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Secretos por Polaris

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Notas del capitulo:

¡¡¡Hola!!!!

Bueno...antes que nada... en esta pagina hay una chica o chico que me a plagiado... su nombre es FairyNova y ya la e denunciado. Pueden pasarse por su perfil para que vean sus historias, de echo son mias...No es justo que personas sin escrupulos se vayan inpunes... y todavia tengan comentarios favorecedores sobre su "gran trabajo"...

Asi que... Contra el Plagio, comienza la campaña "Robas Mis Sueños". si Tienes una mala experiencia con el plagio, suma tu nickname, la historia que copiaron y quien lo hizo.

Soy Polaris y la historia que me Robaron fue Verlos Envejecer y No somos Romeo y Julieta.

-¡Que cosa! -  Alago Richard apenas entrara en la mansión. El pequeño Alfa hacia burbujas con su saliva, intentando hacer reír a Bruce. El bebé había conseguido saber que cada vez hacia una burbuja, se ganaba una caricia en el costado de su estómago – Es tan mono. El primer nieto, Pá. Ya estas algo viejo.

 

-Cuidado con lo que dices, Dick – El joven Alfa se alzó de hombros y quiso abrazar a su sobrino pero Bruce no le dejaba – Ya sabes que Damian me lo encargo. Está muy cambiado, no sé si le haga gracia olerte en su hijo. Hay que evitar problemas.

 

-Claro, eso es lo que hacemos – Bruce sintió el rechazo y reproche en la suave voz – Rechazamos los problemas, no buscamos pleito porque simplemente eso no va con nosotros ¿Verdad? La última vez que miré, Bruce, salíamos a patrullar y buscábamos las balas… digo, no sé tú pero hasta ayer, casi consigo que me decapiten por mis ideales. Creo que buscar problemas es lo mejor que hacemos, padre. Así que dame al bodoque con patas, Dami entenderá… ¿Qué tan grave puede ser? Seguro que te imaginaste todo, Bruce. Eres un poco paranoico.

 

            Menos que convencido, Bruce entrego a su nieto a Dick. El cambio de brazos fue tenso para el pequeño Alfa. El bebé estuvo unos minutos completamente quieto, acostumbrándose al aroma que desprendía su nuevo conocido. Después, volvió a ser la misma cosita bonita que salivaba.

 

-Creo que será bueno buscarle un cuarto.

 

-Los bebés duermen con su gestante – Aclaro Bruce.

 

-Dami va a estar cansado – Bruce asintió de nueva cuenta – Te lo dejo, seguro que no le molesta que acondicionemos el cuarto para su hijo.

 

            Bruce había evitado decirle a Dick sobre las intenciones de su hijo. Damian había dicho más con su silencio y omisiones convenientes que con lo dicho.

 

-Primero quiero hacerle un chequeo médico.

 

            Dick asintió. Ninguno era su médico familiar pero los escáneres en la cueva eran muy útiles. Nada verdaderamente grave escapaba de la revisión. Además, era una solicitud de rutina en la familia. Jason había tenido la suya propia cuando llego con un pedazo de metal encajado en la espalda. O Tim, que pasó por lo mismo en perfectas condiciones.

            Dick seguía jugando con el pequeño, impresionándose a cada rato con la similitud que guardaba en carácter con cualquier extraño que no fuera de la familia. El bebé era pura alegría.

 

-Bruce – Balbuceo Dick – Mira esto – Pidió con la voz estrangulada.

 

            Dick retiro la playerita de la espalda, alzándola lo suficiente para que su padre viera el sello familiar Wayne grabado a fuego en la tierna espalda, justo en el medio de ella. Una marca totalmente reservada a las propiedades, usualmente colocadas en los Omegas pero que tenían sus claras excepciones.

            Bruce se contuvo de ir a buscar a Damian. Ya mañana seria otro día.

.

.

.

 

            Damian se despertó tarde. Y para la hora que marcaba el reloj, sabía que sus hermanos estaban reunidos en la sala o en la cocina, a la espera de que bajara y pudiera darles todos los sórdidos detalles. Cosa que no pasaría.

            Aun podía mantener un poco del orgullo que tenía cuando vivía en la mansión Wayne.

