Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Drive my car. por Galaxy Diamond

[Reviews - 98]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola. Éste es el capitulo de hoy. 

MUCHO GUSTO EN CONOCERTE.

Como Min predijo, Taehyung llegó a Busan, listo para conocer a Kiro y también a los otros dos sobrevivientes del avión y al bebé que había quedado huérfano.

 

Las empresas Kim se habían hecho cargo de los gastos médicos de todos ellos, así que de cierta forma, tenía el derecho de visitarlos, sin embargo, no quiso hacer valer su posición y fue muy respetuoso con todos ellos. Incluso, para ver al bebé, pidió permiso personalmente a la tía del niño.

 

La televisión y los medios continuaban informando de todo esto, pero ya no hacían tanto alboroto, pues en cierta forma, era un asunto que ya no era del interés del público.

 

Cuando Taehyung llegó, junto con Bang, hasta el cuarto donde tenían a Hoseok con el rostro cubierto con vendas, el doctor le dio un breve resumen de su estado de salud.

 

─    El señor Osaka tiene quemaduras de segundo grado en los brazos y piernas, sin embargo, al parecer fueron atendidas oportunamente con unas hierbas medicinales que le ayudaron a cicatrizar. Por ahora, lo único que nos preocupa son sus piernas, pues algunas de las cortadas están infectadas y eso le impide caminar. –

 

─    ¿Pero estará bien, verdad? – Le preguntó Tae, mirando a Kiro en su lecho, mientras dormía.

 

─    Espero que sí. La cuestión es que el antibiótico comience a hacerle efecto y eso lo veremos dentro de un día, más o menos. – Le explicó.

 

─    Cualquier cosa que necesite éste hombre, por favor, hágamelo saber. – Y le dio la dirección de su hotel, donde se hospedaba en Busan.

 

─    Claro, señor Kim. –

 

─    Taehyung, por favor. – Corrigió el muchacho. Luego, miró al doctor con dudas, pero de todos modos le preguntó. - ¿Puedo entrar a verlo, está consciente? –

 

─    Si está consciente, pero le hemos dado unos analgésicos que le ayudan con el dolor. Sin embargo, por ahora está despierto. – Y ambos entraron al cuarto, haciendo que Kiro volteara a verlos.

 

─    Buenos días, mi nombre es Kim Taehyung, y vengo a ver si se le ofrece algo. – Le dijo, con una bondadosa sonrisa, haciendo que el corazón de Hoseok se acelerara. Ese era el Tae que recordaba y que lo había enamorado.

 

 

─    Estoy bien. – Susurró con suavidad.

 

─    Aún tiene problemas en la garganta, así que su voz no está muy bien. Pero confiamos en que pronto podrá hablar de manera clara. –

 

─    No hay problema. No se sienta presionado, señor Osaka. –

 

─    Gra… gracias.- Le dijo Hoseok, con su voz rasposa.

 

Taehyung le siguió sonriendo y luego le tomó la mano que estaba vendada también. La apretó con suavidad, y luego, solo la soltó.

 

─    Lo veré después, señor Osaka, con permiso. – Le dijo y luego salió junto con el doctor, dejando a Hoseok con la sensación de la suave mano de Taehyung en la suya.

 

Jimin y Suga esperaban en la cafetería. El mayor no quería tener ninguna interacción con Taehyung pues, de alguna manera, lo hacía responsable de lo sucedido a su querido amigo.

 

Sin embargo Jimin trataba de tener una buena relación con Taehyung. Entendía sus sentimientos y además, recordaba agradecido el tiempo en el que ese chico se acercó a él, para darle compañía y sobre todo, comprensión, así que cuando se vieron, se saludaron con gusto.

 

─    Taehyung es un metiche. Ya vino a Busan para hacerse publicidad con Kiro y los demás. – Dijo Yoon Gi.

 

─    No es verdad. Vino a ayudar. Y porque quería conocerlos. – Refutó Jimin, comiendo su ensalada.

 

─    Jimin, cariño. No dejes que la gente te ciegue con sus falsas muestras de bondad. Taehyung no es un buen hombre y entre más pronto lo aceptes, mejor para ti, porque no te llevaras una desilusión después. –

 

─    Taehyung es tan buena persona como cualquier otra. Yo no creo que sea el mejor hombre, o el más santo, pero me agrada y planeo seguir siendo su amigo… cariño. – Le contestó, con rebeldía.

 

─    Solo trato de darte un buen consejo. – Le contestó algo ofendido.

 

Jimin lo miró y sonrió. Luego tomó la mano del otro, y la apretó con sus dedos.

─    Te amo, Min Yoon Gi, aunque seas el tipo más desconfiado del mundo. –

 

─    Y yo te amo también, Park Jimin, aunque seas el tipo más inocente del mundo. – Le contestó Suga, sonriendo.

