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Drive my car. por Galaxy Diamond

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Notas del capitulo:

Hola. 

Muchas gracias por su comprensión. 

Por cierto, Owol era el cantante principal de una banda llamada WonderBoys que cantaban un tema muy bueno llamado TARZAN. Lamentablemente la banda se desintegró y ahora su nombre artístico es Owol. Ya tiene un video como solista. 

Aclaro para que no crean que me saqué el nombre de la manga. 

 

Taehyung estuvo en Daegu hasta que fue la ceremonia de sus compañeros y luego se quedó ahí por unos días más.

Tenía un amigo muy querido entre los que se ordenaron sacerdotes, Minjae. Era un muchacho mayor que él y por alguna razón, habían simpatizado desde un principio.

Ambos se entendían y podían hablar libremente de sus problemas, aún más que con el confesor Choi.

─    Creo que hiciste bien, Tae. No era adecuado que te ordenaras cuando sabes que amas a alguien más. –

 

─    Pero… me siento un traidor, un desertor. – Le comentó mirando al suelo con tristeza.

Estaban en el enorme jardín del monasterio donde se había llevado a cabo la misa. Habían pasado unos días y Taehyung le había platicado todo, considerando que ahora su amigo era sacerdote y no podría decir nada, pues era un secreto más que de amigos. Además, Minjae se iría por un mes a Italia y de ahí, lo enviarían a la isla de Jeju para ser el párroco.

─    No lo eres. Dios te envía diferentes tentaciones para que elijas. Él sabía desde antes, que cambiarías de opinión al conocer a Hoseok. No puedes traicionar a Dios porque fue él, precisamente, quién te envió a una persona especial para ser feliz. – Lo miraba sonriendo.

 

─    ¿De verdad piensas eso? –

 

─    Claro que sí. Un padre no le envía problemas a su hijo, sin saber que es lo mejor para él. Un padre siempre cuida de sus hijos. Siempre. –

 

─    Oyéndote hablar, me siento menos mal. –

 

─    Porque Dios pone en mis labios las palabras que necesita tu alma para ser feliz. No te compliques, Tae. Regresa a Seúl y trata de ser un hombre correcto e íntegro, como siempre, pero ahora al lado de Hoseok. – Le animó.

 

Taehyung miraba a su amigo y sentía que su corazón rebosaba de alegría. Pensar en volver a ver a Hoseok y estar con él, lo llenaba de dicha.

─    Eso haré. – Decidió.

 

─    Anda, ve y busca tu felicidad y ya sabes que cualquier cosa que necesites, puedes venir conmigo, siempre te recibiré con los brazos abiertos, amigo. – Y lo abrazó con fuerza, dándole todo el calor que el muchacho necesitaba.

 

─    Te llamaré en cuanto llegue. – Le aseguró, antes de subir al autobús que lo llevaría de regreso a Seúl.

 

─    Cuídate mucho, Taehyung. Y que Dios te bendiga. – Lo despidió mientras veía el camión partir. Luego sonriendo, se dirigió al monasterio para seguir preparándose para el viaje a Italia.

 

Jimin seguía trabajando en los últimos detalles de la obra. Le ayudaba al diseñador en jefe, y éste se dio cuenta de que el muchacho en verdad era muy inteligente y trabajador.

Rápidamente habían terminado todo y estaban a dos días de hacer la inauguración oficial del Edificio de Cristal, una de las mejores y más costosas obras de Seúl.

─    ¿Dónde irás después de que termine todo? – Le preguntó Owol, el director de Diseño.

 

─    Tengo varias propuestas. Pero me gustaría salir de Seúl. De pronto siento que me asfixio aquí. – Le contestó, sin darse cuenta de que su expresión era de fastidio.

 

─    ¿No quieres seguir en Seúl? –

 

─    No, por ahora me gustaría salir de aquí. Quizás regresar en uno o dos años. – Lo miró sonriendo, tratando de ser amable con su hyung.

