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TODO POR UN EXPERIMENTO por puntoblanco

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Notas del fanfic:

Es una historia que escribí con mi antiguo seudónimo y que decidí volver a subir por razones de fuerza mayor y estas son querer terminarla  J, si aun no la terminoL.

Los comentarios y opiniones de cualquier tipo, son aceptados, asique estoy abierta a comentarios, sean positivos o negativos, también neutrales XD.

Gracias por darle una oportunidad y bienvenidas a la historia.

Cabe señalar que los personajes no son de mi autoría, sino del creador y autor de Katekyo Hitman Reborn  Akira Amano

Notas del capitulo:

El primer capitulo que nos explica un poco el inicio de las cosas y los problemas que se pueden generar.

Espero que les guste y nuevamente recalco que los personajes son del autor Akira Amano.

:)

Fuertes golpes lo hicieron despertar de su tan placentero sueño, su madre se había ido con los pequeños a comprar las cosas para la cena, y aprovechando el continuo y extraño silencio, el décimo jefe Vongola, decidió descansar de su agotada semana anterior.

                -Ya van- habló medio dormido bajando torpemente la escalera y consiguiendo que en los últimos tres escalones sus pies se tropezaran y callera de cara al piso- o dios- se sobó la nariz roja por el incidente, y continuó con su trayecto a la puerta, que parecía que en cualquier momento se venía abajo.

                -Hasta que abres- la voz de Squalo sonó fuerte en sus oídos y por acto reflejo retrocedió unos pasos, sus piernas tiritaban y con dificultad trataba de no desmallarse, habían pasado tan solo tres días desde la  pelea con Xanxus y ahí veía al grupo de elite de la mafia, como si nada.

                -¿Qué… que hacen… aquí?- pronunció con dificultad, la desesperación se reflejaba en sus ojos y su pobre corazón bombeaba a mil.

                -Venimos a buscar a tu bebé- respondió Lussuria entrando sin permiso a la casa y a su cola los demás integrantes de la peculiar familia.

                -Hey yo no les he dado permiso para entrar- las miradas se posaron en su cuerpo tembloroso y después de ver como este se retorcía un poco, lo ignoraron y pasaron al comedor.

                -¿Está o no el bebé?- Squalo miró en todas direcciones viendo si el crio asomaba su cabeza por algún lado, sabía que era un experto para aparecer en el momento menos esperado.

                -Reborn no está- se sentó a una distancia prudente del grupo- salió… con mi madre- pronunció algo inseguro, no sabía si la información que estaba dando era conveniente.

                -En ese caso esperaremos- el rubio del grupo tiró un cuchillo contra la mesa y sonrió al ver como Tsuna saltaba asustado- será mejor que me trates como un príncipe o a la próxima caerá contra tu cara- la sonrisa se anchaba con cada mueca de terror de su víctima.

                -¿Qui… quie… quieren tomar… algo?-las palabras habían abandonado su boca antes que las pudiera procesar y tan rápido como se dio cuenta, iba de camino a la cocina a servir unos vasos de bebida con hielo, el día estaba caluroso según el grupo y deseaban algo que los refrescara, según Belt, dignos de un príncipe. Volvió tan rápido como pudo, dejar a los asesinos tanto tiempo a solas, no le gustaba, la integridad de su casa estaba en juego y la suya también.

                -Aquí tienen- dejó los vasos en la mesa del comedor y se sentó al lado de Squalo que a su parecer, era el jefe del grupo cuando no estaba Xanxus- ¿para qué quieren hablar con Reborn?- preguntó dudoso, sabía que la respuesta tal vez no llegaría.

                -Le pasó algo a Mammon- la mirada de Squalo estaba centrada en la ventana, que deja ver el patio de la casa, su expresión era seria, más de lo que estaba acostumbrado a ver Tsuna.

                -¿Es muy malo?- preguntó por inercia más que por preocupación, estaba acostumbrado a ver al grupo molestar al bebé del chupete purpura, a medida que las oportunidades se les presentaban.

                -No lo sabemos, por eso venimos a ver al crio del gorro- suspiró cansado- tal vez a él también lo afecte tarde o temprano- finalizó poniéndose de pie y caminando en dirección al pasillo- ¿el baño dónde está?

