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Drive my car. por Galaxy Diamond

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Los muchachos se fueron al club gay en el automóvil de Suga.

Hoseok iba muy pensativo.

La noche anterior había estado observando a Taehyung en su recámara, por la ventana de su despacho.

Como ambas habitaciones estaban frente a frente, se podía ver con toda claridad lo que hacía el muchacho en su recamara.

El arquitecto Jung había tomado la costumbre de apagar la luz por la  noche, antes de irse a su casa y quedarse meditando un rato en su sillón.

Llevaba unos pocos minutos sentado y pensando en muchas cosas, cuando vio a Taehyung quién llegó en el automóvil de Jimin como siempre. El menor subió a su habitación después de despedirse de Jimin.  

Como todas las noches, Tae se quitó su saco y lo acomodó, prolijamente en el closet. Sacó la estola morada de una caja de madera, y luego, se arrodilló en un reclinatorio que estaba frente a un crucifijo enorme, colgado en la pared de su habitación. Tomó un rosario y entonces se puso a rezar  fervorosamente.

Hoseok miraba fijamente al muchacho. Era  asombroso que pudiera tener casi toda la visión del cuarto del  chico, pues la ventana era muy  grande. Así que podía ver incluso al chico cubriéndose el rostro en un claro gesto de desesperación.   

Observaba como el cuerpo del menor se convulsionaba por los sollozos, y se inclinaba hacia adelante por la fuerza de su tristeza. Y le dolió en su corazón.

─    “¿Qué te ocurre, niño hermoso?” – Le preguntó, mentalmente, sintiendo que un nudo en la garganta le atenazaba.

Le dieron ganas de llamarlo por teléfono, o bien de ir directamente para saber qué sucedía, pero no se atrevió.

Taehyung duró como cinco minutos llorando y luego, se levantó y se limpió la cara con un pañuelo que llevaba. Colocó la estola con todo cuidado sobre el reclinatorio y también el rosario que llevaba en la mano.

El mayor seguía con mucha atención cada uno de los movimientos que el otro hacía. Finalmente, Taehyung se asomó por la ventana y comenzó a respirar con más tranquilidad. Cerró sus enormes ojos, y su rostro reflejaba una enorme angustia y gran preocupación.

De pronto, se escuchó la voz del señor Kim, y el muchacho salió de la habitación dejando a Hoseok sumido en sus pensamientos.

Espero a que el muchacho regresara a dormir en su recámara y cuando lo vio acostado al fin, sonrió. Al parecer el muchacho se encontraba más tranquilo pues su sueño era relajado.

El ingeniero Jung se levantó, se puso su saco y luego de mirar a Taehyung por última vez, salió de su despacho y manejó hasta su casa para irse a dormir.

Ese sábado en la noche, veinticuatro horas después de haber presenciado lo sucedido con el muchacho Kim, Hoseok llevaba el corazón y la mente repletos de preguntas y cuestionamientos.

Quería ir y preguntarle al otro qué le pasaba y preguntarle si había alguna forma en la que pudiera ayudarlo, pero sabía que quizás no sería bien recibido, pues Taehyung no lo miraba ni le prestaba demasiada atención.

Seguramente, si él lo cuestionaba, no le diría nada e inclusive se podría enojar con él.

─    ¿Sucede algo malo, Hobi? – Le preguntó Jin que lo había observado desde hacía rato. Su joven amigo lucía demasiado callado y circunspecto, para su forma natural de ser.

 

─    No, hyung. No es nada. – Le sonrió, pero su sonrisa no era la sonrisa hermosa de siempre, sino una sonrisa forzada por las apariencias.

 

─    ¿Sabes que puedes contar conmigo para lo que sea, verdad? – Le ofreció.