 

─    No soy inocente… y tú lo sabes, cariño. – Le refutó maliciosamente, bajando una mano para acariciar el muslo del mayor.

 

─    Cre… Creo que debemos irnos. – Le dijo, antes de que la traviesa mano de Jimin, lo hiciera cometer una locura.

 

─    Aún no. – Indicó el menor, sabiendo que el otro se contenía para no lanzarse sobre él, pero le gustaba hacerlo sufrir. Era esa parte de él, que le gustaba ver como Suga llegaba hasta el tope, para no demostrarle en público su lujuria.

 

─    Pero… - Entonces Jimin le cubrió los labios con un dedo.

 

─    Shhhhh. Solo termina tu comida, Min Yoon Gi. – Le dijo y deslizando su mano sobre la mejilla y el cuello de Suga, tomó sus dedos y siguió con su comida.

 

 

Jungkook y Jin iban a llevar las cosas al orfanato de la ciudad, pero entre el trabajo y otras cosas, el tiempo se les fue pasando.

 

Jin trataba de no dejarse llevar por la depresión. Ahora, como desde hacía algún tiempo, volvió a hablar con Ji Hoon y sin darse cuenta, comenzó a dejar de dormir, haciendo que Jungkook se alarmara.

 

En las noches, llegaban demasiado cansados. A veces, hacían el amor, pero otras, Jungkook caía dormido como piedra y Jin, al verse solo y sin sueño, bajaba para ver alguna película o bien, realizaba diseños que luego le ayudarían en algún proyecto futuro.

 

Cuando Jungkook bajaba en la mañana y lo veía ahí, trabajando, con la misma ropa del día anterior, lo cuestionaba y más de una vez discutieron por esto. Entonces, Kookie tomó una decisión que fue ineludible.

 

─    Eres un exagerado, Kookie. Estoy bien. – Le dijo Jin cuando Jungkook lo obligó a ir a la clínica, sin dejarlo quejarse.

 

─    No estoy exagerando. No duermes y eso te hace daño, así que haré que te revisen y sepamos qué demonios es lo que te sucede. –

 

─    Pero… - No pudo decir nada, pues en ese momento los pasaron con el doctor.

 

Le hicieron algunas pruebas, le tomaron muestras de sangre y de orina y en fin, lo checaron del todo.

 

─    ¿Ha regresado a que le hagan un chequeo de su circulación? – Le preguntó el doctor, cuando vio sus antecedentes.

 

─    No, la verdad es que no he vuelto a ver al a doctora Oh. – Le dijo Jin sinceramente.

 

─    La doctora Oh falleció hace una semana. ¿No se enteró? – Le dijo el doctor y Jin lo miró con absoluta sorpresa.

 

─    ¿Pero y sus hijo? – Preguntó Jungkook, recordando que la doctora estaba embarazada hacía poco.

 

─    De hecho tuvo gemelos. Ni siquiera los pudieron registrar. Como fue un parto prematuro, los niños aún están en la incubadora. –

 

Ambos muchachos escuchaban completamente asombrados.

 

─    ¿Qué le pasó a la doctora? – Preguntó Jin, sintiéndose triste por lo sucedido. La doctora Oh había sido muy buena con él y lamentaba de verdad, su pérdida.

 

─    Hace un mes, un borracho la embistió en su camioneta cuando iba a cruzar la avenida principal. No murió al instante y por eso pudimos sacar a los bebés. Ella tuvo daño cerebral y su omma dio la autorización para que la desconectáramos. – Explicó el buen doctor.

 

─    ¡Dioses, y yo me quejo de mi vida! – Exclamó Jin.

 

─    No te preocupes Jin, todos lo hacemos. – Le dijo Jungkook, colocando su mano en el hombro del mayor.

 

─    Bueno… si les parece, terminemos con el examen médico. – Dijo el doctor.

 

─    Claro, doctor. Perdone. – Y así terminaron con los estudios, determinando que, por el momento, Jin no tenía nada más que una leve depresión. El doctor le recetó tomar unas pastillas anti depresivas elaboradas a base de yerbas medicinales.

 

─    Si sigue con problemas para dormir, lo tendré que canalizar con el neurólogo señor Kim. Pero creo que con esto, no tendrá problemas. –

 

─    Gracias, Doctor. –

 

Ambos muchachos se despidieron. Iban saliendo de la clínica y entonces Jin se detuvo de pronto.

 

─    Quiero ir a ver a los bebés de la doctora Oh. – Le dijo a Jungkook.

 

─    Claro, hyung. Pero… -

 

─    ¿Qué? –

 

─    No, nada. – Le dijo y caminaron hacia los cuneros, donde les indicaron cuales eran los dos gemelos de la doctora.

