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The only one. por Jeremy Crouse

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Notas del fanfic:

No sé si este bien que publique esto en esta página, pero me gustó y siento que está bien. Ah, no sé, please help(?)

Notas del capitulo:

Es mi primer oneshot así, espero les guste.

 

Mi relación con Sehun no fue precisamente perfecta, más bien fue una serie de altos y bajos con buenas sesiones de sexo y películas de súper héroes, pero éramos grandes amigos, sabía todo de mí y yo todo de él, ¿eso es lo importante no? La confianza que teníamos era demasiada y recíproca, pero la rutina nos asfixió, nos envolvió y para ambos eso estaba bien.

 

Llevábamos cuatro años juntos, desde preparatoria, ese fue nuestro mejor tiempo, el sexo fue asombroso, lo hacíamos en cada lugar que podíamos, mi salón, su salón, en el salón de mi especialidad, en la casa de mi mejor amiga, en su casa, en la mía, en el autobús, pero las peleas también fueron en cualquier lugar, delante de todos, y eran incluso más frecuentes que el sexo.

 

Lo amaba, lo amo, lo amé.

 

Siempre estábamos a un paso de terminar y siempre retrocedíamos, como si no supiéramos que ese iba a ser nuestro decisivo final. El prometió jamás dejarme, que me amaría a mí y sólo a mí, yo no creía ni una sola palabra, no porque no confiara en él, no confiaba en nadie. Pasé por crisis de anorexia y bulimia antes de ser su novia, pero él estaba ahí, pasé por drogas ¿y quién estuvo ahí? Él. Oh Sehun.

 

De amigos dos años y de novios cuatro. Seis años conociéndonos.

 

Creía conocerlo tan bien como él a mí, creía... 

Recuerdo mi cumpleaños número veinte, fue hermosamente falso, lleno de regalos y sonrisas, miradas cómplices que decidía pasar de largo, no era tonta, sabía que algo andaba mal, pero no quería creerlo. El sexo esa noche fue... rudo. Sí, rudo. La fiesta había sido en el departamento que Sehun compartía con Suho, así que no había problema en que yo pasara la noche ahí. En ese momento atribuí al alcohol el comportamiento de Sehun, yo no tomé mucho, pero él sí. Actuaba de manera necesitada, como si solo quisiera descargarse, me besaba con fiereza, no podía seguirle el ritmo, me lastimó un poco y eso de alguna forma me mojó de sobremanera, me desnudó del pasillo a su cuarto y me tiró a su cama, me inspeccionaba como si analizara algo, y lo único que dijo esa noche fue un "volteate". Sin más. Entró y yo tuve que aferrarme a la cama, me dolía. Término y se quitó, durmiéndose casi al momento, lloré por el dolor, pero no quería despertarlo, había tomado demasiado, y debía cuidar que no se ahogara con su propio vomito (si llegaba a vomitar), me encerré en su baño y me di una ducha relativamente rápida, cuando salí el seguía dormido, lo arropé y me puse a fumar ahí mismo hasta que amaneció. Le dejé una nota y me fui de ahí, tenía que ir a desayunar con mis padres.

 

Yo puedo olvidar, vivir sin alguien, borrarlo para siempre y ser indiferente, pero nunca he sabido cómo seguir completa.

 

Idiomas, eso estudiaba ahora, me encantaba y tenía mucho tiempo, pero, aun así, mis tardes se llenaban de humo y soledad, no había mensajes, mucho menos llamadas, no estaba el. Le creía que la escuela le consumía, pero ¿ni un te amo? Algo estaba realmente mal.

 

No fue hasta agosto cuando todo dio su curso natural, recuerdo como las hojas caían, como todo se pintaba de café y el viento te llenaba de ganas de té. Lo miré en la cafetería donde nos conocimos, parecíamos extraños, me dolía ver como intentaba no lastimarme y hacerme sentir incomoda.

 

<Incómodamente nos sentamos de frente uno al otro, teniendo una pequeña charla y preguntando qué hay de nuevo, los momentos en que la conversación se detiene por un rato el frío silencio nos congela.

 

Nos volveremos extraños en este lugar ahora mismo.

 

Alguien derramará lágrimas y se irá solo, pero odio ver que intentas no herirme y sentirte incomodo, así que voy a dejarte ir.

