

 

—¿Son aquellos miembros de la manada?

 

—La mayoría de ellos. Hay unos pocos humanos que viven en la zona, pero son plenamente conscientes de quiénes somos y lo que somos.

 

Bueno, eso era bueno o malo. Naruto no tenía nada en contra de los humanos, pero no le gustaba tratar con los que no sabían nada acerca de los cambiaformas. Hacía las cosas difíciles. Por otro lado, los humanos que los conocían traían nueva sangre a la manada si había apareamientos.

 

—¿Qué tan grande es este lago? —Naruto preguntó mientras volvía su atención a la preciosa extensión de agua en frente de él. Se moría de ganas de nadar en ella. Le encantaba nadar.

 

—No es exactamente un lago, señor, aunque se llame Konoha Lake. En realidad es una ensenada del río, que está más allá de la aldea.

 

Los ojos de Naruto se abrieron como platos. —¿Esta es una ensenada?

 

—Sí, señor. —Había un poco de orgullo en la voz de Sasuke—. El río corre hacia abajo de los glaciares de la montaña. Trae el agua a todo el valle. Una vez que pasa ese pueblo, sigue por cerca de veinte kilómetros y desemboca en el océano.

 

Naruto sintió que sus cejas se disparan hacia arriba. —¿Estamos tan cerca del océano?

 

—Sí, señor.

 

—¿Esto es agua dulce o agua salada? —Naruto preguntó mientras miraba de nuevo a la ensenada.

 

—Agua dulce. Como he dicho, se trata de agua de los glaciares que baja de la montaña.

 

—Eso es fantástico. ¿Y cuán grande es esta ensenada?

 

—Tiene unos dos kilómetros de largo y quizás un kilómetro de ancho.

 

—¿Hay peces?

 

—Oh sí. Solía ser un lugar de pesca favorito para muchos de los habitantes del pueblo, especialmente de los niños. Ahora todo el mundo sale al mar a pescar.

 

—¿Por qué? —Naruto frunció el ceño—. ¿Hay algún problema con los peces? —Dios, él esperaba que no. Eso podría significar que no podría nadar en el agua cristalina, y se estaba muriendo por un buen chapuzón.

 

—El Alfa Danzo prohibió la pesca en Konoha Lake. No se permite a nadie entrar más allá del borde de los límites del pueblo.

 

Bueno, eso explicaba por qué no había barcos en el agua o niños jugando en el lago, pero no explicaba por qué fue declarado ilegal. —¿Por qué?

 

Sasuke se encogió de hombros. —Es su lago.

 

—No, es el lago de la manada.

 

Sasuke se volvió y miró a Naruto. —Si usted lo dice, señor.

 

Naruto puso los ojos en blanco. El Alfa Danzo había sido un idiota, pero si Sasuke no cambiaba su actitud, Naruto iba a poner al chico en la misma categoría. —¿Qué más el Alfa Danzo prohibió porque era —Naruto hizo comillas en el aire con los dedos— suyo?

 

—No hay cacería.

 

—Eso no es necesariamente una mala cosa. Alguien podría lastimarse si estuviera en forma de lobo.

 

—Nadie puede entrar en la casa Alfa a menos que se les llame ante el Alfa, y nadie quiere que eso suceda. Algunas personas nunca volvieron.

 

Bien, eso era muy extraño. Naruto creció en una casa Alfa, y siempre había alguien que iba y venía. —¿Sabes por qué el Alfa Danzo hizo esa regla?

 

El labio superior de Sasuke se curvó hacia arriba, e Naruto consiguió una repentina sensación enferma en la boca del estómago. —Al Alfa Danzo no le gustaba que nosotros ensuciásemos su casita bonita.

 

Naruto se quedó boquiabierto y luego hizo un gesto con la mano hacia el edificio blanco y moderno. —¿Eso es lo que consideras una casita bonita? —Tal vez había juzgado mal a Sasuke.

 

Sasuke sacudió la cabeza. —Sus palabras, señor. No las mías.

 

Naruto presionó su mano contra su corazón que latía rápidamente. —Me tuviste preocupado por un momento, Sasuke.

 

La frente de Sasuke se arrugó. —¿Yo, Alfa?

 

—Ese edificio de atrás es una monstruosidad. El que lo construyó aquí, en medio de toda esta hermosa naturaleza, era un completo idiota. —Naruto casi respiró con dificultad ante la idea del hermoso desierto a su alrededor siendo estropeado en gran manera por la casa del ex Alfa.

 

La cabeza de Sasuke se inclinó hacia un lado. —¿No le gusta

la casa Alfa?

 

—Preferiría dormir en la parte de atrás de mi camioneta.

 

Naruto fue sorprendido por la amplia sonrisa que apareció en el rostro de Sasuke, transformando sus rasgos de un hombre enojado a uno increíblemente hermoso. Sasuke incluso puso más belleza con el sonrojo de su vergüenza.

