Mi vida siempre ha girado en torno al basket, lo amaba, lo hacía de tal manera que siempre pensé que nací para ser el mejor jugador, para ser honestos nunca me imaginé que cuando lo lograra, iniciaría a odiarlo. Nadie es capaz de detenerme, ni siquiera se acercan a mi nivel, “el único que puede vencerme… soy yo”. Esa es mi frase.
En el Interhigh cuando jugamos contra el equipo de Kise tenía sentimientos encontrados, me sentía feliz que se hubiera vuelto tan fuerte, incluso cuando me copio llegue a sentir algo de miedo, nunca en la vida admitiré esto en voz alta, aun así Kise Ryota es poderoso y es con uno de los pocos que debo jugar en “serio”, no obstante no pude darlo todo, ese modelo aún tenía su talento en proceso y sabía que en un tiempo más iba a ser alguien de temer, pero no en ese preciso momento.
Mi nombre es Aomine Daiki, soy un jugador profesional, deje de ver la generación de los milagros hace mucho tiempo, no sé qué ha sido de ellos, solo se de uno y adivinaran rápidamente de quien se trata, del único de quien les he hablado hoy. Ryota Kise un modelo profesional, siempre sale en las mejores revistas incluso en la televisión, sigue igual, un tonto modelo egocéntrico que se tintura el cabello de rubio. Si tan solo me escuchara decir aquello haría un puchero y diría “mohh Aominecchi., que cruel~” increíblemente he extrañado de sobremanera ese tonto sobrenombre que antes odiaba y su voz chillona.
Se preguntan porque lo extraño, en realidad es bastante simple y la respuesta de seguro la sacaran rápidamente si se ponen a pensar, me enamore de él en la secundaria, cuando le lance ese balón a la cabeza, aunque cuando me di cuenta que me había enamorado fue recién en preparatoria casi cuando me iba a graduar y mi mejor plan fue salir corriendo como un cobarde… por eso me convertí en un jugador de la NBA, mientras más famoso sea, Kise mas sabrá de mí.
Ahora que soy unos años mayor y por ende más “maduro”, aun no sé si me arrepiento de salir corriendo, hay días que si, como otros que siento que fue la mejor decisión, a veces me pregunto que hubiera pasado con nosotros si me hubiera declarado, quizás hoy estaríamos juntos, ahora estaríamos besándonos y viendo películas. O la otra opción era que nos odiaríamos por haber terminado en mala.
Hoy estoy pensando más de lo normal en Kise, no obstante, hay una razón para ello, hoy regrese a Japón, a la misma ciudad donde jugué incontable veces con él; realmente tengo buenos recuerdos aquí. Me siento en una banca que está en la cancha de basket.
Los recuerdos llegan a mi mente como una ráfaga.
“—¡Aominecchi! —Me grito de forma eufórica desde el suelo donde estaba jadeando por el cansancio — uno más, ahora si te ganare —me aseguro parándose de forma torpe.
—No quiero —mi voz salió cansada, sé que debo cuidarme de él, aunque empezó a jugar en secundaria es alguien que podría alcanzarme y eso no lo permitiré — ¿si quieras haz visto la hora?
—Mohh~ vamos Aominecchi por favor solo uno más, uno más, uno más, uno más. Te invitare a comer.
—tsk, ya cállate Kise, que molesto eres, pareces una chica —digo y te lanzo el balón rápido —solo uno más y será el último.
— ¡Si! —expreso tomando el balón y se lanzó contra mí para empezar a jugar. Jugamos y como siempre le volví a ganar y solo inflo sus mejillas en un puchero — algún día te ganare y seré yo quien te veré en el suelo Aominecchi.
—sí, si lo que digas —expreso con una sonrisa en mi rostro viéndolo allí cruzándose de brazos como un niño pequeño —si tus fans te vieran así sería tan divertido. Tu personalidad no va con tu cara.
