-No Naruto, no hay que doblar mucho las rodillas – dijo Sasuke al observar como el rubio lanzaba y fallaba en intento.
- ¿de qué hablas teme? ¡las rodillas siempre se doblan! – Naruto agarro el balón y encaró a Sasuke. Haciendo que esta riera y un pequeño rubor se posicionara en las mejillas del rubio haciendo que apartara el rostro avergonzado.
Ambos estaban en la mansión Uchiha, más que todo específicamente en la cancha privada Uchiha, Sasuke estaba enseñándole a mejorar sus técnicas de juego a Naruto.
-No, mira – el mayor se posiciono detrás del rubio – ponte en posición de lanzamiento, Naruto estas mas – Sasuke paso una de sus manos por el trasero del rubio haciendo que este se pusiera derecho del susto.
- Oye ¿Qué.. – Naruto callo al sentir como las manos del mayor se situaban en sus hombros haciéndolo agachar un poco, pero no tanto como antes.
-ahora lanza – dijo Sasuke y Naruto obedeció, haciendo que esta vez su tiro diera en el aro.
-esto es genial. – el rubio fue otra vez por el balón – eres un buen entrenador Sasuke
-Lo sé, Lo sé, no tienes que repetírmelo – el ojinegro sonrió arrogantemente haciendo que Naruto rodara los ojos.
Llevaban tres días en esto, El rubio a las tres de la tarde estaba en la mansión Uchiha y este le enseñaba todas las tardes basketball, para que aprendiera como enfrentarse en el campeonato que se avecinaba para el equipo de Naruto.
-bien, si tú tienes que enfrentarte a un one a one, no puedes resguardar el balón a espaldas del enemigo. – explico Sasuke mirándolo serio.
- ¿Qué? ¿Por qué? Es lo más común para defender – pregunto el rubio confundido.
- Si, pero tú tienes una gran desventaja que es ser doncel – Sasuke callo a Naruto antes de que el otro viniera a replicar. – digo, tú eres uno de los pocos donceles que participara en ese torneo, tus contrincantes son varones, tú al ser doncel eres más delgado y bajo a comparación de ellos, lo que hace más fácil los robos – explico Sasuke ante la ahora mirada convencida de Naruto.
- ¿y qué quieres que hagas respecto a eso?
- tal vez, si en vez de defenderte dándoles la espalda ¿atacas de frente?
- ¿¡Que!? Pero eso es más peligroso aun – dijo consternado Naruto.
- exacto, tal vez eso, te ayude a defenderte a tiempo que dándole la espalda a tu oponente – La cara de Naruto era un poema, no entendía nada de lo que el Uchiha trataba de explicar – digo, si defiendes dándole la espalda tu enemigo al ser más grande que tu podría robártela más fácil, aunque también puedes idear hacer un pase.
- y entonces…-
- pos la mejor opción es atacar, te ayudare en eso. – Sasuke sonrió y se puso en posición de defensa – hasta que no logres pasarme no te enseñare otra cosa.
Naruto sonrió arrogantemente.
-eso será fácil
Estuvieron una hora y media practicando varios movimientos, pero el motivo era el mismo, pasar a Sasuke, cosa que Naruto casi no logra.
Naruto al fin pudo esquivar a Sasuke y se dirigió al aro, haciendo una canasta.
-no que sería muy fácil –sonrió – ehhhh Naruto – Sasuke se dirigió al rubio con dos botellas de agua y le lanzo una, ya que el blondo hacia acostado en el suelo mientras trataba de regular su respiración.
-cállate Sasuke-Teme – Naruto se sentó para poder tomar la botella de agua. El rubio se estaba incomodando; pues ya que Sasuke no le había parado de mirar desde que le dio la botella.
- ¿¡Que miras!? – exclamo irritado
- nada, solo una forma curiosa de tomar agua – Naruto le miro con curiosidad bien disimulada.
- ¿así? ¿Cuál? – Al instante el rubio pudo sentir los labios del mayor apretando los suyos, pero grande fue la sorpresa que Sasuke paso el agua que había tomado hace unos instantes a la boca del rubio.
Naruto trago el agua por inercia, haciendo que entre la sorpresa y el agua; este se comenzara a ahogar.
- ¡Eres un bastardo! – exclamo el rubio mientras se sostenía la garganta y Sasuke le daba ligeros golpes en la espalda.
- ya, no fue para tanto, además – Sasuke giro a Naruto y se le acerco una vez más a sus labios – admite que te ha gustado.
El rubio se sonrojo y aparto la mirada mientras hacia un puchero, muy tierno a la vista del mayor.
-ya quisieras Teme. – el rubio, se levantó para seguir practicando, pero Sasuke le giro haciendo que el menor le mirara confundido.
El azabache sonrió dulcemente.
-te quiero - Naruto sintió como sus mejillas se calentaban mucho más que cuando estaba entrenando.
