Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Home run. por IGOTEXO

[Reviews - 41]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Un poco tarde? Sí. Excusa? Ninguna xD

Ya pronto acabará mi módulo y dejaré de ir en la mañana y en la tarde a la escuela.

#PrayForIGOTEXO xD

Sin embargo, eso no afecta en mis ideas, y lo que van a leer espero que les guste, encante, de todo! Porque a mí me gustó mucho*O*

Dedicado a todas mis criaturitas 2Jae♥

Capítulo siete. Just right.

 

 

 

—¡Me van a decir ahora quién jodidos fue! ¡Y no me miren como si no supieran nada!

 

Los cuatro se ven como perros abandonados en medio de la calle, bajo la tormenta a punto de morir, pero los conozco, o al menos a dos de ellos como si fueran mis extremidades, y de lo capaces que son –por no decir estúpidos-.

 

—Jae…

 

—¡Nada de Jae! ¡Me lo dicen ahora! —que el error no fue mío, uno de estos dos imbéciles tomó mi celular y cambió la prioridad de mis contactos quitando a Jinyoung y poniendo al idiota en su lugar.

 

Esto ya es demasiado, y juro que de aquí al menos un muerto queda. Jinyoung y BamBam saben que hacerme enojar no es lo mejor, y aún así, van y lo hacen pensando que todo quedará en paz. Además, sé que esto fue plan con maña, si no, ¿por qué estarían en el salón de Yugyeom que es el que da hacia el edificio de al lado?

 

Menuda casualidad, ¿eh?

 

—¿Entonces? —un silencio abrumador cae sobre los demás, en parte estoy disfrutando de sus caras asustadas y por el otro sí estoy muy –demasiado- enojado. Me decido por actuar ya, cerrando la puerta detrás de mí para después caminar tan lento como puedo hacia ellos.

 

Cada uno va dando un paso hacia atrás hasta que la vida decide darles una segunda oportunidad.

 

—¡Todavía estás aquí!

 

—¿Es en serio? —la persona de la que ya me estoy cansando progresivamente está parada justo delante de la puerta, dándoles la oportunidad a los demás de escapar. —Joder, Mark, cierra esa puerta ya—no estoy de humor específicamente.

 

—¿Qué pasa?

 

—Los cinco se sientan ahora—les ordeno y ellos lo hacen un poco dudosos pero esos rostros de miedo pasaron a la historia. Eso no quita el hecho de que mi memoria esté más activa que nunca, aunque si pudiera imprimir lo que hay en mi cerebro, sería una buena forma de chantaje.

 

—Juro que esta vez no fui yo.

 

—BamBam, eres la persona menos indicada para decir eso y creo que sabes por qué—él baja la mano poco a poco cayendo en cuenta de lo que le acabo de decir, ¡porque sí!

 

Si me la paso dándole vueltas al asunto que implica a Jaebum es por culpa de ese retrasado.

 

—De hecho, esta vez tiene razón—dice Jinyoung y rápido volteo a verlo, levanto una ceja no muy convencido. —¿Qué? Yo no fui tampoco.

 

—Ustedes son los únicos que saben la contraseña del celular…

 

—¡Fue Jackson! —Yugyeom apunta al chino.

 

—¡Tú también fuiste parte de esto! —el mayor contesta con el ceño fruncido. Una parte de mí ya sabrá qué hacer con ellos, porque hasta donde sé, los dos son intocables.

 

—¡La idea empezó por Jinyoung! —ahora apunta BamBam vendiéndolo al instante. ¿De verdad debo de considerarlos mis amigos?

 

—¡Tú dijiste que debíamos hacerlo! Fuiste como la porrista diciendo “sí, de todos modos ni se va a enterar” —Jinyoung imita con una voz burlona; yo sigo parado enfrente de ellos a unos cuantos pasos de distancia admirando cómo la naturaleza animal actúa en ellos.

 

Mark está tan concentrado como yo, o más bien perdido en alguien, a pesar de que mi madre adoptiva parece más bestia que humano, él no le encuentra ningún defecto; es como estar poseído por esa maldición que sólo esos dos tontos se cargan.

 

—¡Pues Yugyeom nos trajo el celular!

 

—¡YA! —hay un punto en el que me llegan a hartar tantos gritos de las mismas voces, y eso son ellos. Lo peor es que ni siquiera llevan tanta coherencia como quisiera, y la única manera de arreglar esto es…—Voy a ir uno por uno, y creo que hasta puedo disfrutar de sus muertes.

 

—¿Ustedes seis qué hacen aquí?

 

Al final mi meta no se cumplió y en lugar de eso tenemos un espacio en la sala del director, consiguiendo nuestros reportes y siendo partícipes de una nada interesante plática sobre por qué debimos de asistir al aniversario de la escuela.

 

Este hombre de verdad no entiende lo aburrido qué es, ¿cierto?

 

Apunta nuestros nombres por si en la semana terminamos haciendo más destrozo, aunque él espera que no porque debemos ser jóvenes responsables y con educación.

