Capitulo 1:
Otro día normal y tremendamente aburrido saliendo de la universidad, eso iba pensando un joven el cual iba arrastrado los pies, cargando entre sus brazos una carpeta de color negro en la cual parecía llevar varios papeles importantes, este joven que poseía una tersa y pálida piel que hacía gran contraste con su cabello negro azabache, iba con una camiseta de manga corta que se pegaba a su definido y delgado cuerpo acompañada con unos pantalones cortos que le llegaban poco más arriba de las rodillas de color azul oscuro, toda ropa típica de esa época del año en la cual salir a la calle podía suponer un golpe de calor seguro.
-Que pereza...- Suspiró y siguió caminando por aquel típico barrio de pelicula, donde se escuchaban a los niños jugar en los patios de aquellas casas, gente paseando perros y algún que otro deportista corriendo por las sombras que creaban los árboles que se movían con la pequeña brisa que corría. De un momento a otro nuestro protagonista estaba ya cerca de su destino, a lo lejos se podía ver un gran parque con un hermoso lago, en medio de este lago el cual contaba con una cantidad considerable de patos y otras aves que convivían tranquilamente en el había una gran fuente que lanzaba el agua hacia el cielo creando un enorme arcoiris el cual si uno se fijaba bien podia apreciarlo nitidamente.
En un abrir y cerrar de ojos este joven llegó junto a un grupo de amigos sentados en el cesped a la sombra de un árbol y se sentó con ellos, que reían y charlaban.
-Ya era hora, cada día que pasa eres mas impuntual- Bufó una chica de aquel grupo.
-Lo siento, vengo de la universidad y...
-Da igual, lo importante es que ya estas aquí- Respondió un chico del grupo.
-Si bueno yo...
-¡¡AYUDA!! ¡POR FAVOR AYUDADME!- Apareció de repente una pequeña niña de no más de seis años de edad llorando y reclamando la atención del grupo.
-¿Que ocurre?- Pregunto nuestro protagonista.
-MI...Mi perro está... se fue corriendo detras de un pajaro y... esta en el lago... no puede salir.... por favor...- Rogaba la pequeña sin poder hablar con claridad ya que sus constantes sollozos la hacían entreahogarse.
El grupo de amigos se miro entre ellos con expresiones confusas en sus rostros, no sabían como reaccionar o que hacer, en lo que ellos tardaban en reaccionar nuestro alto protagonista estaba ya metido en el lago nadando a por el perro de la niña.
-Vamos pequeño ven aquí, no seas malo- Hablaba al pequeño pomerania que estaba a punto de ahogarse- Así es... muy bien...- Leyó el nombre del cachorro cuando lo tenía entre sus manos- Mochi.
Y de repente noto como algo tiraba de su tobillo hacia la profundidad de aquel lago, intentaba liberarse de aquella extraña cosa que tiraba de el, no veía absolutamente nada, el agua estaba demasiado sucia, era demasiado fuerte, poco... a poco... se iba quedando sin oxígeno, soltó al pequeño perro e intentó golpear lo que fuera que lo agarraba.
No había nada.
Un enorme golpe de agua lo azotó haciendolo perder el poco oxígeno que quedaban en sus pulmones, cada vez mas moviento en el agua, atrás... adelante, atrás... adelante como el continuo movimiento del balanzeo de una mezedora.
Poco a poco notaba como iba perdiendo la visión así como un enorme dolor crecía en sus pulmones, se estaba ahogando.
El movimiento del agua no cesaba, y el dolor tampoco.
A punto de caer exausto y darse por vencido diviso algo de luz como si estuviera cerca de la superficie y el agua estuviera mas limpia, noto algo cogiendole la mano, tirando de el, se desmayo.
...
...
...
...
...
-D...
-Despier....
-¡Despierta!
Una bocanada de aire y empezó a escupir todo el agua que había tragado, tenía la ropa empapada, no podía respirar bien, nuestro protagonista se llevó una mano a la boca para limpiarse y noto como tenía algo extraño en esta la cual se estaba restregando en la cara.
...
*¿Arena?*... Pensó el joven, alarmado miro a su al rededor, estaba en una playa, una playa de arena blanca, con palmeras, el agua era cristalina, el sol quemaba en su pálida piel... había un joven sentado en la arena observandole atentamete con un gesto divertido en su cara.
-¿¿¡¡Donde estoy??!!- Gritó el joven empapado. El otro chico le miraba con una sonrisa picara en su rostro como si esto le produjera algún tipo de gracia. Era pálido, con las facciones muy bien definidas, unos ojos expresivos, rasgados e hipnotizantes, su cabello cubría parte de su frente y era de color castaño claro el cual favorecía tremendamente esa cara perfecta y ligeramente infantil. Llevaba una ropa de color azul con todos dorados y plateados algo extraña.
El joven asustado notó una lengua en su mano que estaba apoyada en la arena que causó que se asustara más, miró y era el pequeño pomerania que estaba empapado.
-Mochi...- Dijo para si mismo y cogió al perrito en brazos.
-¿Cómo te llamas?- Preguntó el extraño acercandose más al joven con el perrito.
-¿Dónde estoy?- Preguntó este a modo de respuesta.
-¿Cómo te llamas?- Repitió el extraño aún con esa sonrisa en su fina cara.
-Junhong...
-Estás muerto.
