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Este Es Nuestro Adiós. por NennyCx

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Notas del fanfic:

bJunjou Romantica y sus personajes no me pertenecen. b

Notas del capitulo:

Hola!


Emmm... Pues esta es la primera vez que subo un fanfic a esta página y espero sea de su agrado :3


Quiza en un futuro me anime a subir otro :p


Sin más que decir... Que lo disfruten! :D

Las nubes se empezaban a acumular en el cielo dándole un toque grisáceo y melancólico, anunciando que la tormenta se acercaría. Para mala suerte de Misaki Takahashi, la tempestad ya había comenzado.

Las clases de Misaki ya habían acabado.

Entusiasmado y a la vez nervioso se dirigió a la salida ya que como era costumbre, el auto deslumbrante de Akihiko se encontraria en la entrada de la Universidad, esperando solo por él. Algo que le hacia inmensamente feliz pero a la vez lo hacia sentir intimidado ya que de nuevo, como todos los días, alrededor de casi cuatro años pasando por lo mismo, las miradas de las personas se posarían en él. Susurrando e incomodando al pobre de Misaki.

Llego al portón de la Universidad y se llevo una gran sorpresa. El flamante auto del escritor y actualmente pareja no estaba. Cuando Akihiko, o como le solía decir de cariño "Usagi-san" no podía ir por él, le mandaba un mensaje a Misaki explicándole el porque de su ausencia o simplemente le anticipaba la noticia en la mañana antes de que se fuera a estudiar.

Extrañado siguió buscándolo con la mirada pero fue inútil, no estaba.

Suspiro y partió a su casa. Allá le preguntaría que había pasado... O quizás no. Si le preguntara, Usagi sonreiría triunfante y diría algo como "¿Te preocupaste por mi?, ¿Tanto así me extrañas?, ¿No que no te gustaba que fuera por ti?" y cosas por el estilo que terminarían intimidando a Misaki, sonrojandolo y dejando a flote sus sentimientos. Mejor pensaría en otra manera para sacarle la verdad o simplemente se quedaría callado.

Iba directo a la estación a tomar el metro cuando una voz lo llamo.

—¿Takahashi-kun? -como reacción, el chico volteo siguiendo la voz que lo llamo.

—¿I-Ijuuin-se-sensei? -comentó nervioso al ver al mangaka que lo saludaba con una sonrisa. Esa sonrisa coqueta le hizo sonrojarse.

—¿Vas al trabajo, Takahashi-kun? -intento sacarle conversación al castaño que tanto le gustaba.

—N-no sensei, voy para mi casa. ¿Y usted? ¿Qué hace por aquí?

—Quería ver si me topaba con alguien importante... -hizo una pausa y decidió decir la verdad —Contigo, mejor dicho -sin un toque de nerviosismo o vergüenza expreso la oración.

Misaki cuando escucho eso se ruborizó por completo y se sintió inquieto.

—Ah... Sensei... Eh... E-esto... -no podía articular ni una palabra.

A Ijuuin le resulto muy adorable su comportamiento. Misaki intentaba escabullirse y mientras hablaba se hacia a un lado de la banqueta, olvidandose que aún estaban en un lugar transitado, sin percatarse que un chico con mucha prisa choco con él haciendo que casi se cayera. Por suerte, sensei actuó rápido y lo sostuvo en sus brazos.

—¡Lo siento! -fue lo único que se escucho de aquel chico que ni siquiera tuvo la decencia de disculparse adecuadamente y siguió en su camino.

—Qué cruel. –dijo el mangaka —Ni siquiera paro para ver si te había lastimado. ¿Estas bien Takahashi-kun? -Ijuuin seguía con Misaki en brazos. Abrazándolo para ser exacto.

El rostro de Misaki se encontraba pegado a su pecho. Misaki levanto su cabeza.

Completamente sonrojado, su corazón latía sin parar y temblaba de nervios. Para el mangaka eso se le hizo algo muy tierno y en un impulso olvidó donde estaban, lo único que veía era el rostro de Misaki y que su cuerpo estaba tan pegado al de él.

