-¡Aléjate de mí bestia rosada!- Decía mientras trata de alejar a pato subiéndose a la silla donde se encontraba sentado hacia unos momentos.
-¿Que sucede aquí?- La escena me pareció graciosa, hasta el momento pato nunca había logrado causar esa reacción en nadie.
-¡Aleja a esta cosa de mí!- Grito un poco desesperado y disgustado.
-Tranquilo, no quiere hacerte daño, solo tiene hambre y supongo que olio las galletas.- Me acerque y le quite la última de las galletas para lanzarla y que la mascota de mi hermana nos dejara en paz.
-Ya puedes bajar de ahí, no creo que regrese. A todo esto, mi nombre es Dipper, Dipper Pines.- Le ofrecí mi mano para estrecharla. -¿Tú eres...?-
-amm... Yo...- Se sentó y llevo ambas manos de nuevo a la cabeza. –No lo recuerdo, no se mi nombre... Yo... ¡Yo no lo sé! - Se estaba alterando demasiado.
-¡Oye! - Lo tome de los brazos para tranquilizarlo. -Tranquilo, no te alteres por eso.- Le sonreí. -Ahora relájate y dime si hay algo que si puedas recordar, algo de antes de encontrarme.-
-No mucho... Luz, oscuridad... La noche, el brillo de algo, como cristales...-
-¡Dipper!- Era la vos del tío Stan.
-amm... Ven. - Lo tome del brazo para llevarlo a la sala, encendí el televisor sin preocuparme mucho por el canal y lo deje ahí. –Quédate aquí un momento y no te muevas, ya regreso.-
Salí a ayudar a mi tío, al parecer si había logrado conseguir provisiones suficientes ya que el auto estaba repleto de bolsas con comestibles.
-Tío Stan, hay algo que tengo que decirte- Debía contarle lo que sucedía antes de que entrara y viera al nuevo invitado.
-¿Que sucede?- Decía mientras bajaba del auto para comenzar a cargar las bolsas y meterlas en la cabaña.
-La verdad es que... ammm...-
- Vamos, ya suéltalo chico.-
-¡Tenemos un invitado en la cabaña!- Lo dije casi gritando, no sabía porque me había puesto nervioso.
-¿Invitado?-
-Sí, él estaba perdido en el bosque y cuando te fuiste de alguna manera dio con este lugar, pero me asusto y lo golpee con la escoba y lo deje inconsciente y me pareció buena idea que se quedase por un rato ya que parece que tiene amnesia y...- Me estaba volviendo un lio tratando de explicar todo y ordenar mis pensamientos.
-Oye, oye más despacio. Entonces, en resumen, hay un chico con amnesia en la cabaña y se quieres que se quede hasta que logre recordar algo o encontremos a su familia.- Cruzo los brazos y enarco una ceja - ¿Me equivoco?-
-Si... ¿te molesta?- juguete con mis manos para tratar de calmarme.
-Mientras no moleste, está bien, podemos utilizarlo para arreglar más rápido la cabaña.- Dicho esto tomo todas las bolsas que pudo, entro y yo lo seguí cargando también lo que podía. Pasamos a la cocina y mi tío se quedó guardando las cosas ahí mientras yo busque al moreno donde lo había dejado, pero no estaba.
-¿Y bien, donde esta? - Grito desde la cocina.
-Bueno... Lo había dejado aquí en la sala...- Genial, se me acaba de perder al que se supone debo cuidar, aplausos al guardián del año.
-¡Tú no eres Dipper!- Estaba detrás de mi tío apuntando de manera acusadora.
-amm... No, soy Stanley, su tío...- Se dio la vuelta y observó detenidamente al que lo acusaba. -Supongo que tú eres el nuevo invitado.- Regrese a la cocina al escucharlos hablar -Ahí estas, te dije que no te movieras de la sala.-
Me miro con indiferencia -Me aburrí, la caja esa solo hacia ruido molesto. -
-Bueno, él es el chico que te mencioné -
-Pues bienvenido, supongo. -
La presentación no estuvo tan mal, pudo ser peor. Solo falta el tío Ford aunque no creo que sea necesario presentárselo por ahora...
Preparamos algo para cenar, al terminar fuimos a acostarnos ya era tarde después de todo. Decidimos meter a nuestro invitado a la habitación por la que yo y mi hermana habíamos peleado semanas atrás.
-Puedes dormir aquí. - Acomode una almohada y una cobija. -No es mucho, pero al menos estarás bien.
-Gracias, supongo... - Estaba algo serio o cansado quizá.
-¿Te encuentras bien?-
-Si solo me siento me siento extraño, me pesa el cuerpo y no puedo mantener los ojos abiertos.-
-Tranquilo solo estás cansado, ya debería dormir, pasaron muchas cosas, mañana te ayudare a recordar.- Él se recostó y apague la luz de la habitación sin embargo deje la puerta abierta para que la luz de la cocina pudiera iluminarle un poco.