Primavera.
Jongin tenía un nuevo y lujoso auto, un accidente de tránsito no detendría al joven para seguir manejando como bestia, pero a Kyungsoo si lo detuvo. El mayor después del accidente no se volvió a subir a un auto ni de joda. Jongin no entendía mucho el motivo pero aun así iba a insistir.
El cantante se despedía de sus compañeros de trabajo y salía del restaurante colocándose una campera en la fresca noche de primavera. El gerente cada vez se sentía más atraído por ese joven y no comprendía el motivo. Kyungsoo levanto la mirada para encontrarse con su jefe fuera del lugar de trabajo. Observó el lujoso auto y la postura confiada del dueño. ¿Qué significaba eso? Kyungsoo solo sonrió amablemente y emprendió su camino, cada vez que estaban cerca se sentía raro pero no incomodo, aun no sabía si le agradaba o no.
--- ¿Puedo llevarte a casa?—finalmente Jongin rompió el silencio antes que el mayor se aleje.
Kyungsoo giro encontrándose con la mirada del más joven, no quería ser descortés después de todo era su jefe.
--- Disculpe señor Kim pero prefiero caminar. —solo rechazo con suavidad para luego de una sutil reverencia de despedida poder irse a su casa.
Pero no te desases tan fácilmente de Jongin cuando le interesas.
--- ¿Puedo caminar contigo?—insistió
--- Le será difícil volver, vivo más allá del rio. —volvio a rechazar el mayor.
--- Comprendo, entonces me tomare un taxi para volver. —volvio a insistir el menor
Kyungsoo suspiro derrotado. Solo era su jefe, no iba a secuestrarlo o violarlo o matarlo ¿Verdad?
Los dos hombres caminaban en silencio, esta vez sí se sentía incomodo ya que ninguno de los dos tenia los sentimientos claros. Kyungsoo por su parte era homofóbico lo que no lo ayudaba a comprender sus sentimientos por el moreno. Jongin era un poco más abierto pero igualmente le era extraño y algo de curiosidad había; al menos quería sentir su tacto.
El hilo rojo se volvió un imán uniendo la mano de Jongin a la de Kyungsoo en medio del Rio Han.
Aunque ya hacía tiempo que se conocían, nunca habían tenido contacto. Su relación se basaba en cantante-espectador, nada más.
Kyungsoo se estremeció al tacto y trato de zafarse del agarre pero Jongin presiono un poco y se miraron a los ojos.
--- Hyung, tu mano está caliente y tengo algo de frio.-- Comento Jongin entrelazando los dedos—no me sueltes.
Kyungsoo desvió la mirada nervioso. Su mirada se detuvo en la profundidad del rio inspirando su tranquilidad, cerró los ojos. Una imagen traída del subconsciente lo alejo. Un hanbok verde en una orilla del rio, era un hombre sonriente. Era Jongin. Kyungsoo reafirma el agarre del menor volviendo a la realidad.
La escena era rara, dos hombres tomados de la mano caminando. Jongin estaba nervioso, ahora que tocaba su mano quería abrazarlo pero estaba seguro que Kyungsoo se defendería después de todo el mayor estaba alerta a cualquier movimiento que hiciera. Jongin sabía que Kyungsoo no era muy amigo del contacto físico, ya conocía las consecuencias gracias a Chanyeol. Kyungsoo era agresivo al contacto.
--- Aquí es. —señalo el mayor.
Sus manos se soltaron lentamente. Jongin quería experimentar un poco más pero Kyungsoo leyó sus intenciones y se alejo antes que los brazos de Jongin se cierren a su alrededor.
--- Adiós, Kyungsoo hasta mañana. —bufo el menor.
--- Mañana es mi día libre. —canturrió el mayor con una risita traviesa y se alejo de su jefe.
Kyungsoo abrió la puerta de su departamento, dejo sus zapatos y abrigo. Se adentro en la oscuridad, no quería ver la escena de su sillón. Él empezaba a odiar compartir departamento con Chanyeol y más desde que su amigo descubrió su nuevo gusto por los hombres, aun que lo negara diciendo que desde cierta perspectiva su novio Baekhyun no era muy masculino así que si lo vestía de mujer Chanyeol seguiría siendo heterosexual según un universo paralelo.
Abrió la heladera y saco una jarra de agua y se dio vuelta mirando a la pareja en medio de la sala.
