Aichi se encontraba en una habitación viendo desde la ventana, observando el caos y la destrucción que él mismo había creado mejor que nadie, pero, aunque se deprimía al ver y saber lo que el mismo había ocasionado, solo desvió la mirada con tristeza… a los pocos minutos escucho el grito y abucheo de la gente, suspiró y se encamino a la salida de un modo tranquilo, tardo algunos minutos para poder salir, pero una vez que se encontró fuera de un gran edificio, observo a todas las personas que lo veían con odio y miedo más que bien justificado
-¡entréganos a ese bastardo del rey!- exigían entre lo poco que el peliazul podía comprender entre tantos gritos, Aichi solo suspiro cansado, negando y colocándose ligeramente en guardia, dejando ver unas enormes e imponentes alas doradas con blanco que brillaban y que lo hacían ver verdaderamente hermoso, como toda una aparición, la mirada azul de Aichi se ensombreció, volviéndose carmesí y finalmente mostrando un mirar frio sin expresiones
-¡jamás tocarán a mi padre!- grito a pocos segundos antes de lanzarse a atacar a sus “enemigos” que trataban de llegar a “Él”… a su padre y creador
~Ellos lo llamaron monstruo
Y les obligue a que lo llamaran su Rey
Él gobierna con fuerza y terror
Haré cualquier cosa que el desee~
Los gritos se hacen notar, la desesperación, la sangre, la destrucción, mis manos rápidamente se manchan de ese carmesí, las personas de a poco acallan sus gritos mientras observan lentamente como sus vidas desaparecen de sus cuerpos en cada exhalo y grito que entregan, muchos, ni siquiera tuvieron la oportunidad de defenderse o tan siquiera de darse cuenta que ya habían sido robados del mundo de los vivos
Y mientras las personas mueren en mis manos, puedo escuchar desde la parte de arriba un cálido y gentil aplaudir, mi mirada se detiene de la masacre que hago frente de todos y sube hasta la parte más alta de aquella edificación donde se que él se encuentra y donde hasta hace poco yo también estaba, suspiro unos momentos mostrando una suave sonrisa que de a poco se vuelve una mirada llena de esperanza
-mi señor me mira hoy- susurro para mi, aquella sonrisa desaparece y se transforma en un mirar decidido a matar cuando giro para ver a mis… a “sus” enemigos de mi señor, gruñendo realmente molesto comienzo a atacar a todo el mundo para acabar mas rápido de fuera posible… tampoco quiero que ellos sufran mucho tiempo la agonía de la batalla y el terror de saber que no sobrevivirán…
~Pero los monstruos no surgimos de la nada
Hay razones que están mal…
Y ahora que lo recuerdo
El único que me volvió lo que soy
El único al que llamé papá y creador~
Acabe con la matanza, ya no quedaba ser vivo que se opusiera a mi señor… respiré jadeante, enderezándome, observando ahora mis manos bañadas de ese carmesí y ya no esa piel casi brillante y dorada, mi mirada se cristalizó, mis ojos se llenaron de lagrimas y sin poder evitarlo, comencé a secar la sangre de mis manos, rogando que haciendo aquello, desapareciera el dolor que he creado ahora con mi cruel masacre…
-tengo que darles sepultura a estos humanos- murmure bajito, inclinándome para poder comenzar a tomar a cada uno de los humanos, llevándolos de un lado para el otro, mire hacia la parte más alta de la edificación suponiendo que mi señor se habría ido apenas termine mi trabajo, baje mi mirada y comencé a llevar los cuerpos de un lado para el otro…
~Porque yo soy el Frankenstein de Kai Toshiki
Yo soy su obra maestra imperfecta y defectuosa
Trato de evocar la perfección y paz
Pero un monstruo fue todo lo que creó~
-¿has acabado con tus deberes Aichi?- escuche su pregunta, gire rápidamente a verlo y asentí inclinándome frente suyo con todo el respeto que le tenía a mi padre y creador, el sonrió suavemente y se acerco para acariciar de ese modo tan cálido mis cabellos, haciendo que mostrara una sonrisa contenta por sus mimos hacia mi persona, después de todo, solo para él y por el existo…
