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Notas del capitulo:

Sí, lo sé, sé que tardé más de la cuenta, pero lo que importa es la intención xD

Me he tomado la libertad de cambiar un poquito las cosas, pero tampoco tan drásticamente^^

Dedicado a todas mis criaturitas 2Jaeb29;

Capítulo cinco. Mine.

 

 

 

 

 

—Te tengo una noticia buena y una mala—dejo de mirar el borde del vaso para observar atento a BamBam quien sigue tratando de meter su lengua hasta el fondo. —Hey, te estoy hablando, rubio oxigenado—apenas pronuncio aquello, lo único que parece cambiar de su rostro es el ceño el cual frunce en una manera divertida, pero sigue sin prestarme atención.

 

 

 

—¿Sabes? Me da igual lo que digas—sonríe por fin mirándome y retándome desde su lugar que es el sillón más largo de la casa de Jinyoung. —Y sí te escuché, es sólo que trataba de ignorarte.

 

 

 

Pongo los ojos en blanco soltando un bufido corto.

 

 

 

—Sin embargo, has captado mi atención así que dime ya—¡pero qué amable es este hombre!

 

 

 

—La buena es que Yugyeom me ha ayudado bastante esta semana—de hecho, es muy bueno fingiendo que le gusto y que odia a Jaebum tanto como yo; si no fuera propiedad de BamBam, estoy seguro de que intentaría algo más con él.

 

 

 

—¿De verdad? —pregunta con la emoción reflejada en sus ojos. —Pensé que no podría, ya sabes, con eso de que te tiene miedo. Estuve tentado a preguntarle a Jackson, pero… Espera, dijiste que tenías una noticia buena y otra mala—se revuelve inquieto en su lugar mientras yo levanto una ceja divertido y sonrío de lado. —¿Por qué ya no confío en ti de repente? —se esconde detrás del vaso de vidrio, eso hace que su nariz se vea más grande –de lo que ya es-.

 

 

 

Suelto una carcajada pensando en lo último dejándole aún más confundido.

 

 

 

—Por lo mismo que me ayudó mucho, se enteró de demasiadas cosas y no me quedó de otra más que…matarlo—levanto las manos formando garras con mis dedos y soltando una carcajada lo más terrorífica que puedo.

 

 

 

—¡Youngjae! —Jinyoung llega de la cocina con un bol lleno de palomitas. —En lugar de estar atormentando a BamBam con tonterías, deberías ayudarme—pronuncia cansado. Sí, lo sé, entre los tres no podemos estar en paz.

 

 

 

—Ya voy—ruedo los ojos levantándome del sitio. —¿Qué necesitas que haga?

 

 

 

—Primero que dejes de ser un idiota—frunzo el ceño en total desacuerdo. No necesito cambiar en ese sentido, o al menos ya no lo puedo hacer.

 

 

 

Años de práctica no se irán a la basura. Y enseñándole el dedo medio, me voy a recoger cualquier cosa que al pelinegro se le haya olvidado por distraído. La semana ha sido cansada en promedio, y no le culpo realmente, yo también estaría tentado a matar a la persona que jodió mi vida –en teoría, ya estábamos así mucho antes-.

 

 

 

—Tu celular está sonando, Jin—aparte de llevar los platos extras en una mano, con la otra sostengo el aparato que no deja de vibrar y juro que si Jinyoung no me ayuda alguna de las dos cosas terminará en el piso.—¡¿Podría alguien ayudarme?!—al fin por la puerta pasa BamBam y toma el teléfono.

 

 

 

—Es el amor de tu vida—menciona sin mucho interés, y gracias a ese conformismo me le quedo viendo al menor como completo poseso. —¿Qué? ¿Tengo algo en la cara?

 

 

 

—Qué genio—rodo los ojos tratando de ignorar su mal humor, hoy ya no tengo más ganas de pelear con alguna de estas dos bestias, porque sé cómo pueden terminar las cosas y no quiero anticipar consecuencias.

