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Drive my car. por Galaxy Diamond

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Al día siguiente de su regreso a Seúl, Taehyung mandó llamar al licenciado Bang. Quería que le diera claras cuentas de lo que se había hecho durante su ausencia.

 

Le había dejado instrucciones acerca de la auditoria que se realizaría, así como de boletinar al despacho como un competidor no grato, para las empresas Kim.

 

Sin embargo, en cuanto se vieron, Yongguk le informó que al parecer Hoseok se iría de las empresas BTS. Ésta noticia cambiaba todos los planes de Taehyung.

 

-       ¿Ya nos contactaron para avisarnos de la excelente noticia? – Le preguntó a Bang.

 

-       No. Parece que están recibiendo apoyo de Diseños Owol. Y que piensan que pueden hacer los proyectos a través de ellos. – Le informó sonriendo.

 

Bang tenía un espía en el despacho, el cuál le había llamado inmediatamente después de que se firmó el acuerdo entre Owol y BTS, así que estaba muy bien enterado de todo. Así era Yongguk, siempre adelantándose a los deseos de sus jefes.

-       ¿Entonces son tan estúpidamente ingenuos que piensan que pueden competir contra nosotros? – Le preguntó Taehyung, sonriendo con gusto.

 

-       Al parecer, así es. – Le contestó Yongguk sonriendo también.

 

-       Vaya, pues… ¿Qué tanto sabes de ese tal Owol? –

 

-       Aunque es un diseñador de mucho prestigio, no es competencia para ti. Su familia tiene, en el negocio, desde generaciones y, al parecer, consiguió que algunas constructoras y fábricas de materias primas les fiaran claro, utilizando a Owol como aval. – Le explicó.

 

-       Bien. – Taehyung se quedó pensando por un momento.

 

Él no era contador, ni sabía administración de empresas, pero había acompañado a su padre en todas las reuniones que se hacían, y tenía una idea de lo que es la competencia entre las empresas. Además su mente era alimentada por la sed de venganza, lo cual lo volvía muy astuto.

-       Pues… hablemos con Owol. Cítalo para que hable conmigo, para… - Miró su agenda. – Para hoy en la tarde. – Le pidió.

 

-       Claro. – Se iba a levantar, pero Taehyung le dijo:

 

-       También quiero que averigües todo lo que puedas sobre la noviecita de Hoseok. Todo, desde su familia, su trabajo, las relaciones que ha mantenido, con quién, en donde, todo. –

 

-       A la orden. – Lo miró con curiosidad.

 

-       Tengo una fabulosa idea. – Le dijo, al ver su cara de interrogación.

 

-       ¿Cuál? –

 

-       Me están dando ganas de que las empresas Kim tengan un papel más sobresaliente en las cuestiones de diseño, y me parece que podríamos contratar a una chica hermosa, con un excelente sueldo, para demostrarle la diferencia entre el éxito y el fracaso. – Le explicó.

 

-       ¿Quieres contratar a Sara? – Preguntó incrédulo.

 

-       Si. Todo depende de sus aptitudes, pero presiento que la novia de Hoseok, pronto tendrá una propuesta de trabajo que no podrá rechazar y que la obligará a terminar con él. Después de todo, un novio desempleado y fracasado no es lo mejor para avanzar en el mundo del diseño. ¿No crees? – Le dijo, riéndose.

-       Por supuesto. Y es un plan muy bueno, porque la chica es muy hermosa. – Le observó, a lo que Taehyung se le quedó mirando fijamente.

 

-       ¿Te gusta? – Le preguntó, algo serio.

 

-       Pues… es hermosa. – Contestó dudoso. Después de todo no sabía cómo reaccionaría Taehyung si le decía que le gustaba mucho.

 

-       ¿La quieres? – Le preguntó, mientras sus ojos se clavaban en el otro.

 

-       ¿A qué te refieres con eso de que “Si la quiero”? – Le preguntó sin entender.

 

-       Lo que quiero saber es qué tanto te gusta. ¿Para un acostón de una noche, o para algo más? – Le preguntó nuevamente.