Yo soy aquella obra maestra, aquel ser perfecto vuelto un monstruo de destrucción, aquel que alguna vez se le podría llegar a conocer como “El Frankenstein de Kai Toshiki” el “Monstruo” que Kai Toshiki ha creado para su propio beneficio y destrucción, ahora, él es el rey de este mundo y por mí y mi poder, por mi creación y mi propia vida existencial, mi deber es que esto siga así… cumpliré cualquier deseo que mi señor así me pida… solo por él, solo para el… yo existo por sus deseos y nada me hará mas feliz que hacerlos realidad
-Aichi…- murmura mi señor mi nombre mientras mueve mi rostro para que le dé espacio hacia una sección de mi cuello, en cuanto mi cuello se encuentra libre el comienza a besarlo, a darle ligeras mordidas que puedo sentir a la perfección, cierro mis ojos, sintiendo como aquel corazón artificial aumenta sus latidos, el calor se aglomera en mis mejillas, me cuesta respirar y todo mi ser tiembla mientras siento como mi señor me lleva hasta su habitación y me deja con cuidado sobre su cama, dejando que gustoso tome mi cuerpo, que lo marque y que haga con él lo que el mas desea, saciar esa “soledad” en mi…
~Un genio pero solitario científico
Fue Kai Toshiki. El grande
Fue honrado, respetado, una leyenda
Un maestro de la sabiduría y la vida~
Su renombre fue conocido en todo el mundo, no había nadie que supiera mejor sobre la vida molecular que él, no solo en ese punto, su saber llego aun mas allá de lo que alguna vez debió de ser, su saber era el de las ciencias en sí, no había nada que él no supiera, no había nada que él no pudiera descubrir… no había nada, que aun en ese entonces el tuviera… o tal vez si…
-haaaaa!- gemí con fuerza, sintiendo como él ha entrado en mi interior, mordiendo uno de mis hombros desde atrás, sus manos acarician mi sensible piel, pasando desde mi pecho hasta mis caderas, comenzando a moverse lentamente de un modo suave, susurra apenas mi nombre con gusto y placer, yo solo sonrió aunque el dolor me lastime, yo solo cierro mis ojos y llamo a mi dueño, tal y como a él le gusta, sintiendo como a veces, de ese modo, me pide necesitadamente, como si poseer al mundo bajo sus pies no fuera suficiente para llenar ese vacío que guarda su corazón…
Mi señor, si tan solo pudiera hacer algo más que guardar celosamente sus lágrimas y su soledad… pero ¿Qué puede hacer esta que es su creación para verlo sonreír realmente feliz y no con una felicidad pasajera?
-haaaaaa… mi señor…- gimo con más fuerza, ha comenzado a moverse de un modo más salvaje, tomándome con fuerza, jalando de mis brazos hacia atrás para que mi pecho quede flotando mientras él me hace hacia su erección que entra y sale con fuerza, cierro mis ojos, mordiendo levemente mi labio inferior y sintiendo el dolor de ser tomado de un modo más salvaje pero que de cierto modo “enfermizo” me alegra pues se que con esto, por lo menos alivio un poquito aquel lastimado y herido corazón solitario… si tan solo, yo también pudiera hacer algo más que esto
~Pero el joven científico… no tenía una cosa
Compañía. Él estaba solo
Así que pensó que podía crearlo
El heredero perfecto, su propia pareja
Si tan solo, si tan solo lo hubiera sabido~
En aquel entonces, era fácil saber, que aunque era un joven científico genio entre los suyos, de aquellos que muy raras veces se podía llegar a ver cada cientos de miles de años, el joven científico que podía tenerlo todo en el mundo, le faltaba algo de suma importancia… le faltaba alguien con quien permanecer, una “compañía” con la cual pudiera compartir su vida hasta sus últimos días…
Era todo lo que el joven científico Kai Toshiki no tenia, todo lo que necesitaba y no poseía… todo, lo que no le pertenecía… y aunque no le tomo importancia al principio, los años corrían; y con ello, la necesidad de tener a alguien a su lado, alguien, que no fuera aquella falsa familia que lo abandonó cuando apenas era un pequeño recién nacido… una familia, que no lo viera como un proveedor de dinero fácil
