Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Home run. por IGOTEXO

[Reviews - 41]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Sé que he demorado mucho y atrasado con las actualizaciones, pero tengo poco tiempo, de hecho, sigo teniendo poco tiempo por eso es que sólo vengo de paso^^

Gracias a las personitas que siguen el fic y dejan comentarios, así también a las que leen este aborto de mi cerebro:D

Dedicado a todas mis criaturitas 2Jae♥

Capítulo cuatro. Nice.


 


 


—Mi número de la suerte es el dieciocho—digo no muy convencido.


 


Es gracioso ver cómo es que hemos acabado aquí los tres; Jinyoung sigue revolviendo la comida del plato y BamBam pide otra galleta de la fortuna. Me agrada la idea que tomamos el pelinegro y yo hace dos noches.


 


No vamos a hablar del asunto porque es posible que él termine en la cárcel por homicidio.


 


—¡El mío es el veinte! ¿Y el tuyo, Jin? —BamBam pregunta con la misma emoción de siempre, no sé por qué estamos en este restaurante si ni tenemos ganas de comer, o al menos a mí no se me antoja nada.


 


—El nueve—contesta suave, sin ganas de absolutamente nada; yo estoy igual, el rubio es el único que trata de distraernos.


 


—¡Ya me harté! —grita golpeando la mesa y Jinyoung y yo levantamos la mirada asustados, yo me fijo alrededor y algunas personas nos ven interesados y curiosos. —¡¿Les hablé a ustedes?! —se dirige a ellos y Jinyoung lo golpea haciendo que se siente.


 


—¿Estás idiota, idiota? —le pregunto gritando en un susurro, no deseo que nos saquen del lugar y nos digan que ya jamás podamos venir como en otros tres gracias a la actitud desafiante de BamBam.


 


—No, ustedes son los idiotas—nos señala alejándose para vernos mejor. —Jinyoung, no se va a acabar el mundo por la tontería que dijo Youngjae, y tú—me señala, puedo ver su enojo en su ceño fruncido y sus mejillas realmente rojas, qué gracioso—, haz el favor de dejar de meterte en problemas diciendo tonterías.


 


—Fue él quien empezó—Jinyoung me señala, yo asiento llevándome el vaso a la boca para no hablar, porque se me ocurren muchas formas de acabar la conversación.


 


—¿Me ves la cara de que me importa quién fue el culpable? —nosotros negamos bajando la mirada regañados por el menor—Y mañana…


 


—Oh, no, mañana yo no pienso ir a la escuela…—empiezo, pero soy interrumpido por él.


 


—Van a ir los dos—nos vuelve a ver ahora completamente serio y esta vez sí que desearía nunca haber dicho eso de que somos novios.


 


En todo caso, ¿quién sería la mujer de nosotros?


 


Sí, Jinyoung tiene el cuerpo y la actitud de una, pero tampoco yo estoy por encima de él como para lograr someterlo.


 


¡¿Qué rayos estoy pensando?!


 


Sacudo la cabeza haciendo una mueca de asco y trato de alejar ese pensamiento por un buen tiempo hasta que esté seguro de que ya no me afectará la respuesta.


 


—Van a fingir que todo esto nunca pasó, no van a dar explicaciones y no quiero ya hablar de esto porque empiezo a creer que mi número de la suerte va a ser cuando los asesine. ¿Quedó entendido?


 


Ambos asentimos sin rechistar, al menos no tenemos que fingir que somos algo que nunca se me ocurriría ser con Jinyoung.


 


La puerta de la escuela se ve gigante este día, por causas del destino terminé llegando por mi cuenta sin esperar a los otros dos; ahora no quiero que me vean con ellos. Estoy bien si voy solo, además, quiero ahorrarme los regaños de Jinyoung cuando sepa que he quedado con Mark para hablar de un asunto importante.


 


—¡Youngjae! —Yerin, una de mis compañeras, me llama y volteo a verla al final del pasillo. —Me enteré que tú y Jinyoung están juntos—comenta muy animada y creo que a mí se me ha ido el aire.


 


¿Que ella sabe qué?


 


¿Es el clima o soy el único que piensa que hace demasiado calor?


 


—¿C-Cómo lo sabes? —no, esa pregunta no debió salir de mi boca.