            Se colocó la ropa y peino. Afortunadamente había dejado sus cosas intactas al momento de ser reclamado por Slade. Así que agradeciendo el ritual de no tirar nada que tenían, se permitió inflar el pecho y alma con algo más que sueños rotos, sino con vida, con la oportunidad de que su padre no lo arrojara a la calle con su hijo en brazos.

            Sus miedos fueron apaciguados al ver a su padre ensimismado en su pequeño hijo, provocándole cosquillas con uno de sus enormes dedos de Alfa que sólo tocaban con afecto. Damian se permitió relajarse al saberlo. Era la primera vez que su pequeño estaba en manos de un Alfa que no tenía la intención de lastimarlo.

            La pequeña naricita olfateo el aire y Damian se tensó, una cosa que no pasó desapercibida por Tim y Conner que estaban viendo en silencio el cuadro que comenzaba a formarse. Damian les hizo una reverencia, un contoneo de cabeza que le inclinaba hasta por completo. Un modo Omega que en la mansión no se usaba. Bruce lo encontraba de mal agrado y fuera de tono, después de todo era una manera de mostrar la sumisión Omega e iba contra todo lo que luchaba y lo que su familia peleaba por abolir.

            Damian siguió andando y el bebé dejo de jugar.

            Otro paso y de repente el Alfita se retorcía en los brazos de Bruce, intentando escapar o refugiarse, intentando hacer algo que lo alejara de Damian que seguía avanzando.

 

-Hasta allí, Damian – Ordeno Bruce. Damian asintió.

 

            Jason aun no decía nada. Algo extraño en él. Damian esperaba que el zombi se quejara hasta por los codos, incluso que le pegara una paliza por atreverse a entrar a casa con un hijo sin la buena venia de su padre.

            O el silencio de Dick, que no le había recibido con un abrazo como muchas veces imagino que sucedería de volverse a ver.

            Las cosas no parecían a su favor pero al menos si para su hijo.

            Cuando se ganaba el favor de Batman, ni el infierno o Darkside podían intervenir.

 

-Lo sé – Dijo mostrándole las palmas de las manos, en signo de desarme para que le dejara seguir hasta frente suyo. Quería darle una oportunidad a su hijo… hacer que su padre no tuviera forma de negarse… asegurar su apoyo – Me teme. Lo sé. Te dije que era listo, que era un Alfa Wayne.

 

            Siguió y los llantos de su pequeño no le hicieron menguar.

 

-No me quedaré, no si no quieres – Bruce no entendía a donde iba su pequeño hijo. Después de tanto tiempo, deseaba tener a Damian pero no en secretos. No como regresaba. – Pero sabes que un Omega marcado y sin Alfa no tiene trabajo, no tiene forma de mantener por sí mismo un hijo. Sin su permiso estoy abandonado. No me preocupa eso… puedo arreglármelas pero él es un Alfa y se merece algo bueno. No quiero arrastrarlo por el mundo, no a las sombras de dónde vengo y a donde voy.

 

-Hijo, no tienes que ir a ninguna parte.

 

-Enano – Llamo Dick – Sólo dinos que sucedió… ¿Cómo es que … tiene?

 

            Damian sabia como debía de terminar la cuestión, lo leía en la cara de dolor de su hermano mayor. Siempre tan blandengue. Una lástima que aún no encontrara a un buen Omega que se derritiera en sus celos por su expresivo rostro y modales.

 

-Padre mi hijo no tiene nombre – Conner jadeo. No nombrar a un bebé significaba que el Alfa no aceptaba al cachorro y por consiguiente, o lo asesinaba o por un gesto de piedad, le vendía o se lo quedaba como una propiedad – No había forma de que atravesara el continente sin una marca de propiedad para mi hijo. Si nos atrapaban, al menos me aseguraba de ganarme tiempo. La marca sirve como perfecta excusa.

 

-¿Tú fuiste capas? – El horror en Bruce hizo que Damian se enorgulleciera de lo que era capaz de llevar a término con tal de lograr salvar una vida.

 

-Te aprendí bien, Padre – Jason asintió. Tim podía estar juzgando al pequeño Demonio pero él no fue un Omega en condición de calle. Él tenía un apellido y nombre que le respaldaban. Damian y él no pudieron gozar de tal cosa que les ayudara entre los callejones. De seguro que de caer en su fuga, Damian alegaría haber hurtado al hijo de Bruce Wayne y la policía le haría llegar al enano, a su propiedad robada – Mi hijo sabe que soy el dolor y la muerte.