 

─    Bueno, pues yo tengo un proyecto en Busan, no sé si te interesaría trabajar ahí conmigo, pero es una empresa grande  y nos pagarán muy bien. –

 

─    ¿Me estás proponiendo ir contigo a Busan, hyung? – Le preguntó incrédulo.

 

─    Si, Jimin. En realidad me convendría mucho que vinieras. Eres muy inteligente y tienes un gran sentido del color y de los matices. Además tienes ese sentido de combinación que poca gente tiene. – Le contestó sincero.

 

─    Pues… ¿Cuándo habría que salir? –

 

─    Podemos irnos al día siguiente de la inauguración si te parece. –

 

─    Claro. – Le contestó lleno de entusiasmo.

 

La propuesta de Owol le venía muy bien, pues deseaba alejarse de todo lo que le recordara a Suga, y en Busan encontraría no solo trabajo, sino la paz que tanto buscaba.

─    Entonces ¿Tenemos un trato? – Le dijo, extendiéndole la mano.

 

─    Lo tenemos, hyung. –Y correspondió al saludo del otro, sellando el acuerdo con un buen apretón de manos.

Salió del edificio y cuando iba a subir hacia el despacho de Jin hyung, alcanzó a ver a Yoon Gi que llegaba en su coche y lo metía al estacionamiento subterráneo.

Subió apresuradamente al edificio, tratando de ir a dejar los papeles antes de encontrarse con su hyung. No quería verlo pues cada vez que miraba esos ojos gatunos, su corazón se iba rompiendo un poco más.

Así que corrió hasta el elevador y subió al primer piso. Luego fue al despacho de Yoon Gi y dejó los papeles. Eran los últimos que llevaría, pues todo ya había terminado.

Le dio un último vistazo a la pequeña oficina y luego cerró con llave. Pasó a la oficina de Jin y tocó antes de entrar.

Jungkook y Jin estaban adentro.

Jin estaba sentado en su escritorio y Jungkook estaba de pie, a un lado de la ventana, abriendo las persianas. Ambos lo miraron sonriendo. Era  obvio que habían estado besándose y eso solo lo hizo sonreír. Le daba mucho gusto percibir el enorme cariño que había entre esos dos chicos.

─    Perdón por la interrupción. – Les dijo, con las mejillas algo rojas.

 

─    No interrumpes nada, hyung. – Le dijo Kookie, sonriendo traviesamente.

 

─    ¿Qué se te ofrece, Jimin? – Le preguntó Jin a Jimin, mientras tomaba la mano de Kookie entre las suyas.

 

─    Te vine a dejar la llave de la oficina de Yoon Gi hyung. – Y le dio las llaves que colocó sobre el escritorio.

 

─    Gracias, Jimin. ¿Tienes planes para después de la inauguración? – Le preguntó directo.

 

─    Sí. Me dieron un trabajo en Busan y pienso tomarlo. – Le respondió.

 

─    Tan lejos. – Comentó Jungkook.

 

─    Quiero irme de la ciudad por un tiempo. – Le respondió Jimin, tratando de sonreír.

 

─    Haces bien. Un cambio de aires te caerá bien, Jimin. – Le aconsejó Jin.

 

─    Claro, hyung. Fue un placer trabajar con ustedes, y les agradezco la oportunidad. – Le dijo, haciéndole una reverencia.

 

─    El placer fue nuestro Jimin. Eres muy eficiente y muy trabajador. Donde sea que te vayas te irá muy bien, estoy seguro de eso. – Le sonrió.

 

Entonces se escuchó un suave toque en la puerta y todos miraron hacia la entrada. Era Yoon Gi.

 

─    Yo me retiro, con permiso. – Dijo Jimin, haciendo una reverencia. Luego se giró y pasó junto a Suga sin mirarlo.

 

─    Espera Jimin. – Le dijo Jungkook. Miró a Jin y este comprendió. – Te acompaño. – Y salió junto con su querido amigo para acompañarlo hasta su coche.

 

Yoon Gi no había despegado su mirada del menor, pero éste eludía sus ojos. Simplemente, no quería mirarlo de nuevo así que pasó a su lado, con el rostro serio y mirando fijamente al frente.