 


—¡No lo negaste! Entonces, ¿sí están juntos? —está tan animada y yo tan atónito que dejo que siga hablando un rato más sin saber qué decir realmente a eso. —¡Lo sabía! —¿cómo que lo sabía? —Son amigos y siempre están juntos…


 


—No, no, no, no—muevo mis manos y doy un par de pasos hacia atrás con una sonrisa nerviosa—. Creo que te estás confundiendo, él y yo no…


 


—¡Acá estás! —lo que me faltaba, que el idiota de mi “novio” apareciera de la nada jalándome de la oreja frente a Yerin. Lo veré como una evidencia de que Jinyoung y yo no podemos ser nada si me trata así de horrible.


 


Me encargaré de ser la víctima por lo que dure nuestra relación y dejaré que los demás me aconsejen que es mejor dejarlo porque verán los moretones que me encargaré de pintar en mi piel, y las ojeras por no dormir debido al miedo de estar con él.


 


Entonces todos odiarán a Jinyoung y yo quedaré como el infinito tierno Youngjae que se dejó manipular por ese hombre sin amor y lleno de odio a él, es por eso que se desquitaba conmigo.


 


Sí, listo para el drama en tres, dos, uno…


 


—¡Aquí estabas! ¿Sabes por cuánto te estuve esperando? —me abraza y besa mi frente, qué asco. ¿Qué le hicieron a Jinyoung y a sus ganas de asesinarme? Además, ¿qué es todo este teatro? —Tienes que acompañarme, necesito hablar contigo de algo importante. Espero que no estés tan ocupado con ella—voltea a ver a Yerin y yo hago lo mismo, ella sigue ahí de pie y con una sonrisa tonta.


 


—¿De verdad se lo está creyendo? —pregunto a mí mismo, siendo ignorado por los otros dos ya que de entre el abrazo apretado de Jinyoung apenas y puedo respirar.


 


—Oh, no, ya habíamos acabado de hablar. Le había preguntado si era cierto lo de… ustedes dos—se remueve inquieta y desesperada por una respuesta.


 


—Eres muy curiosa…


 


—¡Yerin! Soy Yerin.


 


—Bien, Yerin, ese es un asunto de entre nosotros dos, pero ¿te puedo preguntar algo? —ella asiente efusivamente mientras me resigno entre el cuerpo de Jinyoung, yo también quiero saber qué le va a preguntar. —¿Acaso Youngjae no es lindo?


 


Ya me queda claro que soy la mujer aquí.


 


Yerin se va corriendo después de asentir a su estúpida pregunta.


 


—¡¿Estás tonto?! —exclamo molesto por su extraña forma de recibirme esta mañana. Creo que me gusta más cuando me golpea y no me trata como si tuviera un altar mío en su casa.


 


—Tienes que acompañarme—me toma de la muñeca empezando a caminar hacia el pórtico del edificio. —Sé por qué ella lo sabe.


 


—Pues mientras solo una persona lo sepa…


 


Él se detiene frente a mí y empieza a caminar en círculos tomando su cabello en desesperación.


 


¿Por qué siento que la respuesta no me va a gustar en nada?


 


—Si me lo vas a decir, sólo hazlo—me empieza a exasperar, pero por alguna extraña razón no quiero saber nada de nada, además mi plan de ser el torturado de la relación se ha venido abajo. —Me estás poniendo de malas, ¿lo sabes?


 


¿Dónde está el drama de Jinyoung?


 


—Ella no es la única que lo sabe—se toma del cabello frustrado y yo miro mis uñas tratando de ignorarlo por completo.


 


Claro que no es nada más Yerin, es Mark, Jaebum, BamBam, Jinyoung y yo, pero nosotros tres somos los únicos que tenemos muy en claro que es una broma. Una broma que me encargaré de desmentir hoy.


 


—¡Choi, no me estás escuchando!


 


—Vaya, ¿cómo te diste cuenta?


 


—Te voy a matar…—pero se detiene justo cuando Mark aparece por el pasillo y ambos lo miramos, si lo vemos desde los ojos del pelirrojo, estoy de acuerdo en que me quiera matar con la mirada pues la posición en la que ha dejado Jinyoung sus manos, no favorece en nada.


 


Tal pareciera que me toma del cuello para acercar nuestros rostros y…


 


—Creo que deberías alejarte—susurro bajo sólo para que él me pueda escuchar y lo hace inmediatamente regalándole al otro una sonrisa nervioso.