—no digas eso, mi personalidad es súper genial
—No lo es —rebato y te estiro la mano para ayudarte —Kise no me ganaras nunca.
—Claro que sí, ese día llegara Aominecchi ya verás —comento sonriendo
—Sigue soñando, ahora vamos a comer muero de hambre. Y tu invitas Kise no te olvides — comento tranquilo e inicio a caminar, sabía que venía tras de mí, siempre venia.”
Solo sonreí por mis recuerdos. Vi como unos niños inician a jugar, son buenos para la edad que tienen, se ven felices, quisiera volver a esa época donde disfrutaba jugar básket. Me gustaba ganarle a oponentes fuertes. En secundaria ya nadie podía detenerme, con los que jugaba siempre perdían el espíritu de pelea, eso me devasto, Tetsu me dijo que pronto encontraría alguien mejor que yo, pero aunque Kagami es fuerte en un uno a uno no es capaz de ganarme, y en la NBA, hay jugadores fuertes pero si doy mi 100% no podrían contra mí, por ello el basket se volvió aburrido y lo odio. Aunque si la generación de los milagros hubiera seguido jugando de seguro ahora serían tan fuerte como yo y me darían pelea en especial Kise. Solté un suspiro y solo me eche en la banca.
—¿Ao… Aominecchi? —Escuche mi nombre y me di vuelta para encontrarme una cara conocida; “Kise Ryota” —oh por Dios eres tu Aominecchi, ¡tanto tiempo sin verte! —se acercó a mí y me abrazo, como siempre es tan pegajoso.
—Kise —susurre aspirando su aroma, uno tan delicioso.
—No puedo creer que de veras seas tú Aominecchi, ¿Cuándo regresaste a Japón? Pensé que estabas en la NBA. ¿Qué haces aquí?
—¿no te callas nunca? —Pregunte con mi típico tono cansado — regrese hoy, solo estaba recorriendo el lugar para ver si había cambiado algo… vine por mis vacaciones, mis padres en especial mi madre me extraña y quería verme —me escogí de hombros —no pensé en encontrarme con algunos de ustedes… ¿y que hace un modelo famoso en la calle? —pregunto serio.
—Que cruel Aominecchi~ —hizo un puchero y se cruzó de brazos —bueno yo solo salí a tomar aire, además es de noche así que los paparazzi no me siguen a esta hora, y fui a comprar algunas cosas, tengo hambre —dijo rascando un poco sus cabeza — y la verdad me gusta pasar por esta cancha porque tengo buenos recuerdos —me sonrió.
—Si, tiene buenos recuerdos —acepto viendo a los chicos jugar y el rubio se sienta a mi lado.
—Muchas veces intente ganarte y no pude, ahora eres un jugador famoso Aominecchi, he seguido todos tus partidos —me comento apoyando su cabeza en mi hombro —extraño nuestros combates —me dijo rápido y luego se paró de donde estaba —Aominecchi, vamos a mi departamento, di que sí. Podremos charlar y tengo cerveza.
—Que flojera —menciono en un bufido pero me paro para seguirlo, es como algo automático, después de todo estaré cerca de ese rubio que me robo el corazón y sigue robándomelo, mas bien no creo que algún día me lo entregue, aunque ni siquiera sabe que lo tiene.
—Queda cerca Aominecchi, no seas perezoso —me dijo volteándose y me sonrió.
—Si como sea —mascullo cruzándome de brazos y le seguí a su departamento, es uno lujoso se nota, bueno debe parecerse al que tengo en new york. Cuando entro a su hogar lo observo con cuidado, no tiene nada del otro mundo, si hay muchas fotos —bonito departamento —mascullo mientras tomo una foto es una mía con él.
—ah~ no veas eso Aominecchi, solo son recuerdos —me dijo quitándome la foto rápidamente y la dejo donde estaba — bueno, ¿quieres cerveza?
—Está bien, espero que al menos sea rica ya que me arrastraste a tu casa —comento estirándome y me siento en su sofá, ¡Dios que comodidad! —también quiero comida Kise.