                -Al fondo a la derecha- pronunció, mientras daba las respectivas indicaciones-a todo esto Lussuria ¿Dónde está Xanxus?- miró al nombrado que se tomaba muy feliz el líquido amarillento del vaso.

                -Dijo que tenía cosas menos molestas que hacer y se fue por ahí- soltó una risa estrafalaria y le quitó la bebida a Belt quien al ver el descaro del contrario, le ensartó dos cuchillos en la mano.

                -Belt ¿cuántas veces te debo decir que no juegues en la mesa con cuchillos?- chilló algo molesto el representante del sol de Varia.

                -Y ¿el tipo raro de los paraguas?- trató de llamar la atención de  Lussuria que amansaba con empezar una pelea y destruir su comedor.

                -¿Te refieres a Levi?- preguntó soltando al rubio del cuello de su ropa.

                -Ese idiota anda llorando por ahí- sonrió macabramente el rubio- quería ir con el jefe y este le dijo que era un estorbo.

                -Y no olvides que amenazó con matarlo si lo seguía- pronunció muy normal el de cresta en la cabeza.

                Una gota de sudor recorrió su sien y terminó escondiéndose en el cuello de su playera, sabía que Xanxus cumplía sus promesas y si había amenazado a uno de los suyos con matarlo estaba seguro que no dudaría en hacerlo.

                -Hey ustedes dos compórtense de una vez- Squalo que venía del baño, lanzó un zapato a los dos integrantes de varia que se agarraban de las greñas dispuestos a comenzar con una de las suyas- si no paran les juro que los corto en pedacitos a ambos- amenazó con su espada, mientras caminaba peligrosamente al par.

                -No puedes matar a un príncipe- sonrió Belt, mientras tomaba distancia del de cabello blanco.

                -Ya veremos- soltó un zarpazo y rasgó la chaqueta negra que traía el rubio- terminarás sin brazos chaval- la sonrisa macabra se expandió por el rostro de Squalo, que al ver como Belt saltaba a un mueblé cercano no dudó en rebanarlo con el arma de su mano derecha.

                -O dios- caminó a tratar de parar al par, que revoloteaban por el comedor destruyendo todo a su paso.

                -Qué bueno que todos estén tan felices- pronunció en un tono saltarín el de cabellos coloridos, mientras Tsuna lo miraba horrorizado, si eso era estar “feliz”, no quería saber cómo eran enojados.

_______________________________________________________________               

                El entrenamiento no iba a la mitad y sentía como una penetrante mirada se posaba sobre su figura, la sensación había empezado a esos de las 3:20 y se mantenía hasta ahora, haciendo que inevitablemente su instinto lo pusiera en guardia.

                En un principio pensó que todo se debía a las continuas peleas de las cuales terminó siendo parte hace ya unos pocos días atrás, su nivel de atención a lo que lo rodeaba había aumentado demasiado e incluso cuando dormía no conseguía conciliar el sueño por completo, se podría decir que estaba en modo “ahorro de batería” y no descansando como era debido.

                Se puso en el plato y esperó a que su compañero lanzara, la pelota no tardó en ir en su dirección y en un rápido movimiento de su parte superior la desvió de su trayectoria, haciendo que fuera a parar unos metros fuera del estadio, soltó el bat con una sonrisa en su rostro y comenzó a correr a los platos siguientes, pasó por todos ellos y paró en seco al volver al primero, miró en la dirección que la pelota había terminado desapareciendo y le pareció extraño que su compañero aun no volviera, sus pupilas se contrajeron y por su mente pasaron imágenes algo densas, la mirada penetrante que hacía unos segundos estaba sobre su ser, ya no la sentía, y esto le daba, por alguna razón,  mala espina, caminó unos pasos algo asustado y después corrió en la dirección que su camarada había emprendido retirada, a metros de saltar la reja, lo vio volver con la pelota en mano, sonriendo.

                -Yamamoto, lo hiciste genial- paró a unos  centímetros de la reja y le mostró la pelota- estaba tan lejos que tuve que volver corriendo- la sonrisa del muchacho de cabellos castaños lo tranquilizó, su cuerpo se destensó e inconscientemente soltó un suspiro de alivio.

