¡Hey hey hey!
Lista de besos
Akaashi ni siquiera recuerda con exactitud cuál fue la razón para comenzar con aquella lista, pero ahora que está agregando un nuevo punto no pudo evitar rememorar con cierto deje de cariño las situaciones que lo hicieron anotar todos y cada uno de los puntos.
El primero en la lista rezaba: Beso directo.
Ese era el tipo de beso más común entre él y Bokuto. El mayor lo besaba de esa forma cada vez que tenía la oportunidad; en la mañana al despertar cuando ambos se quedaban a dormir en la casa de alguno, durante el descanso en sus partidos y entrenamientos de voleibol, arrinconados en una esquina en busca de un poco de privacidad, escondidos en la biblioteca cuando Akaashi trataba de estudiar, etc. Se trataba de un beso largo, donde Bokuto le chupaba con vehemencia los labios y le regalaba gentiles mordidas a su labio inferior. Akaashi nunca lo admitiría pero este tipo de besos podían hacer que la sangre abandonara su cabeza para ir a un lugar más al sur. Sin embargo también podía disfrutarlo sin ningún tipo de segundas intenciones.
Sus ojos leyeron el segundo punto que había sido añadido semanas después de primero, sonriendo ligeramente ante las palabras: beso contacto.
Ese era un tipo de beso que cualquiera se esperaría de Bokuto debido a su energético carácter. Pero aun así Akaashi nunca llegaría a estar preparado para la electrizante sensación de la lengua de Bokuto restregándose fogosamente contra la suya.
La primera vez que se besaron de esa manera Akaashi no supo cómo corresponderlo, Bokuto había apresado su lengua entre sus labios y cuando los roces de lengua contra lengua comenzaron Akaashi rápidamente escondió la suya. Eso claramente iba más allá de un beso francés. La ronca y estridente risa de su novio inundó la habitación, logrando confundirlo más.
—Déjame besarte así, me gustó.
Akaashi se estremeció ligeramente ante el tono de voz de su pareja, así que un poco avergonzado cerró los ojos y entreabrió los labios. La boca de Bokuto no tardó en estar sobre la suya, tomando el control y demandando que Akaashi le diera lo que quería. Cuando ambas lenguas se encontraron Bokuto formuló un gruñido de triunfo desde el fondo de su garganta.
Los labios dejaron de tocarse y todo el protagonismo quedó en sus lenguas enredándose con pasión y gula. Restregándose, y rozándose. Todo firmemente comandado por el mayor.
Akaashi jadeó, sintiendo un placentero cosquilleo recorriéndolo de la cabeza a los pies. Bokuto era sumamente bueno con la lengua.
Volvió a la realidad y sacudió su cabeza suavemente, intentando alejar aquellos eróticos recuerdos de su mente, porque Bokuto solo había vuelto a besarle de esa manera cuando estaba desesperado por llegar a otro fin, otro aún más placentero.
Sus ojos leyeron rápidamente el siguiente punto, el cual estaba escrito con su caligrafía pequeña y ordenada de una manera apresurada, de hecho el kanji de beso se confundía con otro de la misma índole pero mucho más... Intenso.
Sin embargo el beso para distraer tenía un contexto bastante inocente, o eso pensaba Akaashi hasta que Bokuto le enseñó que también podía dárselo mientras le hacía el amor contra la pared.
Este tipo de besos volvía loco al de segundo año, y no siempre de la buena manera; cuando Bokuto lo besaba de esa forma era para distraerlo, como el nombre señalaba, y llamar su atención. Nunca era en los labios, siempre en el cuello, el lóbulo de la oreja o algún otro pedazo de piel que el capitán encontrará descubierto. Y normalmente sucedían cuando Akaashi trataba de estudiar, cuando estaba distraído mirando la televisión o cuando su mente estaba divagando. En los dos últimos escenarios el armador no tenía ningún problema con ese tipo de besos, sin embargo cuando en serio necesitaba hacer tarea o concentrarse en comprender algún tema en específico y Bokuto comenzaba a besarlo de esa forma para demandar su atención Akaashi se enojaba con bastante facilidad. Ahora, había otro lado de esos besos que con el simple hecho de haberlo pensado el corazón del de segundo año se aceleró notablemente.
