A partir de ese día, habían comenzado a salir casi siempre, conociéndose más el uno al otro, saliendo a lugares tranquilos y caminando juntos mientras disfrutaban de la compañía del otro. Habían aprendido a amarse, en verdad. Ambos caminaban tranquilamente bajo el cielo nocturno, escuchando con un pequeño mp3 la canción favorita del británico "Summertime Sadness" de Lana del Rey.
-¿Cuál es la cosa que más te gustaría hacer?- pegunto sonriendo un poco.
-Mmm...salto Bungee- contestó soltando una pequeña risa al sentir como el francés por un breve momento tembló.
-Saltar colgando de una sola cuerda ¿Por qué quieres saltar de un lugar tan alto como un edificio? Probablemente se siente como si estuvieses muriendo al saltar de un edificio- sus ojos detonaban algo de miedo hacia aquel deporte extremo...le temía a las alturas.
-Por eso quiero hacerlo, Porque voy a sentir que estoy vivo... - susurro con nostalgia mientras se apegaba más al brazo del mayor. Cuando llegaron al frente de la casa de Arthur, Francis se quitó el audífono que tenía puesto y se lo devolvió al británico con delicadeza.
-¿Por qué te gusta tanto esta canción?- pregunto algo curioso, la letra de aquella canción era linda, pero algo triste.
-A mi mama le solía gustar, siempre que la escucho recuerdo a mi madre y a mi familia.- sonrió ligeramente, el galo pudo notar la nostalgia en esas palabras.
-Es una linda canción- sonrió revolviendo los cabellos del otro con delicadeza.- ve a casa, está haciendo frio- Arthur cogió su mano y dejo el mp3 en ella. No entendía él porque
-Quédatelo...así siempre que escuches esa canción me recordaras ¿verdad?- rio un poco al momento que Francis sonreía ampliamente.- además, puedes grabar algo si quieres que lo escuche y ahí me lo devuelves...tampoco te lo estoy regalando completamente- susurro con un ligero sonrojo en su rostro.
-Oui, mon amour- rio a luego depositar un beso en la mejilla del pequeño.
-Kiss me Hard before you go- pidió con un sonrojo en su rostro, apegandose al pecho del mayor, francis lo vio sorprendido por un momento pero después unio sus labios en un apasionado beso frances, tal como el ingles lo había pedido, dejándolos sin aliento.
-Je t'amie- le susurro al oído, sonrojándolo aun mas. Arthur a sentir que el francés se separaba un poco de el se dio media vuelta para entrar a su casa.- bonne nuit.- al ver que el menor ingresaba a su casa se fue de allí a paso lento mientras miraba feliz el mp3 que le había dado y tocaba sus labios, sintiendo aun como si los labios del británico estuviesen con los suyos. Iba caminando tranquilamente hasta que vio a un chico de ojos entre verdes y miel, y cabello castaño parado frente a él, parecía serio.
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Siguió al italiano hacia un pequeño parque cercano al lugar donde se habían encontrado, era la primera vez que veía a ese chico en su vida. Se sentía intimidado ante la mirada del otro, lo veía con el ceño fruncido mientras recorría con la mirada su cuerpo de pies a cabeza -Tu... ¿sabes qué día es mañana, bastardo?- pregunto alzando una ceja
-Sí, es el día libre de Arthur en su trabajo- contesto con una sonrisa, mas esta se borró un poco al ver el enojo en la cara del italiano.
-No, idiota. Mañana es su cumpleaños- mascullo desviando la mirada un poco.
-Él no me lo dijo...- susurro sin creer que el menor no le haya dicho algo tan importante.
-Es porque él no ha celebrado su cumpleaños en muchos años...pero talvez este año quiera hacerlo contigo, por eso te lo aviso...
-Gracias por hacérmelo saber- sonrió coquetamente. Lovino rodo los ojos y suspiro.
-Si estas agradecido, haz que Arthur sea feliz mañana. Si lo haces llorar te mato- gruño como perro furioso. Francis tembló un poco ante eso y después noto el libro que el italiano tenía entre sus brazos
-¿Tú vas a ser...un policía?- parpadeo seguidamente mirando con atención el libro del menor.
-Sí, ¿Por qué?- mascullo desviado la mirada.
