Aquella noche había cambiado mi vida…
No era de aquellas personas que salía de fiesta en fiesta más bien me consideraba alguien reservado, pero salir de vez en cuando no estaba mal servía para desestresarme de clases y pruebas constantes ya que estaba a punto de terminar mi carrera.
Todo sucedió aquella noche en la que habíamos resuelto salir con unos compañeros de clase y algunos de otras carreras, a una discoteca que se hallaba en el centro de la ciudad, al principio estábamos bailando y alguno que otro trago propios del lugar. Me había percatado de que un muchacho me seguía con la vista a donde sea que iba, trate de escapar de la mirada tan profunda que me dedicaba con esos ojos azules eléctrico, no se en que momento pero antes de que pudiera darme cuenta terminamos por sentarnos juntos e intercambiar algunas palabras en lo que iba de la noche, en algún momento terminamos intercambiando algo más que palabras, un par de besos cortos al principio que luego se fueron tornando más y más profundos se sentía tan bien, total un ligue de una noche al fin y al cabo era soltero.
Me separe de esos labios que me estaban enloqueciendo tomando un poco de aire me disculpe para ir al baño ya que la bebida me estaba pasando factura, al volver lo ya no lo vi, asa que tome asiento junto a Takao un amigo un tanto demente debería decir se encontraba hablando o debería decir gritando? a un chico de cabellos verdes que solo suspiraba al verlo parece que se cansó de la sarta de barbaridades que hablaba ya que lo callo con un beso demandante a mi parecer que ni tonto ni perezoso Takao le correspondió, creo que aquí salgo sobrando y miren que fue él quien me trajo, ya que!! me pase al asiento de en frente, estaba tan distraído que no me había dado cuenta de la hora mire mi reloj y no pasaban de las dos de la mañana bien es hora de retirarme, cuando estaba dispuesto a irme choque con un cuerpo bastante grande debo decir al alzar la vista me encontré con un tipo de tez morena, cabellos rojos que tenía extrañamente las puntas de color negro y que decir de las cejas reí internamente, al parecer participo de nuestra pequeña fiesta y no lo vi, okey eso era raro que estaba haciendo para no darme cuenta?, bueno no importa me disculpe con él y proseguí mi camino hacia la salida.
Al salir del lugar el viento golpeo mi cara y sentí el frio, rayos pensé debí haberme traído un abrigo, iba a hacer parar un taxi que me llevara a mi hogar pero una mano detuvo mi cometido era el chico que me tope antes de salir al parecer estuvo siguiéndome
- Disculpa –dijo levantando la mano de la mía – pero podría acompañarte?, siento detenerte me llamo Kagami Taiga
- Kuroko Tetsuya, Claro -respondí automáticamente – por dónde vives? –
- A unas cuadras de aquí en el Complejo de Apartamentos “SEIRIN”, prácticamente somos vecinos.
- No me di cuenta, disculpa mi ignorancia pero en qué número de apartamento vives?- pregunte dudoso
- En el diez- respondió rápidamente.
- Ahhh el que se mudó recientemente- ahí termino nuestra conversación así continuamos nuestro camino
Un repentino mareo hizo que me tambaleara por poco y me voy a un lado de la calle sino fuera porque un brazo fuerte me atrajo hacia su pecho había olvidado que Kagami Taiga estaba junto a mí, ahí me di cuenta de que estábamos ya frente al complejo de apartamentos de un pero sentí unos labios tibios encima de los míos estaba siendo besado pero a diferencia de los de Aomine Daiki estos se sentían más llenos de… Amor, nostalgia? No sabría describirlo pero se sentía increíble, nos separamos y en ese momento lo único que pude hacer fue correr hasta mi apartamento y encerrarme. ¿Por qué lo había hecho? Tampoco lo sabía.
Había coincidido con Kagami Taiga algunas veces en los pasillos de la universidad y otras tantas en el complejo, huía de él aunque no sabía el motivo, ¿tanto me había afectado un simple beso?
Habían pasado semanas desde aquello definitivamente ya no más fiestas para mí… oh eso es lo que creí en ese momento
Y aquí estamos nuevamente en la misma discoteca, mismas personas pero algo faltaba, ah claro Kagami no estaba y eso me decepcionaba un poco no sé porque, ahí estaba una vez más aquel chico Aomine Daiki que lo atraía con esa mirada incitándole a continuar lo que dejaron pendiente la ocasión anterior, ahí estaba yo yendo a su lado para compartir una vez más sus besos, caricias y tal vez algo más, entrelazando nuestro dedos subiendo de tono la situación sin percatarme ya estaba sentado en el regazo de Aomine con una pierna a cada lado besándonos como si no hubiera nadie más a su alrededor, todos se encontraban en su propio mundo.
Con Aomine dejando marcas profundas en mi cuello mi mente estaba nublada de placer hasta que… Sentí una mirada penetrante en la espalda, lentamente me gire a ver quién era, grande fue mi sorpresa al ver a Kagami a pocos metros de nosotros con una mirada entre sorprendida y decepcionada, la cual provoco que algo en mí se rompiera. De a poco se fue retirando del lugar desapareciendo entre la multitud, quise ir tras el pero… ¿para qué?
No sé en qué instante fue pero, me hallaba corriendo tras él, pude distinguirlo en la esquina, con todas las fuerzas que me quedaban corrí hacia él y envolví mis brazos alrededor de su cintura para detenerlo.
Se sorprendió al girarse y verme
- Kuroko? ¿qué haces aquí?- me pregunto
- Yooo yo yoo- no pude articular palabra alguna ¿Qué le diría?
- Deberías volver con tu novio- me dijo afligido
- …l no es… no es mi novio- respondí
- No lo parece- me dijo en un tono enojado- estabas disfrutándolo ¿no es verdad?
- Yo no… en verdad lo siento Kagami- le dije
- No tienes porque, tú y yo no somos nada- me respondió un tanto tajante
- Pero yo quiero tu… tú me gustas Kagami la verdad es que no sabía cómo decírtelo- dije ocultando mi rostro en su pecho para que no viera las lágrimas que querían escapar de mis ojos
En un instante levantaste mi mentón y me besaste como la primera vez
- También me gustas Tetsuya- dijo una vez que nos separamos su mirada había cambiado estaba llena de cariño de… AMOR. Pero esta cambio tan rápido como apareció al ver las marcas en mi cuello- ¿Quién te dejo estas marcas?
- Ehh…? mmm… Aomine – le respondí
Al hacerlo se agacho a la altura de mi cuello apretó fuertemente los labios sobre las marcas dejando las suyas en lugar de las que me habían hecho anteriormente
- Solamente yo puedo dejarte marcas me entiendes tu eres solo mío- lo dijo con un atisbo de posesividad, entre beso y beso llego a mis labios para besarme.
- Si Taiga- entrelazamos nuestros dedos, apoye mi cabeza en su hombro y nos fuimos caminando.
No me arrepiento de haberme ido con Taiga aquella noche, pero creo que olvide algo o alguien, no creo que sea nada importante
En la Discoteca->
Un peliverde buscaba la manera de zafarse de un pelinegro.
FIN
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