                -No creo que sea para tanto- una sonrisa adornó su rostro, mientras sus ojos miraban la pelota que tenía unas cuantas marcas por los continuos revotes.

                -Si bateas así en las semi-finales da por hecho que venceremos a la escuela X- saltó la reja y caminó en dirección a sus compañeros, por su parte Yamamoto se dedicó a ver como este se alejaba y cuando dio el primer paso para seguirlo, sintió como la horrible sensación se apoderaba de su  cuerpo, rápidamente se volteó y miró en la dirección de los árboles, su expresión siempre jovial terminó cambiando rápidamente a una seria, y sin pensarlo mucho, saltó la reja- Yamamoto, ven, el entrenamiento apenas va en la mitad- su mirada pareció calmarse y se devolvió, saltó nuevamente la reja y corrió hasta su grupo de beisbol- ¿viste algo interesante?

                -Solo una ardilla muy gorda- la típica sonrisa volvía a aparecer en su rostro y con ello la tranquilidad de su cuerpo, la mirada aún permanecía sobre su figura pero, el cuerpo del beisbolista ya estaba preparado para empezar la pelea si el dueño de esta aparecía.

                El entrenamiento continuó sin mayores percances y terminó igual que siempre, todos despidiéndose en la entrada de la escuela Namimori y deseándose un buen retorno a casa.

                De a poco comenzó a alejarse de la escuela y en el trayecto chocó con alguien, andaba tan distraído respecto a la sensación de sentirse observado, que con suerte había conseguido no caer sobre el otro cuerpo.

                -Estúpido beisbolista, fíjate por donde vas- Gokudera se levantaba enojado del suelo tirándole mil y un maldiciones por lo bajo- maldito imbécil despreocupado- regañó entre dientes y miró en dirección de unos árboles, una figura le llamó la atención y a la vez le dio mala sensación.

                -Lo siento mucho Gokudera, estaba distraído- sonrió y se puso de pie, se sacudió el pantalón y miró al de cabellos plateados- ¿vas a casa de Tsuna?

                -Eso no te importa- continuó con su trayecto, ignorando la extraña sensación que se producía en su cuerpo.

                -Es que yo voy a casa de Tsuna- caminó detrás de él- deberíamos ir juntos, para no aburrirnos- soltó una risita nerviosa, ante la mirada de total molestia del más bajo.

                -¿A qué vas a casa del décimo?- le tomó el cuello de la polera y acercó su rostro al del contrario.

                -¿Para qué quieres saber?- sonrió feliz, mientras trataba de no bajar la guardia, en cualquier momento tendría que esquivar los fuegos artificiales que usaba el de cabellos plateados.

                -Como mano derecha del décimo debo saber cuáles son las intenciones de descerebrados como tú- apretó más el agarre y miró hastiado al otro- así que empieza a responder o te meteré una dinamita por el cu…

                -En verdad voy a  hablar con el bebé- lo interrumpió, la presencia de la mirada que le ponía los pelos de punta  se acercaba y no estaba con el bat que el niño le había regalado, la cosa se podría poner peligrosa y Gokudera estaba más interesado en dinamitarlo que en prestarle la debida atención a lo que se asomaba.

                -Si vas a hablar con Reborn-san- lo soltó y comenzó a caminar- está en el supermercado con la madre del décimo- soltó un sonoro bostezo- así que no pierdas tu tiempo yendo a molestarlo.

                Una piedra se dirigió a la cabeza de Yamamoto y en un rápido movimiento la esquivó, tomó la mano de Gokudera y lo alejó de la trayectoria de otra roca, un poco más pequeña que la anterior, esta chocó contra un muro de concreto y quedó incrustada en él, dejando que vistosas grietas decoraran la superficie de color grisácea.

                -Pero que mierda- Gokudera miró en dirección a los árboles y sin pensarlo mucho, se soltó del agarre de Yamamoto y se encaminó a la frondosa zona.

                -Gokudera- lo retuvo con la mano antes de que consiguiera poder poner un pie sobre el pasto.

                -Suéltame maldito inútil- se removió molesto- voy a matar al hijo de puta que trato de ma…

                -No seas idiota- la expresión del moreno se puso seria y su tono de voz cambió drásticamente, poniendo nervioso al de piel pálida- lo más probable es que esto tenga que ver con el bebé- su mirada se dirigió al pequeño bosque que se encontraba adelante- y si ese es el caso, Tsuna debe estar por las mismas- le soltó la mano.