 

 

 

—Yo… no lo sé—volteo a ver al pelinegro mientras llevo el vaso a mi boca para terminarme el jugo; y él se muestra más indeciso con sólo morder su labio inferior.

 

 

 

¿Qué es lo que no sabe?

 

 

 

Ese comentario nos hace a mí y a BamBam a voltear a verlo confundido y, más que nada, interesados. Oh, claro, porque por primera vez no sabe qué decirle al pelirrojo que está del otro lado del teléfono.

 

 

 

Mensaje nuevo de Idiota:

 

 

 


¿Estás libre mañana?

 

 

 

¿Esto es enserio? Estoy a mitad de saber el chisme completo y éste viene a interrumpir; en un rato le contesto porque de verdad quiero saber lo que piensa Jinyoung en este momento.

 

 

 

—Y… ¿entonces? —BamBam pregunta ansioso y pasando una pierna por encima de la otra y mirándolo inquisitoriamente y casi culpándolo de algo, es momento para mí de hacer lo mismo.

 

 

 

—Mark quiere salir conmigo—¿por qué siento que esa invitación tiene relación con lo que me acaba de preguntar Jaebum? Sin embargo, dejaré esa sospecha para después, ahora Jinyoung no se le ve tan feliz o emocionado por recibir esa propuesta del mayor.

 

 

 

—Cuánta emoción le pones al asunto definitivamente—comento tirándome de nuevo en el sillón rodando los ojos y con cuidado de no ensuciar mi ropa con jugo, me tardaría años en quitarle la mancha naranja –considerando el hecho de que no tengo ni idea de cómo lavar-.

 

 

 

Creo que mi mamá no me ha enseñado ciertas habilidades especiales.

 

 

 

Sé lavar platos, vasos y cubiertos, pero creo que los sartenes no son lo mío. Si ya me da asquito meter la mano en el lavaplatos esperando no encontrarme comida húmeda al fondo, ahora tratar de limpiar el sartén… No quiero imaginarme.

 

 

 

Bueno, al menos la ropa no es tan malo como parece, mi madre no se queja, tal vez sea porque ya está acostumbrada. Igual no quiero saber el resultado de que tome responsabilidades que siento jamás podría hacerlas del todo bien…

 

 

 

Me estoy desviando del tema.

 

 

 

Y mucho.

 

 

 

Volviendo a Jinyoung…

 

 

 

—¿En serio, Jin? ¿Estás pensando en rechazarlo? —le hago esas preguntas esperando que no noten lo despistado que me vi hace unos minutos atrás. —Digo, ¿cuánto has esperado por eso?

 

 

 

—Idiota, no quiero que piense que soy la clase de persona que engaña a su pareja, o sea a ti.

 

 

 

—Oh, ¿y de verdad lo estarías haciendo? —le pregunto en burla, a veces pienso que se toma demasiado en serio lo que no tenemos. —Esta relación no puede funcionar de esta manera, de una vez te digo—nos señalo y al fin puedo volver a ver su sonrisa divertida.

 

 

 

—Hey, ¿y dónde quedo yo? —BamBam cruza los brazos con un ligero puchero en sus labios y el ceño fruncido. Espero que esta noche sea más larga que de costumbre.

 

 

 

—Tú tienes a tus dos esclavos sexuales, déjame ser feliz con Jinyoung—el pelinegro y yo nos abrazamos mutuamente dejando al tailandés fuera de este juego, y eso hace que se enoje un poco más para terminar casi rompiéndonos los brazos para que nos separemos y él ponerse en medio.

 

 

 

—¿Al menos puedo ser el amante?

 

 

 

¿Cómo mierda hace eso BamBam?

 

 

 

Preguntar con tanta inocencia aquello.

 

 

 

Jinyoung finge pensar por un momento y el rubio está expectante a la respuesta.

 

 

 

—No—le saca la lengua y lo tira del sillón para terminar encima de mí y su rostro pegado al mío. Es hora de una foto.

