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1957 por SungHyelie

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Notas del fanfic:

Volví, esta vez con algo diferente (como dije en el resumen).

En este one-shot intenté salir de lo convencional, ya saben, aquellas historias que todos en algún punto nos cansamos de ver (clichés).

En fin, en esta pequeña historia solo hay una regla: Déjame jugar con tu imaginación.

 

He dejado hipervinculos por si quieres ver las imagenes o escuchar la música, como he dicho antes, creo que ayuda mucho a ambientar, pero es tu desición.

 

Sin más, que lo disfrutes.

 

Psdt: Puedes dejar RVW´s, es gratis :D

Los pies de un hombre se arrastran escaleras abajo, sus pantuflas se mueven muy lentamente en dirección a la cocina de aquella pequeña pero acogedora casa. Sus manos, ahora arrugadas, siguen sosteniendo aquel precioso anillo de oro entre sus dedos largos. Al entrar en la cocina, una mano gentil e igualmente rugosa, lo recibe con una taza de café. El rostro que antes fue terso y rosado, había adquirido arrugas y un tono pálido con el paso de los años, aunque para él, seguía siendo el amor de su vida.

 

—Vamos, preparé tostadas.— le dijo con un tono de voz más acabado mientras le sonreía.

 

Antes de caminar y sentarse en la silla Minho da un sorbo a su taza notando por primera vez en tanto tiempo que el sabor es exactamente igual al de hacía cuarenta y siete años. Al terminar su sorbo de café, unos labios, esta vez no tan suaves, se posan sobre su mejilla y pronuncian el “Buenos días” de cada mañana.

 

—Buenos días, Taemin.— responde sonriente, como hacía cada día desde que lo había conocido.

 

Camina lentamente hasta la silla del comedor y se sienta tan rápido como sus rodillas se lo permiten. El hombre antes castaño toma asiento frente a Minho dejando el plato con tostadas en el centro. Minho las aparta con dulzura y las mejillas de Taemin, antes redondas y carmín, suben un poco formando una sonrisa. Pone las manos con las palmas hacia arriba sobre la mesa y Taemin no tarda en enlazarlas con las suyas, el más alto acaricia con los pulgares el dorso de su mano y lo mira agradecido. Taemin únicamente ensancha su sonrisa. Al terminar el desayuno, ambos lavan los platos, Minho enjabona mientras Taemin enjuaga, hacia apenas unos años, se había vuelto la parte más interesante del día. Al terminar caminan a la sala y se sientan en el sofá luego de encender el televisor. Minho no puede evitar pensar que a su lado esta Taemin. La edad le provoca sueño y finalmente se queda dormido.

 

 

Se encontró de pronto en 1957, dentro de “Angel´s Club”, el billar más famoso de la ciudad en ese tiempo. Se mira a sí mismo en una vitrina y puede ver sus pantalones de mezclilla y chaqueta de cuero quedarle a la perfección, pero no le sorprende pues aún no sabe que es solo un sueño.

 

—¡Hey Kang!— saluda a su amigo mientras toma un taco y camina a la mesa de juego.

 

—Choi, ¡Qué gusto!

 

—¿Una ronda?— sonríe pícaro recargándose de la mesa.

 

—Yo puedo jugar…— la voz a sus espaldas, aterciopelada y firme lo hace girar.

 

—Bien, la apuesta son dos mil wons.

 

—Es un trato justo.— el chico castaño toma un taco y lo sigue hasta la mesa.

 

Después de unos minutos el más bajo gana la ronda metiendo la bola negra, la azul y la verde de un tiro.

 

—Me parece que gané.— comenta el chico apartando un mechón de cabello de su frente.

 

—Wow.— se sorprende Minho al ver aquel truco.— ¿Puedes enseñarme a hacer eso?

 

El otro lo mira con desconfianza pero se acerca a él pasados unos segundos.

 

—Tomas el taco así.— su mano se posa firme sobre la del otro y lo nota tensarse.— Y ahora tira con fuerza.— no despega el tacto y Minho da un tiro certero metiendo de una cuatro bolas.

 

—Eres bueno en esto.— comenta con calma.

 

—Sí, bueno…

 

—¿Estas libre? Hay un lugar cerca de aquí que tiene buena música.

 

—¿Me estas invitando a salir?— sonríe cruzando los brazos.

 

—Si quieres verlo de ese modo…— corresponde a la sonrisa extrañamente.

 

Se encontraban fuera de “Cold Swim”, un lugar para jóvenes donde la rockola de madera estaba llena con música del momento.

 

—Luce costoso.— Se impresiona el chico.

 

—El dinero no es problema para mí. Aquí venden un helado delicioso y tienen mucho ambiente, vale la pena.

 

El castaño se cruza de brazos y ríe para sí.

 

—¿Pasa algo?— pregunta Minho temiendo verse como un tonto luego de entrar y encontrar una mesa vacía.

 

—No sé tu nombre.

 

Ambos ríen fuerte y estrechan las manos.

 

—Choi Minho.

 

—Lee Taemin.— ríe con ganas de nuevo.

 

Una mesera pin-up se acerca a ellos mientras ríen y pregunta por su orden.

 

—Un helado napolitano y una malteada de fresa.— pide rápidamente Minho.— Tú…

 

—Lo mismo.— responde Taemin con una sonrisa.

 

La chica se aleja a la cocina patinando y los deja solos. Se miran fijamente por un momento, y especialmente Minho se ve cómodo con su compañía. La rockola de pronto comienza a tocar a Elvis con JAILHOUSE ROCK, ambos se miran sorprendidos, como esperando que el otro quisiera o supiera bailar.