 

—… Que se meta su educación por donde más…

 

—¡BamBam! —Jinyoung le reprime al instante, yo sólo soy capaz de soltar una risa, pero en cuanto el pelinegro levanta la voz, lo que tengo que hacer es aguantar las ganas de reír hasta que llegue a casa.

 

—¡Es cierto! Es mi primer reporte, y acabo de entrar el semestre pasado.

 

—Y los que te faltan por adquirir—al rubio no le hace ni la más mínima gracia y trata de matarme con la mirada. —Eso no funciona conmigo—le saco la lengua.

 

—Le prometí a mi mamá no llevar ninguno de estos papeles.

 

—Pues ya ves… Cómo cambian las cosas, ¿no crees?

 

BamBam se detiene frente a mí cruzándose de brazos y al parecer muy enojado. Pero ¿de qué va éste? Si el que debe de ir así soy yo. A mí fue al que le provocaron; todo este jodido problema jamás hubiera sido problema de no haber sido por los cuatro, porque al parecer se pusieron de acuerdo para joder mi existencia en la escuela.

 

Soy un poco más alto que BamBam, por lo que es difícil intimidarle con la altura.

 

—Esto no puede ser enserio. Joder, acabamos de recibir un reporte ¿y ustedes quieren seguir con esta mierda? —ahora Jinyoung es el que se pone a divagar en medio de la calle. —Fuimos los cuatro, ¿sí, Youngjae? Mi idea, BamBam la reforzó, Yugyeom consiguió tu celular y Jackson… ¿Qué hizo Jackson, Bam?

 

—Le dijo a Jaebum que lo buscara.

 

—¡Cierto! Convenció a Jaebum de que te buscara. Somos una basura de amigos, lo sabemos, pero de verdad fue muy divertido.

 

¿Enserio, Park Jinyoung, enserio?

 

Dejo salir un suspiro pesado agotado mental como físicamente. Por ellos es que me voy a volver viejo más rápido.

 

—En lugar de que te enojes con nosotros, deberías contarnos qué fue lo que pasó entre ustedes.

 

No me parece justo el contarle lo que verdaderamente pasó, aparte de que es vergonzoso, tengo el presentimiento de que algo va a salir mal si les cuento la historia completa.

 

—Te envié un mensaje—señalo a Jinyoung mientras BamBam se acomoda a un lado de él—, bueno, te tengo en prioridad de mensajes, pero como cambiaron todo mi maldito celular y pusieron a Jaebum en el número uno, pues sin pensarlo dos veces lo mandé…

 

—¿Y qué decía el mensaje?

 

Saco mi celular y busco en su conversación, esa cosa sigue tan intacta ahí y esperaba realmente que cualquier otra persona y no específicamente Jaebum leyera eso, pero las cosas siempre terminan mal para mí, o casi siempre; la escuela es el enigma y de todo puede pasar.

 

Definitivamente, el escenario fue ese y sucedió lo que parecía jamás suceder.

 

Después de enseñarles el mensaje, ellos simplemente se quedan callados, y es bueno, porque en realidad saben lo que significan esas palabras.

 

Creo que me gusta”.

 

Y aunque no puedo saborear lo amargo que debió haber sido decir eso, porque en realidad no es algo que salió meramente de mi boca pero sí de mi conciencia; juraba que ésta estaba intacta después de lo sucedido con Jaebum pero parece más afectada y la razón juega un papel muy importante en la decisión.

 

Cuando Jaebum me preguntó eso fue como tomar una pistola y dispararme a mí mismo, sé que muchas veces lo había pensado así –sobretodo si se trata de ser amigo de Jinyoung y BamBam-, sólo que no fue un disparo y me alegro mucho de ello. En realidad, fue como si cada uno de los recuerdos explotara en mi cabeza.

 

Me di cuenta hasta tarde que lo que quería decirle era que me sigue gustando. ¿Cómo? No tengo la menor idea, y con la plática que tuve con el pelirrojo es más difícil de comprender, porque yo estaba seguro jamás volver a probar algo tan estúpido como confiar en Jaebum, y ahora es como si él fuera la miel y yo la abeja más estúpida.

 

En resumen, me estoy volviendo loco.

 

Sé que me gusta y que es posible que él no mienta más –y eso que las dos cosas parecen imposibles de repente-. Es lo que hay, debería de vivir con ello y poder pararme frente a él… solamente decir lo que es y dejar descansar la conciencia porque ya me está dando dolor de cabeza.

 

Voy a elegir simplemente morir en el lugar más cercano.

 

—Tienes que decirle—me sorprende escuchar eso de Jinyoung, levanto la mirada no muy seguro y puedo ver su seriedad reflejada en su rostro; él siempre odió a Jaebum desde que se enteró de la apuesta, un intento de asesinato fallido y en lugar de eso una llamada de atención.

 

—No estoy muy seguro—siento picazón en mi brazo izquierdo y es porque ya no quiero tener esta conversación, es más factible si consulto la idea con la almohada.