 

Por unos segundos, el aroma del menor inundó la nariz de Yoon Gi y como siempre, lo hizo sentirse excitado. Era un olor tan suave, tan dulce y tan Jimin, que no podía dejar de sentirse emocionado con él.

 

Pero todo pasó demasiado rápido, y Jimin y Kookie salieron de la oficina, dejando a sus Hyungs a solas.

 

─    Jimin vino a dejar tus llaves. Ten. – Se las dio. – Y también nos dijo que se va de Seúl. – Le dijo, mirándolo fijamente.

─    ¿Se va? –

─    Si, se va. Pero supongo que no te importa a donde se va, puesto que tu objetivo es olvidarte de él. –Levantó una hoja y comenzó a leerla, esperando pacientemente la reacción del menor.

─    ¿A dónde se va? ¿Con quién? – Preguntó Suga sin poder evitarlo.

─    A Busan. Y no se con quién se va. Pero supongo que con alguna de las empresas que trabajaron con nosotros, porque varias me preguntaron por él. – Le informó.

─    Busan. – Repitió Yoon Gi, mirando hacia la puerta. Luego, sin agregar nada más, salió de la oficina de Jin, dejando a éste con una enorme sonrisa en la boca.

─    ¿Por qué te vas, Jimin? – Le preguntó Jungkook directamente, antes de que su hyung subiera a su automóvil.

─    Porque no quiero saber más de Suga. Me lastima demasiado. – Le contestó tristemente. Abrió la puerta de la cajuela y guardó su computadora portátil y unos planos que eran suyos.

─    ¿No estarás en la fiesta de inauguración? –

─    Si estaré. Jin hyung me encargó mucho que no faltara, pero al día siguiente me voy a Busan, con Owol. –

─    ¿Owol? – Le preguntó Kookie, pensando. - ¿No es el director de diseño? –

─    Si, él es. – Sonrió. – Me invitó a trabajar con él y por supuesto que iré. – Seguía sonriendo y no se dio cuenta de la cercanía de Suga. Jungkook desvió sus pupilas y entonces Jimin volteó para mirar hacia donde veía el otro.

─    Suga hyung. – Dijo Jungkook.

─    Déjame a solas con Jimin, por favor. – Le dijo y Jungkook solo se retiró, pensando que ojalá y esos dos se arreglaran de una vez por todas.

Subió a la oficina de Jin.

─    Suga me pidió dejarlo a solas con Jimin. – Le informó, después de cerrar la puerta.

─    Lo imaginé. Salió de la oficina con una cara… -

─    ¿Qué le dijiste? – Preguntó Jungkook sonriendo, mientras se acercaba a su adorado novio.

─    Que Jimin se iba… y que no sabía con quién… - Se rio. Luego los dos se miraron y se rieron juntos.

─    No pensé que fueras un Cupido, hyung. – Le dijo, mientras Jin lo jalaba y lo sentaba en sus piernas.

─    No lo soy, pero Suga a veces es tan fácil de manejar. – Lo miró y lo besó. – Es tan tonto, como para negar lo que siente por Jimin, aunque sea tan obvio. – Lo volvió a besar.

─    Hyung… eres muy… - Pero no pudo terminar, pues Jin volvió a cerrar su boca con un beso apasionado y necesitado.

─    ¿Soy muy qué? – Pero seguía besando al menor que olvido por completo lo que iba a decir. - ¿Nos vamos? –

─    Si, vámonos. – Y ambos se levantaron, para comenzar a cerrar los cajones.

 

Jimin tenía el rostro muy serio. Miraba a Suga, tratando de adivinar que rayos quería.

─    Dime que se te ofrece, hyung. Tengo prisa. – Le informó.

─    ¿Prisa? ¿Vas a ver a alguien más? –

─    Eso es algo que no te importa, hyung. Con todo respeto, pero mi vida personal no te… -

─    Si me importa. Y mucho. – Le respondió, mirándolo con sus ojos negros, fijos en él.

─    ¿De verdad te importa? ¿Para qué? – Jimin lo miraba sorprendido.