                -Hay que apurarse- le dedicó una mirada seria a su compañero y comenzaron a correr en dirección a la casa de Sawada.

                Llegaron a los pocos minutos, y al escuchar ruidos y golpes adentro no dudaron en entrar por la ventana, rompiendo el cristal y preparándose para una posible pelea pero, la escena que se mostró ante sus ojos los dejó en shock. Tsuna corría detrás de Squalo que trataba a toda costa de cortar a Belt que en reiteradas ocasiones votaba floreros y adornos para tratar de parar a su perseguidor, el pobre Tsuna por su parte, trataba de que las cosas no cayeran al suelo y se rompieran en mil pedazos y para que decir que Lussuria miraba la escena tomando un poco de bebida con una amplia sonrisa.

                -Qué bueno que ya sean amigos- canturrió viendo a los dos nuevos invitados que habían entrado hacia unos segundos.

                -Pero qué demonios- Gokudera no se lo podía creer y Yamamoto se reía contento, al parecer las cosas por esos lados iban bien.

                -Por favor- Tsuna ya cansado corría detrás de Squalo- dejen de destruir mi casa- cayó al piso al tropezar con la pata de la mesa.

                -Décimo- Gokudera corrió rápidamente en dirección de Tsuna y lo dio vuelta tratando de ver si respiraba o no- decimo ¿está bien?, ¿me puede oír?- preguntaba desesperado mientras, ignoraba por completo las miradas que se posaban en él- décimo.

                -Hola Gokudera-kun- Tsuna movía cansado su boca mientras, sus ojos amenazaban con cerrarse- estoy bien, no es la gran cosa- su mano tiritona se posó sobre el hombro de su compañero- solo… necesito… des…- cerró sus ojos y su mano cayó al suelo.

                -Décimo- la desesperación se apoderó de su cuerpo y con algo de delicadeza comenzó a zamarrearlo pero, sin conseguir que los ojos cafés del castaño se abrieran.

                -Debe estar muy cansado- Lussuria dejó a un lado su bebida y miró asombrado la situación- estuvo corriendo detrás de estas dos bestias cerca de dos horas.

                -Eso le servirá de entrenamiento a futuro- las miradas se dirigieron al pequeño bebé con  traje negro que entraba a la sala- ciaoosu- sonrió mientras, Leon se movía sobre su sombrero.

                -Reborn-san- Gokudera miró al nombrado- el décimo no debería esforzarse tanto, apenas han pasado tres días de la pelea contra Xanxus- reclamó.

                -Así es pero, como puedes ver, el enemigo está completamente recuperado- sonrió y caminó hasta donde Tsuna se había desmallado- incluso tienen fuerzas para armar jaleo en la casa- miró la cara del décimo jefe de Vongola y suspiró- sigues siendo el inútil Tsuna- saltó a la mesa y se sentó.

                -Hasta que apareces- Squalo se sentó en el suelo y lo miró- debemos hablar contigo.

                -No es necesario- el pequeño bebé dejó que una sonrisa aflorara en sus labios y miró hacia la puerta- ¿no vas a pasar Mammon?- las miradas de los presentes se fijaron en una persona que entraba con una capucha de color morado oscuro, de una estatura promedio y que cubría casi por completo su rostro la sombra de su gorro.

                -Eres una molestia Reborn- reclamó mientras, caminaba hasta la mesa y se dejaba caer al piso, al lado de Tsuna que había empezado a recuperar el conocimiento.

                -Espera un minuto- Gokudera miraba asombrado ala recién llegada- ¿este es el bebé que peleó con esa chica de la escuela Kokuyo?

                -Así es- Reborn se movió de un lado al otro sobre la mesa, meciendo su cabeza, tratando de que el sombrero dejara su posición- pero- se detuvo- todavía no logro comprender por completo la situación.

                -Creo que yo puedo explicarles las cosas pero, no aseguro que cerebros tan poco desarrollados puedan entender tanta terminología- un bebé de cabellos verdes, entraba por la ventana rota, pisando los trozos de vidrio esparcidos y haciendo que crujieran- bueno trataré de hacérselos simple- sonrió.