-No es nada, me parece que ese trabajo va muy bien contigo- sonrió sinceramente, sin embargo para el italiano esa frase tenia doble sentido.
-Más te vale hacerlo feliz y cuidarlo, o te mato y te castro- gruño para darse la vuelta e irse de allí, dejando al francés solo.
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Al día siguiente-
Estaba ayudando al inglés a arreglarse un poco ya después de que se había cambiado con el hermoso conjunto que el había escogido. Por supuesto que tenía un gran sentido de la moda, era italiano y por ende sabio escoger bien la combinación de prendas. Termino de arreglar la corbata de su amigo y retrocedieron unos pasos para poder verlo de pies a cabeza
-Has quedado como modelo, después de todo fui yo el que te vistió y arreglo así- rio un poco mirando encantado como había quedado aquella camisa beige con el pantalón jean combinado con botines cafés, y encima de eso iba un abrigo largo de un color más obscuro que la camisa.
-¿En verdad me veo bien?- pregunto un poco inseguro arreglando con su cabello con los dedos.
-Ya te dije que sí, maldición- se cruzó de brazos algo ofendido de la falta de confianza- siempre te he vestido como modelo yo y siempre quedas bien-
-Gracias Lovino- sonrió ligeramente. El italiano asintió y vio al hermano mayor de su amigo entrar a la habitación, no le caía muy bien ese pelirrojo que parecía una chimenea andante.
-Hola Scott- dijo simplemente por cortesía mientras recogía sus cosas para guardarlas en el bolso que llevaba.
-Hola...- gruño el mayor pasando el umbral del cuarto y mirando de reojo como su hermano al sentirlo también se ponía de pie.
-Me voy Arthur- miro con una pequeña sonrisa al británico y salió de allí esquivando al escoces.
-¿Vas a alguna parte?- escucho que decía en un tono calmado.
-Si...me invitaron a la casa de un amigo- susurro algo tímido, se sentía intimidado por su hermano, ya que él nunca estaba en casa, pero justo había llegado cuando menos lo esperaba.
-Me gustaría conocer a ese amigo tuyo- hizo uso de su legendario sarcasmo mientras miraba como su hermanito tanteaba la cama para buscar su celular, y al encontrarlo lo guardaba en su bolsillo.- Arthur...- susurro bajando un poco la cabeza
-¿Si, hermano?- no entendía él porque del cambio tan repentino en la voz del mayor, parecía algo serio.
-Estamos esperando un caso... una persona quiere donar sus ojos, eres el primero en la lista, así que vamos a ver si pasa-
-Hermano... ¿en verdad voy a poder ver nuevamente?- preguntó en un susurro. Scott lo miro sin comprender sus palabras, ya que hace mucho tiempo que Arthur ya se había dado por vencido con la operación, los donantes siempre cambiaban a último momento de opinión y el rubio muchas veces decía que no quería hacerse la operación.
-Sí, si podrás hacerlo, debes hacerlo- miro los ojos carentes de brillo del menor, le dolía mucho verlo así.
-Pero hermano... ¿Qué voy a hacer? Hay alguien a quien de verdad quiero ver...quiero ver cómo me mira, como sonríe, como se ve...yo... quiero poder volver a ver- su voz se quebró al instante, sabía que la posibilidad era de 1 en 10.000. De repente sintió los cálidos brazos de su hermano rodeándolo.
-Podrás ver...yo hare que puedas ver, te lo prometo...
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"Happy Birthday to, You Happy Birthday to You, Happy Birthday Dear Arthur, Happy Birthday to You. From good friends and true, from old friends and new, May good luck go with you, and happiness too."
Al momento que la canción término de ser entonada todos aplaudieron para el británico que tenía una pequeña sonrisa dibujada en su rostro.
-Ahora debes soplar la vela Arthie- exclamo emocionada la pequeña mientras los otros francoparlantes veían felices la escena. Arthur sonrió y soplo las velas del pastel, siguiendo con las viejas tradiciones de un cumpleaños, era la primera vez en 3 años que lo celebraba.
-¡Ahora vamos a comer!- sonrió el galo poniendo los cubiertos en las manos del británico. Arthur se acercó un poco al plato de comida frente a él y lo olio para saber de qué se trataba...recordaba claramente ese olor...
-Esto es...- susurro sorprendido.
