Lo vio irse después de ese encuentro casual en la lavandería sabía que nunca había sentido algo así por otra persona ni siquiera lo había sentido con el sin fin de chicas a las que le coqueteaba y salía golpeado (eso incluyendo dentro y fuera del set de grabación). Ya había oído hablar de él sabía que su programa era mucha más acción que comedia.
Desde que lo vio entrar y “desnudarse” delante de él fue imposible no voltear a verlo y notar todas esas facciones asiáticas que desde un principio le habían gustado. No tardo el Jack en darse cuenta de cómo lo observaban de alguna manera ya lo había sentido. Habían comenzado a tener una conversación de lo más natural del mundo se notaba que era una simple excusa para hablarse y captar la atención de ambos.
Desafortunadamente después de un incorrecto comentario de su parte con respecto al color “rosa” se notó como el chico asiático se notaba algo apenado por lo cual Johnny se disculpó. El accidente se provocó gracias a que Bombón (una de las chicas súper poderosas) dejo uno de sus vestidos sin querer en la ropa de Jack provocando que sus túnicas blancas se volvieran rosas.
Después de ese incidente Johnny lo vi marcharse con todo y sus ropas estropeadas quería seguir charlando con él aunque fuera solo un poco. Volteo a ver sus pertenencia y se percató de que había un libro con temática japonesa, evidentemente era de Jack. La única idea que se le paso por la cabeza fue que mañana en cuanto fuera a trabajar pasaría por su set de grabación a devolverle el libro. Al menos volvería a verlo.
Al siguiente día Johnny iba camino al estudio en donde se grababa la serie de “Samurái Jack” y estaba más nervioso que de costumbre no sentía esa confianza que mostraba todo el tiempo delante de una chica o incluso cuando actuaba en su programa además de que no sabía cómo Jack reaccionaria al verlo de nuevo aunque solo fuera para devolverle su libro.
En cuanto entro uno de los encargados le pregunto que sí que necesitaba a lo cual él respondió que solo venía a devolverle algo a Jack, el encargado le dijo que esperara mientras llamaban al chico. Johnny se sentó en una de esas sillas de utilería y trato de calmar sus nervios por un momento. Hasta que sentido como alguien lo tocaba por detrás de su hombro y al voltear se dio cuenta de que era Jack.
- Hola – dijo con su voz tranquila que tanto lo caracteriza.- Me mencionaron que traes algo para mí.
- Ah sí… - Dijo Johnny sacando el libro desde su bolsillo trasero – Olvidaste esto ayer en la lavandería.
- Gracias, me alegra encontrarlo es una de mis favoritos.
Jack había sonreído al ver su libro de una manera tan lindo que su acompañante no pudo evitar sonrojarse un poco.
- Lamento que te hayas tomado la molestia de traerlo hasta acá.
- No fue nada ya sabes todos trabajamos donde mismo
- Si bueno oye como agradecimiento ¿Me aceptas un café?
Johnny estaba que sabía cómo reaccionar es decir realmente deseaba poder conocerlo mejor pero no iba preparado mentalmente ese día para algo como eso lo cual le eso pensar rápidamente que si le interesaba este chico.
- Si claro, me parece bien.
- Está bien, así que dime amm ¿Johnny?
- Si es Johnny Bravo, de hecho.
- Mucho gusto Johnny soy Jack, ¿Te parece si vamos más tarde ya que sea la hora del almuerzo?
- No para nada me parece bien.
- Entonces te veo en un rato más amigo mío.
“Amigo” esa palabra vaya que le hizo ruido, estaba de cierto modo feliz de saber que había empezado de esa manera una “relación” con Jack.
El día había trascurrido con normalidad para ambos incluso les pareció un día bastante ameno y tranquilo por lo que la hora del almuerzo había llegado demasiado rápido. Johnny y Jack fueron una de esas cafeterías cerca de los estudios y se notaba que había cierto nerviosismo por parte de ambos ya que ninguno dijo mucho a lo largo del camino al local. Hasta que por fin se sentaron en la mesa.
- Y… ¿Tienes mucho tiempo trabajando aquí?
- Si, técnicamente ya soy prehistoria pero tengo entendido que tú eres nuevo por así decirlo.
- Si bueno tengo manos o menos un año…
- Pues me alegro de saber que te veré seguido.
Eso último dicho por Johnny hizo sonrojar al asiático a más no poder y por un segundo sintió que tenía unas infinitas ganas de acercarse más al fornido de Johnny Bravo. Hablaron un poco más sobre cosas triviales hasta el momento de la despedida.
Jack y Johnny caminaron hasta sus respectivos sets ya que el descanso había terminado y cuando se despidieron Jack no pudo evitar darle un leve pero tierno abrazo a Johnny el cual cuando este se fue se quedó mirando y contemplando su partida definitivamente quería volverlo a ver y de suerte se habían intercambiado teléfonos en ese almuerzo “casual”.