 

─    Si, hyung. No te preocupes, es solo que estoy cansado y los sábados prefiero quedarme en casa que salir, pero Suga hyung, insistió. –

 

─    Te entiendo, yo tampoco quería salir, pero Yoon Gi dice que veremos algo que es muy importante. Solo quiero llegar al club y saber a lo que se refiere. Luego me iré, como sea, pero me iré a mi casa. –

Ambos estaban sentados atrás de Suga que manejaba su vehículo con todo cuidado. No llevaba a nadie junto a él. Solo iba pensando en el gusto que tendría cuando Hoseok y Seokjin vieran a Jimin haciendo su acto en el escenario.  

 

─    “Ya me las pagarás, Park Jimin” – Pensó feliz, mientras estacionaba el vehículo.

Mientras tanto, Jimin y Jungkook se preparaban para que el menor concursara. No habían podido verse para practicar, pero Jungkook vio durante la semana, algunos videos que Jimin le recomendó. Sin embargo, no haría lo mismo que los otros.

 

─    Tengo preparado un acto que presentaré, hyung. No bailare como todos, bueno… no de la misma manera. Sé que tengo que moverme y desnudarme. –

 

─    Con que hagas eso, es suficiente. – Lo miró pues el menor lucía muy nervioso.

 

─    ¿En realidad crees que tengo alguna oportunidad, Jimin? Quiero que seas absolutamente honesto conmigo. – Lo miró fijamente.

 

─    Tienes un cuerpo bien formado y definido. No te he visto desnudo, pero sé que no eres gordo. ¿No tienes tatuajes, o algo especial? –

 

─    Define “Algo especial” –

 

─    Pues… lunares o verrugas. Cosas así. A veces a los clientes no les gustan, pero otras, les encantan. –

 

─    Tengo un lunar en la ingle, bueno un poco debajo de la ingle. Y tiene forma de corazón. –

 

─    ¿Me lo puedes enseñar? –

 

─    ¡Jimin! – Lo miró, pero veía que el otro hablaba en serio. – Me apenas. –

 

─    Mi querido Jungkookie, dentro de unas horas, varios hombres lo verán. Solo quiero ver si es tan feo que haya que maquillarlo o bien, si es sexy. Solo eso, ni te hagas ilusiones conmigo. – Le dijo, medio risa y medio en serio.

 

─    Claro. Como me encantas. – Y ahora sí, fue pura ironía.

 

─    Enséñamelo ya, anda. – Lo apresuró y Jungkook se quitó el pantalón. Jimin se acercó a la pierna del chico y lo observó. Era un corazón y se veía tierno ahí.

 

─    ¿Y bien? – Le preguntó Kookie, volviendo a vestirse.

 

─    Es bonito. Y se ve sexy en tu muslo. – Sonrió. – Déjalo que se vea, te ayudará a ganar. –

 

─    ¿Habrá un jurado? –

 

─    Claro que sí. Y  yo seré presidente. – Sonrió feliz.

 

─    Entonces… seguro gano. ¿No? – Y le guiñó el ojo coquetamente.

 

─    No necesitas de mi voto. Eres tan guapo y sexy que de verdad, no te llegan ni a los talones. – Y se volvió a reír. Luego se repuso y le dijo:

 

─    ¿Qué disfraz usarás? ¿Trajiste tu máscara? –

 

─    De policía. Y claro que la traje. No saldría sin ella. –

 

─    Pues entonces solo debes relajarte un rato, luego puedes tomar una ducha en mi camerino. Te llamaré cuando sea la hora. No estés nervioso, verás que todo saldrá muy bien. – Y salió del camerino.

Camino algunos pasos cuando escuchó una voz.

─    ¿Jimin, ya llegó tu amigo, el de la máscara? – Le preguntó su jefe, el dueño del bar.

 

─    Ya señor Ho. – Le contestó. El muchacho fue a tomar un poco de agua en la barra. La gente iba llegando poco a poco.

De pronto, Jimin vio a Yoon Gi con Hoseok y Jin que entraban al bar y se sentaban en una de las mesas del frente, justo frente al jurado.

