El sonido y rechinar de los tenis se escuchaba por todo el lugar, la madera provocaba esa fricción al andar una y otra vez de los pequeños pies.
-¡Rin! -dijo una aguda voz -¡Es tuyo! -repetía mientras un pequeño chico de castaños cabellos cruzaba la cancha de básquetbol con el balón botando. No tenía intenciones de detenerse, la determinación en sus ojos y el apoyo de sus compañeros le motivaron a seguir adelante, la adrenalina lo llenaba de emoción y cada paso estaba lleno de la esperanza de que su equipo fuera el ganador.
Pero lo que este pequeño niño no esperaba era encontrarse frente a un muro, un pequeño de cabellos magentas se interpuso entre él y la canasta, una sonrisa se dibujo en sus labios demostrando aquellos dientes de tiburón que lo hacían tan distintivos -No… vas a pasar -comento antes de levantar la mirada.
Aquello provoco un miedo inminente al pequeño niño, un escalofrío por todo su cuerpo le recorrió, no había caído al suelo, pero el ritmo en que botaba el balón se pidió y termino por rodar a los pies del contrario.
Rin Musarakibara tomo de inmediato el balón y demostró su infantil sonrisa traviesa -Gracias -reía mientras empezaba a recorrer la cancha hacia la canasta contraria; esquivaba a cada niño que se ponía enfrente como si pudiera ver a donde se dirigían antes de que estos lo hicieran.
Desde las gradas, todos animaban al pequeño niño que pasaba a sus rivales -¡Vamos Rin! -pero sobre todo, lo hacía un hombre muy alto y de larga cabellera violeta que no dejaba de gritar -¡Tú puedes Rin! -era el mas emocionado de todos los asistentes. El y la pequeña niña que estaba en sus hombros levantando un cartel -¡Niiiiiiisan! ¡Anota! ¡Niiiisan!.
Eso motivaba a que Rin llegara frente a la canasta y de un solo movimiento anotar la canasta que haría ganar a su equipo. Todos los presentes y jugadores gritaron de emoción y sin dudarlo los mejores amigos del pequeño de cabellos magenta corrieron a el.
-¡Bien Rin! -llego a su lado un niño de cabellos oscuros y ojos turquesa para abrazarlo por el cuello.
Y casi de inmediato un chico de cabellos rosados se lanzó atrás de ellos -Eso es ¡Rin! ¡Rin! -se lanzó a los dos para darles un fuerte abrazo.
-¡Siiiiiii! ¡Nisan! -gritaba con emoción la pequeña Gou mientras se removía de un lado a otro en los hombros de su alto padre.
-Cuidado pequeña -dijo una voz femenina a lado del de cabellos violetas -No te vallas a caer de tu papi -era Momoi quien sonreía levantando la mirada para verla con atención.
La pequeña niña sonrió y se aferró a la cabeza de su padre sonriendo -Papá Atsu no me va a soltar -dijo traviesa, soltando una carcajada cuando sintió como le picaban las costillas -Ay… Ay… -se quejaba riendo -No… je.
-Debes agarrarte fuerte de papá pequeña Gou -Teppei que estaba al lado de Murasakibara, picaba suavemente las costillas de la niña para hacerla reír.
A esto el de larga cabellera violeta formo una mueca en sus labios y miro con desaprobación al castaño -Gou esta bien ahí… le gusta estar ahí -dijo casi infantil.
-Kiyoshi Teppei -hablo Hyuga pareja regañar al castaño -Deja de hacerle eso a la niña -comento de brazos cruzados mientras le daba una mirada de desaprobación.
-Hazle caso Teppei -se escuchó atrás del grupo -Oh… te arrepentirás -comento con voz tranquila y calmada Akashi.
-Papá Aka… -se volteo muy emocionada la pequeña niña que de inmediato fue bajada para salir corriendo a brazos del pelirrojo quien la cargo sin dudar -¡Papá! ¡Rin ganó!.
A esto Akashi cargándola en sus brazos, formo una leve sonrisa -Ya sabía que tu hermano ganaría el día de hoy -comento antes de voltear a ver a su hijo quien era levantado en brazos por su equipo -Satsuki -le hablo a la chica de rosados cabellos –¿Dónde esta Alex? No la veo.