 

─    Son hermosos. – Sonrió Jin, como siempre embobado con los niños que apenas tenían unas semanas de nacidos.

 

─    Si, lo son, hyung. – Le dijo Jungkook, mirando a Jin. Los bebés no eran tan importantes para él. Le gustaba más observar a Seokjin quién, sonreía al ver a los pequeños.

 

Entonces escucharon una voz a sus espaldas.

 

─    ¡Seokjin oppa! – Se giraron y vieron a Suli quién los miraba sonriendo. Bueno miraba a Jin sonriendo, porque a Jungkook ni le hacía el menor de los casos.

 

─    ¡Hola Suli, ¿Cómo estás, niña?! – Le preguntó Jin  sonriendo también.

 

─    Feliz de verte, oppa. Y a ti ni te pregunto, te ves genial. – Le dijo, comiéndoselo con los ojos.

 

Jungkook los miraba molesto.

 

Se giró y siguió observando a los bebés. Una ahjuma estaba sentada junto a ellos, y al verlo a través del vidrio, le sonrió. Jungkook, sintiéndose completamente ignorado, entró.

─    ¿Cómo estás hijo? – Le preguntó la mujer.

 

─    Bien, ahjuma. – Le hizo una reverencia.

 

─    ¿Conocías a mi hija? – Le preguntó con una sonrisa melancólica.

 

─    Tuve el honor de conocerla cuando era médico de mi novio Jin. – Y señaló al guapo muchacho que afuera, platicaba con Suli.

 

─    ¡Oh, es muy guapo! –

 

─    Si, lo es. – Sonrió, orgulloso de su novio.

 

─    ¿Y esa mujer es…? –

 

─    Una ex admiradora. – No pudo evitar soltar un ligero tono amargo.

 

 

La señora sonrió, entendiendo.

─    Pues no lo dejes solo con ella. Tú eres un chico demasiado guapo, pero las mujeres somos algo… especiales cuando deseamos a un hombre. –

 

─    Si Jin prefiere estar con ella, yo no puedo hacer nada al respecto. – Le contestó celoso.

 

─    No creo que prefiera estar con ella. Cada cinco segundos sus ojos te buscan amor. Pero no quiere ser grosero. Se nota que tu novio es un chico demasiado bien educado y correcto. –

 

─    A veces, desearía que no lo fuera tanto. –

 

La mujer volvió a sonreír.

─    Dile a tu novio que quiero hablar con él. – Le susurró y Jungkook, comprendiendo el plan de la mujer, salió para buscar a Jin.

 

─    Cariño… - Interrumpió, ganándose una mirada de odio de Suli. El menor la miró con burla. – Ahjuma Oh, quiere verte. – Le dijo, y se metió, ignorando a la chica.

 

─    Debo irme Suli, fue un placer. – Se inclinó para hacerle una reverencia y la chica solo lo miró. Jin se giró para entrar al área de bebés y Suli se alejó de ahí.

 

─    Buenos días. – Saludó a la mujer, con una reverencia.

 

─    Buenos días. Jungkook me dice que te encantan los bebés. – Le dijo, sonriéndole. Jungkook la miró porque jamás le dijo eso, pero no dijo nada.

 

─    Así es. – Le dijo mientras se acercaba a los dos cuneros. Los bebés estaban durmiendo y se veían tan inocentes ahí, que le dieron mucha ternura.

 

─    Son niños. No les he puesto nombres porque… esperaré a que sus padres adoptivos se los pongan. – Le confesó.

 

Jin se giró para mirarla, completamente asombrado.

 

─    ¡¿Los dará en adopción?! ¡Pero… son sus nietos! – Le dijo y luego se arrepintió. – Lo siento, pero… no entiendo. –

 

─    Soy una anciana, estoy sola y tengo cáncer. Me quedan unos dos años de vida, sometiéndome a quimioterapia y con medicamentos carísimos. No puedo hacerme cargo de éstos niños, ni física ni económicamente hablando. Simplemente, aunque los amo con toda mi alma, tengo que dejar que alguien joven, sano y con dinero se ocupe de ellos y les de la vida que merecen. – Terminó. Y en efecto, la buena mujer se veía pálida y demacrada.

 

Jungkook se acercó a ella y le tomó la mano con suavidad.

 

─    No se preocupe, Jin no quiso hacerla sentir mal. – Le explicó.

 

─    No lo hizo. Entiendo que sea algo difícil de comprender, pero en el fondo, si lo analizan con objetividad, es lo mejor. No siempre podemos tener lo que queremos y a veces, tenemos que sacrificar nuestros sentimientos por el bien de los que amamos. – Se levantó y Jungkook la ayudó a hacerlo. – Gracias, cariño. –

 

─    No hay de qué. –

 

─    Debo irme. Tengo quimioterapia. – Le dijo.