─    ¡Maldición! – Se dijo furioso. La presencia de esos tres le echaban a perder la noche. No podía permitir que lo vieran ahí. Pensaba que lo echarían del trabajo cuando supieran que trabajaba de stripper.

Pensó decirle a Jungkook, pero primero fue a hablar con su jefe. No podría ser miembro del jurado.

─    Pero Jimin… primero me ruegas que te deje ser el presidente del jurado y ahora me dices que siempre no. ¿Quién te entiende, dime? –

 

─    Surgió un pequeño problema, señor Ho, pero… ponga a Siwon, él estará feliz de ser parte del jurado. Por favor. –

 

─    ¿Qué pasó? Dime y lo resolveré. – Lo miró con simpatía. – Ya sabes que si alguien te molesta solo tienes que decirme y le parto el trasero. – Le ofreció.

 

─    No es eso. Es que… mis jefes están ahí afuera y no quiero que me vean, es por eso. – Le confesó al fin.

 

─    ¿No les has dicho que también trabajas aquí? ¿Acaso te da vergüenza? – Lo cuestionó.

El señor Ho era como un padre para Jimin. El verdadero padre del menor no era precisamente muy tolerante y Jimin sabía que si le confesaba su trabajo en el bar, lo medio mataría a golpes. Pero el señor Ho era un hombre comprensivo y sabía que en la vida, a veces, hay que hacer cosas que no nos gustan.

─    No les he dicho, pero pienso hacerlo. Algún día, pero no sé cuándo. – Le dijo al fin.

 

─    No les digas si no quieres, nadie puede cuestionar lo que haces fuera del trabajo. Es tu vida y ya. Pero no es bueno andarse escondiendo de la gente. Eso es lo que me preocupa. – Le explicó.

 

─    Lo sé. – Lo miró y sonrió. – Gracias señor Ho, usted es tan tolerante y comprensivo. –

 

─    No agradezcas y corre a decirle a Siwon que será jurado para que se prepare. Tú mantente bien escondido de esos tipos. –

 

─    Claro, hyung. Lo haré. – Y salió para decirle a Jungkook que ahí estaban los jefes, pero ya no pudo pues el menor se estaba bañando y cerró el camerino con llave.

 

─    “Al rato regresaré para decirle”. – Se prometió Jimin, pero se fue a cenar algo.

Jungkook salió de bañarse y luego se vistió. Se puso un bóxer blanco, sin darse cuenta que se transparentaba todo. Encima se puso el uniforme de policía y al fin, el gorro. Se miró al espejo y le gustó lo que veía. Salió hacia la pista, pero Hyori lo miró y le dijo:

 

─    ¿Participarás en el concurso, Kookie? – Se veía feliz por la idea.

 

─    Eh… sí. – La miró y sonrió, tratando de estar tranquilo. Sabía que le gustaba a esa chica, pero sus nervios eran por el concurso más que otra cosa.

 

─    ¿Me permites sugerirte que te pongas delineador? – Le dijo la chica, sacando su delineador del bolso.

 

─    Pero… ¿No se verá exagerado? –

 

─    Para nada, en el escenario no se ve bien. Debes resaltar tus ojos y así le gustarás a más gente. –

 

─    Pero llevaré máscara. –

 

─    De todos modos, la máscara enmarcará tus preciosos ojos, oppa. -  Le dijo  y le puso un poco de delineador. Jungkook se miró al espejo y asintió.

 

─    Se ven bien. – Le dijo al mirarla, sonriendo.

 

─    Eres un hombre muy guapo, Jungkook. De verdad. – Hyori se lo comía con los ojos y entonces, incómodo, Jungkook se alejó.

 

─    Debo ir a la pista. Nos vemos después. – Y se alejó, dejando a la chica extasiada por él.

