Kagami aún estando confundido, no paraba de comer, sus labios y mejillas sucias estaban.
Akira con una sonrisa maquiavélica disfrutaba de la vista, aunque él no era fan de las relaciones homosexuales, y sentía respeto por ellas, amaba la tensión y la incomodidad que a veces se producía.
— Que incómodo—susurro Teppei a Hyuuga.
— Parece que va explotar—apoyo el de lentes.
— ¿Quieres ir a mi casa hoy?—pregunto de la nada Teppei, haciendo que su acompañante se pusiera nervioso y rojito.
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— ¿Que...? ¿Que tanto me miran?—preguntó Kagami incómodo.
—Nada—contestaron únicamente tres personas.
— It is that your eyes are beautiful—dijo Akira viendo a Taiga con mas intensidad, el cuál se sonrojo levemente.
— Ah-ah bueno gracias—dijo llevando una mano a su nuca.
El hombre fantasma, la pantera y el rubio, acuchillaban al chico con sus miradas ¿como fue capaz de decir eso? Aunque no hablaran inglés, sabían lo que significaba.
— Hey Kagami ¿Quieres ir a jugar un uno a uno?—preguntó Aomine.
— ¡Kagamicchi! ¡Enseña me inglés! Necesito ayuda, por favor—le pidió inmediatamente después Kise.
— Kagami-kun, hoy dijiste que me acompañarías a mi casa—dijo luego Kuroko.
Kagami miraba extrañado a esos tres, no podía rechazarlos, quería jugar, ayudar a Kise, y cuidar a Kuroko. Con mucho cuidado vio a Akira, el cual lo miraba con una ceja levantada, como esperando su veredicto, aunque Kagami lo que quería era ayuda por parte del ojeroso.
— Lo siento, pero Kagami me lo quedo yo hoy—dijo Akira, el pelirrojo asintió apoyando la idea.
— ¿Qué? ¿Por qué?—preguntaron los otros tres en unísono.
— Porque me ha pedido que le ayude en el básquet, con nuevos trucos—explicó.
"Maldito" pensaron, pues ellos querían tiempo con el tigre.
— ¡Bien! ¡Akira! Let's go—pronunció Kagami.
— Let's go Kagami, goodbye guys—dijo Akira, sorprendiendo al resto, no sabían que la chica hablara inglés tan fluido.
Kise, Aomine y Kuroko, solo podían ver como Akira y Kagami se iban por aquella puerta, sus dientes chocaban entre sí de la frustración.
"¿Que? Él no me lo quitará" pensó Kise.
"Kagami..." sé dijo Aomine.
"Es..." luego Kuroko.
"Mío" pensó los tres.
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Taiga estaba aliviado, no quería ser mala onda al decir a uno que si y al otro no, o más aun peor, rechazando las ofertas de los tres.
— Akira... Gracias—susurró.
— De nada, estabas en un problema—respondió el chico neutral.
— No sé que les ocurre, estaban actuando muy extraño—dijo.
Akira medio sonrió, pues sabía perfectamente a que se debían aquellos comportamientos ¿será bueno decirlo?
"Nee~ mejor que se de cuenta él solo"
— ¿Al final, si quieres que te enseñe algo?—preguntó Akira, quería animar a su nuevo compañero de básquet.
Kagami le lanzo una sonrisa lasciva y de ánimo, asintió.
— Espera aquí, iré a buscar un balón —aviso Akira antes de retirarse y dejar a Kagami solo en medio de la cancha a la que llegaron.
Tiempo después, los rebotes de un balón alertaron a Kagami, pensando que era Akira siguió el origen del ruido, encontrándose con la extraña e incómoda sorpresa del chico perteneciente al dichoso ojo emperador.
— ¿Akashi?—susurró bajito el de ojos sangre, por desgracia el otro lo escucho.
— Kagami Taiga—dijo con su típico tono serio.
Una tijera puntiaguda y de brillo limpio, giraba en el dedo índice de su mano derecha. Sus ojos estaban completamente serios, pero tenían un brillo especial, esto le recordaba a algo, era como una vivencia pasada, justo como cuando lo amenazó antes del inicio de la Winter Cup.
— Sabia que estabas aquí —dijo el chico absoluto.
Con el ceño fruncido el pelirrojo alto le pregunto el porqué.
— No dejare que nos ganen por segunda vez, yo veo el futuro, y tú y tu equipo no ganarán —dijo Akashi parando abruptamente las tijeras y apuntando a Kagami.