 

 

 

[Enviando a Idiota]

 

 

 

Ojalá esto le joda y me deje en paz.

 

 

 

Y de paso apure a Mark a cualquier cosa que esté planeando con Jinyoung.

 

 

 

[Foto enviada]

 

 

 


¿Acaso no es lindo mi novio?

 

 

 

Qué rápido contesta.

 

 

 

Idiota:

 


¡Mañana salimos y no te estoy preguntando!

 

 

 

Claro que las cosas no siempre están a mi favor, creo que nunca he tenido una vida llena de dicha… Es más, puedo contar con mis dedos las verdaderas cosas que me han hecho feliz.

 

 

 

—¿Te apuras? —para ser la primera cita –Jinyoung prefiere que lo llamemos “salida con amigos”- del pelinegro con Mark, no se le ve tan contento. Todo el camino se la ha pasado gritándome que debería de caminar más rápido o que debí de vestirme con algo distinto.

 

 

 

Me critica más que mi madre cuando está de malas.

 

 

 

Y se supone que Jinyoung va contento y emocionado.

 

 

 

Ja. Menuda mierda.

 

 

 

Después de tanta insistencia es como terminé en un camino sin retorno, y no es como si de verdad tuviera la oportunidad de retractarme. Después del mensaje de Jaebum, no pasó algo más interesante que ver a Jinyoung gritando por todo su cuarto, y sin dejarnos dormir, porque Mark estaba convencido de que quería invitarle a salir, oh, pero yo no me podía quedar fuera de los planes.

 

 

 

Es como esta cita se convirtió en triplecita, y ni siquiera sé si existe esa palabra, pero ya lo he nombrado así. Ahora yo tengo que esperar a que Mark y Jaebum, sí, ese idiota, lleguen porque claro, no quería dejar sin apoyo a su amigo pelirrojo.

 

 

 

Sin embargo, BamBam tampoco quería quedar fuera de toda esta linda reunión, así que también viene con Yugyeom y Jackson.

 

 

 

Nunca he tenido tantas ganas de suicidarme. Aunque fingir una muerte tampoco está fuera de mis intereses, así podría sacarme a todos estos locos de encima.

 

 

 

—Youngjae…—BamBam mueve su mano para traerme a la realidad, yo sólo atino a asentir con la cabeza a lo que sea de lo que me estuviera hablando. Claro que es una mala idea hacerlo. —¡Bien! Entonces cuida a mi bebé.

 

 

 

—¿Qué?

 

 

 

—Que estás más que jodido—Jinyoung susurra en mi oído mientras el tailandés habla con sus novios, suena demasiado extraño decir eso, pero es lo que es; volteo a ver al pelinegro y él no parece querer separarse.

 

 

 

Lo que hace que eso pase, es el carraspeo de una persona.

 

 

 

Si finjo un paro respiratorio no podría irme tan mal. Tengo dotes de actor, todo lo que sé me lo ha enseñado Jinyoung que siempre se escapa de clases con sólo mencionar las palabras mágicas “Me duele la cabeza”. Y, ¡boom!, al otro instante ya está en enfermería stalkeando el perfil de Mark con su celular.

 

 

 

—¡Lindo Jae! —el grito me hace empujar a Jinyoung y mágicamente –sí, claro- éste cae entre los brazos de Mark. Los veo por un momento, no tan largo, pero lo suficiente para darme cuenta de que de verdad se ven bien juntos.

 

 

 

Pienso en estos dos como si estuviera enamorado de su relación.

 

 

 

Hago una mueca que disfraza muy bien el cómo me tomo lo que sea que esté sucediendo entre ellos, Yugyeom toma mi hombro y parece estar también muriendo por dentro.

 

 

 

Sé lo que se siente el no querer estar aquí.

 

 

 

—¿También fuiste obligado? —por ser más alto que yo, tiene que agacharse un poco para entenderme y no sé si realmente debo mostrar lo incómodo que me siento tenerlo tan cerca. No hablo de que me guste o siquiera la vergüenza que me provoca, no es para nada eso, lo sé.