-Roast beef- declaro el canadiense- Francis me dijo que lo hiciera, aunque no me parece muy apto para un cumpleaños, si quieres otra cosa la puedo preparar ahora- sonrió mirando de reojo a su hermano mayor.
-No, está bien, este plato me gusta... ¿está bien si empiezo a comer?- pregunto con una pequeña sonrisa, no había probado un Roast beef en años
-Por supuesto, come Arthie- escucho que le decía el francés, y comenzó a cortar la carne que tenía servida allí, llevándose un pedazo de esta a la boca. De repente sintió como sus ojos se empañaban y la nostalgia lo invadía.
-¿No te gusto?- dijo preocupado el canadiense al ver la expresión triste del menor
-Sí, esta delicioso...es igual al que solía preparar mi madre...
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-¿Cómo puedes comer tanto?- rio el francés al terminar de alzar los platos de la mesa, Arthur se había comido 2 porciones.
-Estaba delicioso- se defendió limpiándose la comisura de los labios con la servilleta que Matthew le había ofrecido.- Por cierto... ¿no tienen regalos para mí?- pregunto en un tono algo ofendido, pero solo diciéndolo de broma
-Este chico...pareces un recaudador de deudas- soltó una pequeña risa. Clarie se puso de pie y se acercó al inglés, dejando un pequeño objeto en sus manos
-Feliz cumpleaños Arthur- sonrió mientras veía como el chico recorría con sus dedos aquel objeto para saber que era.- ¿un llavero con mi nombre?- pregunto al darse cuenta de que era lo que la pequeña le había entregado
-Oui, es de color verde y las letras son doradas como el oro- sonrió felizmente describiendo su regalo.
-Es mi color favorito, thankyou- Francis revolvió el cabello de su hermana y se sentó a lado de ella en el sillón doble de la sala.- ¿Matthew, también tienes un regalo, verdad?- el canadiense se rio un poco ante el comentario del británico y fue un momento a su habitación, volviendo con una caja de un tamaño algo grande.
-Wow...- susurro Francis al ver la cajita de regalo del canadiense.
-Toma, ábrelo- sonrió mientras dejaba el paquete en las manos del menor. Arthur abrió la caja y pasó sus dedos por los objetos que esta contenía. Eran casetes, delineo las letras entendiendo los títulos de cada uno de ellos, eran nombres de comidas.
-Son para que aprendas a cocinar un poco- rio recordado el desastre que era Arthur al momento de cocinar.- Allí están todas mis recetas
-¿Incluso la del Roast Beef y los scones?- pregunto con una pequeña sonrisa
-Por supuesto- ambos soltaron una risa al unísono y Arthur cerro la cajita con cuidado.
-¿Y tú Francis? ¿Dónde está mi regalo?- pregunto en un tono exigente. El francés sonrió ligeramente ante esa pregunta.
-No tengo...-
-¿¡Qué!?- reclamaron Matthew y Clarie al mismo tiempo sorprendiéndose de las palabras de su hermano mayor.
-Yo organicé la fiesta y le desee un feliz cumpleaños con todo mi corazón ¿no es eso suficiente?- pregunto algo ofendido e intimidado ante las miradas furiosas de sus dos hermanos.
-¿Con todo tu corazón? ¿Acaso tu corazón vale ropa o libros?- dijo enojado el canadiense, mirando a su hermano decepcionado.
-¿En verdad no tienes ningún regalo para Arthur?- pregunto la pequeña enojada mientras el británico escuchaba todo algo incrédulo, en verdad esperaba recibir un regalo de parte de Francis.
-Ya dije que no lo tengo, si lo tuviera ya se lo hubiese dado- reitero en su defensa. Clarie enojada se levantó y cogió con su pequeña mano un poco de crema del pastel y la embarro en la cara de su hermano mayor.
-Francis tonto, tonto, tonto- grito antes de irse de allí enfadada. Matthew vio sorprendido todo mientras Arthur no entendía que pasaba
-¡Esta niña! Ha manchado mi hermoso rostro. Servilleta, quiero una servilleta- tanteo la mesa en busca de una, ya que no podía abrir los ojos por la crema que tenía en ellos. Su enojo aumento al escuchar la risa de su hermano menor.
-¿Q-que pasa?- pregunto sin comprender el británico.
