A la mañana siguiente Gio-nii y yo nos despertamos temprano, nos dimos una ducha rápida, después fuimos al cuarto a cambiarnos donde de redescubrimos que a pesar de ser muy unidos somos muy diferentes.
-Tsu ¿qué tal me veo? ¿Atractivo o no?- me dijo mientras me mostraba como vestía, un pantalón entubado negro con una playera blanca y una chaqueta encima gris con toques cromados.
-mmm…a veces me sorprende que seamos familia.- dije sin más, el empezó a reír y yo lo miraba con una sonrisa. A veces Giotto me decía que parecía una pequeña oruga esperando ser una gran mariposa para mostrar mis alas de arcoíris, que resplandecían en el cielo. Siempre me lo decía para calmarme o hacerme sentir mejor o molestarme.
-ok. Ahora te toca a ti decirme ¿Cómo me veo?- le pregunte mostrando mi cabello que por cierto estaba un poco largo y por eso siempre lo mantenía amarrado en una coleta baja, pero esta vez decidí dejarlo suelto –que por cierto en muy raro eso- y vestía un pantalón entubado gris oscuro, una simple playera negra con rayas grises y unas botas negras.
-mmm… creo que asi podrías salir en Twiling- bromeo extendiendo sus brazos, lo mire pícaro y le tome uno de sus brazos y lo mordí.
Después de esa pequeña travesura bajamos a desayunar o más bien tomar algo de dinero pero al entrar a la cocina nos encontramos a mama dormida en la mesa. Giotto y yo hicimos todo lo más silencioso que podíamos.
Salimos de casa y caminamos por las calles hasta llegar a nuestra escuela, donde algunos alumnos ya estaban ingresando, mientras mi hermano y yo hablábamos de todo y nada a la vez me percate de alguien.
-chico carnívoro a las 10.- dijo burlón mi rubio hermano.
-no te ha pasado que conoces a un chico por casi diez años y cuando lo vez con un poco de delineador en los ojos te dan ganas de chupársela?- dije caminando hasta mi amor platónico.
-carnívoro…- salude.
-herbívoro-se refirió a Giotto- omnívoro- me saludo con una pequeñísima sonrisa. Después solo seguimos hasta dentro del edificio y con él tras nosotros.
-aww es tan lindo cuando los de primer año se enamoran- dijo una voz tras Giotto, miramos al chistosito que dijo eso.
-Alaude!!!- dijo/grito feliz de ver a su novio mi querido hermano mayor.
-bueno hay que dejar a los enamorados- dijo el tonto y se fue junto con el primo de Kyoya no sin antes darnos una mirada cómplice, después de que se fueran arrastre a Kyoya por el pasillo hasta el salón de clases.
Después de la primera clase Giotto y yo nos fuimos a la dirección, teníamos que hablar con el viejito de Timoteo. Ahí hicimos magia pes dijimos una pequeña mentira para este nuevo ciclo escolar.
-¿asi que su madre se quedó en Kukuyo y ustedes se mudaron hacia aquí?-nos preguntó el vejete.
-si lo hablamos todos como familia y pues decidimos que asi seria- contesto el rubio a mi derecha.- el viejo no pareció creernos o hasta que vio nuestras notas que eran casi perfectas ahí acepto.
Hay veces que cuando vas por la vida tienes miedo a llamar la atención y otras en las que no, cuando llego la hora del descanso me fui a dar la vuelta por ahí con Kyoya, de paso vimos a mi hermano hablar de una pequeña anécdota creada por él.
-acaso algo de lo que dice tu herbívoro hermano el verdad?- me pregunto mientras me tomaba de la mano, mmm buena pregunta Hibari-san.
-pues… para ti que es verdad- dije sarcástico él se empezó a reír y yo me lance a su espalda para que me cargara como caballito.
Esa misma tarde al regresar a casa nos encontramos con la casa ya ordenada y con los muebles ya en su lugar, busque con la mirada a mi hermanito y es que a pesar de que la casa era espaciosa era un poco chica y fácilmente di con él.
Giotto se dirigió a la cocina a hacer la cena y yo me dedique a escombrar lo poco que quedaba. Después de casi una hora bajo mama un poco arreglada, eso me causo un poco de molestia…
Vi que hablaban de algo en la cocina y después mama se despidió de nosotros y se fue, Nii-san seguía preparando la cena.
-viste como se fue?- dije aun un poco molesto.
-se fue a trabajar – me dijo sin apartar la mirada del agua que calentaba en la estufa.
-y desde cuando se arregla tanto para ir al trabajo, ni siquiera uniforme lleva- no dijo nada solo miraba el agua.
-tu arréglate yo termino la cena, recuerda que tienes reunión con la maestra de Fuuta- dije y el asintio y se fue de allí dejándome con el ceño fruncido.
Después de la cena Giotto se fue dejándonos a los dos solo, como él ya había hecho la tarea lo deje ver televisión en su cuarto y yo me fui a hacer los deberes. Casi dos horas después mi hermano llego y me conto todo lo que le dijo la maestra, el resto de la noche nos quedamos en silencio solo intercambiábamos unas palabras y eso por dudas de la tarea pero el silencio no era incomodo, seguimos asi hasta que nos fuimos a la cama.
A la mañana siguiente mama llego a casa. Pero parecía cansada, y un poco…
-¡¡¿borracha?¡¡- dijimos al unísono los dos.
-dios mama- dije molesto y le quite de las manos el vaso de vodka.
-Mierda!!! Tienes turno a las ocho!!- dijo molesto Giotto- no fuiste a la reunión de Fuuta por ir de fiesta!!- ok estaba más que molesto.
Mama había tenido problemas con el alcohol antes, pero parecía que no podía dejarlo. Empezamos a hablar con ella hasta que la convencimos de que se diera una ducha rápida y se fuera al trabajo bajo la excusa de que me había caído y se quedó un poco en casa hasta asegurarse de que estuviera bien. Después de que se fuera tome un abrigo y Salí de la casa me quede en el patio, saque un cigarro y lo encendí, dios… realmente necesitaba uno!!! Poco después vino y se quedó a mi lado.
-sabes que odio que fumes… y más si es marihuana.- me dijo.
-recayó… esto me calmo un poco- respondí antes de dar una calada.
-solo ten confianza…- eso me sonó como si rogara… y solo se fue de ahí.