Las palabras no podían salir de mi boca, quería gritarle a la cara los sentimientos que luchaban dentro de mí por ser descubiertos por él de una vez, por otro lado si lo hacía sería un golpe más para aquella persona que se desmoronaba poco a poco ante mis ojos. Dejé a un lado mi corazón y decidí ayudarlo, al menos la persona que amaba lograría ser feliz…
Ushijima: ¿Sabes algo? , ésta situación no es tan mala como crees
Oikawa: ¿A qué te refieres? –algo sorprendido-
Ushijima: Pues, tal vez fue algo repentino para él que le confesaras tus sentimientos y por eso reaccionó así, vamos no eres de los que se rinden fácilmente verdad?
Oikawa: -secándose las lágrimas del rostro- T-tal vez tengas razón, ahora que estoy más calmado, puedo recordar mejor, él quiso decirme algo pero yo sólo corrí y no llegué a escucharlo…
Ushijima: Lo ves? –fingiendo una sonrisa-
Oikawa: Es probable que pueda tener una esperanza, estoy muy emocionado, que haría sin ti Ushijima, eres como mi ángel guardián, prometo recompensar todo lo que haces por mí.
Ushijima: Yo siempre estaré ahí para ti, siempre y cuando me lo permitas.
Oikawa: Seremos amigos por siempre, eso puedes tenerlo por seguro. ¡Tengo una idea!, sellemos esto con una promesa –lo toma de las manos-
Ushijima: Claro, es una promesa…
Y pensar que cada vez que tomara esas cálidas manos, solo tendría que pensar en él como un amigo, dejando de lado esos sentimientos que con cada minuto que pasaba me consumían el alma entera, se supone que si mi amado era feliz yo debería serlo ¿no?, entonces por qué sentía cada vez esa felicidad más y más lejana…
Oikawa: ¿Te parece si vamos por un café y te cuento más acerca de él?
Ushijima: Me gustaría mucho, vamos, que me está matando la curiosidad
Ya en la cafetería.
Oikawa: Bueno, por donde empiezo… veamos… este… –totalmente ansioso-
Ushijima: Vamos, cálmate un poco, pareces esas chicas que gritan “Kya kya” cada que ven a su “amado”
Oikawa: ¡Que cruel! –haciendo gestos con el rostro-
Ushijima: Está bien, está bien, no diré más, te escucho, cuéntame sobre él.
Oikawa: Ahora si te lo diré, su nombre es Iwaizumi Hajime, es de la clase de al lado de la nuestra, es un amante de los deportes, sobre todo del volleyball como yo, es de los que no saben el significado de la palabra “rendirse”, siempre está ayudando a los demás y a pesar de tener una apariencia salvaje es muy dulce y amable.
Mientras lo miraba podía ver el brillo que esa persona generaba en sus ojos, yo me preguntaba, ¿me veré igual cada vez que lo miro? …
Ushijima: ¿Y cómo así sabes tanto de él?
Oikawa: Tenemos conocidos en común, y se que sonará vergonzoso pero estuve mirándolo por mucho tiempo, tanto que siento como si lo conociera desde antes, jajaja me siento todo un acosador, tal vez muchos crean que soy un tonto por enamorarme así, pero estoy seguro de mis sentimientos, por eso ya no podía reprimirlos más, sentía que iba a explotar –suspira-
¿Te imaginas estar en ésta situación?
Ushijima: No, para nada, no tengo ni idea..
Si supieras desde cuando tengo la misma sensación que tú y debido a esto debo seguir reprimiéndola…
Oikawa: A todo esto, Ushijima tu nunca te has enamorado?
En eso momento se me paralizó el corazón.