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Explocion de sentimientos. por akari yuko

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Notas del capitulo:

esto es lo que paso despues de el gran alboroto ocacionado por katherine.

simplemente es un tortolo que no sabe que es lo que quiere y si lo quiere intentar 

espero sea de su agrado

Encontrándose en un lugar tranquilo el pelinegro tenía los nervios de punta pero no sabía cuál era la razón por que estaba tan intranquilo tenía que encontrar un lugar  alejado de los demás. Se le vino a la mente aquel en donde Jack y el almorzaban todos los días pero seguramente si estos lo buscaban, lo encontrarían ahí y era lo que menos quería y al caminar iba recordando que él tenía un escondite se podría decir que era su favorito para alejarse de los demás y de los problemas que lo ahogaban, era un lugar que tranquilo por cierto Ni siquiera Jack sabia de la existencia del espacio más íntimo de Sebastián, ni las razones de por qué lo visitaba.

Lo que principalmente quería era tranquilizarse y pensar; pero qué diablos acababa de hacer, mirar de esa manera a Kim salir sin dar explicación alguna, de seguro Jack lo invadiría de preguntas tontas las cuales no quería contestar ni  mucho menos verle la cara al peliblanco, simplemente había cometido un error.

Miro a su alrededor se trataba de un espacio reducido, era un cuarto pequeño pero poseía una gran ventana la cual daba a un paisaje maravilloso áreas verdes al fondo, las casas a lo lejos, un tanto cansado Sebastián se quedó dormido.

Después de unas largas horas el pelinegro se despertó miro hacia la ventana y se percató de que estaba obscuro y que las luces de las casas adornaban la noche.

-Mierda! – respondió al momento de ver aquella ventana – cuanto tiempo eh dormido?- saco su móvil miro la hora eran casi las 8 de la noche.

Obviamente las clases habían dado su fin, y de seguro la escuela se encontraría desierta, se dispuso a caminar para tomar sus cosas y retirarse a su casa.

                                                                                                            

Kim estaba sentado en la silla de Sebastián miraba fijamente aquella mesa que estaba adornada con imágenes, pensamientos firmas las cuales pensó que serían de Jack y de él. Incluso los pensamientos estaban escritos por ellos se dispuso a leer cada uno y reconoció uno.

“Cuando tu llorabas yo secaba tus lágrimas, Cuando gritabas yo luchaba contra todos tus miedos, Tomé tu mano a través de todos estos años, Pero tú tienes todavía, Todo de mí”

Aquello llevaba la firma de Jack simplemente era un verso de una canción que él había escuchado antes pero no recordaba de que se trataba.

Miro uno más este realmente expresaba sentimientos, pero no podía distinguir si eran de desamor o de odio. O tal vez era combinación de ambos.

Se trataba de la letra de Sebastián.

“tenía la intención de amarte, pero el simple hecho de tenerte cerca cada día se hacía agobiante, de un momento a otro te deteste; era increíble como todos podían mentir y actuar a sombras de lo que se suponía que era lo que más amaban “

Firma: Sebastián Katherine

Había más escrito pero esas solo eran letras de canciones. Miro a su alrededor, el salón transmitía paz. Ahora sin personas ruidosas sin chicas que solo hablaban de belleza y esas cosas que los hombres muchas veces no podían comprender, sin los chicos que solo se pasaban fastidiando a estas y jugando entre ellos. Busco algo en lo cual perder el tiempo y poder entretenerse, se aburría fácilmente si no encontraba algo que hacer.

Trastulco la mochila de Sebastián la cual seguía en su asiento, solo había libretas, libros plumas, su mochila en verdad era un caos. Encontró un libro en verdad que se veía interesante, se trataban de historias o novelas de terror, drama etc...

No estaba seguro si querer leer eso no era una lectura de su agrado era algo muy fuerte para él, siguió buscando y encontró una libreta esta no era parte del horario. curioso la tomo para observar de que se trataba al abrirla encontró una hoja en blanco la cual solo contenía información de Sebastián. Supuso que era por si acaso la llegaba a extraviar, se veía que era importante para él. Siguió ojeando se encontró con gran variedad de dibujos demasiado buenos.

Le gusto uno se trataba de una criatura, como explicarlo un tanto extraña ni el mismo sabia de que se trataba, totalmente concentrado por adivinar que era, cuando un ruido, hizo que el peliblanco se asustara. Volteo para ver de qué se trataba. hay estaba parado Sebastián en la entrada del aula, mirándolo fijamente.