 


—Yo… ya me iba—señala el pelirrojo, Jinyoung se muere por ir detrás de él y yo trataré de cortar la tensión, por alguna extraña razón el primero aún no nos deja solos, parece que espera una acción más por nuestra parte.


 


—¡Mark! —al final, Jinyoung se decide por hablar, pero tan pronto alza la voz, el nombrado sale corriendo. —¡Todo esto es tu culpa! —me mira furioso y yo termino por suspirar cansado.


 


—Lo sé, me quedó muy claro desde que me dejaste el gran moretón en el brazo cuando fuimos a tu casa; por cierto, necesito ir por Nora. Le prometí a Jaebum que se la cuidaría una semana…—aquí es cuando me pongo a divagar en mis pensamientos para no aceptar que la he cagado en grande con ese comentario muy atractivo para Mark.


 


—Media escuela lo sabe…


 


—¿Que dejé a Nora en tu casa? Lo dudo... —suelto una pequeña risa que Jinyoung termina por matar en medio de nosotros.


 


—Me refiero a que saben sobre esto—nos señala y yo ruedo los ojos.


 


—Eso no es posible—río acomodando mi uniforme y tomando de nuevo la mochila que gracias a su insistencia terminó cayendo en medio del pasillo. —¿Cómo podrían saberlo, Park? —le desafío a un par de pasos de distancia.


 


Esto ya no me está gustando nada.


 


—Esto no te va a gustar nada.


 


—Bueno, gracias por confirmarlo—susurro quedo caminando detrás de él.


 


La escuela se vuelve un martirio profundo, he escuchado más veces el nombre de mi amigo que lo que hemos durado de amistad; no estoy muy seguro de quién hizo aquello pero seguro va a terminar más que muerto.


 


—Jinyoung esto, Jinyoung lo otro, ¿sí se quieren?, ¿cuándo pensaban decírselo a los demás?, son tan lindos juntos—si sigo repitiendo las mismas frase con ese tono de voz agudo, se me va a quedar así para siempre. —Ni siquiera puedo negarme—lloriqueo internamente sacudiendo mi cabeza.


 


Después de ver el mural de la escuela, ya ni me dan ganas de salir por la puerta; todo el lugar está lleno de fotos donde estamos Jinyoung y yo y no es como si no hubiera intentado quitarlas, pero es muy difícil cuando son demasiadas adornando cada espacio.


 


Lo peor es que el escándalo se ha extendido por los dos edificios, en el que estamos Yugyeom, BamBam y yo, y en el que están Jinyoung, Jackson, Mark y Jaebum; ahora por cada parte que camino todos me ríen cómplices, unos chasqueando la lengua y con miradas aburridas, y otros –específicamente las mujeres- con suspiros casi enamoradas de nuestra “relación”.


 


—Quiero ser breve, Youngjae—vaya, ¿qué pasó con el “Jae” de la semana pasada? Levanto una ceja invitando a que siga, Mark cruza los brazos por encima de su pecho y entrecierra los ojos. —Es posible que Jinyoung y tú sean amigos de hace tiempo, pero…


 


—Pero…—le invito a seguir desinteresado; necesito ir por Nora ya que el idiota de su dueño pasará a eso de las tres y, definitivamente, el pelirrojo me está robando ese tiempo. Además, añadiendo el que mi amigo que es drama no sabe que estoy aquí con el “amor de su vida”, todo se va a volver un huracán.


 


Y no estoy dispuesto a echarme la culpa de nuevo.


 


—Pero no voy a rendirme—levanto la mirada confundido.


 


—¿En serio? —pregunto no muy convencido de lo que acabo de escuchar, eso quiere decir que…


 


—Me gusta Jinyoung desde que entré—eso yo lo puedo corroborar—y hace poco me animé a pedirle su número; me importa muy poco si se quieren, pero voy en serio con él.


 


¿Me está retando?


 


¡Sí, esto es lo que necesitaba!


 


—Me harías un favor muy grande—suspiro aliviado, me doy cuenta enseguida de lo acabo de decir y carraspeo la garganta retomando la postura de “por favor, él me ama” —… si te alejaras de nosotros—al fin digo como si las palabras quemasen en mi garganta.


