-¡Dipper, rapido!- Era mi señal, no tenía mucho tiempo, me gire en busca del objeto que había lanzado anteriormente, corrí para tomarlo y después en la dirección en la que se encontraba el enemigo.
-¡No podrán detenerme ahora, Pines!-Su forma física había terminado de caerse. Se liberó de la red. No debía dudar, continúe con mi trayectoria, gire el objeto como me habían indicado, lo estrelle contra Bill y no podía creerlo, ¡No lo había atravesado! Se había quedado pegado en él. El golpe lo hizo retroceder y terminar de espalda a la pared algo desconcertado.
-¡¿Pero qué...?!- Trato de quitárselo, pero fue inútil, en cuanto lo toco la intensidad de la luz aumento y comenzó a absorberlo. -¡No es posible!-
-Tu fiesta a llegado a su fin, Bill Cipher, ahora pagarás por lo que has causado- El tío Ford había logrado crear un prisión especial para él. Ni siquiera deshaciéndose de su forma física había podido escapar de ella.
-No podrán mantenerme atrapado por mucho tiempo, me necesitaran, saldré de aquí y...- La prisión había terminado de absorberlo sin dejarle concluir su amenaza. Lo habíamos encerrado en una dimensión artificial que lo mantendría dormido para siempre. No podría crear más caos nunca más. Por fin había terminado, para siempre. Pero no tuvimos mucho tiempo para disfrutar de la victoria, ahora la miedoramide se estaba derrumbando y debíamos salir.
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La mañana siguiente fue... bueno, raramente tranquila, demasiado para mi gusto. Todas las personas del pueblo estaban inmersas en las reparaciones de los daños causados por la locura de Bill. Sin embargo yo me quede en el dormitorio... No podía sepárame de ella... Mabel no
había despertado luego de salir de la pirámide, ni horas después.
-¿Dipper, puedo pasar?-
-Adelante- era el tío Ford.
-¿Como esta?- puso su mano sobre mi hombro, podía sentir su preocupación y algo más. Culpa, quizá.
-Igual, no ha dado respuesta... Tío Ford, ella despertará ¿verdad?- Sentía como se iba creado un nudo en mi pecho al imaginarme lo contrario. Tenía miedo de que no fuera así, no sabíamos que era exactamente lo que Bill le había hecho.
-Yo, no lo sé Dippper... Lo siento.- Me abrazo.- Pero no debes desesperarte, Mabel es fuerte y no se dejara derrotar, ya verás que en poco tiempo estará corriendo por ahí junto a Pato.-
-Si, es cierto- reí nerviosamente.
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Habían pasado ya tres días y Mabel continuaba igual, estaba desesperado.
Desesperación.
Eso fue lo que me orillo a ese acto tan peligroso... Pero, ¿Qué más podía hacer? Él era el único que sabía lo que le pasaba a Mabel, porque precisamente él se lo había hecho. Sabía que el tío Ford había guardado bajo llave la prisión que contenía a Bill, pero ¿qué haría cuando la encontrara?, ¿Sacarlo de ahí? ... ¿después de todo lo que pasamos para poder contenerlo y
encerrarlo? Decidí preocuparme por eso después, primero debía encontrar la localización de la prisión. No tarde demasiado, era demasiado obvio que debería estar en el sótano con todos los demás inventos y creaciones de uno de mis tíos, ¿Que otro lugar podría ser más seguro por ahora?