 

─    Buenas noches, damas y caballeros. – Les dijo el señor Ho al público presente. – Ésta noche tenemos el concurso de strippers. Tenemos un jurado integrado por los mejores muchachos que han bailado en éste club. – Y presentó a Siwon, y los otros dos miembros del jurado. Luego continuó. – Comencemos con el concurso y por favor, no olviden votar por su favorito. Recuerden que cada vez que votan, les regalamos un trago extra. – Y entonces la música comenzó.

 

─    Bola de maricas. – Murmuró Suga, molesto.

 

─    Si tanto te molestan. ¿Qué hacemos aquí, Yoon Gi? – Le preguntó Jin.

 

─    Solo espera. Te llevarás una preciosa sorpresa, hyung. – Le dijo, refiriéndose a Jimin.

 

─    Está bien. – Seokjin suspiró, acomodándose mejor en la silla. Trataba de extender su pierna para que no se hinchara, pero estaba incómodo, así que comenzó a mirar alrededor para distraerse. Sin embargo, cuando empezaron a bailar, miró al escenario.

Los concursantes bailaban muy bien, con toda su sensualidad y el alma puesta para ganar. Al final, le tocó su turno a Jungkook.

─    Nuestro último concursante de ésta noche se llama Bunny Satán. – Lo presentó el animador y Jungkook subió al escenario con su disfraz de policía y la máscara negra, estilo Batman. – Pues… adelante, Bunny. – Y el presentador bajó del escenario, dejando a Kookie solo con el público.

La música que Jungkook eligió era muy lenta. Era la versión instrumental de “Let me Know” de BTS. No quería bailar como una zorra loca, moviendo el cuerpo de manera vulgar y sin razón. Quería hacer algo que fuera casi artístico, pues de esa manera podía alejar de su mente que estaba vendiendo su cuerpo.

Sus ojos miraban fijamente al frente. No miraba a nadie en particular, pues estaba muy apenado. Pero también era muy orgulloso y quería ganar, así que sin más, comenzó a moverse como un gimnasta.

Había visto algunos videos de gimnastas en internet y había puesto su rutina en base a eso. Así que su figura era elegante y con mucha gracia. Con el solo movimiento de sus piernas, abriéndose como tijeras dentro de los pantalones apretados a su piel, los hombres comenzaron a babear.

Se levantó después de una vuelta hacia atrás y comenzó a desabrocharse la camisa. La abrió por completo y se acarició sus pectorales, remojando los labios con su lengua. El público gritaba como loco.

Jin observaba al chico y lo atraía. No sabía por qué, pero los movimientos tan elegantes del muchacho le llamaron la atención y de pronto, se sintió excitado.

Seguía con la vista las manos de Bunny Satán, mientras  acariciaban su torso desnudo, especialmente en los pezones. Los hombres más cercanos al escenario comenzaron a aventarle dinero, y el chico los ignoraba, enardeciéndolos.

Seokjin tomaba de su bebida. No le gustaba el alcohol, pero de pronto sintió los labios resecos. Observaba la lengua de Jungkook lamiendo sus labios y cada vez que él lo hacía, el mayor lo repetía, como si se besaran.

Al fin el chico se quitó el pantalón y fue la locura total, pues el bóxer no dejaba nada a la imaginación. Se giró cuando la melodía casi terminaba y entonces Jin recorrió las piernas del menor con la mirada y vio el lunar en forma de corazón en la ingle del chico y adivinó.

─    “Ese chico es Jungkook”. – Determinó de pronto, con una seguridad absoluta.

Siguió recorriendo el cuerpo del chico y no podía creer que éste hubiera ido a concursar ahí. Simplemente no podía ser. Debía estarse confundiendo, pero ese lunar él ya lo había visto antes en la ingle de Kookie, un día que lo metió a bañar y se puso un short para no mojarse.

─    “No puede ser Jungkook. Simplemente es imposible que éste chico sea Kookie. Él me dijo que iría con Jimin a un trabajo y él nunca me ha mentido. Nunca.” – Concluyó, incrédulo.