Tomó del mentón al castaño y con una mano lo agarro de la cintura acercándolo a él. El tiempo se detuvo y fue ahí que lo beso. Sin importar quien los viera. Para Ijuuin, en ese momento solo existían Misaki y él.

Se atrevió a introducir su lengua en la boca del menor, deleitándose con sus labios rosados, dando leves mordidas y dejandose perder en un mar de pensamientos.

Misaki por supuesto se sorprendió y se sonrojo como nunca, parpadeo varias veces pero era verdad lo que veía. ¡Ijuuin-sensei lo estaba besando! Tardo mucho para reaccionar y romper aquel beso. Cuando quiso empujarlo era tarde, el mangaka por voluntad propia se había separado de él.

Se quedaron viendo a los ojos por unos segundos. Misaki no sabia ni que hacer ni como actuar. Ijuuin solo le sonrió como siempre y se dio el lujo de acariciar su cabello castaño.

—Te estaba buscando, Misaki -una voz los saco de sus pensamientos.

Tanto Misaki como el mangaka voltearon y vieron ahí al dueño de aquella voz.

—¿U-Usagi...san? -apenas pudo pronunciar Misaki.

Fue ahí donde Misaki deseo con todas sus fuerzas que se lo tratagara la tierra. Abrio sus ojos de par en par, su corazón empezó a palpitar mucho más que antes, sus manos comenzaron a sudar y comenzó a temblar. Intentaba decir algo pero las palabras no salían.

Akihiko se quedo parado observando a los dos. Vestia un elegante traje y traía consigo un gran ramo de rosas que justo eran para Misaki, pero después de lo que acababa de ver se sintió estúpido y dejo que el ramo resbalara de sus manos cayendo al suelo.

—Y yo que pensaba tener una cita contigo, pero veo que aquí estas mejor. -las palabras que pronuncio Akihiko calaron en el pecho de Misaki. Dolieron y mucho.

Usami escondía la mirada con su cabello grisáceo, y ocultaba cualquier sentimiento que delatara su vulnerabilidad. Ijuuin solo se limito a observar la escena. Akihiko dio media vuelta y comenzó a caminar dejando atrás a Misaki y por supuesto al mangaka. No reclamo ni nada por el estilo ya que al ver que no había resistencia no vio la necesidad de hacerlo.

Misaki no dudo en hacer lo mismo y fue tras Usagi-san.

—¡Espera! ¡Usagi-san, puedo explicarlo! -caminaba cada vez más rápido intentando alcanzarlo. Debía alcanzarlo.

Ijuuin al ver que se perdían de vista decidió seguirlos. Le parecio raro que Usami no hubiera peleado con él alegando que "Misaki solo era suyo" o cualquier otra cosa. Simplemente lo dejo asi, quizá se dio cuenta que el castaño le correspondió el beso y eso le hizo imaginarse cosas. La extraña actitud de Akihiko ahora si lo hizo sentirse culpable.

Los tres prácticamente se perseguían por las calles. Akihiko era el primero, seguido por Misaki que ya empezaba a llorar y por supuesto Ijuuin, que al ver por primera vez llorar a Misaki le rompió el alma.

Fue entonces que en un arrebato para que ya no lo siguieran, Akihiko cruzo la calle segundos antes de que el semáforo cambiara a verde. Pensó que con eso frenaría a Misaki, pero no fue así. Cegado por el dolor y con la única cosa que tenia en mente "arreglar las cosas con Usagi-san" no se fijo del cambio y cruzó.

Fue entonces que un auto se le vino encima a Misaki. Vio como se acercaba y asustado lo único que hizo fue cerrar los ojos.

—¡Misaki! -escuchó que gritaron su nombre. Sintió como fue impulsado lejos. Abrió los ojos y se vio al otro lado de la calle. ¡A salvo!