 

 

 

Es Yugyeom, es un amor, es tan inocente, y, por supuesto, es de BamBam. Casi creo, con la mente loca de mi amigo, que es posible que les haya obligado a ambos, Yugyeom y Jackson, a firmar una carta donde son de su completa propiedad.

 

 

 

Así como hizo con Jinyoung y conmigo cuando él decidió ser nuestro amigo.

 

 

 

Sí, el rubio no es el mejor ejemplo de persona confiada.

 

 

 

—Ustedes dos parecen estar muy juntos, ¿no? —al fin escucho que dice algo Jaebum.

 

 

 

No es la mejor reunión de amigos que he tenido en mi vida. Jinyoung me vendió apenas salí del baño después de casi vomitar, y en toda la tarde y parte de la noche, he sido acompañado por los otros dos, sin mencionar que Yugyeom está aquí por obligación.

 

 

 

Hubiera sido mejor si BamBam me hubiera prestado a Jackson.

 

 

 

Realmente a estas alturas, esperando a que Jaebum atine en el blanco y con el más alto a un lado mío observando por todas partes ideando un plan para huir, no sé a qué darle vueltas. Por un momento veo a Jaebum y recuerdo aquella vez que me invitó a salir por primera vez.

 

 

 

Las cosas tampoco salieron tan bien, la lluvia no nos dejó salir del cine por más de media hora y los encargados querían sacarnos a patadas de allí. Terminamos húmedos y fríos esa noche cuando regresamos en transporte y lo único que pareció real fue su mano entrelazada con la mía.

 

 

 

Bueno, y ese beso en el pórtico de mi casa.

 

 

 

Lentamente levanto mi mano hasta mi boca deseando tener esa sensación de nuevo.

 

 

 

Todo es un juego.

 

 

 

Me recuerdo. No me importa lo que diga Jaebum acerca de que me quiere ahora sí, se lo he recalcado miles de veces, yo no soy una cosa que primero quiere y luego no; creo que tengo un poquito más de dignidad que eso. Y por lo mismo, no soy el mismo desde que pasó lo que pasó.

 

 

 

Seguro es otra apuesta.

 

 

 

Pero eso no quiere decir que no me siga gustando.

 

 

 

—¿Qué estoy pensando? —me digo a mí mismo riendo sin gracia, Yugyeom voltea a verme curioso y niego con la cabeza. —No es nada.

 

 

 

—Bueno, no pude hacerlo bien al parecer.

 

 

 

—Tú nunca haces algo bien—camino dejando atrás a Jaebum pensando en lo que acabo de decir/pensar. ¿Es en serio eso? ¿De verdad me sigue gustando esta basura? ¡¿Desde cuándo?!

 

 

 

Ahora me siento Jinyoung por alguna razón.

 

 

 

—Youngjae, ya me tengo que ir—el menor me interrumpe y asiento distraído, como siempre, pero ahora más. Me le quedo viendo unos cuantos segundos tratando de descifrar lo que dice porque lo único que veo es cómo su boca se mueve.

 

 

 

Estoy tan mal.

 

 

 

Al final, él me abraza mientras Jaebum chasquea la lengua y yo sólo me quedo estático correspondiendo poco después.

 

 

 

—¿Quieres ir a sentarte? —es su voz, la de Jaebum, la que me hace reaccionar; me señala una banca y vamos ahí. Aún tengo que esperar a Jinyoung y no quiero esperar parado. —¿Es cierto lo de ustedes? —nunca esperé escuchar esa pregunta y menos en ese tono tan calmado y bajo, Jaebum ya no me mira pero yo me le quedo viendo como si fuese todo lo que hay aquí.

 

 

 

—¿Jin y yo? —ya no quiero mentir, no a él.

 

 

 

Espera, ¿qué acabo de decir?

 

 

 

¿A él? ¿De cuándo acá me importa si le digo la verdad o no?