—Claro, claro tengo sushi —me sonrió llegando con dos latas de cerveza y la comida, se sentó a mi lado e inicio a comer — cuéntame cómo es tu vida allá.
—No quiero, no es nada de otro mundo —aseguro —y por lo que veo sigues tinturándote el cabello —comento tomando uno de sus mechones, al moverlo salio su dulzona fragancia, la misma de siempre.
—mi cabello es natural, eres malo eres~ —me dijo haciendo un puchero — eso no ha cambiado en ti, ganguro —comento riéndose.
—No engañas a nadie Kise —aseguro viéndote tranquilo, en realidad Kise no ha cambiado, sigue con su personalidad infantil y alegre. Me gusta.
—Claro que no, porque soy natural, cien por ciento natural, Aominecchi idiota —inflo sus mejillas en un puchero y luego me vio divertido — ¿sigues con Satsuki?
Lo mire algo confundido pues no entendí bien su pregunta.
—Sí, sigo a su lado, si a eso te refieres, aunque ahora tiene pareja, es el entrenador de nuestro equipo, es un jugador que tuvo que retirarse por lesionarse, es bueno en lo que hace y ambos nos hacen sudar sangre, son unos demonios encarnados en personas —comentó sin darle mucha importancia.
—¿Tiene novio? ¿No eras tú su novio? — me pregunto y yo logre ver la confusión en sus ojos.
—Ah, jamás en la vida sería novio de Satsuki, ella es mi mejor amiga casi mi hermana, no serviríamos como pareja ¿Quién te metió esa idea en la cabeza Kise?
—uhm… lo leí hace poco en una revista de deporte… decía que ustedes estaban juntos hace mucho pero que al parecer tenían problemas… porque te habían visto con otra tipa…
—No creas todo lo que sale en las revistas, ellos dicen lo que quieren, lo hacen por dinero, allá en EE.UU es terrible, pero estoy solo, la mayoría de las veces mantengo citas de una noche y no más que eso —no sé por qué pero siento que debo darle explicaciones.
—Entonces ¿todo es falso? Ustedes nunca han tenido una relación… —me susurro y luego le vi una sonrisa.
—Si en serio —mascullo —bueno Kise debo irme tengo que ver a alguien importante —aseguro viendo mi celular.
—Dame tu número —me exigió —para vernos otro día… digo uhm nosotros deberíamos ponernos al día, somos amigos ¿verdad?
—bien como quieras —expreso tomando su teléfono y marco mi teléfono —listo, ahora me iré, adiós Kise.
—Adiós Aominecchi —me sonrió y me abrazo nuevamente.
—No seas tan pegajoso, modelo idiota.
—No lo soy, Aominecchi cruel ~ —me saco la lengua tal como un niño pequeño.
—Claro, claro —digo antes de irme de ese departamento.
No tenía nada que hacer pero estar mucho tiempo con él, hará que yo quiera hacer cosas… y no debo abalanzarme sobre su cuerpo.
Al día siguiente.
"Buenos días Aominecchi 😘"
Ese fue el mensaje que brillo antes mis ojos a las 5:30 am. Lo que más odio en la vida es despertar tan temprano. Kise idiota, lo matare cuando lo vea. Le quite importancia y me volví a acomodar en la cama, empecé a dormitar cuando mi celular volvió a sonar; logrando que me sobresalte, desbloquee el aparato y era otro mensaje del rubio.
"Ten un buen día Aominecchi d84;"
Esta vez no pude contenerme y le conteste.
"Te matare Kise"
Después de enviarle el mensaje al rubio, me levante y aliste para ir a correr, ya no podía seguir durmiendo. Tome mi celular nuevamente viendo el mensaje de Kise.
"Aominecchi que cruel TT^TT, la próxima diré que te mueras >~<"
No pude evitar soltar una risa por lo que leí y me senté en el sofá para contestar.