Bokuto siembre le daba besos en el abdomen y la cadera para distraerlo y hacerle cosquillas mientras sus largos dedos se adentraban en su cálido interior, moviéndose con firmeza para expandirlo y que la penetración no le resultará tan dolorosa. Akaashi los agradecía en su en su fuero interno.
En siguiente punto rezaba beso del recuerdo, y el armador nunca lo admitiría pero ese era de cerca uno de sus favoritos aunque nuevamente no fuera en los labios. Desde donde estaba sentado sobre su cama, solo con su ropa interior, le dio un vistazo a su muslo derecho, lo giró un poco y ahí en la cara interna, sobre la delicada y suave piel, había una pequeña marca rosada solo visible para sus entrenados ojos. Bokuto acostumbraba a darle ese tipo de besos segundos después de haber salido de su interior. Al principio le había resultado sumamente vergonzoso, pues el beso consistía en simple y llenamente recargar la mejilla contra el muslo de una pierna y besar el contrario con ternura. Era algo muy íntimo, sobre todo por el hecho de que el semen de Akaashi solía estar derramado sobre su cuerpo y su entrada, no muy lejos de ambos muslos, también estaba goteante por qué a Bokuto le encantaba terminar en su interior. Así que el olor a sexo era avasallador en esos momentos. Sin embargo a Bokuto parecía no importarle y ahora era una costumbre a la que ambos le habían agarrado cariño.
Akaashi escuchó un ruido en su baño, pero decidió no prestarle atención y en cambio sus ojos leyeron el penúltimo punto: beso mariposa.
Si Akaashi tuviera que escoger, sin duda lo coronaria como su beso favorito por simples razones. La primera es que era un beso lleno de tranquilidad y cariño, sin embargo el momento en el que este tipo de beso se realizaba entre ambos era justo cuando Bokuto estaba llegando al orgasmo con apasionados gruñidos saliendo de su garganta y fuertes embestidas viniendo de sus caderas. Era un beso donde sus labios estaban ligeramente presionados, con un contacto prácticamente inexistente pero que aún lograba estar ahí. Akaashi podía sentir como Bokuto susurraba su nombre contra sus labios mientras chorros de caliente y viscoso semen inundaban su interior. La sensación era simple y completamente inigualable.
Y finalmente había llegado al punto que había escrito minutos atrás con las manos un poco temblorosas por las sensaciones que acababa de experimentar.
La lengua de Bokuto se había lucido en su trabajo ese día.
Unos suaves y fríos labios sobre su hombro lo tomaron por sorpresa, rápidamente volteó su rostro y un beso directo le fue robado sin ningún tipo de advertencia. La boca de Bokuto sabía a pasta dental.
Una vez que ambos se separaron la amplia sonrisa que el de tercero le dedicó hizo que su corazón diera un brinco en su pecho.
— ¿Qué haces 'Kaashi?
El mencionado bajó la mirada hacia la lista en su libreta y rápidamente la cerró.
—Nada.
—Eso no parecía un 'nada'. ¿Es la lista sobre mis besos?—preguntó Bokuto con sincera curiosidad.
Akaashi lo miró fijamente por unos segundos con los ojos bien abiertos por la sorpresa. Luego tragó saliva antes de responder con otra pregunta.
— ¿C-cómo-?
— ¿Lo sé?—se encogió de hombros para restarle importancia— Tsukki sabía ¿no? Él se lo comentó a Kuroo y Kuroo me lo contó a mí.
Akaashi sólo suspiró con pesar. Nunca lo hubiera imaginado de Tsukishima.
— ¿Pero por qué la tenías hace un momento?—de un rápido movimiento y tomando a Akaashi por sorpresa se la quitó de las mano y la leyó mientras una gran sonrisa de sincera felicidad se extendía por su rostro— Así que así se llama ¿no? Lo que acabamos de hacer: Beso negro. (1)
...•••...
(1) Un beso negro es un beso que se da en la entrada (anal). Es más romántico de lo que suena (?) creo xD
Oya oya oya