-Yo mmm… yo – no encontraba palabra para explicar la razón de por qué había husmeado en sus cosas.

-Así que te gusta revisar las cosas de los demás.- dijo algo molesto y con tono de seriedad.

-No… yo es solo que…- tomo aire para poder responder correctamente, los nervios lo consumían- yo estaba aburrido y pues solo quería entretenerme.

Sebastián lo miro fijamente y se dirigió hacia él, clavándose enfrente del peliblanco. Este levanto la mirada, nervioso y totalmente rojo del miedo sin saber que decir.

-Y eso te da el derecho de tocar mis cosas- esta vez levanto la voz, no es que fuera exagerado simplemente detestaba que la gente tocara sus cosas y más sin su permiso.

-perdón!- su rostro se miraba triste – no volverá a pasar. Se levantó y camino hacia su pupitre.

Sebastián lo siguió con la mirada, pensado que es lo que hacía el peliblanco aun en la escuela.

-Que se supone que sigues haciendo aquí?- dirigió su mirada a Kim esperando una repuesta- no te parece que es demasiado tarde para seguir en esta instalación.

-Quería disculparme, pero al parecer solo te hice enfadar más.

-MMM! – Sebastián no comprendía a que se refería Kim – disculparte?

No había por que pedir disculpas el pelinegro sabía eso. Pero Kim no.

-Katherine! – Kim lo miro sonrojado –discúlpame

- primera porque te disculpas, segunda por favor nada de Katherine.- este ni siquiera lo observo estaba totalmente concentrado en guardar todo y retirarse.

-Simplemente no lo sé!- hizo una mueca – sentía la necesidad de hacerlo

Sebastián solo asintió con la cabeza, termino de guardar todo y salió. Sin siquiera decirle una palabra a Kim.

-espera! – grito y corrió hacia  el – entonces ya no estas enfadado?

-no lo sé…- fue lo único que dijo y siguió caminando.

Camino a la estación para tomar el bus. Se percató de que el peliblanco lo seguía.

-acaso piensas seguirme.- lo miro.

-Eeh! No yo tomo aquí el autobús.- ni siquiera lo miro a la cara.

Sebastián rogo porque el camión que este tomaba no fuera el mismo bastante casualidad era suficiente. Llego el camión y los dos se adentraron en el para la mala suerte de Sebastián.

Se sentó en la parte trasera del autobús y observo como el peliblanco se sentaba en una de las hileras de la derecha. Ya no le dio importancia y se dispuso a escuchar su reproductor de música.

Llego a su destino y se bajó, camino y ahí estaba el peliblanco caminando en la misma dirección. Este tenía muy rojo el rostro Sebastián ya se estaba preocupando y más estaba dudoso, este lo estaba acosando. Llego a casa y se adentró en ella observo un poco por la ventana para ver si aquel chico estaba en su entrada para su sorpresa no era así. El siguió su camino gran coincidencia vivían en el mismo barrio.

Dejo sus llaves en la mesita y se dirigió a la cocina debía alimentarse no había probado bocado y cada que dormía le daba hambre. Su sorpresa fue que no había anda de cena.

-OH POR DIOS! – sorprendido saco una nota que estaba dentro del refri su madre lo conocía bien sabía que si la ponía sobre la mesa este la ignoraría y tampoco le daría importancia si esta se encontraba en la puerta de la nevera así que si la ponía adentro del mismo el pelinegro la vería y pensaría porque una hoja se encontraba adentro del refrigerador.

La nota decía.

“hijo de mi alma, hijo de mis entrañas, como odiaba que su madre empezara las notas de esa forma… hoy tuve que salir de urgencia pues se me presento una montaña de trabajo estaré fuera unos días, te deje el dinero suficiente para los días que no me encuentre en casa…”

Firma: con cariño y que te ama, mama

-sí, si yo también te quiero!- ironizo sarcásticamente- tendré que salir a la tienda.

Después de buscar y comprar lo que comería durante la semana, pago y se dirigió a casa. Esa noche solo comería sopa instantánea, se ducho y fue a dormir.

Notas finales:

esperemos que mas adelante se entere de la realidad pueda decirdir que hacer. y como aclarar todo el desatre ocacionado aun nadie sale herido y espero que no sea asi.


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