POV´s Cristhian M.
Flash back
Después de platicar un largo rato con aquel chico, tiempo en el cual se conocieron, se llamaba Michael Cahier, aunque prefería que lo llamaran Mike, compartieron gustos y aficiones, en todo ese tiempo no pudo mas que pensar en lo fácil que le resultaba el hablar con esa persona, como si tuviese el poder de penetrar en el, de un momento a otro ya se encontraban en un bar, pues a pesar de su apariencia el joven contaba ya con los 19 años cumplidos, realmente le fascinaba, estaba totalmente hipnotizado por él.
.-Oye hace mucho calor ¿podríamos ir afuera?- dijo con voz cantarina el peli marrón, se notaba que no era tolerante al alcohol, y no era de extrañarse pues ya ni siquiera se acordaba de cuantas copas había pedido, no importaba mucho ya que el también estaba bastante alterado por, y por más que lo quisiera negar, el joven a su lado le atraía en sobre manera, tal vez no fuera “esa” persona, pero no estaría mal pasar un buen rato con él ¿Cuánta diferencia hacia entre un hombre o una mujer? No lo pensó mas y acepto la proposición de su acompañante que lo miraba de forma coqueta, una vez afuera al percatarse de que no había nadie ahí, el más bajo rodeo con sus brazos el cuello de su acompañante y lo beso, fue un beso largo y apasionado, aunque un poco torpe, esto calentó inmediatamente al mas alto quien no dudo y guio al joven a su apartamento, donde, llegando a la puerta se detuvo un instante dudoso, sin embargo su duda se disipo al instante, entraron entre besos y caricias cada vez mas apasionadas, recorriendo con las manos el cuerpo del otro, tocando, explorando aquella suave y morena piel, deslizo lentamente su mano hacia debajo de forma lenta y sensual, esto hizo gemir al bello joven, esa noche ambos se perdieron en el cuerpo del otro explorándose mutuamente.
Fin Flash back.
Y ahora me encontraba aquí ¿Cómo demonios se me había ocurrido el llevar a la cama a un joven seis años menor que yo? Definitivamente estoy loco, bueno, a juzgar por mis recuerdos no estuvo nada mal, pero el problema no es lo que yo piense, si tan solo esto fuera un sueño.
.-b-buenos días…esto..yo- una voz me arrebata de mis cavilaciones y trae de vuelta al mundo real, volteo y veo al chico completamente sonrojado y dudoso, trago en seco a prediciendo lo que va seguir después “lo lamento pero yo no soy gay” “es un maldito enfermo” “no quiero volver a verlo” cosas como esas me cruzan la mente en un santiamén, espero paciente las palabras, pero estas no llegan así que me atrevo a preguntarle.
.-buenos días…bien ¿Cómo amaneciste?- me dirige una mirada sarcástica, bueno no lo culpo, después de todo ante esta situación esa es quizás la pregunta mas tonta del siglo, suspira pesadamente e intenta pararse, gran error, cae inmediatamente al suelo, eso es un alivio, aun tenía dudas sobre cuál había sido mi “posición” en lo de anoche, bueno esto las disipo completamente.
.-¿De qué te ríes idiota?- pregunta haciendo un enorme puchero, sin embargo siento como mi corazón se agita repentinamente, ya veo por qué no pude detenerme ayer, este chico realmente es hermoso, tanto que si no fuese por mi auto control y porque tenemos que hablar sobre lo ocurrido ya me hubiera abalanzado sobre él, por fin tomo una decisión, agarro unas prendas que están cerca, se las aviento y le ordeno cambiarse, mientras salgo de la habitación, una parte de mi cree que el es la persona indicada, suspiro, no, esa persona ni siquiera sé si exista, cierro los ojos y me pierdo en mis ayeres.
“un niño juega entre la hierba que crece en un gran jardín, la brisa acaricia sus largos cabellos negros, su sonrisa no puede tener otro calificativo más que pura e inocente, ríe y es como si el sol brillara mas a causa de esa sonrisa, no puede evitarlo, es feliz, de pronto llega a la escena una mujer mayor, su cuerpo esbelto y su rostro joven son solo dos cosas que la hacen lucir hermosa, a su lado se encuentra un hombre joven también de cabello rubio y ojos negros, todos sonríen, pobres ignorantes… llega la noche ¿Cuánto tiempo han estado de esa manera? No lo saben ellos, la escena pasa a ser una casa oscura, en la sala las sombras de la tragedia son las únicas presentes, no se oye nada, de repente el silencio es cortado por un sonoro disparo, sangre, todo se vuelve rojo, rroojjo, un grito de dolor y otro de locura ¿Por qué? ¿Por qué? ¿fui yo? No lo sé, los gritos, la agonía consume mi ser, la locura incontrolable, simplemente no podía dejar de fantasear con ese día, una sonrisa que pronto desaparece atenuada por un certero golpe en la cabeza, después de ahí todo se vuelve oscuro, una figura triste me mira desde la lejanía, y ahí está ese maldito calor, la casa arde, la felicidad se extingue y se eleva al cielo en un siniestro grito rojo, pero alguien viene, una silueta femenina se recorta contra las llamas, miedo, dolor, olor a quemado y un lienzo en blanco”
Algo o mejor dicho alguien me arrebata de mi trance, se trata de el joven de ojos castaños, parece preocupado.