— ¿Que estás diciendo? Si ganamos, lo volveremos hacer, la prueba eres tú y toda la Generación de los Milagros—respondió este desafiante.
Akashi lanzo las tijeras a Kagami, haciendo un trayecto desde sus manos hasta su mejilla, pero esta nunca llego, ni siquiera cayó al suelo. Habían sido atrapadas por la mano izquierda de Akira.
Taiga y Seijuro miraron las escenas sorprendidos ¿cómo llegó? ¿De dónde llegó? ¿Llevaba hay buen rato?
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— ¿Donde estarán?—pregunto Aomine.
— Kise-kun, Aomine-kun... Kagami-kun esta con Akashi-kun y Ryo-san—mencionó el de cabellos celestes viendo a un punto fijo.
— Akashicchi quiere lanzarle las tijeras —dijo en susurró el rubio.
Los tres abrieron la boca cuando el trayecto de esa arma paro abruptamente.
— ¿Cómo llegó...?—preguntó Aomine.
— ¿Él...? ¿Kurokocchi... No lo viste?—dijo el rubio.
Él negó... Pues no noto a que jodida hora llego hasta Kagami. El trió de idiotas acosadores dejaron de momento su rivalidad y decidieron apreciar la escena.
Akira alejo las tijeras de la mejilla de Taiga, la coloco en su dedo índice y las giro rápidamente en el, exactamente como lo hizo Akashi.
— ¿Tú quien eres?—dijo Akashi.
— Akashi Seijuro, antiguo capitán de Teiko, y actual en Rakuzan, conocido por tu ojo emperador... —dijo Akira aun girando el instrumento en su dedo e ignorando su pregunta.
— No te pedí que hablarás sobre mi vida—dijo Akashi.
"Uhh" pensaron los cuatro espectadores.
— Y yo no pedí tu opinión.
"Te la metieron Akashi" volvieron a pensar.
El emperador de ojos peculiares frunció el ceño.
— Es una orden—dijo cambiando su tono a uno más amenazador, y caminando a Akira tratando de hacer su conocida jugada, hacerte caer al suelo humillado.
— ¿Que vas a hacer, Little Emperore? Tu palabra me es indiferente tanto como tú —dijo también acercándose al pelirrojo más bajo.
"Que descanse en paz, Akira" pensó Kagami, incluso los tres metiches que estaban por ahí.
— Eres molesta, yo-...—este fue interrumpido por su antigua arma, la cual estaba a unos milímetros cerca de su ojo color amarillo.
— Escuche su majestad, aquí no vienes a dar órdenes, puedes hacerlo con el resto de idiotas que te tienen miedo, pero conmigo, te puedes ir mucho al diablo—dijo mientras que Akashi daba pasos hacia atrás, uno... Dos... Tres y al suelo cayó.
Aomine, Kuroko, Kagami y Kise asombrados estaban ¿es que él también manejaba el ojo emperador? Akira lo vio sin expresión alguna, dejo sus tijeras a lado de Akashi, suspiro y susurro cosas inaudibles.
—... Sé que están allí, salgan—Akira había notado sus esencias.
Como perros regañados salieron, aunque la atmósfera seguía algo incomoda y Akashi seguía en el suelo en shock, Akira tomo del brazo a Taiga y se fueron sin decir nada.
Kise, como buen rubio samaritano que era, ayudo a su antiguo capitán a levantarse.
— Akashicchi ¿estás bien?—preguntó Kise.
Sus ojos brillaron, se mantuvo en compostura y con el mismo rostro sereno, agradeció y dijo que estaba bien.
— ¿Quién era él?—preguntó molesto, pero en disimulo.
— ¿Kiracchi? Pues está en el equipo de Kurokocchi—mencionó.
— Se llama Akira Ryo, es molesto y desagradable—contribuyó Aomine.
— ¡Lo dices porque te ganó, Aominecchi!—salto en defensa Kise.
— ¿¡Que!? ¡No es cierto! Solo que no estaba de suerte—contra dijo el de azul eléctrico.
— Ahora no te hagas la zanahoria tsundere—Kise y Aomine peleaban mientras Akashi pensaba molesto.
— ¡Ya, silencio par de críos!—grito el pequeño emperador.
"¿Akashi-kun...?" pensó el pequeño representante del color celeste, ignorado por sus cuates.
— Akira ¿eh?... Esta aquí porque me quiere quitar algo
"A mi también" pensaron Aomine, Kise y Kuroko.
"A Kagami" pensaron los cuatro al mismo tiempo.