"Claro, claro como tú quieras, pero envíalo más tarde, odio despertar temprano"
Tome el control para prender la televisión, me serví un poco de jugo e intente concentrarme en la programación, lo de correr se fue a la mierda; sin embargo, me divierte cabrear a Kise, tome nuevamente mi celular y vi el nuevo mensaje.
"¿Ah? Aominecchi eres inhumano >~< aun así los hombres de verdad se levanta temprano 😏"
Sonreí de medio lado divertido y teclee mi respuesta.
"¿De dónde sacas esas ideas tan estúpidas? En serio eso de ser rubio mata tus neuronas. Yo prefiero estar sentado en mi sofá viendo televisión, con una cerveza en la mano y frituras"
No tuve que esperar mucho para su respuesta.
"¿Qué eres Aominecchi? ¿Un borracho? Son las 6 am. ¡Qué miedo! Bueno pero aparte de ser un alcohólico anónimo engordaras 😨"
"A eso se le llama envidia, porque tú no puedes, eso es lo malo de ser un tonto modelo rubio. ¡Dios las frituras están deliciosas! Ah y ¿recuerdas mi perfecto cuerpo? Y no tengo que comer puro pasto como tú para mantenerlo."
"Moh~ Aominecchi ¡que cruel! >~< Yo no como pasto, solo es comida saludable, tonto, además de comer saludable yo no moriré de un ataque al corazón como tú"
"Puede ser, pero yo no moriré desnutrido, además comeré y disfrutare de toda la comida chatarra que quiera. Oh Kise... Siento tu envidia corroer tu cuerpo, además sé que cara estas poniendo, babeas por una hamburguesa con doble queso y una bebida con mucho azúcar"
Me pare y prepare mi desayuno, un jugo definitivamente no matara mi hambre, me hice unos huevos con tocino, 6 tostadas, un poco de cereal y algo para tomar, luego le saque una foto a mi desayuno y se la envíe para que muera de envidia.
"Aominecchi definitivamente ¡engordaras! Y no tengo envidia, ni un poco... >~< ¡tengo hambre y es tu culpa! Te odio... Uhm invítame a comer más tarde d84; se buen amigo"
Al momento de leer ese mensaje solo suspire y me acomode en la silla, ¿debería decirle que si? Para ser honesto quiero compartir tiempo con el pero no sé si sea buena idea, suspire y tome mi celular.
"Aominecchi vamos di que sí por favor, Así jugamos un 1 a1"
"Realmente no has cambiado nada, sigues igual de odioso. ¡No quiero! ¿Sabes lo que significa la palabra vacaciones?...”
Después de esperar un poco le envió otro mensaje rápido.
Bien, te espero a las dos de la tarde en el lugar que comíamos antes, y si llegas un solo segundo tarde te torturare hasta que ruegues piedad"
"Ok, Aominecchi prometo llegar a tiempo nwn, y no soy odioso >~<, Aominecchi te dejo, me deben maquillar para las fotos nos vemos d84;😘"
"¿Maquillaje? ¿Te hacen eso? vaya... envejecerás antes, así como las mujeres... Bueno nos vemos y deja de escribir como una chica con esos corazones y esas caritas odiosas..."
Después de ese último mensaje no volvió a sonar mi celular, ni siquiera sé si lo habrá leído pero no es como si me importara del todo. Suspiro un poco e inicio a comer, estoy recuperando mi relación con Kise, nunca fue mi intención volver a nuestra amistad. Si quería verlo pero… no me imagine esto ni en mis sueños, me hace feliz pero a la vez infeliz, es simple, debo volver a new york en un tiempo más, me volveré a separar del rubio, aunque supongo que ahora debo disfrutar lo que se me dio por unos días, hoy comeré con un modelo famoso. Lo hare pagar por despertarme temprano, y si llega tarde lo golpeare. Kise Ryota, tal vez y solo tal vez en estos días te hare mío de todas las formas posibles…
Continuara.