-Clarie ha cogido la crema del pastel y la tiro en la cara de Francis- dijo entre risas el canadiense, hace tiempos que no veía algo tan gracioso
-¿¡En serio!? Quiero tocarlo- sonrió levantándose para ir donde el francés, sabía que estaba en frente suyo.
-No te acerques- pidió -rogo- el galo intentando encontrar algo con que limpiarse, pero sintió las manos del británico sobre su cara, embarrando aún más la crema que tenía.
-Me lo debes por no darme un regalo - rio restregando la cara del mayor y ensuciándolo más- Francis es un pastel feo- de repente el teléfono del menor comenzó a sonar y tuvo que dejar de molestar al francés y limpiarse las manos en el pantalón del francés. Se levantó y se fue un poco lejos de allí para poder contestar la llamada.- ¿hello?- dijo sin saber quién era la persona que lo llamaba, pero lo reconoció al escuchar su voz...era su hermano, Scott.- ¿Qué paso hermano?- pregunto con una pequeña sonrisa, pero esta se borró completamente al escuchar la noticia que el escoces le había dado- E-entiendo lo que quiere decir...No tenía muchas esperanzas de todas formas- no sabía porque pero su voz estaba comenzando a quebrarse...Si, no se preocupe- susurro antes de colgar.
-¿Qué pasa?- pregunto Francis ya con su rostro limpio.
-No es nada...parecía que podía haber un donante, yo soy el primero en la lista de espera...así que me dijeron que esperara un poco- dijo intentando parecer calmado. Francis y Matthew se asombraron al escuchar sus palabras.
-¿¡Puedes hacerte la cirugía!?- grito sorprendido el galo.
-Si...pero parece que el donante cambio de opinión- lo último lo dijo casi en un susurro, le dolía decir eso...siempre pasaba lo mismo, se ilusionaba y después resultaba que el donante cambiaba de opinión...había aprendido a superar eso y a darse por vencido, pero no entendía porque esta vez le había afectado tanto.- Sucede todo el tiempo, no tenía esperanzas de todos modos- sonrió para no preocupar al canadiense y a francés que lo veían tristemente.- Voy al baño...- susurro dándose la vuelta, conocía ya bien la casa de Francis así que podía ubicarse solo donde estaba el baño, después de todo en los 2 meses que llevaban de novios ya había conocido por completo la casa del francés.
Entro al baño y se apoyó en el lavamanos, quedándose allí sin hacer ni decir nada, simplemente sintiéndose miserable, pero no podía llorar, no en esa casa llena de felicidad. Sintió que alguien abría la puerta y pasaba, caminando tras suyo, mas no se movió de donde estaba, su cuerpo se sentía muy pesado en ese momento. Sintió unos brazos cálidos alrededor suyo. Sabia de quien se trataba...la persona que en ese tiempo se había convertido en casi una madre t un hermano para él.
-Arthur... puedes llorar....- dijo notando como el británico suprimía sus sentimientos.- las personas lloran cuando están tristes o enojadas...es por eso que existen los abrazos de madre- susurro acariciando maternalmente la mejilla del inglés, recordado como sabia consolar a Francis o a Clarie cuando lloraban, después de todo, el en todo ese tiempo había sido como una madre para su familia, a pesar de ser hombre tenía todo ese don y calor maternal que sus hermanos necesitaban y nunca tuvieron.
-A decir verdad...todo lo que dije era mentira- susurro con la voz quebrada el anglosajón- Que estoy bien...que no tenía muchas esperanzas...era todo mentira. De verdad deseaba que esta vez fuera de verdad.
-Lo se...por supuesto que lo querías- susurro sintiendo el dolor de Arthur.
-Yo quería poder ver a Matthew, a Clarie y a Francis...de verdad quería poder ver- las lágrimas comenzaron a caer de sus mejillas sin darse cuenta y un ligero temblor recorría su cuerpo.
-Podrás ver...yo sé que algún día podrás ver. Confía en mi ¿sí?- sonrió intentando consolar al mayor.- Cuando puedas ver ¿sabes que es lo primero que quiero mostrarte?- Arthur negó con la cabeza- A ti. ¿No sabes lo lindo que eres. Verdad?- rio ligeramente- Arthur, aunque no recuperes la vista, eso no cambia el hecho de que eres un chico muy lindo, y que tu alrededor tienes personas que te aman en verdad- abrazo al mayor contra su pecho y acaricio sus cabellos delicadamente- por eso no debes estar triste ¿sí?- sintió finalmente como Arthur comenzaba a sollozar en su hombro... por fin estaba dejando salir todos esos sentimientos acumulados.