El buscaba, de buen modo, con la inocencia de un corazón gentil, a alguien con quien compartir su vida… y conoció a su debido tiempo a alguien, una hermosa dama, de largos cabellos rubios, de ojos esmeraldas como los contrarios “pero opacos”, de piel tan blanca como la nieve… por desgracia, el no lo sabía…
Que esa mujer solo buscaba su fama y su poder…
~Porque yo soy el Frankenstein de Kai Toshiki
Yo soy su obra maestra imperfecta y defectuosa
Trató de evocar la perfección y paz
Pero un monstruo fue todo lo que creó~
Aquella rubia mujer, que se mostraba gentil y de sonrisa amable solo busco la fama usándolo como un escalón más… nunca lo amo, solo lo utilizó, solo busco su dinero, busco su poder, su fama y su influencia para elevar su propia carrera como cantante, el corazón de mi señor, hecho miles de trizas termino… pero no todo en el aun era malo…
-buenos días Aichi… hoy vengo por más tiempo- me sonreía solo a mí, a su única e inigualable creación, un ser creado de la genética, de la robótica, de todo aquello, que hoy en día, se le podría llegar a conocer como un pecado ante la mirada desaprobatoria de dios…
Porque soy el intento de un humano en volverse dios, soy aquello que no debería de existir en este mundo y aun así, soy quien le entregara la paz y el amor a mi creador… a “mi dios”
Y mientras mi amado señor se entera de la traición de la rubia con otro joven de cabellos castaños y de un carácter más afable y alegre que el de mi señor, su corazón termina de destruirse cuando ella le menciona con voz tranquila
-ya no necesito más de ti, no me eres útil ya- aquello, es la clara muestra de que muchos de los humanos, no deberían de existir… pero, mi propósito nunca fue destruir ¿o sí?
¿Para qué propósito nací yo en realidad? ¿Para aliviar un dolido corazón humano? ¿Para proteger a los humanos? ¿O es que acaso solo soy el capricho dolido de un corazón impuro e imperfecto?... por desgracia, me temo que eso, y aquello, jamás lo voy a poder saber… no mientras mi señor sufra el dolor de aquella mala mujer en su vida
~De todas las diferentes criaturas humanas me forma
Un asistente que venciera a todos los demás
Me imbuye en poderes sobrehumanos
Me vuelve un hijo que pueda rivalizar con los mejores del mundo~
Mientras su dolido corazón llora la traición de una mala persona, su mente se contamina con el odio y el desprecio hacia su propio ser y hacia su especie, solo desea que todo desaparezca, mientras me permite sentir su propia ira alimentándose como al pequeño que no conoce del mundo, lo escucho llorar aunque no lo puedo ver, puedo sentir su dolor como propio y no deseo que siga llorando, solo deseo volver a escuchar su voz llamándome de ese modo amable y gentil de ese modo, que antes se sentía tan cálido y acogedor…
Por desgracia, la mujer es más mala de lo que aparenta por primera vez, su intención es quedarse con todo lo que le pertenece a mi señor y no se ha frenado a pensarlo, su intención es mala, su voluntad contaminada y a mi señor, solo le corresponde sufrir su martirio al saber que ha cometido un terrible error
-no lo permitiré, no dejare que nadie te robe de mi lado Aichi, tu eres mío, solo a mi me has de pertenecer- escucho sus palabras, puedo sentir su miedo, su confusión, su dolor, su enfado y sus deseos a algún sentimiento que aun no puedo comprender del todo pero que, sin lugar a dudas dejo entrar en mi…
-*yo le pertenezco mi señor, si usted me dice que no me aleje de su lado, jamás tendré razones para hacerlo, su me dice que le pertenezco, de nadie más he de ser*- me gusta pensar que es así, que nadie nunca nos podrá separar… porque él me creo y yo quiero verlo feliz, no importando que tan crueles cosas deba de hacer, yo lo hare si con eso puedo ver feliz a mi señor y padre…