─    Porque… - Iba a decir algo, cuando Hoseok bajó de su coche. Iba acompañado de una hermosa chica.

─    ¿Por qué? – Preguntó Jimin, sin que le importara la llegada del otro. De pronto, había visto en Suga una mirada diferente, indecisa.

Pero Yoon Gi se detuvo. Hoseok ahora andaba con una chica y eso significaba que había olvidado a Taehyung. Entonces… él también lo haría.

─    Por nada. Puedes irte con y cuando quieras, Jimin. Adiós. – Dijo Suga y sin más, se giró y entró al estacionamiento. Iba a entrar a su coche, cuando una mano lo giró bruscamente, obligándolo a mirarlo.

─    ¿Qué carajos significó eso? – Era Jimin que, furioso y desesperado le dio alcance.

─    Nada… -

─    ¿Nada? – Lo miró y luego sin más, lo soltó completamente enojado. – ¡Eres un cobarde, eso es lo que pasa!  ¡Eres un cobarde, miedoso y poco hombre! No sé qué veo en ti, pero te juro…. – Y se interrumpió para tomar aire. - ¡Te juro por lo que más quiero en la vida, que no te volveré a buscar jamás! Que no hablaré contigo de ninguna manera. No vales nada, porque ni siquiera tienes el valor de aceptar tus sentimientos, como el cobarde marica que eres. – Le dijo, gritando y con un tono amargo y grave.  

─    ¡Estás loco, yo no te amo! – Aún negó el mayor.

─    Claro hyung. Repítelo hasta que te lo creas. – Lo miró y su rostro hizo un gesto de desdén. – No quiero verte cerca de mí, jamás. – Y se alejó, dejando a Suga completamente descolocado.

─    ¡Pues mejor, porque… porque…! – Pero Jimin ya no lo escuchaba y él, solo se quedó callado, en el medio del estacionamiento, con la sensación de haber perdido algo demasiado valioso. Subió a su coche y luego se fue, sin siquiera hacer lo que tenía que hacer.

 

 

Llegó la noche de la inauguración y estaban presentes todos los accionistas que participaron en el proyecto. Por supuesto, Jin y Jungkook, como siempre muy unidos, sin importarles el qué dirán. El señor Kim con la señora Jeon y su esposa. También iba Taehyung quién aceptó ir a la fiesta, con todo el ánimo de re encontrarse con Hoseok.

Miraba a todos lados, buscando a su hyung, pero éste aún no había llegado. Se había pasado la tarde nervioso, arreglándose lo más posible y pensando en la manera de saludar a ese chico que tanto le gustaba. Que tanto amaba. Su corazón latiéndole a mil por hora, cuando al fin salieron para la reunión.

Suga iba acompañado de una chica que conoció en un bar. Le había dado su teléfono y la chica aceptó acompañarlo, aunque ni siquiera sabía su nombre. Sin embargo ese oppa era demasiado guapo como para decirle que no.

Nam Joon, iba acompañado de otros empresarios, pues éste siempre buscaba promocionar sus trabajos para futuras contrataciones.

Jimin llegó acompañado de Owol. Se habían hecho muy unidos y se sentaron aparte, platicando en voz baja. Se veía que estaban haciendo planes o algo así, pues hablaban de vuelos de avión y renta de   departamentos.

Jin estaba preocupado por Hoseok, le envió un mensaje preguntándole donde estaba y éste le contestó que estaba por llegar y que si querían, comenzaran pues en unos dos minutos entraría a la sala.

Nam Joon vio a Jin y acercándose a él, convinieron en comenzar, pues la gente comenzaba a impacientarse.

─    Buenas noches, señoras y señores. Tengo el honor de darles la bienvenida a nombre de la empresa BTS, para la inauguración del Edificio de Cristal. – Todos los presentes aplaudieron.

A todos se les repartió una copa con champaña y esperaban el momento para brindar. A medio discurso, Hoseok entró junto con Sara a la reunión. La llevaba tomada de la cintura y ella iba hablando con él en voz baja, haciéndolo sonreír.