Devolvió la vista y ahí, en donde se suponía él debía estar, se encontraba su mangaka favorito, Ijuuin Kyo. El auto lo lanzo algo lejos, lo cual permitió al conductor darse a la fuga, sin importarle lo que había hecho.

Rodeado de sangre y vidrios estaba el cuerpo de Ijuuin-sensei. Misaki se levanto y corrió lo más rápido que pudo hacia donde estaba Ijuuin, se puso sobre sus rodillas y tomo su mano. No sabia que hacer. Fue entonces cuando vio que Usagi se dio cuenta del accidente y lo siguió.

—Usagi-san por favor ayudalo -sus lágrimas cada vez eran más y su voz se entrecortaba. Usagi saco su teléfono para llamar a una ambulancia.

Mientras Misaki seguía llorando desconsolado, viendo el rostro de sensei lleno de rasguños, alrededor de mucha sangre y con obvias fracturas, entre ellas sus piernas. Las personas empezaron a amontonarse y a lo lejos se oían sus murmullos, pero eso no importaba.

El mangaka lentamente abrió los ojos.

—Ta-Takahashi... Tienes que ver a los lados... A-antes de cruzar. -con dificultad poso su mano en la mejilla del castaño. Para que no se cayera, Misaki la sostuvo ahí mismo con la suya. Las tibias lágrimas de Misaki caían en la mano de Kyo.

—Sensei, lo siento. Por mi culpa... por mi culpa usted... –Con el poco aliento que le quedaba intentaba calmar a Misaki.

—Tran...quilo, no pasa nada -y sonrió, sonrió como antes. Eso le rompió mas el corazón a Misaki ¿Como era que tenia ánimos para sonreírle? Él no merecía sus sonrisas.

Usagi se acerco a ellos.

—La ambulancia ya viene -se agacho para estar a lado de Misaki.

—Usami-sensei... -su respiración se debilitaba cada vez más -yo fui el que besó a Misaki, yo lo obligue. Por favor... No se enoje con él.

—No hable Ijuuin-sensei. Guarde energías -le contesto Akihiko mientras tomaba a Misaki de los hombros y lo acercaba a él.

—¿Para qué? Es obvio que no saldré de esta -empezo a toser parte de su sangre, cosa que alteraba más a Misaki. -

—Perdón, Misaki... ¿S-si te puedo llamar... así? -pregunto Ijuuin. Misaki asintió con la cabeza. Las palabras ya no le salían. Solo le salían lágrimas.

—Perdón porque... Creo que ya no podre terminar el manga... Lo siento...

Misaki reunió todas sus fuerzas para poder hablar. Su voz se puso ronca por tanto llorar pero eso no lo iba a detener para expresarse.

—Sensei... No... No diga eso... Usted va a vivir, ¡Tiene que...! y, quizá podamos trabajar juntos... Ese es mi sueño, porque usted siempre sera mi autor favorito. Siempre...

Ijuuin levemente sonrió al escuchar esas palabras.

La ambulancia llego y Akihiko quito a Misaki de ahí, aunque el se resistía.

—Ve con él, Misaki... -fue lo único que dijo Ijuuin y la mano que antes se encontraba en la mejilla del castaño resbalo lento hasta separarse de él.

Los paramédicos lo trasladaron rápido al hospital. Por su parte Akihiko y Misaki llegaron al instante al hospital, casi detrás de la ambulancia gracias a que el auto del escritor era rápido.

Ambos vieron como lo llevaron a la sala de urgencias para operarlo de inmediato. Misaki en un arrebato entro a urgencias, pero apenas lo vieron las enfermeras intentaron sacarlo.

Se resistió todo lo que pudo y fue ahí cuando vio a Ijuuin con una mascara de oxigeno, conectado a una maquina y al parecer aun faltaban cosas que conectarle, pero aún así con su rostro muy tranquilo, a pesar de que estaba luchando por su vida.