Porque fui creado por él, porque no tengo a nadie más en el mundo, porque solo deseo ver su sonrisa, aquella que me hace feliz a mí, me gusta sentir sus manos cálidas sobre mi cabeza acariciándome gentilmente; me gusta sentir cuando me abraza por donde sea, me gusta que me regale besos inocentes en mi frete y mejillas, me gusta que con sus manos delinee mi cuerpo, me gusta escuchar cómo me llama y como me trata… me gusta todo de él, me gusta ser de él… y no quiero que esto cambie jamás
~Pero cuando él me regalo la vida…
Algo salió mal, algo se salió de control
Desde el caos y la magia me desperté
Sonriendo salvaje y entero
Y el mundo pronto sabría…
Que no era bueno jugar con su corazón~
Los gritos sonaron, lo escuche correr hacia mí, se escuchaba asustado, se escuchaba aterrado de lo que sabía que podía pasar, se acerco a mi corriendo, me acaricio aunque no lo sentí, estaba un cristal y agua separándonos entre ambos… pero yo casi podría jugar que sentía su tacto, su calor, y su dolor en ese momento… escuche aun los gritos, el repiquetear de varios pasos diferentes a los de mi creador y padre… incluso yo, estaba asustado
-no dejare que nadie más te tenga Aichi… porque tú me vas a ayudar a mi venganza…- lo escuche, esta vez sin miedo, corrió por varios lugares, tecleando en diferentes computadoras, escuche pitidos y sonidos extraños, sentí, que el liquido que me mantenía nadando en aquel extraño lugar iba bajando, pronto, mis pies sintieron algo húmedo y resbaladizo, supongo que era el suelo… de un modo lento y con trabajo comencé a abrir mis ojos, y fue entonces que lo vi
Su piel era blanca, más que la mía, sus cabellos eran castaños, cafés como los arboles y la tierra misma, sus ojos, eran verdes, del verde de la naturaleza, el verde de la vida del planeta… y mis cabellos y mi ser entero era azul y más pequeño que mi creador… al verlo, lo comprendí, al verlo, pude saber, que había otro sentimiento aun más fuerte que los sentimientos de mi creador…
Yo amaba a mi padre…
-pa…dre…- susurre con trabajo, el dejo de teclear allá donde estaba y giro a verme, el mundo, el tiempo, el sonido, todo se detuvo para observar nuestra escena, sus ojos estaban abiertos increíblemente, me veía solo a mí, me llamaba solo a mí con ese nombre que me había regalado… Sendou Aichi…
Camino hacia mí, de un modo lento, tranquilo, pareciera que no creía lo que veía, solo me miraba, sorprendió de que al parecer hubiera logrado lo que ningún otro humano había logrado. Solo que en ese momento yo no lo sabía ni comprendía… se acerco a mí, se quito aquella bata blanca y la acomodo con cuidado en mi espalda, ayudándome a ponerme en pie con lentitud, viéndome a los ojos y mostrando un brillo que ahora conozco como la alegría y felicidad
-estas aquí- me dijo el soltando un suspiro que trato de sonar como alegría, yo sonreí también, me sentía feliz estando a su lado, me gustaba verlo feliz… pero ni el mundo ni el tiempo espera a nadie… y a nosotros tampoco se nos permitía esperar…
-¡somos los militares! ¡manos arriba!- se escucharon los gritos, asustado, gire mientras me acercaba más a mi padre, el me abrazo, me aferro contra su pecho mientras veía con ese sentimiento maligno a los demás, me aferro y me colocó detrás suyo, defendiéndome… protegiéndome
-¡no se los daré a nadie! ¡el es mío! ¡me pertenece Aichi! ¡es mi hijo!- grito él, yo me abrace a él, pero escuchamos el disparar, sonidos ensordecedores, sentí la ira y el miedo de mi padre, comprendí, que algo no iba bien… pero, los sentimientos que absorbí mientras estaba encerrado en mi crecimiento, lo comprendí… él quería ese sentimiento que los humanos llamaban “venganza” pues yo le daría esa venganza que él buscaba… si con eso lo veía sonreír otra vez para mí, lo haría sin preguntar