 

—Yo tampoco—comenta de repente sacándome de mis pensamientos—, pero, enserio, ¿quieres pensarlo mucho? No confío en Jaebum y mucho menos de sus palabras, y es posible que tampoco en su familia…

 

—Su mamá cocina rico—BamBam disminuye la tensión con ese comentario, los tres reímos bajo, porque tiene mucha razón en eso.

 

—A lo que iba es que—un suspiro pesado para después mirar su sonrisa.

 

—… sólo hazlo.

 

Tal vez lo único que necesito es el apoyo de ellos y de mí mismo, porque ni loco voy a contar algo de lo que no estoy seguro; igual por mera casualidad las cosas tengan un mejor ritmo y ambos consigamos lo que queremos, pero hasta donde sé, y me permito pensar, es que cómo se lo diré.

 

El pasillo nunca se me hizo eterno, de hecho, he venido varias veces al salón de Jaebum sólo para hablar con Jackson porque BamBam me manda a darle jodidas cartas de amor –algo que sin duda dejaré de hacer a medida que consiga mi juicio propio y la decisión de decir no-; sin embargo, hoy parece infinito y creo saber la razón.

 

Voy a decirle… Sí, necesito decirle que me gusta, no sé qué voy a ganar con esto pero es preferible que las palabras se pierdan en el viento a que mueran en mi cabeza.

 

Me doy ánimos conforme voy avanzando y si me viera mi madre en este instante, diría que parece como si fuera al matadero, y tal vez sí, uno nunca sabe cuándo es el último día de su orgullo; para mi desgracia, es hoy. Sé lo que siento, aunque sigo tratando de convencerme de que padezco una extraña enfermedad que me pone mal cuando veo a Jaebum.

 

¿Y qué saldrá de esto? ¿De verdad lo quiero?

 

Eso aún está en duda, porque no creo que lo último sea cierto… Lo quería, cuando estábamos juntos, y después dejé de quererlo.

 

No, dejé de esperar algo bueno de él.

 

Es casi lo mismo, ¿no?

 

Mierda, me estoy volviendo loco y todo por su culpa. Estúpido Jinyoung, no quiso acompañarme a mi muerte segura, de seguro va a ir a ver a Mark en las prácticas e imaginar no sé qué tantas obscenidades.

 

—Hola, Youngjae—al parecer Kyuhyun viene de buen humor y sonríe—, sé que nunca tuvimos la oportunidad de hablar…

 

—Y creo que sabes por qué—le interrumpo.

 

—¿Un lo siento no lo compensa? —pregunta tratando de persuadirme y, exacto, un lo siento no cambia absolutamente nada, pero no quiero atormentarme más. No le creo aunque tampoco quiero seguir dejando las cosas ambiguas entre nosotros.

 

Después de todo, gracias a su apuesta, conocí a Jaebum.

 

¿Por qué soy tan cursi?

 

Vomito en mi imaginación pensando en lo que acabo de decir/pensar. ¿Feliz de conocer a Jaebum? Pues… por una parte sí y por la otra… también. Qué asco me estoy dando en este momento.

 

—Sólo vete, Kyuhyun—me hago a un lado para que pase y él asiente retirándose.

 

Llego a la puerta y escondo el rostro entre mis manos volteándome para pensar dos veces lo que estoy a punto de hacer. Joder, si alguien me detiene ahora lo tomaré como una señal del cielo, pero nadie aparece en los siguiente segundos.

 

Estoy decidido a no pensar las cosas en cuanto entre, sólo soltarlo como si fuese lava la confesión que quema mi garganta. Me acerco un poco más, puedo escuchar su voz a través de la puerta y parece hablar con uno de sus amigos, qué más da.

 

Lo que sea que pase, está bien.

 

Respiro hondo cerrando los ojos y acerco mis manos a mi pecho corroborando los latidos que van en aumento, las rodillas me tiemblan. ¿Jaebum se sintió así cuando se me declaró?

 

Uno.

 

Dos.

 

Tres.

 

Abro los ojos y entre de golpe.

 

—Jaebum tengo que…—las palabras se atoran en mi garganta y de repente quiero salir corriendo, pero me quedo un poco más a contemplar mi error materializado en una persona, o más bien, en dos; Jaebum voltea a verme y abre los ojos grandemente, sorprendido, pero yo no lo estoy ni un poco.

 

Después de todo, él y Seohyun hacen una bonita pareja, ¿no?

 

—Joder, me arden los ojos—comento sin ver realmente a dónde voy, sólo quiero largarme a comer helado con BamBam.

 

Soy una jodida broma y mi mente me lo recuerda, sé lo que estará diciendo en este momento.

 

“¡Hola, Youngjae! ¿Qué crees?”

 

Volviste a caer.

 

 

Notas finales:

Por qué decidí acabarlo así? Porque en el próximo capítulo habrá más sorpresas y por ahora sólo quería dejar una pequeña probadita:3

Faltas de ortografía y/o cosas sin sentido, van por mi cuenta^^

Linda madrugada acá en mi país.

Dos capítulos más y se acaba lml

(Por favor, oren por mí y que termine bien este semestre xox)


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).