 

-       Pues… no la conozco, me gustaría una noche con ella, por supuesto, pero no se… algo más, no sé. – Le dijo dudoso.

 

-       Bueno, pues… entonces quítasela. – Le propuso.

 

-       ¿A Hoseok? – Sonrió, captando la idea.

 

-       Si, a Hoseok. Ese idiota pronto no tendrá nada que ofrecer y tú conmigo, llegarás tan alto como quieras. Solo quiero que se la quites, y luego hagas con ella lo que quieras. Esa ya será tu decisión. – Le explicó.  

 

Yongguk se levantó de su asiento sonriendo. Recordó el cuerpo de Sara que era muy bonito, así como su sonrisa y su rostro. Definitivamente, la chica era un bombón y le encantaría pasar la noche con ella. De cualquier manera.

-       Es más, si logras que sea tuya en menos de una semana, te daré un millón de dólares. – Le dijo, como un pequeño demonio, susurrándole en el oído.

 

El licenciado lo miró y luego, afirmando con la cabeza, le contestó.

-       Trato hecho. – Y ambos hombres se dieron la mano, terminando con un buen negocio.

 

 

Mientras tanto, Hoseok y Sara estaban en el departamento de éste, aguardando por una llamada que debería haber llegado de Japón. Era un despacho que estaba comenzando actividades en Okinawa y a quienes había enviado su currículo. Le quedaron de confirmar por teléfono y por eso, esperaba impaciente.

 

Sara lo miraba, sin decirle nada, porque últimamente su novio estaba de “Mírame y no me toques”. Tenía los nervios como cuerdas de violín y explotaba sin razón, por cualquier cosa.

 

-       En cuanto me den la afirmación del trabajo, me iré a Japón. – Le comentó, porque el silencio era muy grande y veía que la chica estaba muy nerviosa.

 

-       Claro, amor. – Le sonrió a Hoseok con ternura.

 

-       ¿Me acompañarías hasta allá? –

 

-       Si. Te amo y no quiero separarme de ti, nunca. – Le dijo, abrazándolo con ternura.

 

-       Viviremos muy pobremente, no creo que el sueldo sea muy bueno, pero es algo. –

 

-       No me importa vivir en la indigencia, si estoy contigo, amor. – Le aseguró, besándolo nuevamente.

 

Entonces, sonó el teléfono.

-       ¿Diga? – Contestó Hoseok, completamente emocionado. – Sí, soy yo. – Dijo y luego escuchó. Su rostro, pasó de emocionado a desilusionado, hasta llegar al enojo. – ¡Pero… pero ustedes me lo ofrecieron a mi primero! – Les dijo, furioso y al fin, sin despedirse, cortó la llamada. - ¡Hijos de Puta! – Soltó sin más.

Sara lo escuchó y se asustó. Hoseok estaba tan enojado, que una vena de la sien le saltaba locamente, pues estaba al borde de un sincope.

 

-       ¿Qué pasó, cariño? – Le preguntó cuándo al fin su novio se tranquilizó un poco.

 

-       ¡Esos… le dieron el empleo a otro!  ¡Dijeron que ese hombre tenía más tiempo de experiencia y no sé qué tantas pendejadas más! – Le explicó, y luego se apretó los ojos, desesperado.

 

-       ¡Cálmate amor, te enfermarás si sigues así! –

 

-       ¡Es que no es posible! ¡Nadie me quiere contratar, nadie! – Le decía, al borde del llanto.

 

-       Ya encontrarás algo, cariño. Ven, te prepararé un té o algo para que te calmes. No has comido nada, salgamos a comer. – Le propuso, pero Hoseok la miró furioso.

 

-       ¿Y con qué dinero pagaremos? ¡No tengo nada, nada! – Le dijo, explotando.

 

-       Yo pagaré. No te preocupes por eso, yo puedo… - Pero Hoseok se levantó furioso.

 

-       ¡No dejaré que una mujer me pague la comida, no soy de esa clase de hombres! – Le dijo, sintiéndose sumamente ofendido.