 

Jungkook terminó de moverse, porque no había bailado realmente, y luego recogió el dinero que puso en su gorro de policía.

Sin embargo el público enardecido comenzó a gritar: “Fuera máscara” de manera insistente.

El señor Ho se dio cuenta que sería necesario que el chico mostrara su rostro y fue a buscarlo.

─    Jungkook. ¡Lo hiciste genial! – Le dijo sonriendo.

 

─    Gracias, señor Ho. – El chico llevaba una bata blanca, que en realidad era de Jimin. Estaban en el camerino de Jimin.

 

─    Sí. Mira…. Necesito que regreses y… y te quites el antifaz, por favor. – Le pidió, algo incómodo.

 

─    Pero usted…. Usted me dijo que podía concursar con el antifaz. No quiero que nadie me reconozca. –

 

─    Pero la gente lo pide. Y ellos son los que votan. Si quieres ganar de verdad, hazlo. De manera rápida, pero hazlo. – Luego tomando su mano agregó. – Por favor. –

 

Mientras tanto, Jin se sentía mareado. Tocó a Hoseok del hombro y le dijo:

─    Quiero irme, no me siento bien. – Le dijo y en realidad se veía algo pálido.

 

Hoseok lo miró y de inmediato le dijo a Suga.

─    Debemos irnos. Jin no está bien. –

 

─    Pero… - Iba a protestar, pero Hoseok fue tajante.

 

─    O nos llevas tú, o buscaré un taxi, pero no seguiremos aquí por más tiempo. – Y se levantó.

 

─    Está bien. – Les dijo y entre los dos ayudaron a Jin a salir del lugar. Ya afuera, respirando el aire puro de la noche, el mayor se sintió mucho mejor.

De pronto, el alcohol y la excitación, más la sorpresa de creer haber visto a Jungkook en el escenario lo habían sobrepasado.

Respiró con profundidad, y sus pulmones y cerebro se despejaron.

─    ¿Te sientes mejor, hyung? – Le preguntó Hoseok preocupado.

 

─    Si, Hobi. No fue nada, solo es que no estoy acostumbrado al alcohol, el humo de cigarros y el ambiente tan ruidoso. Creo que me estoy haciendo viejo. – Sonrió.

 

─    Claro, eso debe ser. -  Le sonrió también, más tranquilo al ver a su hyung relajado.

 

─    ¿Qué querías que viéramos ahí, hyung? – Le preguntó Hoseok a Suga.

 

─    Quería que vieran a Jimin, haciendo su show. – Les soltó.

 

─    ¿Jimin trabaja de stripper? – Le preguntó Hoseok, incrédulo.

 

─    Sí. Y todos los fines de semana viene aquí y se ofrece como la puta que es. Quiero que lo saquemos de la empresa. No debe haber gente así, con nosotros. –

 

─    ¿Tú vienes a verlo, hyung? – Preguntó Hoseok inocentemente.

 

─    Yo vine un día. Me invitaron unos amigos y no sabía que era un bar gay, entonces vi a ese… mocoso. – Les dijo, ocultando su secreto.

 

─    ¿Por eso lo odias? ¿Porque sabes que es stripper en un bar gay? – Dijo Jin. – A mí no me afecta que sea lo que quiera en su tiempo libre. – Decidió.

 

─    ¿Te gustó ver a esos… perros paseando su cuerpo como putas? – Le preguntó Yoon Gi incrédulo.

 

─    Pues no me disgustó. – Le Contestó sonriendo. - Es su trabajo y ya. Es su vida. Yo no tengo porqué meterme en eso. –

 

─    Y Jimin es muy eficiente como ingeniero. Todos están súper contentos con él. Por otro lado… yo no lo vi ahí. ¿Tú lo viste, hyung? – Le preguntó Hobi a Jin.

 

─    No. Tampoco. – “Solo creí ver a Jungkook” pensó, pero no dijo nada.