Momoi sonrió muy divertida mientras señalaba a la cancha -Ahí esta…
En medio de la cancha casi haciendo una gran fiesta; la chica de largos cabellos rubios y grandes atributos levantaba en brazos a su hijo -¡Kiiisuuumiii! -gritaba emocionada -¡Eres el mejor! Ese es mi niño…
Al verla, Akashi no pudo evitar sonreír al ver como trataba Alex al hijo de esta y su ex entrenadora de secundaria -Bueno, creo que deberíamos…
No pudo acabar de hablar cuando en el grupo de niños se escuchó un gran revuelo.
-¡Retráctate! -el pequeño hijo de Kiyoshi y Hyuga estaba frente a uno de los niños del otro equipo.
-¡No! -repitio este -Ustedes hicieron trampa.
-Claro que no -le dijo Rin mientras se ponía a lado de su amigo -Nosotros anotamos mas que ustedes. Todos lo vieron -y claro su equipo apoyaba sus palabras.
-¡No! -grito uno de los niños del equipo contrario -Tus padres son de la generación de los milagros, eso es trampa, no juegas limpio.
A esto Rin se quedó bastante extrañado, su rostro reflejaba desconcierto, no entendía porque todos se quejaba que sus padres fueran la muy famosa “Generación de los milagros”, el estaba orgulloso de eso, pero los demás niños, parecían molestos.
-¿Y qué? -intentaba defenderlo Sousuke -Sus papás no jugaron con nosotros, fue él.
Rin estaba quieto, agobiado con lo que sucedía a su alrededor que se quedo callado y quieto. Ante eso y sin dudar, Akashi se acerco para tomar su hombro -Rin -le hablo a su pequeño hijo -Vamos a casa.
A esto el pequeño de cabellos magentas siguió a sus padres, ignorando por completo lo que sucedía a su alrededor, apenas y se dio cuenta cuando subió al auto y ayudo a su hermana con ponerse el cinturón de seguridad.
Ese día, Akashi no dejo de poner atención al mayor de sus hijos, le era extraño no escucharlo soltar una de esas risas traviesas por toda la casa junto a su hermana cuando Atsuki los persiguió para que tomaran un baño, sino todo lo contrario, entro a la tina sin quejarse.
No necesitaba un sexto sentido para saber que su hijo empezaba a sentir el peso de la “generación de los milagros” sobre sus hombros; por eso se había comunicado con el único que ya había empezado a tener problemas de esa clase.
-Akashicchi… tranquilo -hablaba Kise del otro lado de la línea mientras veía de reojo la televisión -Taigacchi no tendrá problemas con darle clases a tu pequeño Rin -comento mientras apagaba el televisor con el control y se acerco a la habitación de su hijo mas pequeño -Taigacchi –se acerco al pelirrojo parea darle el teléfono -Es Akashicchi -dijo infantil antes de sentarse en la cama de su hijo.
-¿Bueno? -contesto para poner atención a lo que le decían por teléfono, mientras veía a Ryouta arropando a el pequeño Momotarou quien recibía mimoso muchos besos -Si, nos vemos mañana a las 3.
Akashi solo suspiro mientras colgaba el teléfono y caminaba sobre el piso de tatami de la casa, apagando una a una las luces de camino a su habitación; de camino paso a abrir, una por una, las puertas de los cuartos de sus hijos, solo quería dar un vistazo y asegurarse que estuvieran bien antes de que fuera a dormir, como solía hacerlo todas las noches.
Pero esta vez, se detuvo solo unos momentos más para ver a su pequeño Rin, peino uno de sus largos cabellos sobre su oreja antes de darle un beso en la frente -Mañana, será otro día -le susurro antes de salir rumbo a su habitación.
Al día siguiente, era sábado y como todas las mañanas, Murasakibara había preparado un desayuno para toda la familia, había preparado waffles con fruta, miel, y mermelada, pero Rin no estaba con el humor de todos los días.
Sin duda eso no paso desapercibido por parte del pelirrojo y mientras tomaba su acostumbrada taza de té negro, se atrevió a verlo de reojo -Rin, vamos a ir de compras al centro comercial; así que no te tardes.
Aquella mañana, Rin se había llenado de dudas el pasar a una tienda deportiva, por un traje de baño, goggles y una gorra. Estaba seguro de que iban a nadar, pero no entendía porque solo le compraban esas cosas a él y tampoco le era justo que su hermana y padre se la pasaran comiendo sin parar dulces y el no.
-Ya te dije que vas a nadar -le repetía Akashi quien manejaba y se dirigía a detenerse en un pequeño edificio color azul.