 

-       Hoseok, por favor, somos una pareja. Nos debemos ayudar el uno al otro, solo es una comida y necesitas comer. Por favor, acepta solo por hoy. – Le pidió, acercándose a él, y abrazándolo con fuerza, sintiéndose muy mal por lo que le estaba ocurriendo a Hoseok.

 

Después de unos minutos, el muchacho comenzó a tranquilizarse, por efecto del abrazo de su novia.

 

-       Me odia tanto. Taehyung me odia tanto que seguramente les dijo que no me contrataran. – Le dijo al fin, más tranquilo.

 

-       ¿Hasta allá? –

 

-       Claro, hasta allá. Él tiene empresas en todo el mundo, y seguramente me boletinaron. ¡Es un hijo de puta! – Le dijo, mirando hacia el vacío.

 

-       Pediré una cita con él. Tiene que parar. No te está dejando salida. Ya consiguió que te fueras del despacho. ¿Qué más quiere, qué más? – Preguntó desesperada.

 

-       Matarme. Quiere verme muerto. – Le contestó, sonriendo con tristeza.

 

-       No puede ser. Eso sería una locura. – Le contestó, asustada.

 

-       Pues así es. Primero me hará llegar a la indigencia y al final, me matará. Lo sé, y tengo ganas de ir y buscarlo de una vez, para que me mate y se deje de todas estas estupideces. – Sentía un enojo enorme contra Taehyung y también tristeza, porque veía la persona tan cruel que era ahora el menor.

 

-       Hablaré con él. Iré en la tarde a verlo. – Decidió la chica.

 

-       No lo hagas, no lograrás nada. Mejor, invítame a comer una deliciosa comida. ¿Si? – Le pidió, tratando de que la muchacha olvidara el tema.

 

-       Claro que sí, amor. – Y ambos salieron para ir a comer en un restaurante barato.

 

 

Owol llegó a la cita que concertó con el licenciado Bang para ver a Taehyung en su despacho.

 

No sabía que le dirían exactamente, pero era lo suficientemente inteligente como para darse cuenta de que todo el asunto tenía que ver con sus negocios con la empresa BTS.

 

Entró al enorme vestíbulo del edificio y lo hicieron pasar por los detectores de metal, y luego un guardia lo registró, y lo escoltó en el elevador, hasta que llegó a la oficina del menor.

La recepcionista anunció su llegada y luego de ofrecerle alguna bebida o bocadillo, lo pasó a la sala de juntas. Owol estaba impresionado con la elegancia y lo distinguido del edificio de los Kim. Simplemente derrochaban dinero y buen gusto.

Después de unos tres minutos, Taehyung entró a la sala, seguido por Yongguk. Cerraron la puerta y lo miraron, con una enorme sonrisa.

-       Licenciado Owol, mucho gusto en verte de nuevo. – Le dijo Taehyung, tendiéndole la mano, y siempre sonriente.

 

-       Igualmente Señor Kim… - Pero Tae lo interrumpió.

 

-       Solo Taehyung.  Y dejemos las formalidades, háblame informalmente. –

 

-       Lamento haberte conocido en tan tristes circunstancias, pero ahora me complace sobre manera que me hayas mandado llamar. Dime. ¿En qué puedo servirte? – Le preguntó, amablemente.

 

-       Pues quiero proponerte un negocio que no podrás rechazar en lo absoluto. – Le comenzó a decir  y luego, señalando a Yongguk, le cedió la palabra.

 

-       Queremos una fusión contigo. – Le dijo, sin más.

 

Owol se sorprendió gratamente. Siempre había soñado poder fusionarse con alguna empresa más grande, que le ayudara a expandirse.

-       Pues… por mí, sería perfecto. – Sonrió, feliz por la propuesta.

 

-       Claro, pero… solo hay un pequeño detalle. – Le dijo Taehyung.

 

-       ¿Cuál? – Preguntó con curiosidad.

 

-       Como a todos nuestros socios, te pediríamos que solo estuvieras fusión legal y comercial con nosotros y no  con otra empresa. No puedes ser Aval, fiador, ni tener ningún compromiso con otra empresa. – Le explicó Bang.