 

            El pequeño volvió a removerse con mayor ahínco, a chillar… Damian tenía toda la razón del mundo y no demostraría el dolor que le daba saberlo. Haber sido débil. 

 

-Yo lo protegí todo lo que pude – Bramo y el sonido atravesó a los presentes – Slade quería ahogarlo, pelee contra él y mi hijo tuvo un golpe que le hizo sangrar. Luego quiso cortarle, llegue a tiempo y ahora tiene una herida en su bracito – Bruce miro por instinto a la suave piel descubierta. Una línea rojiza seguía allí – Aprendió que cuando estoy cerca, sale herido. Aprendió a que yo le doy dolor. No siempre fue mi Alfa el que se encargaba de los intentos de asesinato. SOY YO QUIEN LO DAÑA.

 

-Dami – Trato de intervenir Dick.

 

-Nos iban a atrapar llegando al continente… así que lo marqué – Confeso – Use el sello que tenía, el que me dio mi madre antes de expulsarme de la Liga… - El bebé lloro, como recordando el dolor de su tierna carne quemada, chamuscada y el ardor que la sal le provoco, sin mencionar el escozor de la tela húmeda apretando con fuerza… - Hice lo que tenía que hacer – Jason asintió.

 

            Y cuando Damian estaba en frente de su padre, justo a la altura de su pequeño hijo que seguía tratando de huir de su gestor,  nadie vio el brillo de la daga que deslizo por su antebrazo y empuño para amputar a su hijo. La sangre broto, Bruce se replegó permitiendo que Tim y Dick sometieran a Damian contra el suelo.

            Damian no opuso resistencia, miraba el charquito de sangre en el suelo y como Bruce en su desespero contenía la hemorragia de la herida que bien cuidada fue hecha.

 

-¡Es tu hijo! ¡Maldición! – Se quejó Tim, presionando de más el hueso de su rodilla contra el fino radial, haciéndolo crujir - ¡Ten corazón!

 

-Eso hago – Murmuro – Eso hago – E intento volver a convencerse que hacia lo debido, lo mejor para su pequeño. Para el niño que debía de vivir – Así padre podrá reconocerlo como suyo. ¡Márcalo si así quieres! – Le grito a su padre – Contigo estará bien. Aun cuando sea un objeto. Pero es tu nieto… sé que no eres R´as Al Ghul –Lloro – Así que por favor, acepta a este Alfa de un Omega deshonrado  y débil, acepta a tu sangre… ¡Puedes hacer conmigo lo que gustes, padre! ¡Por favor! ¡Sólo no permitas que mi hijo tenga la vida que tuve que soportar! ¡No dejes que ande conmigo en la calle, huyendo y robando, como Tood hacía para sobrevivir!

 

-Hijo…

 

-Si Slade me encuentra que sea sólo a mí pero no le pondrá la mano encima a mi hijo – Juro – Eso nunca. No lo permitiré, por mi sangre, por mi orgullo de asesino que no lo hará. ¡Témeme! – Le grito a su pequeño Alfa que chillo aún más alto, con sus enormes ojos rebozados en lágrimas y con su rostro congestionado en rojo – ¡Pero vive!

 

            Bruce trago duro… sabiendo lo que debía de hacer.

 

-No tienes ningún derecho de gritarle a Terrance Tomas Wayne, hijo.

 

            Damian se desplomo, aflojando su peso… obligando a sus hermanos a soltarle.

 

 

           

.

Notas finales:

He vuelto… con calma porque tengo muchos trabajos en la universidad, y trabajo y ni que decir de la vida personal… que me han estado pasando un montón de cosas.

 

Bueno… gracias por leer esta loca historia. El capítulo es cortito pero mejor esto que nada… creo yo.

 

¿Qué hará Damian ahora que ha entregado a su hijo?

           

Y espero poder saber pronto de ustedes en sus comentarios. Les invito a pasar a leer mis otros trabajos y espero que esta semana sea buena para ustedes

 

¿Y qué piensas?

 

Agradezco infinitamente el que me tengáis tanta paciencia. Que me sigas leyendo, apoyando, comentando y que leas, de madruga, mañana, tarde o noche y digas que esto da para más.

A ti por seguirme, gracias.

A ti por comentarme, gracias.

A ti por inspirarme, mil gracias.

A ti por atreverte a conocerme, muchas gracias.

 


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