El caos y la destrucción se levanto, hombres y mujeres gritaron de terror, todos lanzaron cosas que lastimaron mi cuerpo, la luz por momentos desaparecía, gritos y rugidos aparecieron entre la oscuridad, escuché la voz de mi padre llamándome, eso solo hacía que mi fuerza incrementara, pronto, mis manos se sintieron de nuevo húmedas, pero ya no era por agua, era algo más viscoso, más tibio, más… oloroso
Confundido trate de ver lo que no podía ver en ese momento… los gritos se callaron lentamente, la luz regreso y mi padre pudo ver lo que yo cree para él… los cuerpos de los humanos estaban tirados en el suelo, mi cuerpo y la bata de mi padre estaban manchadas de rojo, tenia frio, sentía mi corazón palpitar tan rápido que creí que saldría de mi corazón para seguir corriendo lejos… pero aun así, solo me quede observando lo que yo había hecho, observe a mi padre sentado en el suelo, su rostro se veía más blanco que su cuerpo, me acerque a él y me arrodille frente suyo, sonriendo contento
-he hecho lo que deseabas padre… hice “venganza” solo para ti padre… ¿lo hice bien?- pregunte esperanzado a tener un gesto bueno… aunque, no sabría comprender aun hoy en día ese modo en que mi padre me miro por esos momentos, como si no supiera qué clase de “monstruo” habría creado… pero al final, cambiando a un rostro tranquilo, con lagrimas en sus ojos y una media sonrisa que se deformaba en una mueca extraña, me jalo de uno de mis brazos y me apego a su pecho mientras escuchaba que el lloraba
-sí, estoy orgulloso de ti… muy orgulloso de mi amada creación- lloraba ahora de un modo más fluido… no comprendí nunca la razón de sus lagrimas, solo, que esas lagrimas parecían llegar a mí y hacerme a mi también llorar… me aferre a él con todas mis fuerzas, sintiendo como sus lagrimas caían a mi espalda y como las mías caían hacia mis mejillas… ¿Por qué esas tristezas de parte del corazón de mi señor?...
-vamos… es hora de que el mundo sepa que ha cometido un terrible error- sentencio fríamente pero dándome una caricia amable en mis mejillas
~Por lo tanto, yo soy el Frankenstein de Kai Toshiki
Yo soy su obra maestra imperfecta y defectuosa
Trato de evocar la perfección y paz
Pero un monstruo fue todo lo que creó
oooh oooh oooh oooh oooh~
A mi mente aun se acunan los momentos, mi cuerpo se volvió deforme al de los humanos, grandes alas nacieron en mi espalda, garras se transformaron mis manos y mis pies también se volvieron garras que brillaban en tonos dorados y brillantes, mi padre lloraba feliz, el mundo entero pronto le temió, pero él se mantuvo sereno y fuerte, con un porte de poder
-entréguenme a Tatsuragi Kourin y los dejare vivir- sentencio en lo que él llamaba una cámara de televisión, a muchos mate, a los policías principalmente mientras que la gente a nuestros alrededores, aterrados veían a mi señor y a mi… pero yo solo lo veía a él… ¿Por qué quería de nuevo a esa mala mujer? No puedo entenderlo
-apenas la tengamos en nuestras manos quiero que la tortures tan cruelmente, tan sádico, que suplique por su vida, pero no la dejes morir… hay que enseñarle que no se debe de jugar con los sentimientos de alguien- me explico, yo lo observe he intercepte su camino, parándome de puntitas, me estire tanto como pude y uní sus labios con los míos, había visto que las personas que se sentían unidas hacían eso, así que, lo hice yo también, el me miro sorprendido pero me regalo una amable sonrisa
-hare lo que mi padre desee siempre y cuando pueda volver a ver su sonrisa- le susurre, el me miro y sonrió amablemente, tomando mi barbilla y levantándolo levemente para que pudiera verlo mejor
-entonces no dejes de hacer esto conmigo nunca Aichi- respondió uniendo de nuevo sus labios a los míos, abriendo un poco mi boca, introdujo su lengua en la mía… aquella fue, la primera vez que conocí lo que era un beso
Y aquella, también fue la primera vez… que mi padre me hizo el amor