Rin en todo momento estuvo atento al sitio, no entendía porque su padre le llevaba a “Iwatobi”, eso era un club de natación, lo pudo ver cuando estaba de camino a los vestidores.
Tenía una especie de nervios y curiosidad: ¿Por qué su padre le había llevado?
-Rin, quiero presentarte a un amigo -le dijo Akashi mientras ambos caminaban cerca de la piscina -El es Kagami Taiga -le sonrió -Un conocido de la preparatoria.
El pequeño de cabellos magentas se sintió intimidado en ese momento, pues dicho hombre, quizá tan alto como su padre, estaba dándole la espalda donde el gran tatuaje de tigre se veía dibujado, sin embargo, cuando este se volteo y le mostro una amigable sonrisa, el miedo se fue de inmediato.
-Un gusto Rin -le saludo mientras extendía su mano -Soy Kagami… -no pudo terminar pues sintió como le tomaban de ambas manos y le jalaban a la alberca.
-¡Papá es hora de nadar! -un chico alto, de piel ligeramente morena le llevaba la delantera -Vamos
El pelirrojo reía divertido mientras sentía su otra mano ser jalado por sus otros dos hijos -¡¡Papácchi!! -repitió mimado el pequeño rubio de ojos rosados.
Kise se acerco a ellos mientras reía -Niños… niños, dejen que papá hable con Akashicchi -claro que cuando los tres niños escucharon como nombraba al pelirrojo lo voltearon a ver -Perdón, a veces siento que son más unos peces que niños -reía mientras se acercaba a cargar a el mas pequeño de los pelirrojos -Momo… tu vas a esperar hasta que te ponga los flotadores.
Sin dudar el más pequeño empezó a patalear -Pero ¡mamácchiii…! -se removía para bajarse -Quiero nadar…
El rubio reía nervioso al cargar a su hijo -Tranquilo… Momo… -reía mientras lo llevaba al otro lado de la piscina y empezaba a ponerle flotadores.
Kagami de inmediato miro al pelirrojo y sonrió -Perdón, pero Momo se emociona mucho con nadar -miro a su hijo mayor -Seiyuro… tu y Nagisa entren primero, yo ayudaré a Rin, ¿si?.
De inmediato el excapitán de la generación de los milagros puso atención -Taiga, te advierto que si le pasa algo a Rin -le dijo bastante calmado, aunque con su tono amenazante -Yo mismo buscare unas tijeras -claro que sus palabras eran para asegurar la protección de su hijo.
A lo que claro el pelirrojo respondió con una sonrisa nerviosa -Tranquilo -tomo su gorra para empezar hablar con el pequeño niño de cabellos magentas y explicarle algunas cosas.
En esos momentos, Akashi aprovecho para pararse a lado de Kise, quien veía correr al mas pequeño de sus hijo a la alberca para meterse de una sola zambullida al agua y empezar a nadar con sus hermanos mayores -¿Crees que esto funcione?
-Seiyuro empezó tener problemas en la escuela -comento el rubio mientras se cruzaba de brazos -Pero mas Nagisa, el… -levanto los hombros con una gran sonrisa, orgulloso de lo que le iba a decir -Tiene el Perfect Copy, no hay deporte que no haga bien, el es tan bueno, como cualquier otro atleta que vea una sola vez.
-Pero… ¿Por qué la natación? -pregunto incrédulo mientras veía atento como su hijo se ponía la gorra de la misma manera que Kagami y después imitó la peculiar forma en que se ponía los goggles, lo cual de inmediato le hizo arquear la ceja.
-En la natación -sonrió divertido ante las expresiones de su ex capitán -Todos nadan de mariposa o de pecho, es una técnica, pero… que seas un ganador, solo se logra con esfuerzo y dedicación.
Rin estaba atento a todo lo que le explicaba Kagami y verlo nadar le emocionada; cuando termino la clase salió corriendo con sus padres -¡Papá Aka! -le veía emocionado -Puedo venir todos los días, el señor Kagami dice que da clases también los lunes y…
Akashi no podía creer que su hijo estuviera tan emocionado -De acuerdo, vendrás, pero después del club de basquetbol, ¿de acuerdo? -le dijo intentando hacer un trato con su hijo para convencerlo de que no dejara el juego donde el era muy bueno -Sousuke y Kisumi cuentan contigo.
-Esta bien -dijo no muy convencido Rin mientras pensaba lo que harían sus amigos si los dejaba a media temporada.