─    Señor Kim, Hoseok, Suga, Jin, por favor. – Dijo Nam Joon y los nombrados se acercaron a él. – Los accionistas del Edificio de Cristal, declaramos la inauguración oficial del mejor y más inteligente edificio construido en Seúl. – Y todo el mundo aplaudió.

Después, todos dijeron unas pocas palabras, demostrando lo felices que estaban por haber logrado un proyecto tan largamente acariciado.

La gente se acercó para felicitarlos.

Jimin y Owol habían escuchado y brindaron con todos, Owol hizo el ademán de acercarse a los accionistas, y Jimin lo acompañó, sonriendo.

Cuando llegaron a ellos, Yoon Gi miró a Jimin y su mirada resbaló hacia el brazo del menor que era tomado por Owol, para acompañarlo.

─    Felicidades, hyungs. – Les dijo el menor, tomando de su copa. Owol se acercó y les hizo una reverencia y los felicitó con entusiasmo.

Finalmente, Jimin se alejó con Owol detrás. Era evidente que el muchacho quería estar prácticamente pegado a Jimin y que éste, no lo eludía.

─    ¿Quién es ese tipo? – Le preguntó Suga a Hoseok, quién tenía a Sara a su lado.

─    Owol, el director de Diseño. – Lo miró y sonrió.

Entonces se dio cuenta que no había presentado a su novia. Se acercó a Jin y se la presentó, Jungkook solo miró a la chica y enarcó la ceja. Jin no dijo nada, y le hizo una reverencia educadamente, seguido por el menor.

Luego  Hoseok se acercó al señor Kim y su familia. Tenía una de sus mejores sonrisas en el rostro.

─    Señor Kim, tengo el gusto de presentarle a mi novia Sara. Sara, amor, el señor Kim es uno de los principales accionistas de la empresa. Su esposa, la señora Kim y su hijo. – Le dijo, sin mencionar el nombre del menor.

Taehyung observó todo esto y su rostro no se movió ni un centímetro. Había visto al mayor entrar abrazando a la chica y de pronto, sus ojos se nublaron.

Nunca esperó que Hoseok tuviera una pareja tan pronto. Solo habían pasado algunos días, pero al parecer, él no había significado algo realmente importante para su hyung. Los miró mientras Hoseok hablaba y su corazón le dolió dentro de su pecho, como si una aguja grande y puntiaguda se lo atravesara. La garganta se sintió muy cerrada y sus manos comenzaron a temblar. No miraba a los demás, pues estaba a punto de dejar salir algunas lágrimas y luchaba para contenerlas. De pronto, escuchó la voz de la mujer.

─    ¡Que hermoso chico eres! – Le dijo Sara.

El muchacho la miró y solo sonrió, tratando de ser amable con ella.

─    Gracias. Eres demasiado amable. – Le contestó, aunque su voz sonó más ronca de lo debido. Y casi no tenía volumen.

─    No escuché tu nombre. – Le dijo Sara al menor. Al parecer, la había deslumbrado.

─    Porque no lo mencionó Hoseok. Su nombre es Taehyung. – Contestó el señor Kim, comenzando a molestarse por la situación. Así que sin más, le dijo a la señora Jeon.

─    Quiero irme. Gíreme, por favor. – A lo que la mujer obedeció inmediatamente. El señor Kim ni siquiera se dignó despedirse de Hoseok o de Sara.

Le molestaba demasiado que ahora llegara Hoseok con una chica y dijera que era tan feliz, cuando meses antes había hecho que su hijo cometiera un error que le había cambiado todos los planes.

Si no lo quería. ¿Para qué decirle que lo amaba? Era demasiado cruel desde el punto de vista del padre de Taehyung, y no se sentía con ánimos de fingir simpatía por la persona que le estaba causando un mal momento a su querido hijo.

Taehyung se dio cuenta de lo molesto que estaba su appa y solo hizo un breve saludo para despedirse.

─    Con permiso. – Y se fue con su appa, la señora Jeon y su mamá.

─    Creo que no les caí nada bien. – Comentó Sara, completamente desconcertada.