 

-       Siempre se lo pedimos a nuestros socios. A todos, absolutamente. – Le dijo Taehyung, con su mejor carita de inocencia.

 

Owol los miró y luego se quedó muy serio.

 

-       ¿Es por mi ayuda al despacho BTS, verdad? –

 

-       No. Para nada. – Mintió Taehyung, descaradamente.

 

-       Pero es algo que te conviene mucho, Owol. Hice un plan de negocios para demostrarte que, si inviertes con nosotros, tendrás una ganancia de… - Bang sacó sus notas. – Aproximadamente tres veces la ganancia que has tenido en los últimos tres años. ¿Te imaginas? Tres veces lo de tres años, en uno solo –

 

Owol abrió sus ojos tan grandes que casi se le salen.

 

-       ¿En un año? –

 

-       Ajá. – Contestaron Bang y Taehyung en coro.

 

Ambos sabían que Owol aceptaría. Era demasiada tentación para rechazarla, así que solo esperaban su respuesta, expectantes.

 

-       Pero… ¿Qué haré con BTS? – Preguntó inocentemente.

 

-       Pues déjalos. Ellos entenderán. – Le dijo Bang, y agregó. – Si es por el convenio que hiciste con ellos, no te apures, nosotros nos encargaremos de pagar la multa por incumplimiento de contrato. No te apures. – Le dijo, dándole una solución más.

 

 

-       Quedaré como un… - Pero no terminó, porque era obvio lo que sería.

 

-       Un traidor. – Terminó Taehyung sonriendo. – Pero no te apures. En los negocios, como en muchas otras situaciones, “Primero es el número uno”. Y francamente es mejor que seas traidor y no estúpido. – Le dijo, cruelmente, haciendo que Owol lo mirara fijamente.

 

-       No me gusta ser un traidor. – Le dijo, agresivo.

 

-       Pues es tu decisión, pero creo que sería estúpido dejar pasar ésta oportunidad. – Le contestó Bang.

 

-       Necesito… necesito tiempo para pensarlo. ¿Me lo pueden dar?  - Les preguntó, levantándose nervioso.

 

-       Claro, pero… -

 

-       ¿Pero qué? –

 

-       Bueno, si no aceptas… por lealtad o por la razón que sea, y sigues apoyando al despacho “Ése”, entonces… tendrás tantas pérdidas en éste año, que lo más seguro es que tu empresa se vaya a la quiebra. Y eso te lo aseguro. – Le dijo Taehyung, quién ahora no sonreía.

 

-       Pero… tú dijiste que no era por lo del despacho de BTS. – Le objetó.

 

-       Y no lo es, pero como comprenderás, no podemos permitir que los sigas apoyando. Tú sabes, son cosas de negocios, nada más. – Le sonrió de nuevo. – Pero estoy seguro que mañana mismo firmaremos la fusión que te hará más rico de lo que jamás imaginaste. – Le dio la espalda, y se despidió mientras caminaba hacia la salida. – Que tengas un buen día. Necesitamos tu respuesta antes de 24 horas, o… - Pero ya no terminó, pues salió de la sala atravesando la puerta de su despacho.

 

-       Hasta luego, Owol. – Le dijo Bang, y entonces le hizo una seña al guardia para que escoltara al otro a la salida.

 

Owol salió del edificio sintiéndose mareado. Sabía que tenía una decisión que tomar, y de hecho, sabía cuál sería, pero eso no le quitaba lo mal que se sentía por lo que estaba sucediendo.

 

Jimin esperaba en su casa a Owol para irse a Busan. Recibió la llamada de Owol diciéndole que necesitaban hablar urgentemente, y que lo esperaba en el bar del edificio inteligente que acababan de inaugurar.

Jimin escuchó la voz de Owol de tal manera agitada que de inmediato se dio cuenta que había surgido algo muy malo.

 

Jin y Jungkook estaban en el despacho de la empresa. Habían estado recibiendo los faxes de las empresas que había contactado Owol, donde les solicitaban las cantidades y las especificaciones que se requerían.

