-¡Dipper!-
Me desperté de golpe. Tarde un poco en reaccionar y deducir de quien
era esa voz.
-¡Dipper!-
Gritaron por segunda vez, era Ford... ¡Rayos! Seguramente ya se había dado cuenta de la ausencia de la prisión. Me levante tan rápido como pude, baje las escaleras y solo pude llegar hasta enfrente de la máquina de dulces, Ford estaba ya subiendo del sótano.
-Dipper- Me tomo de los hombros en cuanto estuve a su alcance.- ¿¡Donde esta!?-
-Yo... Lo siento, no podía más, quería traerla de vuelta ya, lo siento.- Brotaron las lagrimas. No sabía qué hacer podía sentir su enojo, su miedo, su decepción.
-Estas consiente de todo lo que sacrificamos para detener a esa bestia y ¡tu simplemente la sacas del contenedor!- Me soltó, se dio la vuelta y se alejo de mi unos pasos.
-Tío Ford, se que te decepcione haciendo eso... Pero no esta en libertad, creo que Bill ya no existe.- Debía explicarle, aun que fuera un poco lo que había sucedido.
-¿A qué te refieres con que ya no existe?-
-Bueno, es difícil de explicar- Dude un poco no sabía por dónde comenzar, pero dados los acontecimientos de los días pasados tenia esperanza de que mi tío creyera mis palabras así que limpie los rastros de mis lágrimas y trate de contar lo sucedido, de cómo casi lo libero, de cómo apareció Blendin y la misión que dio el bebé tiempo.
Cuando termine pude ver un poco de alivio, ya que su temor de que el demonio estuviera suelto se disolvió.
-Si lo que dices es cierto, ¿entonces quien es ese supuesto "alguien" que debes cuidar?-
-No lo sé, no me dieron si quiera una descripción de cómo era solo dijeron que lo reconocería cuando lo viera.-
-¿Crees que sea peligroso?-
-No lo se, pero no creo que lo sea...- ¿Oh si? Realmente no tenía ni idea de lo que la misión significaba, ni de cuáles eran los planes del "tiempo".
-Oigan ustedes dos en lugar de estar metidos en sótano por qué no ayudan a Soos con la cabaña.- El tío Stan estaba listo para darnos trabajo pero supongo que sintió el ambiente. -¿Que sucede aquí?- No sabía si contarle lo que estaba pasando, si lo entendería.
-Nada Stanley, solo nos organizamos para limpiar el sótano, quedo hecho un desastre con todo esto.- Gracias a Dios Ford se adelanto, ya estaba empezando a hacerme un lío de la situación.
-Muy bien, cuando terminen vengan a ayudar a fuera, espero que no se les escape alguna creatura extraña que creé mas rareza.- Dijo eso último mientras salía de la habitación cargando unas herramientas.
-Por ahora es mejor dejar esto entre los dos, a pesar de que mi hermano se está tomando las cosas con tranquilidad, es mejor no preocuparlo más de lo necesario, bastante le ha afectado ya lo de Mabel.-
Era cierto, la segunda persona con la que ella se llevaba mejor era precisamente él, y aun que trataba de mostrarse fuerte al menos yo sabía que lo sucedido con mi hermana le afecto casi tanto como a mi.
-Entonces solo queda esperar a que llegue tu "invitado".-
-Si.- Ahora que lo pensaba, el o ella o eso tendría que quedarse con nosotros, supongo que podría meterlo a la cabaña como un refugiado.
-Bien.- Dicho esto se metió dentro del sótano y cerró la puerta, me quede solo así que decidí salir a ayudar a Soos y al tío Stan, más que nada para distraer mi mente un poco de todo lo que estaba pasando.
-Hey Soos.-
-Hey, hola amiguito.-
-¿Hay algo en lo que pueda ayudar aquí afuera?
-Claro, por ahora estamos recogiendo toda la madera que se cayó de la cabaña.- Se acerco un poco e hizo el intento de susurrarme, y digo intento por que la verdad es que lo dijo con el mismo volumen de vos en el que estábamos hablando.- Aquí entre nos creo que el señor Pines no quiere comprar nueva.-
-Soos, aun que trates de susurrar, estoy aquí.- Dijo mi tío, que estaba a unos pocos metros de distancia de nosotros, mientras metía los tablones que cargaba dentro de una carrerilla.
-Lo siento señor Pines.- Solté un leve carcajada, era agradable ver como algo de mi día a día volvía de a poco a restablecerse.
- Además no pagare por algo, si puedo reutilizar estos.- Tomo la carretilla y se alejo de nosotros.
Ayude hasta que comenzó a oscurecer, por el estado en el que se encontraba el lugar parecía que recién había terminado la guerra, pero la verdad es que todo el mundo se puso de acuerdo para reparar el centro del pueblo y por ello muchas casas de la orillas, incluida la cabaña, permanecían así de maltratadas.
-Sera peligroso si seguimos con esto durante la noche, mejor que lo dejemos por ahora.-
-Está bien, señor Pines, entonces nos vemos mañana.- Soos tomo sus cosas y se fue en dirección a la casa de su abuela.
-Bien, iré a ver si hay algo que podamos comer - Decía mi tío mientras abría el auto y se metía en el.
-Oh! ¿Puedo acompañarte?- La verdad es que no quería quedarme solo, aun que estuviera el Tio Ford no había salido en toda la tarde de su búnker y dudo que lo hiciera ahora ya que prácticamente dormía en ese lugar.
-No esta vez chico, eres el único apto para cuidar el lugar, tomando en cuenta que el "genio" esta encerrado haciendo quien sabe que cosas, no planeo tardar mucho.- Arranco y se fue.
Decidí entrar para revisar a Mabel y ver algo de televisión, gracias a Dios habían arreglado las antenas el día anterior, me di la vuelta para entrar pero antes de poder avanzar tres pasos siquiera comencé a escuchar que algo andaba entre los arbustos, Supuse que sería la mascota de mi hermana, pero me percate de que lo que sea que fuera no estaba haciendo sus ruidos comunes de cerdo. -¿Pato, eres tu muchacho? - Claro, porque un cerdo me iba a responder. Se estaba acercando rápido, trate de tomar algo para defenderme en caso de que fuera peligroso pero lo único que me quedaba cerca era una escoba.