—¡¡Sensei!! -grito Misaki desesperado mientras lo sacaban. Ijuuin volteo a verlo y le dedico una sonrisa, una de las mas cálidas que había visto de él.

—"Se feliz, Misaki" -por suerte Misaki alcanzo a leer sus labios antes de que lo sacaran.

De repente Ijuuin sintió mucho sueño, la anestesia estaba haciendo efecto.

"Por lo menos pude besarlo".

Los doctores le daban ánimos y le decían cosas motivadoras para que no se rindiera.

"Por lo menos pude llamarlo por su nombre".

Vio como todos se preparaban para la operación.

"Por lo menos pude tocarlo".

Hablaban en su típico lenguaje médico. Él apenas lograba entender que decían.

"Por lo menos pude ser su amigo".

Sus ojos se sintieron pesados y los cerro. Todo se volvió oscuro.

"Por lo menos llegue a ser feliz".

Los minutos pasaban lento, eran una tortura. Misaki no paro de llorar en todo ese rato y Akihiko solo se limitaba a abrazarlo y decir "Todo va a estar bien, ya veras" acariciando su cabello mientras sentía como mojaba su pecho.

Después de un rato todo se volvió un caos y este caos no paso desapercibido por Misaki. Varios doctores entraban corriendo a la sala de urgencias donde había sido ingresado Kyo. Misaki de nuevo se escapo de los brazos de Akihiko y entro a la sala. Él y las enfermeras lograron sacarlo, pero no a tiempo. Fue ahí cuando vio lo peor, como lo intentaban revivir con el desfribilador.

...Sin éxito.

Uno que otro familiar, amigos de Ijuuin y empleados de la empresa asistieron a su funeral entre ellos el presidente de la compañia, Isaka-san, los editores de Ijuuin, Shizukuishi y Kirishima Zen, incluso Aikawa-san.

Todos ellos veían con tristeza a Misaki porque todos se enteraron de la forma en que murió el mangaka.

Salvando a su fan incondicional.

Salvando a la persona que amo.

Misaki vistió completamente de negro y se mantuvo pegado a su ataúd. Parecía que era a él al que más le afectaba. Ni siquiera los familiares de Ijuuin se mostraron tan decaídos.

Después de la ceremonia seguía ir al cementerio. Antes de que lo enterraran Misaki tomo una una rosa azul que llevaba consigo. La beso y la lanzo a su ataúd, una flor azul, como los ojos de sensei. La primera y última flor de su parte. La tierra comenzó a caer en su tumba llenando por completo aquel agujero.

No lloro, ya no tenia que llorar, al parecer había gastado hasta su última lágrima. Se mantuvo firme pero con la mirada triste.

Las personas se empezaron a marchar quedando solo él y Akihiko enfrente de su tumba.

—Misaki... -le llamo dulcemente Akihiko. —Esta empezando a oscurecer, hay que irnos.

—Si... Solo dejame un momento a solas.

Akihiko suspiro. No le gustaba que Misaki se castigara de esa forma pero no había nada que hacer.

—Esta bien, te espero en el auto. -y sin mas se retiro.

Se hincó, cerro sus ojos y rezó por última vez en el día. Cuando acabo, se quedo un momento de pie observando la tumba de Ijuuin-sensei.

Puso su mano en la lapida y pudo sentir una brisa, una muy cálida.

—"Se feliz, Misaki" -esas palabras resonaron en su oído y sintió como tocaron su hombro.

Rápido giro pero no vio nada. No había nadie a su alrededor. Era solo él.

Echó una ultima mirada a la tumba y le dedico una melancólica sonrisa.

—Gracias, Ijuuin Kyo-sensei... Mi mangaka favorito. -y salio fuera del lugar. A donde lo esperaba su novio Akihiko.

“De nada Misaki Takahashi, mi fan favorito... Y primer amor”.

Notas finales:

Espero les haya gustado. :3 


Un saludo a todos & gracias por leer!


Besos & abrazos. Nenny, fuera. :p


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