Avergonzado escondió su rostro en el pecho del más alto, haciendo que el mayor sonriera con ternura.
-yo creo que también te quiero – murmuro aun escondido.
- Ese “creo” no me gusta mucho, pero sé que pronto eso cambiara.
Sasuke agarro el mentón del rubio haciendo que los rojos de sus mejillas aumentaran. El azabache dirigió sus labios a los del menor mientras que ese esperaba el ansiado toque de sus labios. Su respiración se lo hacía saber.
- ¡Sasuke te estaba buscando! – Naruto se separó rápidamente por la repentina intromisión del recién llegado, y escondió su rostro entre sus manos. Mientras que Sasuke soltó un ligero gruñido al percatarse que habían roto su momento.
-lamento mucho interrumpir Sasuke, pero quiero un favor tuyo…. No más bien de el – el recién llegado que tenía por nombre Sai, señalo a Naruto que estaba practicando sus tiros una vez mas para bajar su vergüenza.
- are… ¿yo? – se señaló a si mismo sintiéndose anondado de que Sai recurriera a su ayuda por algún motivo, mientras que el azabache frunció ligeramente el ceño ante la petición de su mejor amigo.
-tranquilo Sasuke – Sai trato de calmar al moreno que ya se le notaba su aura oscura – solo quiero tener una cita con Gaara y quiero que Naruto-kun me ayude.
- ¿una cita con Gaara? - el rubio lo miro perplejo pues al parecer Sai estaba conquistando a su mejor amigo y talvez fuera Gaara la razón de la ruptura de Ino y Sai.
- ¡por favor Naruto-kun! ¡dime lo que le gusta a Gaara, para invitarlo a una cita!
-ya estás muy junto a el Sai y no me gusta – Sasuke irritado de la cercanía de Sai a Naruto lo separo y jalo al rubio hacia el.
- ¿entonces me ayudaras Naruto-kun?- Sai le volvió a preguntar.
-Ok, Sai- san – sonrio - A Gaara le gusta las cosas dulces, en especial el chocolate.
-chocolate – repitió el moreno anotando en una libreta - ¿de qué sabor y color exactamente? - pregunto interesado.
- dulce y negro, sus favoritos son los de avellana; no le gusta el de maní
- ¿Cuál sería el lugar perfecto para una cita? ¿le gusta los restaurantes? – Naruto rio ante las propuestas del moreno.
-Sai-san, si usted llevara a Gaara a un restaurante de esos lo perdería, a él no le gusta los lugares elegantes. – Sai le miro confundido.
- ¿pero son donceles no? ¿a ustedes no le gusta ese tipo de cosas?
- nosotros no somos como los demás donceles – Naruto frunció un poco el ceño – tiene un concepto muy malo sobre nosotros – suspiro – en fin, creo que a él le gustaría un lugar donde se pudiera divertir, para Gaara sería la cita perfecta.
- ¡ya sé dónde llevarlo! – Sai levanto un puño al aire en señal de victoria - ¡gracias Naruto-kun!
La pareja solo observo como Sai se perdía de su vista.
- ¿alguna vez has tenido una cita? – pregunto de repente Sasuke
-No, nunca he tenido una, nadie nunca me ha invitado y no salgo mucho de casa – dijo el rubio sin darle mucha importancia a eso.
-pues puedes irte arreglando, porque en este momento tendremos una cita – Sasuke sonrió mientras jalaba al rubio dentro de la mansión.
Cierto moreno se encontraba al frente de la casa de cierto pelirrojo nervioso, era la primera vez que estaba así. Jamás le había pasado, ni siquiera en sus primeros días con Ino; eso solo significaba que Gaara de verdad le importaba.
Sin más toco la puerta que lo separaba con su amado pelirrojo.
- ¡yo voy! – se escuchó adentro de la casa y Sai internamente se alegraba de que fuera el quien abriera.
- Oh, Sai-san ¿Qué lo trae por aquí? – pregunto Gaara amablemente mientras le daba una sonrisa que dejo a Sai en otro mundo por un instante.
- yo quería preguntarte si no es mucha molestia, ¿quieres venir a la nueva feria que hay? – pregunto.
- oh claro – Gaara se sonrojo, para el eso sonaba más que una salida - ¿Cuándo?
- Si quieres podemos ir ahora – le pregunto Sai. Temiendo por la respuesta del otro.
-Claro – sonrió – déjame ir por mis cosas – dijo el pelirrojo y entro a la casa perdiéndose por sus escaleras.
Sai sonrió bobamente, de verdad que le gustaba ese pelirrojo, mucho más de lo que volvió a creer que le gustaría una persona.
- ¿y que aremos Sai-san? – pregunto Gaara mientras miraba todos los puestos interesado.
- Gaara por favor, tenemos casi la misma edad, solo soy tres años mayor que tu; así que por favor quita el “san” – pidió Sai a lo que el pelirrojo asintió un poco avergonzado-
- entonces a donde iremos… Sai – pregunto el pelirrojo.