.-¿Se siente usted bien?- pregunta, asiento con la cabeza y le indico una silla para que se siente.
.-Bueno creo que tu y yo tenemos que hablar ¿no te parece?- por un momento parece confundido, luego se recupera y adopta un semblante más serio.
.-sobre lo de anoche, preferiría que lo olvidara- lo suponía, bueno no lo culpo- la verdad yo creo que no soy muy bueno con el alcohol, de todas maneras me gustaría que me aceptase como su pupilo- ¿Qué carajos? Creo que él es la persona más estúpida después de mí, pero aun así siento que existe algo especial en el ¿o en nosotros? Bueno no quisiera decir algo tan trivial como “es el destino” pero algo así parece, aun así en lo que lo averiguo acepto ser su maestro, después de eso un silencio incomodo nos rodea, el se excusa en que tiene que hacer algunos deberes y se marcha, apenas se va siento como si algo me faltase, como si aquellos ojos miel pudiesen iluminar mis pasos, tal vez solo sea mi cursilería y el que he estado solo demasiado tiempo, dejo un momento lo que estoy haciendo y pienso, pienso en todo ¿Por qué cojones sigo esta búsqueda? Solo me guio en unos cuantos recuerdos y una orden de alguien a quien no conozco, sus palabras, a pesar de ser tan pocas, no puedo dejar de escucharlas.
“recuerda querido mío, la felicidad solo se encuentra en el amor, este es fuente de todo y a la vez su fin, para recuperar lo que fue, encuentra lo que será, busca, busca a la persona indicada ¿Cómo sabrás cuando la hallas encontrado? Fácil, lo sentirás dentro de tu ser”
Si lo que dijo es verdad este chico debería ayudarme a recordar.
POV´s normal
Pasaron los días, el maestro y su nuevo alumno se reunían cada día para almorzar y ver técnicas de pintura y como dar realismo, tenía que admitirlo, el chico era un hueso duro de roer, casi siempre era tímido y callado, sin embargo pudo penetrar en ese cascaron y descifrar más acerca de él, también este se volvió más confiado, además se eliminaron los silencios incómodos, las charlas se hicieron más amenas, poco a poco fueron perdiendo de vista su propósito inicial, uno el de ser un gran artista y el otro el tratar de descifrar su pasado usando al chico, se vieron envueltos en una ciega curiosidad y veneración por el otro, fue ahí en ese punto donde aun podían regresar, pero ¿Por qué hacerlo? No sabían que solo acercaban cada vez más el final inminente, los sonrojos, las sonrisas, los celos, todo fue un suave romance disfrazado de amistad, los toqueteos entre ellos poco a poco iban subiendo de intensidad, un día como era previsible desde hace tiempo, la bomba estallo.
Era un día soleado, el pelinegro se dirigía a recoger a cierto castaño a la universidad, pues habían quedado que eso era lo mejor para sus clases (y para estar juntos) se estaciono y salió del coche dirigiéndose a la entrada del edificio, siempre lo esperaba en el estacionamiento, pero hoy estaba de buenas y caminar no le haría ningún daño, lo que vio al llegar le hirvió la sangre en segundos, SU alumno iba tomado de la mano con una chica, guapa por cierto, abrazándola de la cintura y sonriendo, eso lo alivio un poco, pues el podía ver esa sonrisa, pero mil veces más radiante, aun así sentía celos pues para que negarlo, hace tiempo que había aceptado la verdad, estaba enamorado del chico, y es que cada pequeña acción que este realizaba era endemoniadamente grácil, tierna, hermosa, joder estaba loco por él, el verlo así con una chica era devastador, pero no actuaria ahora, la compañía del castaño era demasiado valiosa como para perderla en una discusión, ya idearía una venganza, si, lo conocería, además el chico no le era tan indiferente, notaba sus miradas y la forma en la que se ponía nervioso cuando hablaba cerca de su oído, si, haría que el menor le confesase sus sentimientos, y si no los tenía aun, lo enamoraría, pero bueno sería genial que los tuviese, regreso a su automóvil a esperar, si, si el menor sentía algo por el entonces podría ejecutar su venganza contra esa perra y obtener el amor del castaño, solo hacía falta algo para averiguarlo, sonrío con malicia, pues se le vinieron grandes ideas, primero tendría que obtener al menos una muestra de amor del castaño, después le mostraría que el también podía jugar a lo mismo, pues quien mejor que el para saber que la fuerza más destructiva del planeta son los celos, si, ahora si no fuera por su auto control le rompería el cuello a esa zorra que se paseaba tan campante con SU castaño.
En otro lado un ojimiel se despedía con fastidio de su “novia”, tener que aguantar a esa chica era de lo peor, aun así no se decidía a dejarla, la razón por la que empezó su relación fue impulsiva y algo enferma: no quería admitir que se había enamorado de su profesor de pintura particular, se sonrojo violentamente y un escalofrió le recorrió la espalda, por alguna extraña razón sentía que algo malo ocurriría pronto.