─    Gente loca. No te preocupes. Eres adorable, cariño. – Y le dio un beso en la boca.

Luego siguieron caminando alrededor de la fiesta, presentándose con toda la gente como una feliz pareja de novios.

─    ¿No me vas a presentar… cariño? – Le dijo su chica a Suga.

─    No eres mi novia ni nada mío. Solo me estás acompañando. – Le dijo Yoon Gi, fríamente.

─    Vaya. Al menos podrías fingir que te importa que esté aquí. –

─    Me importa. Claro que me importa. – Comentó Yoon Gi sarcástico, haciendo que la chica se alejara de él y se fuera con otro invitado que, desde hacía algún rato, le había estado haciendo ojitos.

Taehyung salió a la terraza cuando vio a su padre más tranquilo. Él mismo no lo estaba, pero no quería que su querido appa se pusiera mal, por su culpa.

Le dolía darse cuenta que Hoseok solo había jugado con él. Que él hubiera creído en las palabras de amor de su hyung, cuando era evidente que nunca lo había amado.

─    “Te entregué mi primera vez, y resultó que para ti no era nada” – Pensó mirando hacia la noche. No quería llorar, pero sentía un nudo en la garganta demasiado grande.

─    No dejes que te afecte, Tae. Él ahora está confundido, pero ya recapacitará. – Le dijo una voz. Giró y entonces vio a Jin.

─    Hyung. – Lo miró.

─    Hoseok te ama. Yo lo conozco y sé que te sigue amando. Es solo que le dolió que lo dejaras. –

─    Tenía que alejarme. Pero… Nunca he dejado de amarlo. Nunca dejaré de amarlo. – Contestó, a punto del llanto.

─    Lo entiendo. No hiciste algo malo, pero te faltó más tacto. Hoseok es así. Lo lastimó mucho tu partida y en lugar de esperar, solo se le ocurrió sacarte con otro amor. Sustituir tu amor con otro. – Le explicó.

─    O quizás… nunca me amó de verdad. – Determinó.

─    Él te ama. Confía en mí. –

─    Es mejor así, hyung. Yo… yo ahora siento que estoy en paz. Me duele perderlo, pero quizás me lo merezco, pues también lastimé a mis padres y eso no estuvo bien. – Le dijo al fin.

─    Lo amas y él te ama. Solo deben volver a hablar, no pierdas la esperanza. –

─    No lucharé por él. No lo merezco y seguramente esa chica le dará lo que yo nunca podré darle. –

─    ¿O sea? –

─    Una relación normal, aprobada por todos e hijos. – Decidió.

─    Bueno, pues… yo tengo una relación con Jungkook y no me importa lo que diga la gente. Además dentro de nuestros planes está adoptar uno o dos bebés. Así que, como ves, no hay nada que no sea normal entre nosotros. Excepto el amor que nos tenemos. Nunca nadie se amará tanto como nosotros nos amamos. –

─    Me da gusto, hyung. –

─    No te rindas. Lucha por Hoseok. Si lo amas, lucha por él. –

─    Lo amo, por eso lo dejaré que él decida. No lo presionaré. Si me ama, vendrá por mí. Si no, solo me queda desearle toda la felicidad del mundo. – Y sin agregar más, entró de nuevo al salón.

Salió del edificio, tratando de ordenar sus ideas. Quería irse a casa, y cuando se iba a atravesar la calle, alcanzó a ver a Hoseok con Sara en su coche, besándose apasionadamente.

Hoseok lo miró, y de pronto ambos se miraron fijamente. Luego el mayor volvió a abrazar a Sara e ignorando a Taehyung continuó devorándola a besos.

El menor los miró y sintió que su corazón se rompía, nuevamente. Bajó la cabeza y sin más, se fue a su casa, sin mirar atrás. 

Notas finales:

Pobre Taehyung. y Pobre Jimin. 

Pero bueno, ellos seguirán con sus vidas por lo pronto. 

Espero les siga gustando, por ahora el Jin Kook está muy bien, esperemos que sigan así. 

Gracias por sus comentarios y por leer. 

BESOS. 


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