# Capítulo 13: De felicidad a tristeza. #
A la mañana siguiente.
-Mamá. Aladdin... el me preocupa. Crees que... no se, ¿podría quedarme a dormir más noches con él?
-¿Sientes que eso podría ayudarle en algo?
-Si.
-Si eso te hace feliz~.
-¡Mucho!
-Esta bien-. Sonríe-. Sigue a tu corazón hijo.
-¡Gracias mamá!
-Apuesto a que quieres ir a verlo lo más pronto posible ¿no?
-¡¿Se me nota mucho?!
-Si Ali. Anda ve a verlo.
-¡Eres la mejor!-. Se acerca a abrazarla y besar su mejilla para después salir.
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Alibaba toca la puerta y no recibe respuesta.
-Tal vez salió. ¿Será buena idea usar esto tan rápido?-. Saca la llave de su bolsillo.
-¿Qué vas a usar?
-¡¿Kougyoku y Judal?!
-¿Por qué esa cara de baboso?
-No esperaba que estuvieran por aquí. ¿Buscaban a Aladdin?
-Si, veníamos de visita y a traer regalos-. Responde Kougyoku.
-Ya veo, entonces tienes llave y todo ¿eh?-. Judal se las arrebata de la mano a Alibaba y abre la puerta.
-¡Judal!
-¿Qué? Las ibas a usar de todos modos ¿no?
-Si pero...
-¡Ya estoy adentro!
Alibaba suspira fastidiado y todos entran a la casa.
-No me mires así. Sería más peligroso que estuvieras solo. No se sabe que podrías hacerle al enano mientras duerme.
-¡Yo no soy así!
Escuchan un silbato y poco después ven algo caer en el buzón del panadero.
-Ya llegó la correspondencia del enano-. Se acerca Judal y saca el contenido.
-¡No hagas eso!
-Si Judal-chan no esta bien que hagas eso.
-Veamos, su recibo de luz. Aburrido y una carta.
-¡Suéltala Judal!
El azabache huye ágilmente de Alibaba mientras lee en voz alta.
-"Aladdin bla bla bla bla bla... ¡¿Ven a París?!
-Mentiroso, no dice eso.
-¿En serio no me crees? Pues léelo por ti mismo. Mira aquí-. Le extiende la carta y le señala dónde estaba escrito eso.
-Es verdad... ¿un amigo de su papá? Pero... ¿por qué hasta ahora?
-Según esto no se había enterado de lo que pasó con sus padres hasta hace poco. Y quiere pagar sus estudios para que sea un buen pâtissier.
-No puede irse-. Se dice así mismo Alibaba.
-Pero sería una buena oportunidad para Aladdin-. Agrega Kougyoku.
-No le des esa carta Judal.
-¿Qué?
-Si no la lee entonces no sabrá de ello.
-Ya si quieres enciérralo.
Hubo un largo silencio.
-No cortes las alas del enano.
-¡Tú no sabes!
-¡¿Saber qué?! ¡¿Que prefieres arruinar su futuro por tu egoísmo?!
-Yo... tienes razón, soy de lo peor. ¿En qué estaba pensando?- se sienta con la vista perdida en una de las sillas-. Aladdin merece ser feliz.
-¿Chicos?
-Ala... ddin.
-Será mejor que los dejemos solos Judal-chan.
-Bien-. Acepta de mala gana y ambos salen de la casa.
-¿Qué sucede Alibaba-kun? ¿Te sientes mal?
-No... te llegó esta carta. Perdón... por abrirla.
-¿Ugo?
-Si, al parecer era un buen amigo de tu padre.
Aladdin lee la carta y después observa a Alibaba quien no apartó la vista de él.
-¿Vas a ir? Sería una buena oportunidad.
-Si, lo sería...
-Yo... te voy a extrañar mucho. Pero se que será algo bueno para ti-. Se acerca a abrazarlo-. Si te es más cómodo olvidarme, hazlo. No deseo ser un lastre para ti. Después de todo serán unos años.
《¿Si le digo que yo siempre lo amaré me convertiré en un lastre para Alibaba-kun?》
-Se feliz Aladdin.
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