¿Por qué la gente miente? Es algo que no se puede responder fácilmente, todos mentimos pero unos en mayor media que otros. Mentir no es solamente decir algo que nunca paso, también es ocultar algo o no creer en la verdad que esta frente a sus ojos, eso es mentirse a uno mismo y eso era lo que hacía Steven, tratar de soportar la mentiras de su querido Ruby.
La mentira en la que vivía el moreno ya se había hecho una realidad para ambos. Cuando Stone se dio cuenta ya era demasiado tarde para salir de ello pero aprendió a buscar la verdad entre las mentiras, y al buscarla pudo descubrir mucho sobre Ruby.
La monotonía de la vida que llevaban estaba consumiéndolos, a ambos no solo al mayor. Tan acostumbrados a vivir en un mundo alejado de la realidad, salir de este significaba que alguno terminaría herido. Indirectamente Steven trataba de sacar al adolescente de su mundo perfecto pero no podía sacarlo, le era imposible.
Las mentiras siempre tienen una justificación o al menos eso se creé, pero las de Ruby no la tenían, a pesar de ello no podía dejar de hacerlo, dejar de hacerlo significa dejar todo lo que él solía ser y eso le daba miedo, pero la costumbre hacia que mentir no significara nada para él.
–Deja de mentir – sus manos se aferraron más a los pequeños hombros – Por favor – la mirada de Stone se dirigió al suelo dejado de ver los ojos de Ruby, no quería que él lo viera en esa situación.
–¿De qué me hablas? – preguntó asombrado.
–¡Sabes de lo que hablo! – gritó mirándolo a los ojos. Los ojos grisáceos de Steven parecían derretirse, como si sus ojos fuera de frío acero y los brillantes ojos carmesí de Ruby fueran el ardiente fuego con el que estos se derretían.
Ruby miró fijamente los ojos de su amante, cada delicada lágrima que de sus brotaban era como si le encajaran espinas a su corazón, pero aun así trataba de no verse afectado, aunque sabía que no podía sostener por mucho aquella mentira.
¿Cómo pudo descubrir que era un mentiroso? Nadie nunca descubrió una de sus mentiras, tal vez mentir era algo tan simple para él como respirar, siempre había mentido desde que tenía memoria y nadie había siquiera dudado de sus palabras, ¿y por qué Steven había descubierto sus mentiras?
–En serio, no sé de qué me hablas – se forzó a mentir.
–Estas mintiendo – le reprochó molesto sin dejar de llorar – deja de aparentar lo que no eres.
Los ojos carmesí se comenzaron a cristalizar, sabía que su mundo de mentiras se estaba yendo a bajo; desvío su mirada de la del mayor mirando al suelo, ¿por qué no podía sostener más sus mentiras?
Cuando sintió la primera lágrima salir de sus ojos pudo sentir un cálido abrazo por parte de Steven, lo acercó tanto así que podía escuchar su pesada respiración; al sentir tal calidez el adolescente no pudo evitar romper en llanto.
–Deja de actuar como un ángel – replicó Ruby entre gimoteos hundiendo su rostro en el pecho del mayor – deja de hacer eso, me molesta, haces que quiera volver a mentir pero no puedo.
Ruby rodeo sus brazos alrededor del pecho de Stone acortando más la pequeña brecha entre ellos.
–Le temes a la verdad – afirmó con melancolía el mayor – y yo estoy cansado de las mentiras.
El adolescente se separó un poco de pecho del adulto solo para ver la triste sonrisa que adornaba su rostro, abrió la boca para decir algo, pero ni una sola palabra salía de su garganta, algo le impedía hablar; el miedo era lo que le impedía hablar, tenía miedo de que de su boca saliera una mentira. Al verse atrapado en esa situación volvió a romper en llanto.
–Lo siento – pudo decir con dificultad después de varios intentos fallidos – lo siento mucho. Ya no puedo seguir huyendo, no hay lugar donde esconderme, sé que me encontraras, porque a donde yo vaya tú estarás ahí, no es justo
Parecía que no había poder en la tierra que detuviera el llanto de Ruby, Steven solo trataba de tranquilizarlo pero sus esfuerzos eran en vano.
–Dime Ruby – dijo para captar su atención, sabía que lo que le iba a decir podía destrozarlo pero tenía que saberlo – ¿Alguna vez me has dicho la verdad? ¿Tus te amo eran sinceros o solo eran una farsa?
–¡Claro que si te he dicho la verdad!– se apresuró a contestar–Las veces que te he dicho que te amo eran ciertas. Te mentí muchas veces no puedo negarlo, pero eres la persona a la que menos le he mentido.
–Lo he arruinado todo. – Sollozó– Lo he arruinado todo por mis mentiras. Por favor– un pequeño hito de voz se pudo escuchar por parte del moreno – miénteme y dime que todo estará bien – forzó una sonrisa mientras trataba de dejar de llorar, le costaba decir eso, le costaba mucho decir la verdad.
–No – respondió tranquilamente, Ruby lo miraba incrédulo – no te voy a mentir, no siempre las cosas van a ser de color de rosa pero mientras este contigo para mí todo estará bien. – Esbozó una pequeña pero sincera sonrisa en su rostro, los ojos de Ruby derramaron una lágrima que rápidamente fue secada por Steven – ¿Dime al final valió la pena tanto mentir?
–Claro que no valió la pena– murmuro haciendo un puchero. Luego miro directamente a los ojos a Steven, su mirada era muy divertida para haber llorado tanto hace unos momentos. Los ojos grises lo miraron sospechoso, era muy repentino su cambio de humor– de no haber mentido tanto no te hubiera conocido– agregó– quisiera en estos momentos cerrar los ojos y pretender que nunca te conocí. – sonrió ampliamente, Stone lo miro con asombro, luego su rostro revelo tristeza.
–Ruby… – su voz sonaba rota.
–Mentí– su sonrisa se amplió más y soltó una risa burlona, Steven lo miro molesto y luego se unió a la risa de su novio– Te amo.
–¿Es una mentira?– Pregunto sarcásticamente.
El moreno soltó una pequeña risa nuevamente acompañada de la de su amante, aprovechando que sus ojos estaban cerrados le dio un pequeño beso en los labios, la diferencia de altura era mucha pero no había problema para Ruby, delicadamente se puso de punta sobre los pies del mayor. Cuando Stone sintió la pequeña presión que se ejercía sobre sus labios correspondió el beso, haciendo que ese momento se volviera algo mágico, algo que solo ellos dos disfrutaran y egoístamente se guardarían solo para ellos.
–¿Crees qué eso fue una mentira?