 

─    ¡Son ustedes dos blandengues! Pensé que eran más duros, pero me están decepcionando amigos. – Les dijo Suga exasperado, para luego ignorarlos.

Hoseok y Jin se miraron y sonrieron. Sabían que para Suga, equivocarse era algo muy fuerte.

─    Lo siento, hyung. Si hubiera visto a Jimin, podría apoyarte, pero de verdad, no lo vi para nada. –

 

─    No estaba. El muy… desgraciado supo que vendría y huyo como el cobarde que es. – Le contestó.

 

─    Hablaré con él mañana mismo. – Le ofreció Hoseok.

 

─    Yo hablaré con él y me va  a oír. Claro que me va a oír. – Dijo Suga, tajante.

 

Jungkook aceptó salir al escenario y quitarse el antifaz. Se puso el disfraz de policía y entonces enfrente del público, se arrancó la máscara que ocultaba su rostro.

─    ¡Eres hermoso! ¡Eres el mejor! ¡Ven caramelito, ven! – Le gritaban muchos hombres. El chico, de verdad, había causado conmoción.

Agradeció con una reverencia y luego, al fin, se retiró. Jimin lo esperaba en el camerino.

─    Jungkook, lo hiciste genial. Sé que serás el ganador, seguramente tendrás el dinero. – Lo abrazó con gusto.

 

─    El señor Ho me obligó a quitarme el antifaz frente al público.  – Le dijo un muy molesto Jungkook.

 

─    ¿Frente a todos? – Pensó en Suga, Jin y Hoseok, pero no dijo nada. No quería que Jungkook se enojara con él por ocultarle algo así.

 

─    Sí. – Y luego se cambió de ropa y se fue con el señor Ho.

 

─    Mañana te daré el cheque del ganador, Kookie. Lo hiciste genial. ¿No te interesa trabajar aquí? Serías la sensación. – Le dijo entusiasmado.

 

─    Para nada. Solo fue por el concurso, y por el dinero, pero no volveré a desnudarme de esa manera. Me sentía como… como una puta barata con minifalda, lo odie. – Le contestó.

 

─    Bueno, como quieras. Pero ya sabes, cuando necesites trabajo y dinero fácil… aquí estamos. – Y sonrió.

Jungkook solo le hizo una reverencia y salió.

Tomó una bocanada de aire puro y luego se recargó en la pared. Esperaba a Jimin y que lo llevara a la casa de Jin.

No había visto a nadie. Las luces del escenario le daban directamente en la cara y no vio al público que estaba a oscuras, así que no se enteró de que Jin había estado ahí, sin embargo, aunque él no reconoció a nadie, varios hombres lo grabaron con su celular.

 

Jimin iba manejando su auto después de dejar a Jungkook en la casa de Jin. Se despidieron en silencio, pues ambos tenían demasiados pensamientos en la mente.

─    “¡Maldito Yoon Gi! Llevaste a Hobi y a Jin para que me vieran en el club” – Pensó, pero luego sonrió por haberle dado un fiasco al mayor.  Sin embargo, sonrió mientras seguía con sus pensamientos. -  “Mañana me burlaré de ti, en tu cara idiota, debes estar revolcándote en tu veneno ahora mismo y me alegro por eso” – Al fin, llegó a su casa y subió a su loft para descansar.

Antes de dormir, llamó a Taehyung, como le había prometido.

─    ¿Taehyung? – Preguntó cuándo el menor contestó.

 

─    Jimin. ¿Cómo fue todo? – Le preguntó tratando de mostrarse normal, ocultando la preocupación que lo embargaba y que no lo dejaba dormir bien.

 

─    Genial, mi amigo ganó. –

 

─    Vaya. Pues me alegro, Jimin. – Le contestó.

 

─    ¿Te desperté, Tae? –

 

─    No, a decir verdad, me desperté hace unos minutos. Hace demasiado calor. – Le dijo.