 


Lo que hago por ti, Jin.


 


—Lo siento, pero no puedo estar lejos de Jinyoung, y quien terminará de esa manera serás tú—es lo último que dice antes de alejarse a paso rápido y yo lo veo desde la banca en la que me he decidió sentarme.


 


—¡SÍ! —grito cuando sé que no me escuchará.


 


Si Mark se interpone entre nosotros dos, Jinyoung romperá conmigo y toda esta farsa acabará. Entonces necesito fingir un poco más; es como matar dos pájaros de un tiro. Mark y Jinyoung juntos forever y yo quedo solo.


 


—¿Y tu novio, lindo Jae? —dejo de bailar sobre la banca cuando escucho esa voz. ¡Hace de nuevo calor, ¿o qué?!


 


—Yo…—carraspeo—Hola, Jaebum—saludo sin muchas ganas sentándome de nuevo, qué maldita vergüenza—, ¿qué quieres? —pregunto desinteresado.


 


—¿Piensas durar mucho con Jinyoung? —su sarcasmo es demasiado notorio y yo me limito a asentir sacando mi celular.


 


Cinco llamadas perdidas de Jin.


 


¿Ahora qué hice?


 


—Tengo que irme.


 


—Todavía no acabamos de hablar.


 


—Pues ya di por terminada la charla.


 


—No sé qué pretenden ustedes dos andando por ahí tomados de la mano, pero no termino por tragarme el cuento de que ambos están juntos—se acerca lentamente y yo sigo ahí parado esperando por alguna acción mejor. Digo, si es que tiene una mejor que tratar de intimidarme con sus ojos puestos en los míos. —You’ll be mine, Youngjae.


 


I don’t think so.


 


¿Ahora quién viene a interrumpir?


 


Me doy la vuelta fastidiado, este no es un punto de reunión. Pero vaya sorpresa que me llevo, ahí está Yugyeom con el ceño fruncido y las manos guardadas en los bolsillos de su pantalón; voy a fingir que no estoy dentro de esta realidad.


 


Sin embargo, Yugyeom hace un seña que sólo yo puedo ver por estar detrás de él, y me indique que mire atrás justo donde está BamBam en el mejor escondite que se le pudo ocurrir. Ruedo los ojos y niego con la cabeza un par de veces.


 


Claro, no esperó mucho para meter a esta bola de algodón.


 


—Sólo dejen esto, los dos—demando pero parecen no prestarme atención. —Oigan, les hablo—lo que me fastidia más en este mundo es que me ignoren –no es lo mismo cuando yo los ignoro-.


 


—Si puedo pasar por encima de Jinyoung, apuesto a que puedo hacer lo mismo contigo—regreso mis pasos a seguir la conversación. Esto se va a poner interesante.


 


—Esa es la diferencia entre tú y yo; no pienso a quitarle a Jinyoung, sino a enamorarlo de mí—Yugyeom sonríe de lado y por poco le creo.


 


—Ya lo veremos—Jaebum se retira sin muchas ganas de hacerlo, volteando un par de veces a la par que se aleja para verificar cualquier cosa que se le haya ocurrido.


 


—Corre por tu vida—le aviso al gigante a mi lado, mirándolo de la manera menos amigable, pero él no logra captarlo hasta que me regresa la mirada.


 


Dicen que los ojos son las puertas del alma.


 


Y yo hace mucho que dejé de tener una.


 


—¡BamBam, le tengo miedo a Youngjae! ¡Yo no quería hacer esto!


 


—¡Sólo no te detengas! ¡Te espero en mi casa!


 


—¡No me dejes solo!


 


—¡¿Qué?! ¡Pero hay que conocernos, Yugyeommie! ¡Pensé que querías conquistarme!


 


Estoy empezando a creer que mi actividad favorita es atormentar a todo lo que se mueve en este mundo.


 


Pero, por ahora, sólo le dejaré en claro a Yugyeom que no se deje guiar por las idioteces de su novio. Aunque esto también podría ser ventajoso.


 


Digo, no todos los días se tiene dos pretendientes.


 


Y esto podría ser mejor de lo que imagino.


 


¿O no?


 


 

Notas finales:

Faltas de ortografía y/o cosas sin sentido, van por mi cuenta^^

Linda madrugada acá en mi país.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).