La semana había empezado y Rin estaba tan emocionado que no podía contener nada, estaba tan contento, que no pudo evitar contarles a sus amigos lo que haría después de clases -Deberían venir… Les va a gustar -les dijo muy contento mientras se acomodaba la mochila en los hombros.
Ya había terminado el día en la escuela, incluso ya había pasado su hora de entrenamiento en el club de basquetbol; y Kisumi junto a Sousuke no estaban nada emocionados de ver a su amigo hablando de otro deporte que no fuera el que sus padres les habían enseñado.
Pero como siempre, Sousuke intentaba seguirle la corriente -Les diré a mis padres, pero no dejare el basquetbol Rin.
-Si, yo tampoco Sousuke, solo quiero nada… -comento contento mientras iba a la entrada y se encontraba con su padre -Papá Atsu -le miro contento, mirándole con curiosidad -¿Y Gou?.
-Tu hermana esta con una amiga estudiando -comento contento el de cabellos lilas mientras empezaba a caminar a lado de su hijo -¿Listo para nadar?.
Rin asintió contento con la cabeza empezando a hablar de lo emocionado que estaba mientras caminaban juntos; al llegar al club corrió de inmediato a cambiarse, lo hizo lo más rápido que podía y cuando estuvo listo se dirigió corriendo al área de la alberca. Tuvo cuidado de no correr cuando llego y en cuanto encontró Kagami, camino a para estar a su lado.
El pelirrojo veía atento a los niños que nadaban, al notar al pequeño niño de dientes de tiburón le sonrió -Hola Rin, has llegado temprano, aun no sale el primer grupo.
-No hay problema Kagami-san -dijo muy orgulloso mientras se empezaba a poner la gorra, esperando paciente el poder entrar a la alberca -Esperare a que salgan -en ese momento, Rin no creyó que su vida fuera a cambiar pues el sonido de el agua llamo su atención y miro atento a la piscina.
El sonido del silbato se escucho por parte del pelirrojo y un par de niños dieron un clavado a la piscina; uno de ellos tomando la delantera, llamo la atención de los rojizos ojos magenta de Rin, pudo ver atento como nadaba hacia él, el movimiento de sus brazos cortando el agua para avanzar y sus piernas impulsándolo centímetro para llegar al otro lado de la alberca.
Incluso Rin, siendo amateur en natación, pudo sentir como una ola de escalofríos invadía su cuerpo; la emoción de verlo superar a los otros competidores le invadió -El es Haruka -alcanzo a escuchar la voz de Taiga pues no despegó en ningún momento su mirada de aquel nadador -Tiene un talento natural para nadar.
El pequeño niño se bajó los goggles aun dentro de la alberca, se retiró la gorra amarilla dejando que su la melena azabache con ligeros destellos azules se moviera de un lado a otro, para que su cabello se secara un poco.
Rin estaba tan atento que ignoro por completo a los demás, por eso se sorprendió cuando un pequeño niño de cabellos castaños le ofreció la mano -Haru -le sonrió para ayudarle a salir de la alberca -Nadaste muy bien.
-¡Si! Haru-chan -le hablo otro niño de cabellos rubios y ojos rosados -Debes enseñarme a hacer eso -le veía emocionado.
Haruka no dijo nada, estaba callado; mientras el castaño y el rubio no dejaban de hablar, solo dirigió su mirada a su izquierda. En ese momento tanto los ojos magenta y azules se vieron por primera vez como si algo les hubiera forzado a voltear a verse.
Aunque fue cuestión de segundos, donde no pudo dejar de mirar uno al otro, esto se termino cuando una tranquila voz hizo que el azabache volteara -Haruka, Makoto es hora de irnos...
Para Rin aquel momento, le parecía que había sido ayer, aún podía recordar cómo había conocido a Kuroko Haruka. Se encontraba parado, justo en las puertas que daban a la alberca de la escuela, escondido como si no quisiera que lo vieran.
-Deja de andar espiando a Kuroko -llamo la atención su mejor amigo -Rin, deberías dejar de acosarlo o háblale, pero toma una decisión.
A esto el de cabellos magenta frunció el ceño -Sousuke… Deja de decir tonterías -le dijo molesto mientras metía las manos a su chamarra y comenzaba a caminar.
-Que a tu padre no le agrade Kuroko, no quiere decir que no puedas hablarle -comento con tranquilidad el de cabellos oscuros, mientras le ponía atención.
De inmediato frunció el ceño sin dudar -Sousuke, solo estoy observando a la competencia, no sé porque el equipo de Iwatoby fallo el año pasado, pero no dejaré que le pase a Samesuka -comento bastante frívolo.
Sousuke puso atención a su amigo y luego dio una mirada por sobre su hombro, soltando una sonrisa, ya se había acabado las eliminatorias para aceptar a los del club de natación y Haruka fue el primero en dirigirse a los vestidores.
Aquello le causaba mucha gracia, pues su su amigo no deseaba ser “descubierto” por el chico caballa de Iwatoby e intentaba evitarlo, pero él sabía su secreto. Por eso salió tras de él en cuanto empezaron a escuchar al entrenador hablar -Rin, el año pasado perdieron porque no fueron capaces de juntar un equipo completo de natación.
Rin ponía atención a su amigo mientras ambos se dirigían a la cafetería -Lo sé -afirmo mientras se dirigía a una de las máquinas para comprar una bolsa de papas, si algo se le había “pegado” por parte de su padre Atsuki era el gusto por comer dulces de vez en cuando -Pero este año será diferente, este año esta Nagisa y claro esta Rei -sonrió muy divertido al momento de tomar las papas de la maquina y abrirlas -Creo que Nagisa tiene mucha fe, quizá demasiada -dijo bastante altanero antes de comenzar a comer.
Rin conocía el secreto de su primo, si algo odiaba Rei era el basquetbol (no sabía si era por el hecho de que la leyenda de “la generación de los milagros” también lo perseguía, o por alguna otra razón; pero si había otro deporte que Rei tuviera que escoger, ese no sería algo relacionado con el agua.