 

Naruto comenzó a inclinarse hacia adelante cuando de pronto recordó la objeción del hombre por las atenciones de Naruto. Naruto rápidamente dio un paso atrás y disciplinó sus facciones. No importaba lo mucho que deseaba a Sasuke, tenía que recordar que el hombre no lo quería.

 

—Me gustaría ver la casa del antiguo Alfa ahora.

 

Sasuke asintió, aparentemente confundido por el tono brusco de Naruto. —Es por aquí.

 

Naruto esperó hasta que Sasuke empezó a caminar antes de seguirlo. Sintió más que vio a Gaara caminar junto a él. Estaba demasiado ocupado tratando de mantener los ojos fijos en el suelo delante de él y fuera del magnífico culo de Sasuke, un culo que nunca podría tener.

 

—Respira hondo, Alfa —murmuró Gaara.

 

Naruto asintió e hizo lo que Gaara le dijo varias veces. Cuando Sasuke se detuvo y los pies del hombre aparecieron a la vista, Naruto sentía que tenía el control de sí mismo de nuevo. Pegó otra sonrisa en su rostro y levantó la cabeza.

 

—Oh. —Naruto parpadeó sorprendido ante el edificio que estaba delante de él. Necesitaba un poco de trabajo. Parecía como si hubiese sido descuidado durante mucho tiempo, pero en la mente de Naruto, era justo lo que él hubiera pensado ver en estos bosques—. ¡Es perfecto!

 

La casa tenía dos pisos de altura y se encontraba entre los árboles, dejando el frente de la casa abierta a una gran pradera. Una gran pila de rocas formaba una enorme chimenea que subía por la parte trasera todo el camino y más allá de la azotea.

 

Cuatro grandes ventanas en el segundo piso daban a la fachada de la casa. El primer piso tenía cuatro ventanas de cristal a juego en la parte frontal de la casa con una puerta grande en medio de ellas. Y todo el frente de la casa era de tronco y tenía un pórtico de piedra que iba de una punta a la otra y se envolvía alrededor de los lados. Balcones descansaban fácilmente a través de los pórticos a ambos lados de la casa.

 

—¿Qué le pasó a tu anterior Alfa, Sasuke? —Gaara preguntó— ¿El Alfa Danzo lo sometió o lo mató?

 

El labio de Sasuke se curvó de nuevo. —El Alfa Danzo lo mató.

 

—Lo siento —dijo Naruto. Sospechaba que a Sasuke le había gustado su antiguo Alfa. Y él estaba seguro de que Sasuke odiaba al Alfa Danzo—. ¿Era un buen Alfa?

 

—Él no era perfecto, pero nos trataba bien.

 

—No creo que haya ningún Alfa con vida hoy en día que sea perfecto. Lo que mucha gente olvida es que somos humanos. Cometemos errores como todo el mundo lo hace.

 

—Esa es una opinión inusual para que un Alfa tenga.

 

Naruto sonrió. —Soy un Alfa inusual. —Volvió su atención de nuevo hacia la casa—. ¿Quién es el dueño de la casa ahora?

 

—Usted, señor.

 

Naruto se dio la vuelta para mirar a Sasuke. —¿Lo soy?

 

—Todo el territorio de la manada De Konoha es propiedad del Alfa, señor.

 

Esa noticia casi derribó a Naruto. Miró hacia Gaara para ver su reacción, y no se sorprendió al ver al hombre parado allí, mirando a Sasuke con la boca abierta. Mientras que su padre había sido dueño de la tierra alrededor de la casa Alfa, él no era dueño del territorio de la manada por completo.

 

—¿Incluso el pueblo? —Gaara preguntó.

 

Naruto se volvió para mirar a Sasuke, con curiosidad. Él se sorprendió cuando Sasuke asintió. —Pero hay empresas allí y casas. ¿Las personas en la manada ni siquiera son dueñas de sus propias casas?

 

—No se les permitió —respondió Sasuke, un claro desdén en su voz tranquila—. El Alfa Danzo les alquilaba las casas y los negocios a los miembros de la manada.

 

—¿Qué pasa con las personas que eran dueñas de su propiedad antes de su llegada?

 

—Todo fue confiscado por el Alfa Danzo.

 

Naruto apretó los labios cerrados cuando sintió que se construía un gruñido profundo en su pecho. Esa sería una de las primeras cosas que él solucionaría en esta jodida manada. La gente no debería tener que trabajar toda su vida sólo para que sus casas les fueran arrebatadas.

 

Naruto se volvió hacia la casa, sobre todo porque no podía seguir mirando a Sasuke sin perder la compostura, y eso no podía hacerlo. —¿Habrá alguien en la manada que se ofenda si me mudo a este lugar en vez de a la casa de Danzo?

 

—¿Qué te importa?

Notas finales:

Mil gracias por los rw, estos son los incentivos para continuar. asi que ya saben dejen mas para saber si les esta gustando o no

Y a mi querida anonima nuemro uno, cambiare algunas partes, no me molesta el sasunaru pero prefiero milveces el narusasu, a mi juicio naruto tiene una mente un tanto mas abierta, trabiesa y curiosa para ser el seme que sasuke XD


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