— Atsushi ¿viste eso?—preguntó Himuro, quien estaba al lado de un titán morado de dos metros que comía papitas.
— Nee... El gran Akashin fue derrotado por su mismo truco—mencionó en tono aburrido.
— Lo más interesante es que esa persona yo la conozco—dijo orgulloso, Murasakibara lo vio sorprendido ¿desde cuándo Muro-chin habla así de una persona?
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— ¿Akira? ¿Cómo hiciste eso?—preguntó Kagami.
— Simple, no lo mires a los ojos, jamás dejes de intimidarte por él, en pocas palabras, no tener miedo—explicó audaz.
— Por más que lo intente eso jamás pasa... Ah... ¿Ya fuiste a ver a Himuro? Alex me dijo que no te despediste de ella—dijo el pelirrojo curioso.
— Lo fui a ver el día que llegue, ha mejorado, aunque todavía no me gana y en cuanto a Alex, es que es rara—dijo con una sonrisa burlona.
— No sabes lo difícil que es fingir no conocerte, tú lo haces mejor—dijo cansado el tigre.
— Esta fue tu idea Taiga, ahora te aguantas, el problema de todo esto es La Generación de Milagros—respondió molesto.
— ¿Qué? ¿Por qué?—preguntó.
— Oh Kagami, sus personalidades son molestas, mas Akashi—dijo.
— ¿Sabes cuál es tu problema? Que tengas sus habilidades, el primer día intente ganarte ¿y qué paso? Usaste el ojo emperador—el pelirrojo estaba molesto por ello todavía.
— No seas resentido... Me falta conocer a Midorima y a Murasakibara—dijo en respuesta.
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— Akashi ¿qué planeas hacer contra Akira?—preguntó un Aomine interesado.
— Akira Ryo... Nació en Estados Unidos el primero de agosto de mil novecientos noventa y ocho, padres divorciados, notas altas a la promedio, mala alimentación, habilidades en baloncesto, natación y voleibol—el chico absoluto nombro todas las características de Akira una por una, las cuales leía en su computador.
— Todo un sueño—susurro el rubio.
— Es leo—dijo Aomine con los ojos entre cerrados, Akashi, Kise, incluso Kuroko, lo vieron con cara de desconcierto.
— Aominecchi, deberías dejar de juntarte con Midorimacchi—le aconsejo el rubio con burla en la voz.
— Será dura competencia—se dijo Akashi.
Confundido Kuroko y el resto lo voltearon a ver, para tratar de adivinar que era lo que querían decir aquellas palabras.
— ¿¡Te gusta Taiga... Kagamicchi... Kagami-kun!?—preguntaron de tal forma que Akashi se medio, casi nada, imperceptible sonrojo se le viera.
— Ah, si ¿por qué? ¿Hay algún problema?—dijo asustándolos con el tono de voz que uso.
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Llegando al instituto la luz de Seirin se encontró con su amada sombra. Inexpresiva y calculadora, casual.
— Kuroko ¿qué tal Akashi?—preguntó al no mas verlo.
"¿Por que pregunta por él? ¿Y yo?" pensó el pelos celestes.
— ¿Por qué preguntas, Kagami-kun?—dijo con notable molestia en su voz.
— Es que Akira... Ya sabes, tú lo viste ¿no?—dijo.
— Ah... Está bien—mencionó cortante, con eso basto.
— ¡Hey bro!—gritó alguien desde la distancia, Himuro Tatsuya.
— Bro... ¿Que haces por aquí?—dijo entre cerrando los ojos.
"Himuro..."
— Hola Kuroko—dijo alguien por detrás de su espalda, el fantasma se asusto y vio al castaño.
"Aquí estas... Akashi, espero cumplas tu palabra"
— Ryo-san... Buen día.
— Akira... —murmuro Himuro al ver a "esa" persona. Como él decía.
Akira pasó por un lado de Kuroko (confundido) y llego hasta Himuro y Kagami.
— ¿Himuro? ¿Are you Okey?—preguntó Akira.
"¿Ryo-san conoce a Himuro-kun? ¿Pero cómo?" se dijo la sombra confundida.
