Mejores amigos era poco decir, hermanos del alma podía considerarse como un término más adecuado.
Un bar, olvidándose del trabajo, dejando atrás de esa puerta todas las preocupaciones y estrés acumulado de toda una semana de intenso trabajo y desvelos provocados a causa de sus respectivos proyectos personales.
-Te casas en un mes, tendré que buscarme a otro amigo cuando lo hagas – se lamentó Sehun bebiendo una cerveza para ahogar aquella tristeza
-¿Por qué? – fue la pregunta desinteresada del otro
-Kyungsoo no te dejará ni respirar, estarás atado por toda la eternidad. Conociéndolo a él y a ti, ya se quien lleva riendas en esa relación. Adiós noche de bar. –volvió a tomar un trago
-No exageres. Ya te voy a ver algún día totalmente loco por alguien que no dudarás en ser uno con él.
-Quizás ya lo estoy-murmuró Sehun
-¿Qué dijiste?
-Nada
Siguieron bebiendo en medio de las bromas del menor que no dejaba pasar la oportunidad para decirle a Kai que el matrimonio era el peor error que alguien cuerdo podría cometer. Ya eran alrededor de las dos de la madrugada y ambos salieron de aquel lugar tambaleándose de un lado a otro, abrazados por los hombros para no desvanecerse en el piso, por lo menos podían ver con claridad y para su suerte no había ningún maleante por esa zona que pudiera haberles hecho daño.
-Entremos allí – señaló Sehun refiriéndose a una casa de adivinos. No esperó la respuesta del pelinegro y se aventuró a jalarlo y forzarlo a entrar como sea.
-¿En qué puedo ayudarlos? –preguntó una joven de piel morena y abundantes rizos marrones
-Adivine nuestra suerte – pidió Sehun sentándose frente a una pequeña mesa circular
Kai pensaba que era una total tontería y no entendía al rubio pues este siempre decía que la adivinanza era un juego y un embuste, aun así decidió seguirle la corriente.
-Ustedes son muy cercanos ¿amigos? ¿Hermanos? ¿O quizás novios?
-Se suponía que usted era la adivina –rio el menor-¿Está estafándonos? ¿Cómo puedo creer en usted?
La joven se ofendió; pero era tolerable, siempre había gente que no creyendo en supersticiones osaban a difamarlos y hacerles quedar como “mentirosos”, se podría decir que ya estaba acostumbrada a ese tipo de gente.
-¿Quieres que te pruebe por qué no deberías burlarte de mí? – sonrió la morena tanteándole la palma de su mano
Sehun asintió mientras Kai bostezaba debido al aburrimiento.
-Escoge una carta –ordenó la adivina mostrándole una baraja de cartas –Muy bien, ahora voltéala y dásela a tu amigo – dijo una vez el rubio tomó la carta
-¿Qué se supone que demostrará con esto? Es ridículo – comentó Kai tomando la carta de Sehun –Yo no creo en estas estupideces, es simplemente un embuste – añadió lanzando la carta a la mesa.
-Esperen - dijo aquella mujer siendo ignorada.
Kai jaló como pudo a su amigo quien estaba a punto de vomitar debido al exceso de alcohol en su cuerpo, ambos salieron de allí, las luces de las calles empezaron a parpadear como si quisiesen apagarse, aullidos de perros y una ventisca le hicieron preocupar pues pensó que alguna tormenta se acercaba y así era.
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-Buenos días cariño – una suave voz lo despertó, sintió un delicado roce en sus labios antes de abrir sus ojos. Miró confundido a su alrededor ¿Dónde estaba?
Fijó sus ojos en una cara sonriente, esperen un segundo, ese de allí ¿no era el prometido de Kai?
-Si que te divertiste ayer ¿no? – Preguntó juguetonamente el de ojos expresivos. -¿Necesitas una aspirina?
-¿Qué mierda? –
-Esa boca – le señaló el bajito un tanto incómodo ya que normalmente Jong In no decía groserías delante de él.
-¿Dónde está Kai?