 

—Vamos.— pide Minho rápidamente al escuchar el segundo acorde.

 

Taemin se levanta pero toma asiento enseguida.

 

—Nos están mirando.—murmura incomodo.

 

Minho regresa a su asiento intentando complacer al otro. Mira a las personas bailando y divirtiéndose cuando una melodiosa voz comienza a sonar frente a él.

 

Let´s rock, everybody, let´s rock…— comienza Taemin. Minho sonríe y sigue su juego.

 

Everybody in the whole cell block.— ambos explotan en risas.

 

—Me encanta esa canción.— comenta Taemin.

 

—A mí igual.

 

La chica pin-up de antes regresa con sus órdenes justo cuando empieza a sonar Love me tender, definitivamente es el año de Elvis.

 

Love me tender, love me sweet…— vuelve a cantar el castaño tan concentrado que cierra los ojos.

 

—Vamos.— insiste Minho tomándolo de la mano, Taemin instintivamente se suelta.

 

—Nos van a ver…

 

—Vamos, venimos a divertirnos ¿no es verdad?—extiende nuevamente su mano y esta vez Taemin la toma luego de pensárselo dos veces.

 

Llegan a la pista y comienzan a bailar, como si nadie más estuviera ahí, ríen y sienten que se tienen el uno al otro.

 

Al salir de “Cold Swim” Minho se ofrece a llevar a Taemin a su casa y este, al habérselo pasado bien, decide aceptar el ofrecimiento. Suben a la Dkw 125 Rt negra y salen hacia su casa. Minho empezaba a manejar y probablemente ese fue el detonante del accidente, de un momento a otro se vio a sí mismo salir disparado de la motocicleta y a Taemin tirado a un costado suyo con sangre cubriéndole el castaño cabello.

 

 

Abrió los ojos instintivamente, con la respiración agitada, una mano avejentada le acaricia la mejilla y él la toma entre las suyas besándola. Taemin lo mira preocupado pero aún así le sonríe.

Minho acaricia su cabello gris hacia atrás y al hacerlo, nota como la herida de hacia tantos años sigue ahí. Lo besa en la cicatriz y suspira sabiendo que ya no había nada que pudiera hacer por ello. Se levanta del sillón, mira su reloj de mano y ayuda al otro a levantarse.

 

—Vamos a vestirnos o llegaremos tarde.

 

—¿Tarde? Eso jamás. — ríe y ambos se ayudan a subir las escaleras.

 

Minho se pone su traje verde oliva y Taemin el traje azul marino que habían comprado con algunos días de anticipación. Al terminar de colocarse el saco, Taemin ayuda a Minho anudando su corbata. Se sonríen y Minho no puede evitar darle un beso en los labios. El Chevy Fleettline negro los espera afuera con un chofer exclusivamente para esa noche.

 

El hombre estaciona el auto fuera de lo que antes era “Angel´s Club”, el lugar para jóvenes en donde se habían conocido y ahora solo era “Angel´s” el restaurante con jardín más bonito a sus ojos.

 

—Luce costoso.— vuelve a decir el hombre más bajo. Minho sonríe de lado recordando la primera impresión del otro al ver “Cold Swim” por primera vez.

 

—El dinero no es problema para mí. Aquí venden un helado delicioso y tienen mucho ambiente, vale la pena— responde sonriente y Taemin se da cuenta de lo que intenta hacer.

 

—Hoy es el año de 1957. Esta noche podemos volver a ser como antes ¿cierto?

Se sonríen, la mirada de ambos se cruza por unos momentos.

 

—Venga Tae, entremos, tengo algo especial.

 

—Sorpréndeme— ríe y entran al lugar tomados de la mano.

 

Hay una mesa con mantel blanco en el pasto, sobre ella una botella de vino blanco, copas y un ramo de rosas rojas.

 

— ¿Sorprendido?— cuestiona Minho sabiendo de antemano la respuesta.

 

Taemin lo besa y abraza fuertemente, como si no quisiera dejarlo ir nunca y murmura en su oído: "Me encanta".

 

Se sientan a comer y al terminar Minho hace una seña con la servilleta. Enseguida tres hombres hacen entrar una maquina gigante en un carrito. Taemin se cubre la boca con ambas manos y comienza a llorar mineras repite la palabra "imposible".

 

—Vamos, nadie nos ve.

 

Ambos se levantan muy lentamente y enlazan las manos, Minho lo toma de la cintura y Taemin posa la mano sobre su hombro. El alto asiente con la cabeza y la rockola comienza a sonar con Love me tender, la misma canción de hacía tantos años.

 

(Puedes escuchar la canción ahora picando aquí)

 

Love me tender, love me sweet, never let me go…— empieza cantando Minho.

 

Taemin sorbe por la nariz y sigue el coro.

 

You have made my life complete and I love you so…— sus ojos llenos de arrugas dejan rodar una lagrima por su mejilla, lagrima que Minho limpia con el pulgar rápidamente.

 

Taemin suelta la mano de Minho y lo abraza pegándose a su pecho mientras llora. Minho recarga su barbilla en su cabeza y acaricia su espalda con suavidad.

 

—Gracias. — murmura Taemin entre sollozos.

 

—Yo debería agradecerte a ti. — continúan balseando a la luz de las estrellas sabiendo con certeza que no importa cuánto tiempo pase, sus corazones seguirán enamorados cada día más.


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