 

─    Mañana… ¿Podrías acompañarme a Busan? –

 

─    Claro, por supuesto. –

 

─    Bueno, entonces paso por ti como a las once de la mañana. Antes tengo que ir a la obra, por unas cosas. Buenas noches, Tae. Y trata de dormirte, no quiero llevar a un panda conmigo. – Bromeó.

 

─    Claro. Buenas noches, Jimin. – Le dijo para al fin cortar.

 

Jungkook entró a la casa y subió tratando de no hacer ruido. Sabía que, por la hora que era, Jin estaría dormido, pero quería checarlo. Sentía que esa era su responsabilidad.

Así que entró a la recamara del mayor y, aún con la oscuridad que hacía, entró a la habitación. Se acercó a la cama y vio a Jin, completamente dormido.

De pronto, se dio cuenta de que la cobija no lo cubría todo en la espalda y entonces se asomó la ropa del mayor.

Jungkook sonrió pues el mayor no se había puesto el pijama.

─    Hyung, siempre eres tan distraído. – Le susurró, pero sin esperar respuesta.

Se acercó y con cuidado lo destapó y luego, con toda la familiaridad que tenían, le quitó el suéter y la camisa que llevaba. Entonces Jin se despertó.

─    ¡Kookie, ya llegaste! – Le dijo, sonriendo.

 

─    Si, hyung. – Le sonrió también, mientras le ayudaba a ponerse la playera. – Disculpa que te despierte, pero no debes dormir con ropa. – Le dijo.

 

─    Está bien. –

Jungkook lo giró para quitarle el pantalón, pero Jin se sintió apenado de repente y le quitó las manos de sus piernas.

─    Yo puedo, Kookie. – Y se desnudó para cambiarse por el pantalón del pijama. Luego se cubrió rápidamente.

 

─    ¿Estuviste bien, hyung? El mayordomo me dijo que saliste. Debiste llamarme para que te llevara. – Le reprochó.

 

─    Fui con Suga y Hobi. –

 

─    ¿A dónde? – Le preguntó, con toda naturalidad.

Jin lo miró fijamente. El rostro de Jungkook estaba frente al suyo, sentado en la cama, hablando como los amigos que eran.

Sopesó entre decirle sobre el club gay o no. Al fin, decidió mentir.

─    Fuimos a un restaurante y regresamos pronto. La verdad el alcohol no es lo mío. – Le contestó, sintiéndose mal por mentir.

 

─    Ok hyung. Pero debes llamarme si tienes que salir, para eso me pagas. –

 

─    Tú me pediste libre la tarde del sábado. Y Suga manejo, así que no hubo ningún problema, no te preocupes. –

─    Bueno. – Le contestó al fin. – Me voy a descansar, ¿Se te ofrece algo más? –

 

─    No, gracias, Jungkook. Buenas noches. –

 

─    Igualmente. Trata de descansar. – Y el menor salió de la habitación, dejando a Jin pensativo.

Se sentía muy mal al mentirle al menor, pero simplemente no quería enfrentarlo aún. Sabía que si veía algo en la actitud de Jungkook que confirmara sus sospechas, perdería la confianza en él, para siempre y aún no estaba preparado para eso. Simplemente, no quería enfrentar la realidad.

 

 

 

 

Notas finales:

Vaya situación. 

Jin es de esa clase de personas, en éste fic, que prefiere no ver las cosas, porque sabe que lo pueden lastimar. Jungkook no tiene ni idea de que su hyung lo vió y más que eso, que sabe que es él, aunque ni siquiera él quiere reconocerlo. 

Jimin no dejará de desquitarse de Suga. 

Taehyung tiene un enorme conflico emocional, y solo Hoseok lo sabe. Quizás el podría ayudarlo o bien, destruirlo. 

Bueno, pues aún faltan muchas cosas, porque entre Jin y Jungkook se están empezando a formar muros de mentiras que, como todos sabemos, tarde o temprano caerán. 

Muchas gracias por leer y por comentar. 

Nos vemos después. 

BESOS. 


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