                -Eso espero- un rubio de estatura algo elevada, de contextura delgada, se mostró al lado de la puerta del comedor, mirando a los presentes, a su lado un chico de pelo negro, de larga trenza y de apariencia oriental, miraba al grupo sentado alrededor de la mesa.

                -Al parecer no soy la única afectada- Mammon miró a los recién llegados y espetó un quejido de molestia.

                -Ciaoosu ¿Por qué no toman asiento?- su mirada pasó de los recién llegados al arcobaleno del pacificador verde- alguien debe explicar que hizo ahora.

                -No me trates como a un imbécil- la mueca de molestia se apoderó del rostro de Verde- no cometí ningún error grave y nadie se murió esta vez- soltó entre dientes.

                -Es verdad- el chico de larga trenza y traje rojo tomó asiento al lado del rubio- pero, eso no te libra de las responsabilidades.

                -Malditos bastardos- una vena se mostró sobre su frente- gracias a mi recuperaron sus cuerpos originales- patio un pedazo de vidrio y este calló a centímetros del pie de Yamamoto- deberían estar alabando mi genialidad.

                -Pero ¿qué pasa aquí?- Tsuna ya completamente consiente miraba a los presentes- ¿Quiénes son estos?

                -Hola- una sonrisa se mostró en los labios del chino- lamentamos el haber ingresado a tu casa sin premiso pero, Verde debe explicarnos que nos hizo.

                -No sirve que le expliques al idiota- el rubio se rascó la cabeza y después se deshizo de su chaqueta militar-Reborn dice que es más imbécil que Skull- la dejó caer al lado de su pierna derecha y bostezo.

                -Pero ¿Quiénes demonios se creen para venir a hablarle al décimo de esa forma?- Gokudera ya tenía en mano dinamita, dispuesto a volar a los dos insolentes que se atrevían a insultar a su jefe- los volaré en pedazos.

                -Gokudera por favor….- Tsuna se paró desesperado y se puso adelante del de cabellos plateados- … guarda la dinamita- lo miró suplicante tratando de hacer entrar en razón a la bomba humana mientras, que Yamamoto esbozaba una radiante sonrisa.

                -Pero décimo estos insolentes, acaban de insultarlo- les dedicó una mirada de completo cabreo a los según el “insolentes”.

                -Eso no importa- Reborn intervino en el inconveniente- dejen de actuar como imbéciles- la mirada seria de uno de los bebé más fuertes del mundo heló la sangre de los muchachos presentes- será mejor que las explicaciones que des valgan la pena Verde- miró al mencionado- o la pasarás mal.

                -Muy mal- pronunció el rubio con una vena en la cabeza.

                -Horriblemente mal- dejó claro el chino.

                -Cálmense trío de cavernícolas- el científico miró a los presentes- les explicaré todo- suspiró pesadamente y se masajeó la cabeza- pero, antes quiero saber una cosa- su mirada se posó en el rubio, luego pasó al chino y terminó en el de capucha- ¿Cómo se sienten?

                -Normal- dijo el dueño del chupete morado.

                -Tal cual como hace unos años- movió un poco el cuello el rubio haciendo que este sonara.

                -La sensación es la misma que antes de la maldición- miró sus manos el de rasgos orientales- incluso sería capaz de decir que no he perdido la agilidad de mi cuerpo.

                - Ya veo- escribió en una pequeña libretita que sacó de su bolsillo y caminó unos pasos hacia adelante, miró de reojo a Yamamoto y después a la concurrencia- bien, comenzaré- se acomodó los lentes y su expresión cambió a una seria- hace aproximadamente tres años atrás les pedí a ustedes y a los demás arcobalenos un poco de su sangre para ver si los experimentos funcionaban o no, la única en ese tiempo que se negó fue la dueña del pacificador del cielo, por razones que tal vez deduzcan- cerró los ojos y la imagen de la mujer de cabellos azules vino a su mente- como ustedes recordarán, ninguno de ellos resultó e incluso terminó mutando al idiota de Skull pero, sólo eso- la cara de Tsuna se deformó por la impresión, al parecer nadie de los presentes apreciaba mucho al bebé de chupete morado- la sangre que sobró de los experimentos de ese tiempo, la mantuve almacenada hasta hace unos dos días atrás- miró a los tres afectados y sonrió- como no estaba seguro de la reacción que podría generar mi experimento, decidí tomar tres muestras de sangre y las afortunadas fueron la de Mammon, Soi Fong y Colonello- miro alternativamente a los que iba mencionando- y probar en ellas el resultado de la investigación, y por lo que veo, este dio resultados.