- ¿Qué quieres hacer tu? – pregunto
- quiero ir a cazar peces – dijo emocionado a lo que el otro lo miro con ternura y asintió y ambos fueron a un puesto.
Sai pago los turnos de Gaara, el cual increíblemente en un turno logro coger 4 peces. El mayor le sugirió seguir visitando varios puestos más pero antes de irse, Gaara le dijo que esperara allí que ya volvía.
El mayor observo como Gaara volvía al puesto de los peces y hablaba del algo con el dueño, el cual a su vista el menor parecía muy feliz.
Gaara volvió y le pidió a Sai que cerrara los ojos, este confundido obedeció.
-ahora abre los ojos, Sai – y en frente de él se encontraba una bolsa con un pez dorado nadando en ella, uno de los que cazo Gaara - tu pagaste el turno, creo que te mereces parte del premio – dijo Gaara mientras apartaba la mirada avergonzado.
Sai le miro con extrema dulzura y con suavidad, rosando sus manos agarro la bolsita transparente.
-Gracias, Gaa-chan – dijo el pelirrojo suavemente mientras observaba como el rubor de las mejillas del pelirrojo no desaparecían. - ¿Qué te parece si vamos a los otros puestos?
-pues me parece bien
Estuvieron toda la tarde divirtiéndose en cada puesto, probando distintas actividades, Sai agradeció enormemente a Naruto, pues como él dijo la feria le gusto más que de seguro si lo habría llevado a un restaurante.
Al final le tenía una sorpresa.
-Gaa-chan espera aquí, te tengo que traer algo – dijo Sai, a lo que Gaara estaba sentado en una banca y el mayor salió corriendo perdiéndose entre la gente.
Tomo esos momentos para observar los regalos que le había ganado Sai por él, uno de ellos era un pequeño mapache, de verdad era muy lindo. Y sonrió.
Se estaba enamorando más y el jamás había sentido ese tipo sanciones antes, y sentía un malestar en su estómago cuando estaba cerca de Sai, pero no era un malestar feo, era algo agradable.
-¡¡GAARA!!- el grito no le alcanzo a advertir a el pelirrojo que un rubio salvaje se treparía en su espalda. - ¿Qué haces aquí tan solito Gaara? – pregunto Naruto sentándose al lado de él.
-estoy con Sai, él dijo que ahora venía – dijo Gaara mientras miraba el lugar donde se había perdido su acompañante, luego dirigió su vista al rubio y lo vio vestido con una hermosa yukata anaranjada - ¿Por qué estas vestido así?
-Sasuke me saco a la feria, pero tú sabes que algunas veces se viene con yukata o kimono y él dijo que estaría bien que me pusiera esto – sonrió.
- ¿estás en una cita con el Uchiha? - pregunto directamente a lo que el rubio sonrió.
-creo que podría decirse que si – al decir esas palabras Naruto se sonrojo levemente y el pelirrojo frunció el ceño.
-Naruto, ten cuidado con ese tipo, ya sabes cómo comenzó todo esto al principio de año – le recordó Gaara a su amigo a lo cual el asintió.
-lo mismo te digo – el rubio se levantó al notar que Sasuke lo estaba buscando, a diferencia de él, el mayor llevaba una ropa casual. – voy a irme pronto, disfruta de tu cita con Sai. – el pelirrojo se sonrojo y le iba a replicar que no era una cita, pero solo observo como Naruto llegaba hacia el mayor y este lo reprendía por haber desaparecido y luego suspiraba para después seguir caminando hasta perderse entre tanta gente.
-Gaa-chan, lamento haber tardado tanto – Sai llego de improviso asustando a Gaara.- ten – le extendió una cajita – quiero darte esto.
Gaara recibió la caja y cuando la abrió pudo observar que era un brazalete hermoso de perlas rojas y tenía unas letras que decían “Gaa-chan” y al lado del brazalete había otra pequeña caja que al abrirla el aroma a chocolate inundo sus fosas nasales.
-son chocolates suizos, son una marca muy fina – Sai sonrió, mientras que Gaara dejaba los regalos a un lado, el mayor se preocupó pensando que no le habían gustado pero todo esos se esfumo cuando sintió los brazos de Gaara rodear su cuello.
-me ha encantado el regalo Sai, nadie me ha regalado un regalo así, es hermoso – Gaara se separó mientras agarraba el brazalete y lo miraba con fascinación.
Sai agarro el brazalete y delicadamente se lo puso a Gaara en la muñeca.
-esto es para que cuando te sientas Trieste o tienes algún problema, recuerdes que yo estoy allí para ti – los hermosos ojos aguamarina de Gaara se llenaron de lágrimas por las palabras de Sai y una vez más lo abrazo.
-Sai, te quiero – soltó Gaara afianzando el agarre de su abrazo.
- yo también te quiero, Gaa-chan