 

En mis últimos trabajos, te veías aliviado por alguna razón, ¿en qué momento nos equivocamos? ¿acaso queríamos tomar rumbos distintos desde hace tiempo? La intensidad de la gran diferencia de nuestro inicio y final y el dolor que apuñala mi corazón ¿por qué es tan similar?

 

Mi abrumado corazón vacío se desmorona en un solo instante ¿Cómo podré levantarme de nuevo?

 

Mi amor, adiós.

 

Tú eres el único.

 

Incluso en el momento que terminamos, tú eres el único.

 

Esto duele y duele, es tonto, pero adiós.

 

A pesar de que tal vez nunca te vuelva a ver, tú eres el único.

 

¿Cuándo mi cabeza te borrará?

 

Y algún día en tus recuerdos, ya no viviré en ellos, tú me borrarás.

 

You're the only one... only one.>

 

-Lo siento, yo no quería esto, no sé cómo pasó. - no supe quien luchaba más por no llorar.

-Sehun, estas cosas pasan todo el tiempo. Te amo y me importa que seas feliz, conmigo, con un hombre, un perro, contigo mismo. Da igual con quien. Fue bueno mientras duro, me lo disfrute y sé que tú también, vamos, todo estará bien, así que... gracias por todo. ¿Amigos?

-Amigos.

 

Suicida, eso fue lo más suicida que he hecho en mi vida.

 

Dolió como la mierda, y me lo tragué, ¿Qué más daba?

 

Poco después recibí un mensaje del chico del que Sehun se había enamorado, Luhan. Me citó en su departamento y yo fui, no sé para qué, pero fui.

Era un chico hermoso, con rasgos chinos y tez blanca, muy blanca, delgado y muy tierno.

 

-Pasa.

Su departamento no era muy grande, pero era cálido.

- ¿Gustas beber algo? - negué. - Siéntate por favor.

- ¿Para qué me citaste?

-Lo siento. - lo dijo mientras sus ojos se ponían rojos y las lágrimas amenazaban con salir.

-No tienes que disculparte por nada, es como es.

-Debes odiarme.

- ¿Para qué me citaste?

-Quería disculparme personalmente contigo, Sehun te estima demasiado y no quiero que se distancien por esto.

-Seis años... seis, viví mi mejor etapa con él, pasamos mucho, mucho. Prometió amarme siempre, que no habría nadie más, que viviríamos juntos, que nos casaríamoss, tendríamos lindos niños, arrodillado me pidió perdón por hacerme llorar y eso solo pasó una vez, se dedicó a mi como yo a él, nos deseamos a niveles insanos, ¿Cómo mierdas pretendes que esto no me afecte? Me duele, siento que muero, me asfixia, y lo acepto todo, porque antes de mi esta él, su felicidad me mantiene. ¡Hazlo feliz!, no es tu culpa, ¡PERO NO LA CAGUES PORQUE SI LO VEO TRISTE POR TI TE MATARÉ!  Y solo... por favor... no me quites a mi mejor amigo. Por favor...

 

Exploté.

 

Salí llorando de ahí, corrí sin rumbo empujando gente de mí camino, mis pulmones necesitaban oxígeno, pero no quería detenerme, quería morir. Iba a morir. Todo se volvió negro en un punto, desperté en el hospital, había colapsado, tan cerca de morir... toque la muerte, la venere, pero solo fue un efímero momento de desconexión, la realidad me esperaba, tan cruda y cruel, debía hacerle frente cuando no tenía ni fuerzas para pensar, me dolía la imaginación.

 

Y él... él fue a verme, con un ramo de rosas y la compasión bien marcada en su rostro.

 

- ¿Cómo estás?

-Estoy, es lo que importa.

-Me diste un susto de muerte, Jessi.

-Lo siento, Sehun. No tenías que venir, mañana salgo.

-Eres mi mejor amiga, tenía que ver que estabas bien o no podría dormir.

-Gracias, mañana que salga yo te mando un mensaje.

 

Algo se había muerto dentro de mí.

 

Le envíe el mensaje. Manteníamos un leve contacto, sano para ambos.

