06-04-16
"La guerra ha tomado las primeras víctimas civiles, siento el peso de la muerte doblegar mis hombros, con solo recordarlo o pensarlo me siento débil e inútil…
¿Cómo he permitido alargar más este conflicto?
¿He cambiado realmente? ¿Soy un ser malvado y despiadado solo por no dejarme seguir de la visión egoísta y limitada del gobierno? ¿Acaso ya no perdí suficiente por este país? En la primera guerra mundial perdí a mi padre y a mi madre y en la segunda perdí a mi mejor amigo, mi primer amor, mi vida… todo por esta nación…
¿Acaso no tenía el derecho de elegir? ¿Acaso debo sacrificar hasta mi alma? Al parecer eso es lo que debo hacer.
La guerra ha acabado ya con varias ciudades, el imperio es cada vez más fuerte y nosotros, los denominados rebeldes no hemos podido ser doblegados pero pronto anunciare mi rendición, suena ilógico después de tantas luchas y sacrificios pero ya no puedo continuar con esto, si no me detengo ahora no solo la población civil se verá afectada, también los héroes, la gran mayoría cuenta con poderes pero no todos aguantamos balas…
Sé que para poder acabar con esto uno de los líderes deberá morir, Anthony o yo, pero ahora, en este punto de no retorno, me he dado cuenta de dos cosas:
La primera es que ahora sé que nunca conté ni contare con el valor o la fuerza para acabar con él y la segunda es que no puedo acabar con la persona de quien me he enamorado… en mal momento he venido a aclarar mis sentimientos, ¿enamorarme de mi enemigo? ¿Qué sigue? , ¿Enamorarme de mi mejor amigo?, si Bucky me escuchara se burlaría de ello, al final Tony resulto siendo más para mí que un amigo, que el hijo de un colega, que el egocentrico hombre metido en una armadura.
Creo que moriré con estos sentimientos, sé que Anthony nunca podrá corresponderme y he tomado la decisión de ser el líder que muera para restablecer la paz…”.
Steve Grant Rogers
-Eres un maldito-susurre, mi mirada divagaba entre las numerosas filas de lapidas que se alzaban en aquel lugar- ¡No tenías por qué elegir!, ¡si yo tenía que morir debía hacerlo!... ¿por qué? Solo quería protegerte… yo… solo quería protegerlos…
Apreté el viejo diario contra mi pecho, en ese momento yo me encontraba sentado entre la nieve a un lado de la lápida de Steve, sin darme cuenta las lágrimas comenzaron a descender por mis mejillas, Tony Stark llorando… patético.
¿Había valido la pena?, no, ni un poco… quizá yo no empuñe el arma homicida pero la culpa me carcomía, yo había iniciado la guerra y lo perseguí como si fuera un criminal cuando en realidad era uno de los más grandes héroes que había tenido Estados Unidos y gran parte del mundo.
-¿sigues aquí Stark?-levante la mirada y sonreí débilmente.
-James, un placer volver a verte…-el asintió con la cabeza en forma de saludo- ¿Cómo vas en tu nuevo papel de Capitán América?
-Nada nuevo que reportar, por cierto, ¿de dónde sacaste la bitácora de Steve?
-yo…no, yo- de manera inconsciente estreche el diario contra mi pecho nuevamente, no quería que me lo arrebatara, no lo último que me quedaba de él.
-Tranquilo, no pienso quitártelo-aseguro, mientras movía las manos de manera graciosa, James Barnes había logrado recuperar todos sus recuerdos hacía poco y debía admitir que el chico me agradaba más asi- le prometí a Steve que yo mismo te lo entregaría, juro que lo tenía en mi departamento por eso me sorprendió el que lo tuvieras, ¿acaso entraste en mi departamento?-negué rotundamente
- No estoy seguro del como llego a mí pero es lo único que me queda de Steve…-nuevamente las lágrimas se agolpaban en mi rostro y sentí que no me faltaba mucho para tener uno de esos horrendos ataques de ansiedad que me cortaban la respiración.
-aunque nos enfrentamos en el pasado tu eres mi compañero, luchamos lado a lado en la actualidad y me preocupo por ti, si sigues negándote a ir a casa podrías enfermar gravemente…-
-Yo no quiero ir a casa, quiero quedarme con él, por favor…-de seguro me veía estúpido, yo rebajándome a esto, el alcohol de seguro ya me había quitado todo vestigio de orgullo y dignidad de encima.
-lo siento Tony, pero ya pasaron cinco años, no puedes seguir asi, tomas sin parar, desapareces por días, Pepper está preocupada, Bruce y Rhodey preguntan por ti, todos están preocupados por ti y si tengo que obligarte a ir casa lo hare ¿entiendes?-me sentía como un niño pequeño siendo regañado por su madre, pero mi cerebro no escuchaba razones y mi cuerpo se sentía tan pesado que no me creí capaz de ponerme en pie.
-no importa, esta vez… me quedare a su lado.-asegure mientras mis ojos se cerraban lentamente.