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Dio una larga calada a su cigarrillo y después soltó el humo de este, relajándose un poco, pero aun así no desaparecía de su conciencia aquel gran peso que cargaba. Vio como Emily Jones se sentaba a su lado a acompañarlo.
-No puedo hacer esto todo el tiempo- susurro llevándose nuevamente el tabaco a su boca y después de algunos segundos boto el humo, talvez era por eso que el amigo de su hermano le decía chimenea viviente...- Desearía poder sacarme mis ojos y dárselos a el
-Ya falta poco...estoy segura de que sucederá este año- dijo mirando al cielo con una pequeña sonrisa- podría suceder mañana. Créeme que pronto pasara- una sonrisa ladina se formó en su rostro, lo presentía.- Tienes que ser fuerte ¿Cómo puede comportarse así un hermano mayor?- lo miro un tanto preocupada.
-Usted parece ser muy fuerte doctora jones- murmuro con sarcasmo, mirándola de reojo
-Por supuesto, las mujeres que tenemos hijos nos volvemos fuertes para protegerlos, yo siempre he sido fuerte ante todo por mi hijo- rio sin captar el sarcasmo en las palabras del escoces, que simplemente soltó un pequeño bufido.
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Arthur se abrazó más al pecho del mayor para no caer de la motocicleta, no sabía a donde iban- ¿A dónde me llevas, frog?- pregunto con una pequeña sonrisa.
-A darte tu regalo de cumpleaños mon petit- rio ligeramente, estaba feliz.
-Dijiste que no tenías nada para mí, mentiroso- gruño hundiendo su rostro mas en la espalda del otro.
-¿Entonces no quieres tu regalo?- dijo ofendido por las palabras del menor.
-¡Si lo quiero! Cualquier cosa que me des me gustaría- rio apretando más su agarre para apegarse más al francés. El mayor parqueo el vehículo y lo ayudo a bajarse de allí, mientras escuchaba a una persona gritando a lo lejos y veía con temor al lugar que habían llegado...de no ser por Arthur no hubiese puesto un pie en ese lugar lleno de suicidas que se quieren lanzar de miles de metros de altura, siendo sostenidos solo por una soga ¡UNA!
-Bueno...lo peor que podía pasar es que me desmaye del susto al saltar- susurro con un ligero temblor en su cuerpo.
-¿Qué dijiste?- no había escuchado bien las palabras del mayor.
-Nada amour- rio nervioso mientras sacaba el mp3 que anteriormente Arthur le había dado y ponía los audífonos en los oídos del pequeño.
-Hasta que te diga cuándo, no puedes quitártelos ¿sí?- sonrió mientras ponía "Play" a la grabación que él había hecho hace algún tiempo.
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Se escuchaba claramente el ruido de una cascada a lo lejos y los pajaritos cantando alegremente por el valle, creando un ambiente relajado. Cerró sus ojos sintiendo aquellos sonidos e imaginándose un bello paisaje en su mente
"Está empezando el verano"
"Las hojas de los árboles son verdes, y el cielo es celeste"
"Puedes ver a las aves volar ¿cierto?"
En su rostro apareció una sonrisa, increíblemente podía ver las aves volando en el cielo celeste como lo describía Francis. Todo lo que antes era negro, había tomado colores. Podía ver los arboles por todos lados, los pájaros de diversos colores y un hermoso valle.
Una canción suave y serena comenzó a sonar.
"Estas parado cerca de un precipicio, que está pasando el puente y cerca nuestro hay un lago"
"El color del agua es turquesa"
"La luz del sol es tan brillante y cálida que da energía a nuestro día"
"Ahora, Vamos hacia el puente"
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Ambos se encontraban ahora listos para saltar. Ya las sogas habían sido amarradas a sus pies, y Arthur se había quitado los audífonos, pero aun así, podía seguir viendo el hermoso paisaje.