 

─    ¿La toma aquí, en éste hospital? –

 

─    Si, por ahora. Pero la dejaré en una semana. No tengo más dinero. – Y luego de inclinarse, salió de la habitación hacia su medicación.

 

Jungkook miró a Jin y éste al chico.

 

─    ¿Piensas lo mismo que yo? – Le preguntó. Jin solo sonrió mientras se volteaba a ver al menor. - ¿Quieres adoptarlos, verdad? Pero no sé si te das cuenta de que son dos. – Expresó Jungkook.

 

─    Lo sé. – El mayor sonrió, ilusionado, feliz de hecho.

 

─    Yo no sé nada de bebés. No podré ayudarte mucho con ellos. –

 

─    Yo sé mucho de bebés, y contrataremos a unas niñeras o niñeros, como sea. – Lo miraba y en sus ojos había una súplica.

 

Jungkook seguía dudando, pero al ver el brillo en la cara de Jin y su mirada vivaracha y feliz, simplemente no pudo negarse.

─    Está bien. Entonces… hagámoslo. – Y entonces Jin se arrojó a los brazos del menor.

 

─    ¡Gracias, mil gracias, amor! – Y brincó con el muchacho en brazos, bailando y demostrando su felicidad y haciendo que las enfermeras lo mandaran comportarse bien, so pena de sacarlo de ahí.

 

 

 

Mientras tanto, en Busan, Bang Yongguk se levantó de su escritorio cansado. Era de noche y quería irse a dormir.

 

Sara lo observó, pero no le dijo nada. Hacía unos días que había comprendido que solo había sido diversión para el otro muchacho.

 

Cuando él salió, Sara entró a la oficina y tocó las cosas de Yongguk, completamente enamorada. Luego sus ojos comenzaron a derramar muchas lágrimas, sintiendo que la vida era demasiado cruel con ella.

 

Estaba ahí, llorando por un amor perdido, sabiendo que en parte la vida le cobraba lo cruel que había sido con Hoseok, cuando escuchó pasos y tuvo que esconderse debajo del mueble del fondo, que Yongguk nunca usaba.

 

Dos personas entraron a la oficina.

Era la sucursal de las empresas Kim en Busan y efectivamente, ella era la persona que dirigía el área de diseño en ese lugar, así que ganaba buen dinero y tenía una vida mucho mejor que antes, aunque también estaba tremendamente sola.

 

─    Lo que me parece raro es que ese hombre… Kiro Osaka haya aparecido así, sin más y que justamente le hubieran avisado a Suga de él. Eso es… extraño. – Decía Yongguk a otra persona junto a él.

 

─    ¿Quieres que investigue más, hyung? – Le preguntó.

 

─    Tengo un presentimiento y ya sabes que casi nunca me equivoco. –

 

─    ¿Cuál es ese presentimiento? –

 

─    Creo que ese hombre es Hoseok y que Suga lo está solapando para que Taehyung no se entere. – Le soltó, haciendo que Sara que quedara completamente sorprendida.

 

─    ¿Y piensas decírselo así, sin más a Taehyung? –

 

─    Claro que no. Se molestaría tanto de que no me hubiera dado cuenta antes, que probablemente me despediría o algo peor. – Yongguk se sentó para pensar.

 

─    Por lo pronto, no se le ha hecho la prueba de ADN, porque como tiene sus papeles y él mismo reconoció que era Kiro Osaka, pues nadie lo obligó a hacérsela. – Le explicó el otro chico.

 

─    Lo sé. – Y siguió pensando, entonces el otro muchacho, con voz impaciente, le dijo.

 

─    Si no me necesitas me iré para descansar un poco, hyung. La verdad estoy rendido. –

 

─    Está bien, Eddy, pero mantente alerta, porque te llamaré por teléfono para explicarte mi plan. – Le dijo y el otro se fue.

 

Luego Sara vio a Yongguk que se quedaba meditando en su sillón y al final, se levantó para salir de la oficina.

 

La chica salió de su escondite y rápidamente. Fue por su bolsa a su escritorio y de ahí se fue a su coche. Solo un pensamiento rondaba en su mente:

“Debo hablar con Hoseok para avisarle que Yongguk lo ha descubierto”. - Así que se fue directamente al hospital de Busan para ir a visitar a Kiro Osaka.

Notas finales:

Pues bueno, creo que ésto está por terminar, aunque yo calculo que le faltan unos seis o siete capitulos más. 

Por otro lado, les comento que subi un fic nuevo, YoonMin llamado El fan, y espero sus comentarios, si se puede. 

Muchas gracias por leer y por su apoyo. 

BESOS. 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).