~ lalalalalalalala lalalalalalalala
lalalalalalalala lalalalalalalala~
A mi mente puede acudir sin problemas la realidad… la cruel realidad que yo mismo cree… esa mujer “mala” suplico tanto por su vida como mi padre me dejo y ordeno, ella pidió disculpas, juro no hacerlo nunca más y yo me aseguro que no volviera a intentarlo jamás… robe su vida de un modo tan profundo, tan intimo, tan intenso… que aun ahora puedo sentir sus gritos ensordeciendo mis finos oídos, suplicando por algo que nunca le llego… la salvación
Pero mi padre es feliz ahora… porque yo acabe con aquello que se llamaba ejercito, guardia nacional… pronto, el mundo poco a poco se fue quedando sin personas que las protegieran… mi padre me creo con fuerza y poder, de mi espalda brotaron alas duradas con blanco, mis manos y pies se volvieron garras afiladas que lo destruían todo cuanto mi padre deseaba que desapareciera del mundo, mi voz se volvía grave y solo mostraba rugidos que al mundo entero hacían temblar de terror
Pronto, el mundo no tuvo nada con que detenerme, las “bombas nucleares” solo sirvieron para darme aun más poder del que ya poseía, el mundo se había vuelto el enemigo de mi padre y yo, yo siempre estaría a su lado protegiéndolo… aun si el mundo se volvía nuestros enemigos… era y sigo siendo capaz de darle el mundo a mi padre en bandeja de plata para que sea él quien sea llamado rey…
Yo me asegurare de que mi padre sea llamado Rey… que gobierne con fuerza y terror, que todo lo que desee sea yo y solo yo quien se lo pueda entregar
Pues así, la guerra contra el mundo entero, aquella guerra que casi acaba conmigo en más de una vez, se volvió una guerra por los sueños y deseos de mi padre… aunque, ahora recuerdo, el alguna vez trato de crearme con las buenas intenciones del mundo, el solo deseaba que yo fuera alguien que cuidase y protegiera al mundo, que lo cuidara con amor y felicidad, por que este mundo donde había nacido se volvería mi hogar… y ahora, ese “hogar” que nunca pude conocer realmente se había vuelto nuestra prisión de sueños y anhelos mentirosos, ahora, solo era una mentira, un sueño tranquilo y callado mientras mis ojos se acostumbraban a la sangre que se veía por todo el mundo; la sangre que yo usaba para pintar al mundo de terror
~ lalalalalalalala lalalalalalalala
lalalalalalalala lalalalalalalala~
El mundo que alguna vez me llego a conocer se volvió en la contra de mi padre y yo hice que se arrodillaran ante él, mi padre comenzó a gobernar, pronto, el mundo entero se vio obligado a arrodillarse frente a su nuevo rey… mi padre
Y mientras yo sentía la sangre caer en mis manos, la carne siendo cortada por mis garras y colmillos, escuchando los gritos de terror de los inocentes, mis lagrimas caían suave y calladamente, con el tiempo, comprendí que aquello que hacía no era correcto, que “esto” que hacía era una locura, locura en la que yo había nacido…
¿No hay nada que pueda hacer para salvarlo padre? Al parecer no, solo puedo seguir, callado, observando y sufriendo al ver su dolor, sintiéndolo como mío y sumiendo al mundo entero en un caos que por demás esta decir, jamás deseamos mi padre y yo… pero ya no hay otra opción, solo seguir avanzando, seguir cantando esta nana de muerte y destrucción, porque sé, que mi padre es bueno, y que aun entre todo su dolor, mi padre me ama y ama al mundo que nos vio nacer a ambos
Te amo demasiado padre mío… y por este amor, yo siempre estaré a tu lado sirviéndote, acabando al mundo que hoce ponerse en tu contra, no importa que se llame resistencia, no importa que tenga que matar a tanto humano se ponga enfrente mío… a ti, nadie te ha de tocar, pues yo siempre te protegeré… contra todo y en contra de todos
… … …
-¿cómo te sientes ahora Aichi?- me pregunta después de terminar nuevos arreglos a mi cuerpo semi humano, al levantarme le sonrío con felicidad, asintiendo a sus palabras he inclinándome frente suyo