                -¿Tiene efectos secundarios?- Colonello miró serio al de cabellos verde.

                -Eso no sabría decirlo a menos que los sometiera a unos exámenes- su vista se desvió a Reborn- tampoco sé si esto es permanente o no pero, si sobreviven al experimento el resto de nosotros podríamos volver a la normalidad dentro de poco.

                -Sobre los efectos secundarios- Mammon por fin había pronunciado palabra- hace poco sufrí uno- las miradas se posaron en el- cuando recuperé mi cuerpo, en un principio no lo podía creer pero, luego del día, acepté que estaba pasando, me emocioné tanto que me dediqué a experimentar si todas mis habilidades estaban en orden pero…

                -Pero ¿qué?- Colonello miró al de capucha y esperó una respuesta.

                -Se podría decir que me excedí, me sobre esforcé y terminé volviendo a la forma de un bebé- su vista fue a parar al rubio- después de 12 horas volví a crecer y a tener este cuerpo- miró a Verde- no sé a qué se debió pero, es demasiado doloroso cuando te conviertes en bebé otra vez, el tiempo que estas en esa forma, con fuerte te puedes mover y al más mínimo rose, tus huesos se pueden quebrar- las miradas de preocupación de los presentes no se hicieron esperar mientras, un integrante de los varia recordaba con molestia, el incidente del brazo dela que hace poco había hablado.

                - La sensación de dolor puede ser por el sobre esfuerzo pero, no creo que sea para tanto como para que al más mínimo roce tus huesos se quiebren- la expresión de Verde era seria- para mí que estás exagerando.

                -Te equivocas- Lussuria miró enojado al pequeño científico- Mammon cuando volvió a su forma de bebé ni siquiera se podía mover y cuando lo tomó Squalo en brazos para llevarlo a su cama, le quebró el brazo izquierdo- suspiró- yo lo vi todo, no fue fuerza desmedida, a decir verdad trató de tener más cuidado de lo normal pero, aun así termino rompiéndole un brazo.

                -Es verdad- Belt miró a Mammon- en un principio creí que estaba fingiendo pero, después de un rato, la cosa se puso fea- una sonrisa se dibujó en su rostro, una de completo pánico.

                -Mi brazo aún está algo dañado pero, está sanando más rápido de lo normal- descubrió su brazo izquierdo y mostró el yeso, completamente garabateado con dibujos incomprensibles- me preocupa el hecho de volverme bebé nuevamente- lo cubrió otra vez con la capucha y suspiró- no me sorprendería si muero al volver a esa forma molesta.

                - Si ese es el caso- Reborn se levantó de la mesa y de un salto terminó al lado de Verde- será mejor que busques una solución para este problema- le apuntó con una pistola- ¿entiendes?

                -¿Quieres que busque una cura para el antídoto que nos salvará de vivir como  bebés el resto de nuestras vidas?- murmuró molesto.

                -No me importa si es para que vuelvan a ser bebés o terminas perfeccionando la cura- lo miró serio- nadie debe morir- Leon volvió a su estado normal y se encaminó por el brazo de su dueño hasta el gorro- será mejor que sea rápido.

                -No sé cuánto me demore- se mordió el labio.

                -Trata de que sea lo más pronto posible- Colonello se estiró- no me molesta estar de esta forma pero, no quiero que por sobre esforzarme termine muriendo como bebé.

                -No se trata del tiempo- se acomodó nuevamente los lentes y suspiró- el problema es…- dudo si continuar con su comentario-… de la emoción terminé olvidándome de lo que había hecho- el sudor recorría todo su rostro mientras, miradas asesinas se posaban en su frágil cuerpo-…verán, cuando vi… que todos habían terminado… volviendo a sus formas… originales… y que no habían muerto en el proceso… me dio tanta alegría saber… que había resultado… que… no anoté lo que… había hecho- su nerviosismo era más que obvio y poco le faltaba para comenzar a tiritar.

