Decidí viajar al estilo muggle pues así nadie podría rastrearne por medio de la aparición. Cuando estaba llegando al aeropuerto -si gracias a Hermione aprendí muchas cosas sobre los muggles- me encamine a comprar el boleto de avión. Pero estando en el mostrador me puse a pensar en lo que me dijo mi amiga antes de que yo saliera. ¿Y si ella tenía razón y Harry no había dicho nada de eso? Y, por el contrario se encontraba en peligro, mientras yo comportándome como un verdadero idiota sin siquiera hacer el intento por saber porqué se fue.
Mi mente era un hervidero de pensamientos y no podía concretar ninguno, así que opté por lo más sano y ya más tranquilo decidí regresar a casa y esperar, si Harry de encontraba en problemas pronto nos enteraríamos. Busqué un lugar desde el cual desaparecerme y llegar a Wiltshire luego caminé tranquilamente hacia mi casa observando todo a mi alrededor. Hermione debe haber hecho un gran trabajo pues gracias a Merlín no había ningún periodista a la vista.
Cuando llegué a casa, nada más poner un pie en la puerta, mi madre corrio a abrazarme, lo que se me hizo bastante extraño pues apenas hace un momento que salí, o al menos eso es lo que yo creía.
-Hijo me tenías tan preocupada- dijo mi madre aún sin soltarme del abrazo.
-Madre, sólo salí a caminar un poco, necesitaba despejarme y alejarme de todo aunque sea por un momento.
-Si, pero has estado todo el día fuera. Te busqué por toda la mansión y los jardines y no te encontré, pensé... pense...- no recuerdo cuando fue la última vez que vi a mi madre titubear, y eso hizo que me replanteara la idea esa de irme algún día sin decir nada a nadie.
-Tranquila mamá, solamente deseaba pensar con detenimiento y a solas las cosas, para poder decidir que haré de aquí en adelante.
-Y entonces ¿que piensas hacer?
-Por el momento esperar, realmente necesito una explicación por parte de Harry, y no voy a estar tranquilo hasta que no escuché de su propia boca decir que ya no me quiere, de lo contrario pensaré que algo le ha pasado. Y tampoco voy a creer todo lo que publiquen en los diarios.
-Esta bien hijo, si ya lo decidiste yo también te apoyo porque el Harry Potter que yo conozco jamás haría algo así.
-Gracias mamá, por el momento empezaré a buscarlo, la verdad me preocupa que algo malo le haya sucedido y que solamente quieran encubrirlo haciendo creer a todo el mundo que el me abandonó el día de la boda.
-Tienes razón hijo, pero hazlo discretamente porque si estás en lo correcto la o las personas que lo hayan hecho estarán más que pendientes de tus movimientos y podrían hacer algo en tu contra.
-Gracias, lo tendré muy en cuenta, ahora si ne disculpas me pondré en contacto con un investigador privado y muy discreto para que lleve a cabo las investigaciones.- Mi madre solamente asintió, por lo que ahora con más fuerza y una nueva determinación me dirigí al despacho dispuesto a buscar a alguien que fuera capaz de ayudarme a descifrar el enigma que rodeaba la desaparición de Harry el día de nuestra boda. No me había dado cuenta en que momento dejó de doler nuevamente el decir su nombre, pero mientras el no me lo dijera de frente, y aunque todo el mundo pensara que me había abandonado, yo no daría por concluido el asunto hasta hablar con él y estar totalmente seguro de que era él y no alguien más bajo efectos se poción multijugos.
Al llegar al despacho empece a buscar entre los cajones la tarjeta de un investigador privado que había conocido gracias a los negocios, pues yo estaba al frente de todos los negocios desde que murió mi padre. La verdad es que había trabajado con el una vez y por los resultados pude ver que realmente era muy bueno, aunque no sabría cuanto tiempo le tomaría el resolver este problema. Cuando por fin di con los datos, envie una lechuza inmediatamente para citarlo en mi oficina en el mundo muggle, pues allí nadie me conocía mas que por Draco Malfoy, fundador de Malfoy Corp. una empresa que se dedicaba a elaborar teléfonos y computadoras de ultima tecnología.
Me acerque a la ventana para ver como se alejaba la lechuza con el mensaje, sintiendo la esperanza renacer nuevamente, pues me encontraba completamente seguro de que Harry me amaba y que no había una razón de peso que hiciera que el me dejara así, y mucho menos el día mas importante para nosotros, no me había dado cuenta de que no había comido nada en todo el día, hasta que un elfo domestico se apareció para informarme que la cena estaba servida, no supe cuanto tiempo me encontré frente a la ventana mirando sin mirar.
Con pasos lentos me encamine hacia el comedor, en donde ya se encontraba mi madre y para mi sorpresa, o quizás no tanto, también se encontraba Hermione. Lo que si realmente me sorprendió fue ver a la comadreja allí, bueno a Ron, porque a pesar de que aun seguíamos llamándonos con sobrenombres éramos buenos amigos.
-Buenas noches a todos- salude como estaba acostumbrado a hacer.
-Hijo que bueno que hayas decidido bajar a comer con nosotros- mi madre realmente parecía aliviada y me patee mentalmente por haberme sumido tanto en la depresión sin darme cuenta como esto afectaba a las personas que me quería.
-Huron, que bueno verte mejor- Ron como no, siempre buscando la manera de molestarme.
-No te creas comadreja, un simple tropiezo no lograra derribar a un Malfoy- dije con mi sonrisa ladeada.
-Me alegra escucharlo- comento Hermione- Por cierto tu madre nos comento sobre lo que piensas hacer.- Ya decía yo que el que estuvieran aquí los dos no era una casualidad.
-Si ya estas enterada entonces para que te cuento.
-Solo quería decirte que te apoyamos y que si me permites, nos permites- corrigió viendo hacia Ron- nos gustaría acompañarte y poder ayudar en todo lo posible pues todos creemos que Harry no pudo haber dicho toda esa sarta de mentiras que aparecen en El Profeta.
-Gracias Mione, Ron, la verdad es que si me gustaría contar con ustedes, ya que aparte de ser amigos de Harry y que realmente lo conocen, también son amigos míos.
Fue lo ultimo que dijimos antes de empezar a cenar, y mientras tanto yo cavilaba sobre lo que haría al día siguiente, esperando con ansias una respuesta positiva de parte del investigador, pues no podía retrasar mas ese momento.
Cuando terminamos de cenar decidí despedirme de todos, realmente me sentía tan cansado, y quería estar en la mejor forma posible para el siguiente día para la reunión, aunque aun no había recibido contestación, cuando me levante para retirarme después de dar las gracias y las buenas noches, la voz de Ron me detuvo.
-Draco, en cuanto tengas la respuesta del investigador avísanos para acompañarte.
-Claro Ron, yo les enviare una lechuza- y así, sin mas me fui a mi habitación para poder descansar, con la esperanza de que mañana pudiera empezar a investigar que había pasado realmente con Harry. Cuando llegue a mi cuarto fui directo al baño a darme una ducha y ponerme el pijama, una vez realizado todo esto me metí a la cama a dormir, soñando con Harry y en como seria el reencuentro.