No se exactamente cuanto tiempo paso después de eso, sólo se que desperté en una habitación de Malfoy Manor.
Creí que todo había sido una pesadilla pero al levantarme y ver las caras que tenían Herms y mi madre, supe que había sido verdad. No pude evitarlo y de nuevo empecé a derramar lágrimas a pesar que trataba de detenerlas.
De pronto sentí los brazos de mi amiga y mi madre rodeandome, pero a pesar de eso, podía sentir como poco a poco mi corazón se iba cayendo a pedazos y el cuento de hadas que creí estar viviendo, de pronto se convirtió en una historia de terror.
-No te preocupes Draco, hemos arreglado todo, tu sólo descansa, ya luego hablaremos.- Y así sin más, se fueron las dos dejándome sólo pero pude escuchar claramente como Herms le decía a mi madre. Aún no puedo creer que Harry haya hecho esto, es que no me explico, se miraba tan enamorado. De pronto ya no pude escuchar más pues el cansancio me venció y volví a quedar dormido.
No se exactamente cuanto tiempo estuve dormido, pero al despertar me sentía aún muy cansado pero en mi mente sólo había una idea, tendría que irme de Inglaterra porque no soportaría el echo de vivir en el mismo lugar en donde pase tantos momentos felices. No iba a ser tan fácil, pues yo en verdad amaba a Harry, aún me seguía preguntando que había echó mal para que él me dejara así. Supongo que no lo sabré porque no quiero volver a verlo nunca.
Con esa idea en mente por fin me levante de la cama y aunque me sentía sin fuerzas para nada decidí darme una ducha para poder relajarme y decidir con más calma que es lo que haría.
Sin prisas prepare mi baño llenando la tina y agregando las sales aromáticas que tanto me relajaban, tratando de dejar mi mente en blanco alargando el momento pues, aunque sabía que tenía que afrontar lo que pasaba aún no quería admitir que él me había abandonado.
Me desvestí lentamente y entré a la tina, seguramente todo esto ya era un escándalo público, no quería ni imaginarme todo lo que estuvieran escribiendo sobre lo sucedido.
Al finalizar mi baño salí de la tina, sentía como si estuviera en modo automático, como si la persona que estaba realizando todo esto no fuera yo y nada más fuera un mero observador, no sabía cómo y qué iba a hacer con mi vida de ahora en adelante, pues todos mis planes a futuro lo incluían a él.
Incluso el sólo hecho de pensar en su nombre me causaba mucho dolor, por el momento decidí que lo mejor que podía hacer era descansar porque, a pesar de haber dormido por no se cuanto tiempo aún me sentía como si hubiera jugado un partido de quidich por varios días.
No se exactamente cuántas horas dormí, pero al levantarme me sentía más tranquilo, y ya con la mente más relajada pues antes de caer rendido había decidido que lo buscaría para poder hablar y entender el porqué de su actitud, quizás es sólo que tenía miedo.
Con esa resolución en mente decidí bajar a desayunar y empezar mi búsqueda, me encamine hacia el comedor, aunque me pareció raro pues no había nadie allí.
Me estaba sentando a la mesa cuando apareció una lechuza que traía el diario El Profeta, cosa que me extrañó pues yo no estaba suscrito, nada más tomarlo y empezar a ojearlo me arrepentí pues en primera plana se podía observar una foto de él en un bar rodeado de hombres que se lo comían con la mirada y como titular decía "EL NIÑO QUE VIVIÓ Y VENCIÓ CELEBRA SU LIBERTAD", sentí de nuevo como mi corazón empezaba a sangrar.
Con algo de miedo abrí el diario leyendo todo lo que allí escribían y, aunque sabía que muchas veces no decían la verdad, eso no evitó que todas esas palabras me dolieran hasta que llegue a las palabras que definitivamente mataron todo sentimiento en mi:
" La verdad es que estoy bastante feliz de haberme librado de Malfoy, él solo era un pasatiempo que duró más de lo que me hubiera gustado, cuando me propuso matrimonio me pareció una idea graciosa hacerle creer que yo también estaba enamorado de él, pero vamos ¡¿quien puede enamorarse de un sucio mortífago?! Al menos yo no".
No podía creer lo que estaba leyendo, esto tenía que ser una broma, no podía ser verdad Harry no pudo haber estado fingiendo todo este tiempo. No sentí cuando las lágrimas empezaron a caer de mis ojos sólo vi que aparecieron pequeñas gotas en las páginas del diario, de pronto escuché un grito ahogado y unos brazos delgados me rodearon.
Era Hermione, lo supe por su olor, me aferre a ella como si fuera mi tabla salvavidas, me sentía totalmente perdido, ni sabía que hacer, después de tener todo planeado, mi vida caía cual castillo de naipes, y yo, Draco Malfoy por primera vez deseé no ser un Malfoy tal ve así él si me hubiera amado.
No se por cuanto tiempo estuve llorando pero saque todo mi dolor, rabia y frustración, Hermione no dijo nada, sólo se limitó a abrazarme y darme consuelo como la buena amiga que es.
Estuvimos bastante tiempo así hasta que algo en mi se reveló diciendo -que pasa contigo tu no eres así, eres un Malfoy actúa como tal, te estás comportando peor que un Huflepuff lloriqueando por los rincones- y me di cuenta que esa voz tenía razón.
¿Él no me quiere? pues bien, no me importa puede hacer con su vida lo que quiera que yo haré con la mía lo que mejor me plazca y con esa nueva determinación en mente decidí hacer mis maletas y largarme de una vez, por el momento no le diría a nadie a donde iba, necesito estar solo y poner en orden el caos en que se había convertido mi vida.
Lentamente me fui despegando de Hermione, me limpie la cara y le di una sonrisa tranquilizadora.
-No te preocupes Herms estoy bien, soy más fuerte que esto.
-¡Oh Draco! Me duele tanto todo esto, el era mi mejor amigo y jamás pensé que llegaría a hacer algo tan vil y cruel como esto? No crees que algo pudo haberle pasado? Él no pudo haber dicho eso, sabes que los del Profeta no muchas veces escriben sólo mentiras.
-En verdad ya no importa, él se lo pierde yo lo voy a superar, y ahora si me disculpas quiero salir a caminar un rato.
-Claro, pero sabes que aquí estoy, aquí estamos todos te queremos y te apoyaremos siempre.- No esperaba menos de mis amigos, pero en este momento realmente no podrían acompañarme, pero decidí omitir esa información.
-Lo se. Gracias Herms.- Y sin más me aleja de la cocina rumbo a mi nuevo destino donde empezaría desde cero, no me llevé nada conmigo pues no quería recordar nada de esa vida y el engaño en el cual viví, ya después me disculparía con todos por haberme ido así.