 

Sin embargo, de improviso, todas las empresas silenciaron. Ninguna contestaba ni el teléfono, mensajes de texto, e- mails, nada. Y eso se les hizo sumamente sospechoso.

 

Jin estaba sospechando algo, cuando de pronto Jimin llamó a Jungkook por el teléfono celular.  Vio la cara de su novio poniéndose pálida y luego, lo escuchó poniéndose de acuerdo con Jimin, para ir con él.  

-       ¿Qué sucede, Jungkook? – Le preguntó muy preocupado, tomando al chico del hombro.

 

-       Owol necesita vernos de inmediato, Jin. Urgentemente. – Le comunicó.

 

Ambos se miraron y comprendieron. Durante el encuentro con  Taehyung se había dicho algo que comprometía el vínculo con Owol.

-       ¿En dónde están? – Le dijo Jin, mientras salían rápidamente del despacho. Seguía a Jungkook quién caminaba rápidamente.

 

Llegaron al lugar de reunión y lo primero que vieron fue a Jimin con Owol platicando en voz baja, muy serios y, al parecer, discutiendo.

 

-       Hola Jimin. – Saludó Jungkook a su amigo, y luego le hizo una reverencia a Owol. – Owol hyung. – Le dijo, respetuosamente.

 

-       Siéntense, por favor. – Les dijo Owol, después de que se saludaran adecuadamente. Jin y Jungkook se sentaron juntos y tomaban su mano, dándose fuerza mutuamente.

 

-       Es sobre mi apoyo a su despacho. – Les dijo Owol directamente. – Taehyung me ofreció una fusión con ellos, y con esto, aumentar mis ingresos al triple. – Les comenzó a explicar. – Sin embargo, me puso una condición. – Terminó.

 

-       Que te separes de nosotros. – Adivinó Jin.

-       No fue tan directo, pero si, es algo más o menos así. Dentro de las condiciones de la fusión, yo no tengo que tener ningún vínculo con otra empresa, de ninguna clase. – Los miró cuando terminó con su explicación.

 

-       ¡Vaya! – Comentó Jin, sin más. En verdad, no le sorprendió, pues al ver que las fábricas de materias primas les habían dejado de enviar mensajes, supuso que Taehyung, de alguna manera, les había amenazado con algo.

 

-       ¿Qué harás hyung? – Le preguntó Jimin, aunque era obvia la respuesta, quería que Owol mismo lo aceptara.

 

-       Pues… realmente no lo sé. – Contestó con una sonrisa presionada.

 

-       Debes aceptar. Realmente, trabajar con las empresas Kim sería una oportunidad inigualable para ti, amigo. – Le dijo Jin, sin dudar.

 

-       Pero no quiero traicionarlos. Ustedes han confiado en mí  y si ahora me separo… perderán las conexiones que ya habíamos hecho. –

 

-       Lo sé. Pero de cualquier forma perderemos. Estoy seguro de que si no aceptas la fusión, Taehyung te atacará también, hasta causar tu ruina. – Le explicó. - Y nosotros seríamos culpables de eso. Creo que es suficiente con un despacho arruinado. – Le explicó, consciente de lo que sucedía.

 

-       Jungkook miró a su novio, sintiéndose orgulloso de él. Realmente Jin era la persona más noble del mundo, así que solo tomó su mano y la apretó con fuerza.

 

-       No te preocupes, Hyung. – Le dijo Jimin a Owol. – Creo que hiciste lo que se pudo, pero también pienso que Taehyung es un enemigo peligroso y no debes ganártelo. – Le dijo.

 

-       Llamaré a Suga y a Nam Joon, para informarles. Quiero que vengan, para que sepan exactamente lo que sucede y hagamos un plan. –

 

-       Aunque ya no pueda ser su fiador, puedo ayudarlos de otra forma. Todavía tengo algunos amigos que me deben favores, y pueden enviarles el material sin que Taehyung lo sepa. – Propuso Owol.

 

-       Ya veremos. Por lo pronto, no te arriesgues. Taehyung tiene ojos en todos lados. – Le previno Jin.

 

Una hora después, Suga y Nam Joon llegaron para comer con los otros cuatro chicos. Yoon Gi vio a Jimin junto a Owol y su rostro se puso demasiado serio.