                -Debe ser una broma- Tsuna al fin movió la boca y dejó que su voz se escuchara en la sala, todavía no procesaba la información de que los tres extraños que estaban sentados en su comedor eran tres de los bebés más fuertes del mundo, incluso le costaba pensar que Mammon, Colonello y el nuevo arcobaleno que venía a conocer, Soi Fong estaban ahí, para su sentido de la razón, todo eso parecía una broma  pero, estaba acostumbrado a que cosas fuera de lo común le pasaran, y si resultaba que él sería el próximo jefe de la mafia Italia de nombre Vongola, según Reborn, eso podía creerlo también.

                -Lamento informarte que no lo es- suspiró cansado- traté de acordarme estos días pero, nada pasó por mi cabeza.

                -Pero, en tu laboratorio ¿no hay cámaras?- Tsuna se asustó al ver la cara que puso Verde.

                -Tienes razón- los presentes lo miraron indignados- solo debo revisar las grabaciones de ese día y listo- una sonrisa se dibujó en su rostro- después de eso buscar los errores y posibles soluciones.

                -Eres un idiota- Reborn lo tomó del cuello de su ropa y lo levantó.

                -Espera Reborn- se movió un poco tratando de zafarse- soy el único que puede solucionar este problema- una sonrisa de victoria se dibujó en su rostro al ver como el arcobaleno del sol lo dejaba en el suelo.

                -A mí no me importa si lo matas, me puedo acostumbrar al dolor después de excederme- Colonello se rascó la mejilla derecha y se levantó.

                -Trata que su muerte no sea muy dolorosa, por favor- Soi Fong se levantó de su puesto e hizo una pequeña reverencia.

                -Me gustaría quedarme con su dinero, trata de que transfiera todo a la cuenta corriente 16398053 del banco italiano- Mammon se acomodó la capucha y tomo un poco de bebida de un vaso cercano.

                -Me parece bien- la sonrisa de Reborn, que siempre terminaba helando la sangre de Tsuna, no cumplió esa común labor, esta vez solo altero más a Verde.

                -Reborn- Tsuna le tomo del brazo- golpeándolo no sacas nada- la mirada de su tutor se clavó en sus ojos y por un momento sintió lo que pasaba por su corazón.

                -No trates de parecer genial inútil Tsuna- le dio una patada en la cara, poco después de soltar a Verde.

                Tsuna se retorcía en el suelo con ambas manos en el rostro mientras, Gokudera lo miraba desesperado sin saber qué hacer, repitiendo incesantemente “decimo resista”, en una esquina de la habitación Yamamoto dirigió su mirada hacia la ventana y su respiración se cortó.

                -Xanxus- la mirada de todos los asistentes se fue a la ventana y muchas caras cambiaron su expresión al ver como el mencionado daba unos pasos hacia el bebé de pelo verde, las expresiones iban de terror por parte de Tsuna, Gokudera y Yamamoto, de felicidad por parte de dos del escuadrón de varia y de indiferencia por los otros dos restantes y los arcobaleno presentes.

                -¿Se divirtió jefe?- Lussuria miró feliz al recién llegado y se colocó de pie.

                -Algo así- respondió con una sonrisa macabra el de cabellos negros y dedicó una mirada al moreno de la décima familia Vongola que, al percatarse de ella, un horrible escalofrío recorrió su cuerpo.

                -Eres un maldito jefe despreocupado- Squalo se puso de pie y lo enfrentó.

                -Cállate- paso a su lado y se dejó caer en el suelo, se acomodó un poco y posicionó su vista nuevamente en Yamamoto- solo vine porque aquí terminó la paloma- bostezo.

                Los varias se miraron entre sí y le quitaron importancia a lo que su jefe decía mientras, el grupo Vongola presente de a poco comenzaban a relajarse, exceptuando uno que a cada minuto se ponía más nervioso, por su parte los arcobalenos presente se ponían de acuerdo de qué forma matar o torturara al científico que los había metido en semejante lío.

Notas finales:

Sip bastante extenso el primer capítulo y aprovecho de explicar que los demás igual :).

Espero que le haya gustado y que estén sacando sus conclusiones, gracias por leer y hasta la que viene


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