-me siento bien, muchas gracias mi señor- el acaricio mis cabellos con amabilidad, comenzamos a escuchar explosiones por todos lados, el edificio en el que estábamos comenzaba a venirse hacia abajo, sin esperar a nada tome a mi padre de sus ropas y extendí mis alas tanto como pude, salimos con velocidad de una ventana y vimos como habían de nuevo tanques y personas con armas de fuego apuntándonos, gruñí por lo bajo al observar a un joven de cabellos carmesí y ojos carmesí que mirada fiereza, entre ambos nos vemos con molestia
-¡fuego!- grito él señalándonos, yo lo observe molesto…
-¡fuego!- grite yo… si era fuego lo que él quería, le daría el fuego que buscaba
Mi cuerpo se rodeo de fuego, no lastimo a mi padre, yo continúe volando comenzando a incendiar a todo ser vivo que trataba de llegar a mi amado padre, volamos por unos momentos sobre aquel lugar y al final termine dejando a mi padre en otro techo de algún edificio
-acábalos- me ordeno mientras besaba con dulzura mis labios, yo asentí y partí tan rápido pude, mi cuerpo entero se lleno de llamas, comencé a atacar a todo ser vivo que me atacaba, vi como ese hombre pelirrojo de largos cabellos ligeramente ondulados me veía solo a mí, yo correspondí viéndolo fijamente y sin más me apunto con un arma especial, creo que se les llamaba rifles de largo alcance… o por lo menos era lo que parecía
Pues, apenas comencé a volar hacia su dirección para acabarlo con mis propias garras, un dolor se acuno en mi frente, aquel dolor y la sorpresa me hizo caer al suelo de un modo estrepitoso, sentí, que mis fuerzas mermaban, mi cuerpo comenzó a dolerme por completo y cuando me di cuenta, ese hombre pelirrojo ya se encontraba frente de mi apuntándome con su arma, lo observe con miedo pero también molesto… no iba a dejar que alguien le hiciera daño a mi padre
-este es tu fin criatura- respondió el hombre que ahora podía ver, tenía una bata blanca igual que la de mi padre… ¿ese hombre seria un científico también?... sentí como el colocaba un peso extra en mi pecho, me dolió mucho, sentí que me faltaba el aire y pude ver que lo que había puesto, era su pie, y con su arma apuntaba hacia mi rostro… ahora, lo observe asustado… aun mi padre me enseño un sentimiento que odiaba sentir…
El miedo a la muerte…
*¿Voy a morir?* me permití pensar asustado mientras observaba como de un modo lento el comenzaba a presionar el gatillo que lo más seguro es que fuera a matarme… cerré mis ojos, resignado a la muerte, sabiendo que al final, ni siquiera yo podría proteger eternamente a mi padre y ser que me dio la vida…
-¡¡¡Aichi!!! ¡¡¡Pelea!!!- escuche a lo lejos un grito que demostraba la orden que debía de ser acatada
Aun antes de que se escuchara el sonido del arma siendo disparada, una luz se mostro junto a una explosión en cadena… todo, una vez más, todo acabó… como aquella primera vez que nos conocimos, como aquella primera vez que me volví el ser monstruoso que soy ahora…
~Miles de años han pasado
Desde que mi padre me creara loco
Pero ahora sé que es el amor
Tal vez, mi padre este… alegre
Oooh oooh oooh oooh oooh~
Cuando abrí mis ojos, me encontraba en un cráter tirado y con mucho dolor, al levantarme pude ver que el lugar donde alguna vez estuve rodeado ahora estaba solo, ni siquiera habían cadáveres, solo, algunos trozos de lo que alguna vez fueron metales de las armas y los tanques… mire a todos lados, ahora escuchaba pasos tranquilos
Girando a aquella dirección pude ver a mi padre quien, con sus manos dentro de sus bolsillos y viendo como el viento movía majestuosamente su bata de científico él me miraba con una media sonrisa tranquila
-muy bien hecho Aichi, me siento muy orgulloso de ti- me respondió mientras me veía desde fuera del cráter que yo mismo había creado… aquello, solo logro que mostrara una sonrisa feliz
-¡sí!... muchas gracias… papá