Se acercaron a la mesa y tanto Jimin, como Owol, y Jungkook se levantaron para saludar a los recién llegados.

-       Les tenemos malas noticias. – Les dijo Jin, cuando todos se sentaron.

 

-       Owol nos abandona. – Adivinó Yoon Gi.

 

-       No los abandono. No soy un traidor. – Protestó Owol.

 

-       Taehyung lo está presionando para que nos deje de dar su apoyo y yo le he aconsejado que acepte su oferta de fusionarse. No quiero causarle problemas. – Les informó Jin.

 

-       Pues es lo mismo. Sabía que no aguantaría la presión. – Determinó Suga, sonriendo.

 

-       ¡Hyung, mejor debería callarte! ¡Tú fuiste el primero que quiso irse de la empresa, te lo recuerdo! -  Le dijo un Jimin muy enojado.

 

Owol le tomó la mano para relajarlo. En realidad, estaba consciente del cambio que tuvo la actitud del menor cuando llegó Yoon Gi, pero trató de dejarlo pasar. Y respirando hondo, les dijo a todos:

-       Yo no he dado ninguna respuesta aún. Solo les estoy informando que Taehyung está demasiado pendiente de ustedes. Respecto a mí, yo no soy ningún traidor ni cobarde. Cuando acepté ayudarlos, lo hice consciente de que eso me traería problemas con Taehyung, no soy estúpido. – Les dijo, pero miraba específicamente a Suga. - Pero aun así lo hice, y me sostengo en lo dicho. Soy su aval y lo seguiré siendo, sean cuales sean las consecuencias. –

 

Cuando terminó, bebió un poco de su limonada, y luego esperó lo que los demás tuvieran que decir.

-       ¿Estás seguro? – Le preguntó Jin.

 

-       Sí, estoy seguro. – Se levantó de pronto. – Debo ir a hablar con mi abogado y mi contador. Deben estar enterados de lo sucedido y también de las posibles repercusiones, para que tomen medidas.  – Miró a Jimin y le sonrió. - ¿Vienes o te quedas? – Le preguntó.

 

-       Me voy a quedar un rato. De todos modos nuestro vuelo sale hasta la noche. ¿Te veo más tarde? –

 

-       Claro, cuídate y te veo luego. – Owol se fue, caminando con seguridad, mientras los demás lo veían.

 

-       Es un hombre muy valiente. – Comentó Jungkook, haciendo que Jin lo mirara raro y Suga sonriera.

 

-       Solo lo hace para presumir. Es obvio que Jimin le interesa, y que no quiere quedar mal con él, lo cual me demuestra solamente que es un estúpido. –

 

-       Pues si lo que buscaba era impresionarme, lo logró con creces. – Le refutó Jimin, muy serio.

 

-       ¿De verdad? ¿Hasta cuándo crees que aguante? Su empresa es grande, pero contra Taehyung no podrá. –

 

-       Veremos. Y por mí, desde ahora, Owol es la persona más valiente que conozco. – Lo miró con el doble sentido de sus palabras. Suga lo entendió y aunque trató, no pudo sostenerle la mirada.

 

-       Vámonos Jungkook. Tengo que ir a terminar con los pendientes y tú debes irte a tu clase de la tarde. – Le dijo un Jin muy celoso. No sabía por qué pero el comentario de Jungkook lo puso demasiado molesto.

 

Kookie lo notó, pero esperó hasta que estuvieron a solas en el coche para hablar. Mientras tanto, Nam Joon se alejó para ir a ver a un amigo que le prometió materiales baratos y de calidad, y al final, Jimin se levantó para ver sus mensajes, haciendo que se quedara a solas con Yoon Gi.

 

Notas finales:

Hola chicos y chicas. 

Aquí está el siguiente capitulo. 

Espero que me puedan enviar algún comentario, pues veo que andan flojos los reviews, pero supongo que es porque son vacaciones o bien, porque no tienen ganas de enviar nada. 

Bueno, de todos modos, gracias por leer. 

BESOS. 


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