Kyungsoo lo miró con relajo y volvió a besarlo; pero esta vez Sehun saltó de la cama cayendo estrepitosamente al suelo.
-¡¿Por qué me besaste?! –pregunto alarmado tocándose los labios
-¿Por qué me rechazas? –preguntó el otro al mismo tiempo
Sehun se paró, sentía miedo, miedo de que su amigo entrara y lo encontrara en su cama, con su prometido y nada más ni nada menos que besándose. Se metió al baño, se lavó la cara y al mirarse al espejo…
-¡Ahhhhhhh!
Unos golpes se escucharon en la puerta seguida de la hermosa voz de su hyung.
-Kai ¿estás bien?
“¿Quién mierda? ¿Por qué?” Sehun no comprendía lo que veía, se talló los ojos, volvió a lavarse la cara y luego se dio golpes contra pared una y otra vez casi hasta desmayarse. “¡No, no no!” Volvió a verse al espejo y solo vio el rostro de Kai, el cuerpo de Kai, todo él era Kai.
-Cielo, voy a entrar – advirtió Kyungsoo antes de abrir la puerta -¿Te encuentras bien? ¿Sigues ebrio? –preguntó divertido
-Yo-yo-yo no soy Kai – su voz tembló, sus ojos parecían querer salirse debido al terror que sentía en ese momento.
-Entonces si sigues ebrio – suspiró el bajito –Ve a dormir, todavía es temprano, Sehun va llegar hasta el mediodía.
-¿Sehun? ¡Kai! Lo siento, tengo que irme – saltó hacia el armario y se puso lo primero que vio, nada importaba más en esos momentos, tenía que ir a su casa.
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Sehun llegó deprisa a su departamento, tuvo que sacar la llave oculta debajo del macetero pues él no traía las llaves. Al entrar se vio a él mismo sentado sobre el sofá abrazando sus piernas y balanceándose de adelante hacia atrás y viceversa.
-¡Kai! –gritó para que este se diese cuenta de su presencia pues hasta ese momento parecía estar en su mundo.
-No es cierto – susurró el ahora rubio con los ojos muy abiertos -¿Qué me hiciste? Dime Sehun ¡¿Qué carajos está pasando?!
-No lo sé, esto es muy extraño. Tú eres yo y yo soy tú ¿pero por qué? –se cuestionó el ahora moreno sentándose al lado del otro
-¿Cómo voy a saberlo? Me desperté y siempre que me despierto me miró al espejo para poder admirar mi belleza y de pronto me encuentro “con esto” – señaló su cuerpo con asco
-¡Oye! Eso es ofensivo – se quejó Sehun –Mi cuerpo es lo más sexy que puedas tener el privilegio de mirar y gratis, ni siquiera pagaste para profanar mi cuerpo con tu mirada –le reprochó
-¿Tú? –Kai se quedó pensativo –Dime que despertaste antes que D.O –le imploró
Sehun volteó los ojos evitando su acusadora mirada.
-¡No fuiste capaz! – lo agarró del cuello de su camisa –¡Lo besaste! ¡Besaste a mi novio!
-En todo caso fue tu novio quien me beso y además por si no te has dado cuenta, besó tus labios no los míos. Genio. – le explicó exasperado
-Buen punto.- esas palabras lo habían tranquilizado un poco -¿Y qué haremos ahora?
-Buscar una solución
-Y mientras la buscamos, digo, intercambiamos cuerpos así que…
-Si le decimos a alguien de esto, puede que nos encierren en un centro psiquiátrico por el resto de nuestras vidas, así que tendremos que fingir por un tiempo hasta encontrar una explicación a esto que nos sucedió
-¿Tiempo? ¿Cuánto se supone que permaneceremos atrapados en el cuerpo del otro? – insistió Kai
-¡No lo sé! No me presiones que yo estoy igual de confundido que tú – Sehun se jaló de los cabellos
-No toques mi cabello Sehun, no te atrevas a darle un mal trato. ¿Crees que mi cabello se ve así por qué si?
Sehun suspiró, esto no sería nada agradable ni mucho menos fácil.