-¡Ayúdame!, ¡ayúdame! , ¡Ayúdame! , ¡Ayúdame, por favor! – Salió disparada hacia mí la figura que pedía ayuda, me sorprendió y debido a eso mi única reacción fue estrellarle la escoba en la cara. Cayo inconsciente.
-¡Oh no! - Cuando reaccione me acerque de inmediato, y vi que solo era un chico. ¿¡Que hice!? , ¿¡Le habré matado!? . Estaba comenzando a entrar en pánico, ya que estaba sangrándole la nariz pero me calme cuando note como su pecho subía y bajaba levente, estaba respirando. Decidí recostarlo en el sillón que teníamos fuera de la cabaña, trate de cargarlo pero fue inútil ya era más grande que yo y también más pesado así que opté por arrastrarlo con cuidado hasta el mueble , entre para buscar algo con que limpiarle tierra y sangre que le escurría antes de que su ropa se ensuciara, más de lo que ya estaba, pero solo pude encontrar un trapo en la cocina que por suerte estaba limpio, lo tome junto con un poco de agua y salí de nuevo, rasgue la tela por la mitad, moje uno de los trozos y comencé a limpiarle la cara mientras que el otro lo utilicé a modo de tapón para su nariz, la verdad no sabía atender heridas así que hice lo que pude.
Cuando termine me di cuenta de que no conocía a esta persona, es decir en todo el tiempo que había estado en Gravity Falls nunca le había visto y no es como que el pueblo fuera un lugar tan grande, además recordaría a un tipo con esta apariencia. Cabello negro y corto de los lados, pero dorado y un tanto más largo de la parte superior tenia lo que llamaría "estilo" o algo así, su piel tenía un tono levemente morena o mejor dicho bronceada casi dorada como la de las modelos de trajes de baño que estaban en las revistas del tío Stan , era mayor que yo quizá de la edad de Wendy o un poco menos, su ropa también era llamativa traía un suéter dorado del que sobresalía el cuello de una camisa blanca atado con una pajarita negra, una pantalón y zapatos del mismo color.
Como un balde de agua fría cayó sobre mí la respuesta de por qué no lo conocía. Esta persona es quizá a la que debo cuidar. Pero era extraño, creí que tendría que cuidar a alguna "creatura”, no a un chico dos o tres años mayor que yo. De pronto el chico comenzó a emitir leves
quejidos y a abrir los ojos lentamente.
-¿Que me paso? - Se sentó y pasó la mano por frente y nariz pero se detuvo en cuanto sintió los intentos de tapón en esta última. -¡Ay! ¿Qué rayos es esto y por qué me duele la nariz?-
- Sería mejor que no te los quitaras hasta que estemos seguros que ya no te sangra y... Yo soy el culpable de eso-
Se quedó viéndome un instante.- ¡¿Quién rayos eres tú y quien te dio permiso de tocarme?!- Se paró rápidamente con el ceño fruncido y un tono de indignación y reclamo, trato de alejarse del sillón pero tambaleo y termino apoyándose en la pared.
-Oye tranquilo, no deberías pararte tan rápido, me tomaste por sorpresa cuando venias corriendo y gritando hacia a mí y sin querer casi te rompo la escoba en la cara por eso es mejor que no hagas
movimientos bruscos.- Trataba de ser amable aunque con su actitud...
-¡Te atreviste a golpearme!- Comenzó a acercarse, podía ver que estaba molesto pero también confundió. Trato de soltarme un golpe pero supongo que por su mareo fallo y término cayendo en el sillón.
-¡Oye, cálmate ya!- Aproveche para sentarme sobre su espalda para que dejara de moverse, trate de hacer más peso, porque la verdad era que podría tirarme si lo quisiera.
-¡Quítate de encima!-
-Te he dicho que fue sin querer, fue tu culpa por asustarme.- Dejo de moverse, no sé si por cansancio o porque por fin razonó.- A todo esto, ¿Por qué... De que estabas huyendo?-
-Yo... -Sostuvo su cabeza con ambas manos, como tratando de recordar. -Estoy perdido en ese tonto bosque desde... Estaba comenzando a pensar que no saldría nunca de ahí.-
-Oh ya veo...- Tiene sentido que actuara así en cuanto me vio. Me quite de su espalda y me encamine a la puerta. -Bueno supongo que si llevas metido en ese bosque lo suficiente como para desesperarte así, lo mejor es que entres, puedes quedarte un rato aquí, mi tío salió para conseguir comida decente pero supongo que tendremos galletas o cereal o algo.-
Se incorporó en el sillón y cruzo los brazos. -¿Por qué eres tan amable?-
-Bueno, no hay razón para no serlo además a mi hermana... - Mabel... Sin quererlo me quede un momento en silencio, solo concentrado en su nombre.
-¿Tu Hermana?-
La voz del nuevo invitado me saco de mi trance que, aunque leve, fue lo suficientemente notorio -Ah sí... A ella no le gustaría que te hubiera dejado ahí tirado sin más. Vamos.- Entre en la cabaña y me dirigí a la cocina seguido por mi nuevo invitado, busque algo de comer en la alacena y el refrigerador pero solo pude encontrar un paquete de galletas, que por suerte aun no estaban caducas.
-Toma.- Le extendí el paquetito.
-¿Qué es esto? - Lo tomo y comenzó a inspeccionarlo detenidamente.
-Pues son galletas es lo único comestible que tenemos por ahora.- Note que a pesar de que observaba el paquete, no hacía por abrirlo y solo lo mantenía sobre sus manos. -¿No tienes hambre?-
Enarco una de sus cejas.- ¿Que es "hambre"? - Cuando termino de hacer la pregunta un fuerte gruñido de estómago se escapó de él, me reí un poco lo que causo un leve rubor en el otro.
-Eso es hambre.- Tome el paquete para abrirlo y saque una de las galletas para mí, después de todo yo también tenía algo de hambre, imito mi acción llevando una de las galletas a su boca y dando un leve mordisco, pude ver como su cara se iluminaba y dejaba escapar una sonrisa, un tanto perturbadora para mí por alguna razón, como si nunca hubiera probado eso antes.
-Podrías quedarte aquí un momento por favor.- Le dije mientras señalaba una de las sillas. -Debo hacer algo.- Movió la cabeza en afirmación ya que tenía la boca llena y se sentó muy obediente. Bien dicen que las bestias se calman con comida. Subí a mi habitación, a pesar de que sabía que no se iría de ahí tenía la necesidad de ver a Mabel aun que hacerlo me estrujara el corazón. Me quede a su lado no sé por cuánto tiempo exactamente, quizá más del que debería. Si estoy en lo correcto, por fin llegó a quien debo cuidar así que por favor aguanta un poco más pronto te sacare de ahí. Le bese la frente, me dispuse a bajar cuando escuche los ruiditos de pato algo alterado y después los gritos del invitado lo que apuro mis pasos.