 

Yo terminé la carrera y empecé a trabajar como traductora de libros para una empresa en Japón, me mudé con la esperanza de no saber nada de Sehun, ya habían pasado tres años y su recuerdo me calaba, me raspaba la garganta pronunciar su nombre, me costaba respirar si me ponía a hablar de él, así se siente ya no ser feliz.

 

Mis acompañantes eran de una noche, en el baño de cualquier bar, un motel o en algún carro, a veces, en el estacionamiento. Todo por la noche, los cigarros y el vodka eran mis mejores amigos. Entonces escribí, escribí hasta que se me secaron las ideas, mi primer libro, el best seller del año. Juré en todas mis entrevistas y firmas de libros que fue una historia que me salió una noche después de varias canciones tristes y un poco de vodka, no dejé que nadie supiera que era mi historia y que la mayoría de capítulos eran de Sehun.

 

Y luego conocí a Kyungsoo, Do Kyungsoo, un mangaka profesional y al parecer fan mío. Quería llevar mi libro al manga y anime, yo acepté gustosa, todo empezaba a marchar bien de nuevo.

 

La empresa SM Ent. produciría el manga, tenía varios contratos que revisar y firmar, ganaría mucho dinero y mi futuro ahora dependía de ello, puesto que me estaba fascinando como llevaban el diseño, todo bajo mi supervisión y acorde a mis gustos, era genial y Kyungsoo era totalmente fascinante en su trabajo.

 

Pero aún había un contrato que firmar y debía firmarlo con el presidente mismo.

 

El presidente, Oh Sehun. Mi primer amor. El protagonista de mi éxito.

 

Me saludó formalmente, y me explicó todo y me agradeció que decidiera producir con ellos, que veía futuro a mi historia. Lo sabía, él sabía que nosotros éramos los protagonistas, no lo dijo directamente, pero nadie mejor que él sabría reconocer lo narrado en mi libro.

 

Cuando el manga salió se volvió un éxito rotundo, no tardaron en producir el anime. Éxito global.

 

Empecé a acercarme a Sehun nuevamente, volviendo a ser los amigos de hace tantos años, Luhan me recibía con amabilidad, siempre queriendo spoilers de mis libros, era fan. Yo era feliz a medias. Tenía fama, dinero, pero no tenía a mi Hunnie, Sehun estaba, pero no conmigo. Compartía mi éxito con él, pero solo por ser el presidente de SM.

 

Decidí viajar a Los Ángeles y ver a mis padres y a mi hermana, respirar de todo.

 

Dos años, y mis padres murieron. Estaba devastada otra vez.

 

Pero, una vez más acepté el curso de las cosas, me lo tragué todo y me compuse sola, por mí, por Krystal, por mi trabajo.

 

Volví a Japón un año después, Sehun me lo había pedido, dijo que era urgente, así que volé para allá deseando verlo.

 

Lo encontré más triste, más vivido y a la vez más muerto. Se veía devastado, sus ojos siempre rojos e hinchados, le costaba hablar. Fue a mi departamento para hablar a solas y lloró, lloró como nunca, no podía ni hablar, le tomó tres horas poder calmarse y entonces me contó, cuando yo me fui él y Luhan por fin pudieron adoptar a una niña, la amaron al momento, era de ambos, ni todo lo que tenían se comparaba a la felicidad que esa pequeña les daba, pero a los dos años recibieron una trágica noticia, la niña tenía un tumor inoperable y le quedaba muy poco tiempo, murió. Luhan seguía en una fuerte depresión y Sehun estaba desesperado y por eso me llamó. Quería pedirme prestado mi útero y Luhan estaba de acuerdo con ello.

 

Y no, no sería inseminación artificial, Sehun y yo, después de años, tendríamos sexo. Querían que fuera de forma natural, y ambos confiaban en mí, yo era la indicada.

 

Una semana después me encontraba yendo a la mansión de Sehun para acostarme con él. 

 

Él me recibió, con amabilidad, tal vez dulzura. No miré a Luhan en ningún momento, Sehun me llevó a su habitación y lo hicimos, fue lento pero carente de ese sentimiento, no era íntimo, era... era una tarea más para Sehun. Me sentí una puta al terminar, solo quería irme de ahí, pero Sehun insistió en que me quedara a cenar, Luhan había preparado una deliciosa cena en agradecimiento, yo me sentía miserable y a la vez la oportunidad de Luhan para ser feliz.

