Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Confrontación Milagrosa por Ritsundere

[Reviews - 24]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Las cosas no iban muy bien que digamos, sí de perder se trata entonces Seirin ya habría alcanzado su limite. Al tercer cuarto minuto cinco, Shutoku alcanzaba su máximo resplandor en aquel encuentro, ya que estar veinticinco puntos por sobre Seirin ya era una victoria digamos que casi asegurada.

— Sí no detenemos a Takao, las cosas van a empeorar—comentó Furihata preocupado. La entrenadora chasqueo la lengua molesta, todo empezó ha andar mal desde que el diez de Shutoku quiso marcar al diez de Seirin, vaya trabada que les dio.

Akira, quien miraba atento a todo frunció el ceño al notar cierta curiosidad, desde que el aclamado partido dio inicio, Midorima no había hecho sus famosos tiros a larga distancia, Kuroko dejó escapar un suspiro de cansancio. …l también había notado ese extraño jugar.

Aunque Hyuuga no fallara, aunque Izuki predijera por milagro, aunque la luz y sombra estuviesen ahí se encontraban en una encrucijada, anotaban, sí, pero ¿por qué no los alcanzaban? El balón naranja era levantado por el aire, robado y compartido, ¿qué es lo que estaba fallando? Akira abrió los ojos por la sorpresa y bruscamente se levantó del suelo.

"Sí no estoy mal, el hecho de que Takao pare a Kagami ya es un problema, el verdadero propósito es porque ese chico ha obtenido lo que Izuki aún está desarrollando" pensó viendo mientras Taiga sostenía el balón entre sus manos, y Kazunari lo atacaba con una sonrisa de burla en sus labios.

— Emtrenadora—llamó Akira esperando agasajo de parte de Aida. Obtenido ya decidió preguntar.

— ¿Cuántas veces nuestro equipo ha robado la pelota?—preguntó viendo aún al terreno de juego.

Riko suspiró momentáneamente calculando. — Desde que iniciamos han sido un total de ciento cincuenta veces, ahora mismo sólo han sido veinte veces—respondió desanimadamente enfadada.

— Pide un tiempo fuera por favor—dijo un tanto desesperado. La castaña por un momento se sintió confundida, ¿es acaso que ya encontró el meollo del asunto? Sin nada que perder, Riko se dirigió a la mesa de anotadores pidiendo lo establecido. Los cinco jugadores al nomas llegar se sentaron a beber agua y disminuir el cansancio.

"Será más sencillo de lo que pensé" se dijo Takao mientras observaba a Seirin desde su banca.

— Es momento de que defiendan con presión desde los tres cuartos de la cancha. Como Takao-kun está muy ocupado marcando a Kagami-kun entonces Izuki-kun puede que pase, pero no a Kagami-kun—ordenó la chica pensativa.

— Ya entiendo, normalmente es Kagami quien empieza el contraataque, y por eso Takao esta ahí en cuestión de segundos... Pero, ¿por qué a pesar de que anotamos no alcanzamos sus puntos? Ni siquiera Midorima ha hecho eso—dijo Koganei.

— Lo notaste, bien... Izuki les puede responder eso—severo respondió Akira.

El nombrado suspiró exhausto. — Al parecer Takao logró ampliar su vista a un nivel diferente, se puede decir que es similar al ojo emperador—explicó molesto.
Llevaban treinta minutos del partido perdidos, sin contar que se siente aún más furiosos que pierdan sin que Shintarou use sus tiros.

— Creo que nosotros somos el problema—habló Kuroko con aquel rostro soso.

— ¿De qué hablas, Kuroko?—preguntó el capitán.

— Un espejismo cruel—dijeron ambos, Tetsu y Akira.

— Lo que quiere decir Kuroko es que lo único que están haciendo es desperdiciar el tiempo, un mecanismo de someterse a que van perder se instaló en ustedes... En pocas palabras, sólo quieren defender sin dar canastas, psicología—explicó Akira.

Se han rendido indirectamente.

El tiempo fuera se acabó, y ambos equipos volvieron a la guerra. Como Takao se había acostumbrado a marcar a Taiga no se dio cuenta que probablemente eso crease costumbres. La predicción por su parte era evidente, pero tampoco es que fuera imposible sobrepasarla.

Aún así, las cosas seguían igual o quizás peor.

— Akira, necesito que entres—ordenó 'ordenó' Riko.

El chico de gran altura frunció el ceño, ¿estará bien sí él entrara? Eso no importa, no va ha lograr algo ahí sentado. — Vale, como ordenes entrenadora—Ryo se despojó de aquel suéter blanquecino con el pequeño eslogan del equipo, dejándose ver su playera con el número dieciséis.

— Esto se va poner interesante—susurró Aomine con malicia.

— ¿Un cambio en el último momento? No van ha lograr algo—dijo Miyaji confundido. — No te equivoques—advirtió Otsubo Daisuke.

Todos tomaron sus posiciones según sea su especialidad (pívot, alero, base, etcétera). — Hola hola—saludó Akira colocándose frente a Takao, el cual no evitó verle extrañado, se puede decir que le causo mala espina.

— ¿Hola? ¡Yo te he visto! ¡Akira, ¿no?!—exclamó (aún así) el alegre Kazunari.

— Un gusto conocerte, Takao—se inclinó en un saludo bastante formal, por eso mismo el chico con el ojo de halcón lo vio como sí Akira estuviese loco. Ambos se vieron por un momento cargado de tensión que se destacaba por sus miradas.
'Te voy a comer' 'Sí no lo hago yo antes'.

La señal de que era hora de empezar resonó en el polideportivo, en un movimiento rápido Izuki apresaba el balón entre sus manos, su respiración calmada emanaba concentración pura. Increíblemente, el balón viajo hasta las manos de Akira; frente a él se encontraba el pelinegro de ojos azul metálico.

"Sí Midorima no lo hace, debería tomar su lugar por un momento" pensó Ryo considerando la oportunidad de avanzar para llevar a Seirin a la victoria.

— Bien Takao, no sólo Shintarou puede tirar desde lejos—advirtió subiendo el balón haciendo impulso desde su vientre soltando dejando que la bola resbalara por sobre sus dedos.

— Maldito bastardo—susurró Daiki al captar que el balón cayó justamente en el aro limpiamente.

"¿Lo hizo desde ahí? ¿¡Cómo!?" pensaban los del uniforme naranja. El marcador estaba en setenta y nueve a ciento uno. Y vamos de nuevo, Kuroko hizo un pase especial hacia Akira, el cual lo sostuvo exactamente a la altura de su pecho. El alto iba corriendo y botando el balón, sus tenis hicieron una fricción; a punto estaba de tirar cuando Midorima se posicionó frente a él, inmediatamente hizo un pase de pique al lado derecho, dribló y la tomó por la izquierda anotando así un tiro al estilo Midorima combinado justamente como lo haría el morenito de Too Gakuen.

— Maldito... Bastardo—dijo más fuerte que antes, logrando que Satsuki le escuchase.

— Dai-chan...—llamó la atención la pelirosa.

El cinco suspiró, no sabía que le molestaba más. Lo bueno que era ese chico o el hecho de que algo dentro de él le dijera que tendría que esforzarse para que un día siquiera lograra pasarlo.

Diecinueve puntos, y Seirin ganaría.

— Midorima, empieza con lo tuyo—ordenó su capitán.

El chico se ajustó las gafas y le echó una mirada al anotador.

"Déjame decirte que el único tirador estrella soy yo"

Lo sé, eso suena a cierta persona.

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).