--- ¿Acaso no se piensan ir? ¿Tengo que hacer algún conjuro para que no hagan esas cosas en mi sillón?—amenazo Kyungsoo.
La pareja se separo prendiendo la luz de la cocina. Baekhyun se acerco a Kyungsoo olfateándolo poniéndolo tenso.
--- No me toques. —exigió Kyungsoo tomando distancia.
--- Estuviste con Jongin. —Afirmo Baekhyun.--¿Te subiste a su auto?
--- No él solo me siguió hasta acá. —Kyungsoo distorsionó la verdad.
--- Ok, ya que liberaste a Jongin, si no te molesta me iré con él. —molesto Baekhyun.
--- ¿Jongin es homosexual?—pregunto con curiosidad.
--- ¿Te beso?—pregunto Baekhyun acercándose tanto como pudo al pobre Kyungsoo
--- No—negó algo nervioso. —solo quiero estar seguro que tu homosexualidad no se contagia.
Kyungsoo empujo a Baekhyun lejos de su espacio personal y miro con molestia a su amigo Chanyeol antes de dirigirse a su habitación.
La pareja exploto de risa, divertirse de Kyungsoo era un gran pasatiempo después de todo él los unió.
Un nuevo día, una nueva mañana. Kyungsoo solo quería ir a tomar un buen café en un bar que tenía una de las mejores vistas del Rio Han. Pero no a todos se le cumplen los deseos.
Jongin esperaba a Kyungsoo fuera de su caso con su lujoso auto nuevo.
--- ¿Acaso estuviste toda la noche esperando a que saliera?—pregunto algo frio el cantante tratando de imponer una distancia.
--- Solo vine a traer a Baekhyun. —Aviso el menor guiñándole el ojo.--¿Acaso me esperabas? —Jongin le puso un tono pícaro a su pregunta dejando al mayor nervioso.
Baekhyun salió del auto encontrándose con Chanyeol a la espalda de Kyungsoo.
Ignorando todo esto el cantante empezó a caminar en dirección a su destino y lentamente Jongin lo seguía en su auto. Era incomodo, molesto. El mayor detuvo su paso y miro al confiado joven dentro del auto.
--- ¿Necesitas algo?—y dejo notar su molestia a través de la pregunta.
--- Canta para mí, como lo hiciste en el hospital. —pidió Jongin.
--- Canto todos los días en tu restaurante. —respondió aún molesto el mayor.
--- ¿Tomamos un café?—insistió Jongin.
--- Déjame tranquilo, solo por hoy. —pido algo confundido, retomando su camino.
Entonces Jongin se bajo del auto y camino hasta Kyungsoo tomando su mano.
--- Tengo frio. —anuncio antes que el mayor los suelte.
Era extraño caminar tomado de la mano de otro hombre. Era extraño pero no malo. La mano de Jongin era más grande que la de Kyungsoo.
Llegaron al bar y pidieron el café, no intercambiaban palabras, y el ambiente ya estaba ameno. Kyungsoo miro a Jongin tomando de su tasa, noto la profundidad de los ojos del menor y empezó a observar más detalladamente su rostro, el tono moreno de su piel era perfecto, sus labios se veían delicados pero a la vez besables. Una mancha de café delineaba la comisura del labio del menor y sin pensar Kyungsoo sutilmente lo limpio con su pulgar.
--- Perdón. —se disculpo al notar su acción desconsiderada.
--- Hyung, tomemos café más seguido, si me ensucio sabré que estas ahí para limpiarme. —propuso el menor algo sonrojado.
Su corazón latía aceleradamente por Kyungsoo, se sentía como un adolescente alborotado, hormonal, sentimental y confuso. ¿Qué era lo que le pasaba? Los grandes ojos de su mayor se habían concentrado en él. Desvió la mirada al rio.
Su subconsciente le trajo la imagen de un hombre en la otra orilla del Rio Han, un hanbok morado, unos labios que le recordaban el algodón de azúcar, y los enormes ojos de Kyungsoo.
El mayor empezó a cantar suavemente trayendo a Jongin a su realidad. Observo a su cantante preferido, estaba totalmente inmerso en su voz dulce como el algodón de azúcar. Sus manos se rozaron y antes que Kyungsoo se detenga Jongin tomo su mano y la canción acabo.
--- Tócame, me hace sentir vivo. —confeso Jongin.