 

La cena terminó, yo les dije que llamaría en un mes para dar las noticias.

 

Otro mes al que me dedique a escribir, esta vez fue una historia llena de amor, colores y escenarios realistas pero cálidos, amorosos. Seguía pringada a Sehun, él me devolvía la vida que hace tanto también me había arrebatado. A como iba terminaría de escribir en poco tiempo, mi representante estaría feliz, mis fans pedían más y yo se los daría.

 

Fue un mes relajado, debía comer sano y llevar una rutina tranquila, pero no me sentía extraña, me sentía bastante normal (sin contar la ansiedad que sobrellevaba por dejar abruptamente el cigarro), Luhan me llamaba mucho para invitarme a pasear, comer helado, platicar, era un chico tan lindo y tierno, no decía malas palabras, me contó que el enseña literatura en una preparatoria, y que le había fascinado mis novelas. Luhan tan lleno de vida y yo sintiéndome un saco de sangre y huesos que solo quería dormir, escribir, comer y fumar. Casual.

 

Cuando los treinta días pasaron, fui a hacerme prueba de sangre, Luhan estaba emocionado a morir, Sehun estaba temeroso, él tanto como yo sabíamos que algo andaba mal.

Los resultados me lo dieron al día siguiente, Luhan me llamaba cada hora, presionando, tiernamente, pero presionando. Me dolió decirle que fue negativo, lloró mientras intentaba mantener la sonrisa y la calma. Lloró... lloró en mi hombro, yo quería dormir. No por ser mala o que no lo soportara, también me dolía, de alguna forma me sentía inútil, fracasada, me dolía verlo así. Me despedí cuando Sehun llegó, me miró e intentó sonreír, como si no supiera que conmigo no tiene que fingir.

 

Me centré en escribir, fumar, fumar, fumar, fumar, fumar. Y beber. 

 

Al mes tuve listo mi segundo libro, y una nueva cita, pero esta vez con Luhan.

 

Se miraba... no muy bien. Más delgado, ojeroso, lamentable.

 

Y me lo pidió, sin llantos, sin rodeos. Fue tan directo que me costó procesarlo. Y accedí.

 

A ese punto creo que me estaba volviendo más una herramienta que una amiga en quien depositar su fe.

Lo hicimos en mi cama, dos vece, fue lindo. Llegué a un orgasmo, mínimo. Y…me besó, rápido, de pico, se sonrojó y me reí. Desee estar embarazada y darle un sano bebé, era muy lindo verlo así, y sé que a Sehun le ha de encantar verlo así.

 

El siguiente mes fue prácticamente imposible quitarme a Luhan, o estaba en mi casa o llamado cada dos horas. Me preparaba comida, me contaba anécdotas de su adolescencia, lo duro que fue decirles a sus padres que era gay y como su padre le propino una buena paliza para quitarle lo "marica", me dibujé en la mente todas sus historias, y llegué a comprender por qué Sehun lo amaba. Era el ser más lindo, comprensivo y genial que pudieras conocer, sin odios, lleno de vida y amor. Tan lejos de ser como yo. Yo, a comparación de él, era una vomitada un sábado en la madrugada después de cagarte encima.

 

Luhan era un sol, y yo una simple nube.

 

Desee estar embarazada de él, y hacerlos felices a ambos. Se merecían, eran perfectos juntos. Y si solo necesitaban un bebé para completar su felicidad, yo les cumpliría el deseo.

 

Al mes me realicé la prueba, y fue positiva. Fui casi tan feliz como Luhan y Sehun, que no dejaban de abrazarme y darme besos en las mejillas.

 

Luhan me corrió de mi propia casa, y me llevó a con ellos, me cuidó y procuró con delicadeza casi religiosa, me sentía importante, Sehun volvía a sonreír y yo era la causa. Estaba muriendo... de felicidad.

A los tres meses tuve la cita para saber cuál era el sexo del bebé y la noticia casi tiene a Luhan vomitando arcoiris, gemelos, tendría gemelos, pero el doctor me pidió hablar a solas, yo le pedí a Luhan que llamara a Sehun para que nos llevara a cenar a un buen restaurante por la noche, el salió hecho una bala a llamarlo y gritar al loving.