 

 

 

—No—suelto un suspiro pesado bajando la mirada hasta mis manos, esta confesión sé que él no se la esperaba. Digo, viene para hacer que mi “relación” con Jinyoung acabe y se encuentra con que no hay tal cosa entre nosotros dos.

 

 

 

—¿Es en serio?

 

 

 

—Más que en serio, o sea, por favor, somos nosotros, ¿de verdad crees que podría florecer una linda relación llena de corazones rojos? —escucho su risa después de terminar de hablar y eso me hace sonreír. —Todo empezó como una broma de parte mía, ya sabes, para hacer enojar a Jinyoung y así es como terminamos aquí.

 

 

 

—¿Y Yugyeom?

 

 

 

Y en este momento es cuando ya no puedo dejar de verlo.

 

 

 

—Es muy interesante su historia—ladea su cabeza no entendiendo—, me lo prestó Bam.

 

 

 

—¿Se pueden prestar las personas?

 

 

 

—Al menos Yugyeom, sí—empezamos a reír ligeros de toda tensión. Sigo pensando que tiene la sonrisa más linda que he visto en mi corta vida. —Cuando llegaste de la nada, así igual apareció el algodón con patas y pues…

 

 

 

—¿Sigues creyendo que esto es una mentira?

 

 

 

Esa es la maldita pregunta del millón y ahora siento un nudo en la garganta sin poder contestar un sí. Aunque, ¿de verdad lo sigo creyendo? Es decir, no lo dudo, al menos no tanto. Pero no veo otra razón para que Jaebum haya querido de un día para otro el querer conquistarme.

 

 

 

Él nota mi estado y se disculpa.

 

 

 

—Mentira o no, ¿qué más da? De lo único que te puedo culpar es el que me hayas hecho confiar en ti en ese entonces.

 

 

 

—Youngjae…

 

 

 

—No estoy enojado si es lo que crees, no te odio…

 

 

 

Pero tampoco me dejaste de importar.

 

 

 

—Hace frío, ¿no crees? —desvía la conversación antes de que me ponga a hablar de más, y eso agradezco porque sé que las cosas no terminarían bien si no me callo ahora. De pronto siento algo ligero y cálido rodearme.

 

 

 

—Gracias—pero ya no sé ni siquiera por qué lo digo, no sé si es por quitarme el nudo de la garganta ante esa pregunta o el que me haya prestado su suéter.

 

 

 

Pero ya tendré toda la noche para averiguarlo, mientras Jinyoung me cuenta con total detalle cada cosa que pasó en su cita y el cómo consiguió esa vaca de peluche.

 

 

 

—Mark es lindo—al fin termina con un suspiro largo pero no por eso pesado, sino simplemente como alguien que está realmente enamorado. —¿Y a ti cómo te fue con…?

 

 

 

—Bien—le corto aspirando el aroma que tiene el suéter. —Él también es lindo—susurro mirando el objeto entre mis manos y sonriendo como tonto. Lo bueno es que no puede ver el ridículo que estoy haciendo.

 

 

 

—¿Qué dijiste?

 

 

 

—Quiero dormir mis horas de belleza, ¿pueden hacer lo mismo ustedes? —BamBam reclama entre dormido y despierto, Jinyoung y yo reímos por tan repentino comentario.

 

 

 

—¿Entonces? —se aventura Jinyoung a preguntar de nuevo.

 

 

 

Hoy le dejaré el beneficio de la duda.

 

 

 

Y abrazó el suéter haciéndome bolita con él y rodando casi por todo el suelo, hasta que me detengo en seco al ser consciente de toda esta emoción.

 

 

 

Joder… Sí me gusta.

 

 

 

Esto no puede estar bien.

Notas finales:

Sugerencias, críticas, una platica y un té, o lo que sea, se acepta^^

Errores de ortografía y/o cosas sin sentido, van por mi cuenta:3

Linda madrugada acá en mi país.

 

 

Epílogo Kidnaped, listo.


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