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Fue un dia principalmente probechoso.
Regresaron después de acabar con un Kanji con forma de pavo diabólico antromorphologico con aires de grandeza con las claras intenciones de asesinar a los humanos para que su raza tomara el control de la tierra hasta que Saitama se le ocurrió usarlo para la cena.
-¿Cómo quiere que cocine el pavo maestro?-
-mmh, ¿se podrá cocinar con salsa de ciruela?-respondió neutral pero emocionado por su nueva adquisición.
-por supuesto maestro-acepto encantado el ciborg dejando a un lado su botín y las compras del dia.
Mientras el ciborg se dirigía hacia la cocina para hacer la cena. el “héroe mas fuerte del mundo” se dispuso a darse un baño. Mientras Saitama se remojaba en la tina con su patito de goma, Genos horneaba una parte la pierna del pavo y el resto lo guardaba en el congelador previamente cortado y preparado. En la estufa continuaba cocinándose la salsa a fuego bajo, el blondo se toma un tiempo para acercarse a la puerta del baño y da leves golpes.
-maestro, gusta un aperitivo antes de la cena-
-eh-tan avispado como siempre Saitama.
-¡si!-
-enseguida maestro-contesto con entusiasmo. Aunque no lo admitira en voz alta, sentirse útil para su maestro le causaba una gran satisfacción y el core en su pecho se sentia mas cálido, sin querer una muy discreta sonrisa brota de sus labios. Empieza a preparar una bandeja con unas galletas de almendra y un te verde, habia escuchado salir a su maestro del baño. Toma el entremes y lo lleva a la sala donde esta el calvo viendo la tele desinteresadamente.
-maestro, le prepare un te y galletas ¿le parece bien?-al ver que afirmaba con la cabeza, Genos dejo el pedido en la mesa y estaba dispuesto a irse cuando un comercial aparece en la tele haciendo propaganda a unos chicos y chicas de ropa peculiar, cantando y bailando de formas llamativas y divertidas, al finalizar, sale una leyenda de precios y descuentos.
-oi que desagradable, estan vendiendo niños-comento Saitama estirandose algo molesto por el comercial, creyo que era para promover algun juguete o actividad.
-maestro, no son niños. Son robots-aclaro el ojidorado sin prestar mas atención al electrodoméstico.
-¿ehhh?-ahora un confundido calvo le miro sin estar realmente seguro de lo que escucho.
-son los soundloid’s. Son robots con capacidad de canto gracias a un sintonizador de voz que venden para hacer publicidad. Se han vuelto muy populares en poco tiempo. La asociación de vez en cuando los usa para sus eventos públicos-iba a dar mas explicaciones pero recordando que su maestro no le gustan las catedras, opto por lo mas elemental.
-aah, eso es. Pensé que eran niños de verdad. Digo con eso que cantan parecen mas humanos que tu-hablo Saitama sin pensar mucho. Genos no dijo nada, opto por disculparse para continuar haciendo la haciendo la cena.
Una vez ahí, Genos cocinaba mecánicamente mientras su mente artificial pasaba la frase de su maestro.
“son robots pero parecen mas humanos que tu”
Entendia la diferencia entre un ciborg y un robot. El tenia partes humanas vivas mientras que los soundloid’s eran 100% mecanizados. El buscaba el poder y si eso significaba perder lo que le quedaba de humanidad, lo valia.
Sin embargo.
“son robots pero parecen mas humanos que tu”
Esa frase le había afectado mas de lo que esperaba, incluso se le quemo un poco la guarnición (cosa imperdonable para el) Sabia que su maestro era el único que podía aféctale en alguna decisión suya o acciones.
¿Acaso su maestro deseaba que el pareciera mas humano? Pero eso seria sacrificar parte de su esfuerzo para ser mas poderoso al ser mas ciborg que humano.
Entonces hizo la comparativa entre los soundloid’s y el mientras terminaba de preparar ambos platos. No habia grandes diferencias exceptuando el canto.
Eso era.
No estaba en sus sistemas cantar o emprender alguna melodía, tampoco instrumentos mas que el pandero por sus recuerdo de infancia. Tenia que decirle al Dr. Kuseno que actualizara su software para el canto sin que afectara su rendimiento en batalla.
Si aprendía a entonar melodías, obtendría una mejor aprobación por parte del maestro.
Sin darse cuenta que sus acciones desencadenarian mas de un sentimiento.
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Hasta ahi, por el momento.
Ojala lo hayan disfrutado.