 

Amo a Sehun y solo me importa su felicidad.

 

Prometí dar todo por él.

 

Algo estaba realmente mal conmigo, era peligroso, pero yo daría todo.

 

Lo siguientes seis meses fueron horribles, tenía que fingir que nada pasaba, no debía estresarme por mis bebés. Hice mi testamento, ordené todo y comencé a escribir una vez más, mi carta de despedida.

 

Mes 5: Luhan me despertó a las 6 y me llevó a rastras a caminar y trotar, lo maldecí viendo como me sonreía y carcajeaba por mi situación y la linda barriga que ya estaba bien crecida. Me preparó un desayuno delicioso y salimos de compras casi todo el día, se probó mucha ropa, pelucas, reímos, me olvidé de todo por un momento, y sentí su felicidad como mía, su amor, su vida. Me sentía parte de él y Sehun y me gustaba.

Los días pasan, todo es tan hermoso.

 Luhan me llena de vida.

 

Mes 6: Dormí casi todo el día, me sentía mareada y sin hambre, los bebés pateaban duro. Esa noche me mantuve despierta y no precisamente por gusto, escuché a Luhan gemir, a Sehun gruñir y la cama moverse de su lugar, Luhan comenzó a gritar el nombre de Sehun y este le reprendía entre gemidos que iba a despertarme, pero yo fingí dormir. Lo hicieron toda la noche, Sehun no lo dejaba ni ir al baño solo, lo hicieron ahí y lo sé por el eco que se oía, al igual que el agua de la regadera cayendo mientras Luhan parecía morir de placer. ¿Lloré? No sé cuánto, fue como golpear con la realidad de que yo solo era un útero prestado, valía tanto como un chocolate. Pasé el mes sin pisar la casa de día, durmiendo con audífonos y viendo la venta de mi nuevo libro aumentar.

 

Mes 7: Todo volvió a ser como antes, con la excepción de que ahora fingía que no se me partía el corazón al escuchar a Luhan gemir.

Luhan me dijo que me quiere, que soy su noona y que quiere que vivamos como una familia, le dije que sería feliz con eso, que amaba verlos juntos. Lloré, lloré acostada mientras escuchaba a Adele.

 

Mes 8: Mi hermana Krystal me visitó, me costó convencerla, lloramos, me suplicó que no lo hiciera, pero ya era muy tarde para retroceder, lo siento Krystal, se lo difícil que es para ti, pero es como es, te amo, lo siento hermana.

 

Mes 9: Estoy ansiosa, todos lo estamos, tan cerca, no sé si no puedo descifrar lo que siento o simplemente ya no siento, me tiemblan las manos y quiero llorar, así es como acaba todo, fue tan hermoso, Sehun, me lo disfruté.

 

Hola, mi nombre es Krystal Jung, hermana menor de Jessica Jung.

 

 Sehun, Luhan, mi hermana sufrió el parto aun sabiendo que moriría, no saben cuánto me duele, deben hacer que valga la pena. No sé si era amor u obsesión, pero ella solo quería su felicidad aún a costa de su vida. Me duele y me está desgarrando por dentro, mi única familia son los gemelos, volveré pronto para visitarlos, no me los nieguen. Ella les dejó una carta, y es esta, no pretende causar lastima, pero quiere ser recordada como esto. El dinero es suyo, no les falta, pero ella quiso dejar todo a ustedes, lo único que puedo rescatar de sus últimos días fueron sus palabras

"La vida es efímera, casi etérea, nunca me negué a amar porque el dolor te hace humano, puedo parecer una enferma mental por decidir vivir mi vida casi por alguien más, ¿y? el amor me dio la inteligencia, la fuerza, logré mis metas aun cuando el final fue triste. Pero la vida, la vida no tiene finales felices porque solo somos organismos vivos que nacen para dejar su información genética para la preservación de una especie, y en ese camino hice feliz al amor de mi vida y de paso al amor de su vida. No pude haber pedido más.

 

Con amor, Jessi."

 

Por mi parte es todo, sean felices, es lo menos que le deben a mi hermana.

Notas finales:

Gracias por leer, y espero leer sus opiniones. 

Hasta la próxima. 


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