Los tres conocidos hablantes del inglés, no tardaron mucho en forjar una conversación en este idioma, con la cual el pobre Kuroko no entendía ni papa. Discretamente -o eso creía él- prefirió adentrarse al instituto, sin darse cuenta que Akira lo había notado.
— Taiga ¿no quieres ver que le sucede a Kuroko?—preguntó.
El diez de Seirin confundido volteo a sus lados, y, extrañado fue a buscar a su amada sombra, pues necesitaba hablar con él.
— Himuro, ¿y para que me buscabas?—preguntó el castaño.
— Vi lo que hiciste ayer a Akashi—dijo serio.
— ¿Qué pasa con eso?—dijo sin entender el punto de la conversación.
— No dejaré que nos ganen, veo que aprendiste mucho durante tus observaciones—contestó metiendo sus manos a los bolsillos de su pantalón escolar.
Los calmados ojos del chico cambiaron el ambiente a uno más serio, pues su querido amigo la estaba desafiando.
— Himuro, las palabras no funcionan conmigo, si vas a ganar, quiero verlo con mis ojos, demuestra lo—dijo.
Tatsuya antes de contestar fue interrumpido por su compañero amante de la comida chatarra.
— Nee... Muro-chin, necesito dulces, ya me quiero ir—dijo llegando hasta el pelinegro.
— Atsushi, espera un momento, solo me despido de Akira—le respondió resaltando la palabra hermano.
"¿Akira? ¿Muro-chin estará enfermo?"
— ¿A quién? Muro-chin, yo no veo a nadie—dijo fijando su vista violeta.
Akira sonrió con desgano, a veces ser invisible era molesto, aunque era manejable, pues aprendió un nuevo truco con la falta de presencia.
— ¡Oh vaya!... Él es Murasakibara—exclamó Akira asombrado por la altura de semejante titán.
Atsushi abrió los ojos de la sorpresa, pestañeo un par de veces y como si fuera magia, un chiquillo apareció ante a él.
— ¿Que...? ¿A caso eres igual a Kuro-chin?—preguntó.
— Murasakibara Atsushi, antiguo miembro de la Generación de los Milagros, casi dos metros, bueno tanto en ofensiva como en defensiva, número nueve y as de Yosen—nombró las habilidades una por una, mientras jugaba con un balón que llevaba en sus manos.
— ¿Y tú quien eres?—preguntó molestándose poco a poco.
— Akira Ryo, un gusto—sonrió viendo desde abajo.
— Me dan ganas de-...—antes de terminar fue interrumpido.
— ¿Aplastar me? Que coincidencia, a mi me dan ganas de abrir tu interior para ver si salen órganos o azúcar—concluyó con una pequeña risita al final.
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— ¡Shin-chan! ¿A dónde vas?—preguntó Takao alegre como siempre.
— Iré a comprar mi objeto de suerte para mañana, además Oha Asa dijo que hoy iba a suceder algo diferente... Especialmente con Virgo—dijo entre cerrando los ojos.
— ¿Por eso llevas ese extraño oso de madera gigante?—preguntó Takao aguantado las ganas de orinarse de la risa.
— ¡No te burles! Presiento que algo verdaderamente malo va a suceder—ajusto sus lentes de la forma que solo Midorima Shintarou sabe.
"Cáncer esta en el tercer puesto y Leo en el segundo... Seguro Kagami tendrá un buen día hoy... ¿Por que pienso en él? Bueno, es buen jugador ¡No es como si me llevara bien con él! No es para tanto... ¿Cierto? Agh ¡Esto es molesto!" pensaba el peli verde.
Takao frunció el ceño ante el comportamiento de su compañero y as de Shutoku.
"¿Por que parece salir humo de Shin-chan? ¿Qué se puede hacer? ¡Ja! Tsunderes"
Las horas pasaban y Aomine dormido se encontraba. Un pequeño zumbido se escucho por parte de su teléfono de última generación, si claro.
De: Akashi Absoluto mis polainas
Asunto: Sin asunto
Mensaje: Ya encontré una solución, después de esto, no sabrás nada de mi parte. En el mismo lugar de siempre. No llegues tarde.
"Ya era hora, señor Absoluto. Espero que encuentres la forma de deshacerte de Akira"