Francis miro hacia abajo y después deseo no haberlo hecho. En ese mismo segundo sintió su estómago dar un vuelco.
-Fran...- susurro alzando su mano hacia el cielo- puedo ver el viento- rio.
With you... everything seems so easy.
-B-bien...ahora vamos a saltar a ese viento- dijo con los nervios de punta, sentía que se iba a morir si saltaba desde esa altura.
With you my heartbeat has found its rhythm
-¿Estas Listo?
With you I'm so close to finding my home
-Si-
With you I'm so close to finding my home
Cogió la mano del británico entrelazando sus dedos y lo abrazo contra su pecho, abrazándose el uno al otro.
With you I'm so close to finding my home
Y entonces se lanzó junto al menor al acantilado, mientras gritaba...
¡Feliz Cumpleaños, Arthur!
With you I don't care if I'm a little bit crazy
Cause with you nothing's wrong
Grito cuanto aguanto su garganta, mientras abrazaba al menor con fuerza. Arthur sonreía felizmente. Había cumplido su sueño de saltar en Bungee. Abrió sus ojos...podía ver todo el paisaje descrito por Francis...
I was broken I was wasted
Milagrosamente no había muerto en el salto. Ahora salía del lugar junto a Arthur. Había comenzado a llover.
Then you came like an angel in the rain
Corrieron hasta un lugar cubierto, huyendo de la fuerte lluvia que comenzaba a caer en Londres.
Love used to slip through me
like water slips through hands
Se sacó su abrigo y lo puso sobre el menor, para que cuando salieran se cubra de la lluvia.
But with you it changed I know
I feel I'm closer to your heart
Vamos- sonrió. Entonces comenzaron a correr, a través de la lluvia.
I am run run running to you
and I'll keep you safe forever
through the tears
trough the love and all the nights we share
I am run run running to you
and I'll keep you safe forever
don't you know my love don't you know
Two hearts can beat as one
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Estaciono la moto en frente de la casa del británico y ambos bajaron. Ya era de noche. Francis a pesar de estar algo empapado se sentía bien, sentía una calidez extraña en el corazón. Latía rápidamente.
De repente se acordó de algo muy importante para él, un regalo que solo daría a la persona que amara de verdad. Toco su cuello sintiendo allí aquella cadena y se la saco, para ponerla en las manos del británico.
-¿Qué es esto?- pregunto parpadeando seguidamente.
-Es la cosa más preciada para mi, era de mi padre, me lo dieron cuando el murió hace 4 años, desde entonces esa es la cosa más importante para mí- Arthur toco aquel objeto sintiendo allí un silbato de plata.- Intenta soplar- el menor obedeció y llevo aquel objeto a su boca, y soplo, escuchando como este transmitía un sonido que se podía escuchar por todo el barrio.- Cada vez que me necesites, sóplalo- sonrió.
-¿Y tú vendrás corriendo hacia mí? ¿Cómo un superhéroe?- pregunto con una pequeña sonrisa.
-Por supuesto, seré tu héroe, mon petit- rio felizmente. Entonces sintió la mano del menor sobre su rostro, acariciando con delicadeza todas sus facciones, pasando sus dedos por la comisura de sus labios. El también acaricio el rostro del pequeño, y ambos se acercaron aún más, hasta fundirse en un dulce y tierno beso.
-Francis...- susurro el británico cuando se separaron de aquel beso.
-¿Oui, amour?-
-¿Puedo pedirte otro regalo de cumpleaños?- pregunto algo tímido mientras apoyaba su cabeza en el pecho del francés.
-Está bien, estoy de buen humor, así que pídemelo- sornrio abrazando al inglés con delicadeza.
-Nunca desaparezcas sin mi permiso ¿sí? ¿Me lo prometes?- pidio como una súplica, mientras se apegaba más al cuerpo del mayor, sintiendo aquel embriagante calor.
-Mm....no lo sé....- se rio para hacerle una pequeña broma al menor
-¡Oye!- reclamo frunciendo un poco el ceño, más nuevamente una pequeña sonrisa afloro su rostro al escuchar las palabras del francés.
-Jajaja, está bien, te lo prometo.- acaricio la mejilla del británico y lo beso nuevamente, sintiendo ese dulce sabor de sus labios.- prometo nunca irme sin tu permiso, mi pequeño ingles enojón.