— Kagami-kun ¿Estás bien?—preguntó un Kuroko un poco, tan solo un poco preocupado.
— Estoy bien, Akira ¿donde aprendiste esos movimientos?—le pregunto un Kagami sorprendido y ansioso.
— Bueno... No sabría responder a eso—respondió mientras comía chocolate.
•°•°•°•
El pelirrojo estaba hecho una furia, había perdido con uno de sus mayores rivales, Aomine Daiki... Caminaba de a un lado a otro con los puños fuertemente cerrados y con el ceño fruncido.
— ¿Tanto te enfurece?—preguntó una voz detrás de él, Kagami, al escuchar la voz se asustó y llevó una mano a su pecho.
— ¿¡Pero qué pasa contigo!? No asustes así, Kuroko o tú me harán morir de un ataque al corazón, fuck—le reclamó el pelirrojo al castaño.
— No es mi culpa que no se den cuenta, llevo diez minutos viendo tu enojo por perder contra Aomine—Akira comía un helado mientras decía aquello.
— Si yo hubiera estado allí, habríamos ganado—dijo sin emoción al hablar.
"Este chico... ¿Si hubiera jugado quizás...?"
— Entonces ¿Que sugieres?—dijo Kagami.
— Esperar, solo espera un momento—le contestó.
— Eh... Bakagami, la entrenadora te busca y dijo que llevaras al nuevo—como apareció, se fue, Furihata fue la respuesta de Kagami.
— ¿Como sabías...? Ni siquiera te vio—preguntó Kagami confundido.
— Yo no sabía nada, las probabilidades de que Aida Riko quisiera venganza eran de un ochenta y ocho por ciento—dijo mientras terminaba su helado.
El tigre con el ceño fruncido solo se digno a seguir al chico hasta el gimnasio, al llegar vieron al equipo de Too Gakuen y a su "as". Mayor fue la sorpresa de Kagami que no se dieran cuenta de Akira, más cuando el de ojos negros caminaba a su lado.
— ¿Entrenadora? ¿Que necesita?—dijo Kagami a Riko, la entrenadora levanto su rostro molesto buscando a Akira.
— ¿Y Akira?—preguntó.
Kagami le empezó a buscar... No sabe como lo encontró.
— ¿Qué diablos...?—se dijo Taiga al ver al castaño en el centro de la cancha viendo detenidamente el aro.
— Eh... Akira, la entrenadora te necesita—le llamó Kagami, este llego y asintió.
— Bueno, que empiece la revancha—todos (menos el nuevo) se unieron al campo de batalla.
Akira en lugar de sentarse en la banca (como es debido) decidió sentarse en el suelo con las piernas cruzadas degustando de su chocolate.
— ¿Que pasa Kuroko?—preguntó el chico al notar la presencia del pequeño fantasma.
"¿Noto mi presencia?"
— Ryo-san, eres extraño—comentó sincero.
— Ser extraño es normal, ser anormal es anticuado, por lo tanto ser normal para mí, es ser normal—respondió.
¿A qué se refiere? El chico celeste no contesto nada a ello, pues claro ¿qué demonios podría responder a eso?
El primer y segundo cuarto eran pan comido para Aomine, pero para Seirin era la mierda total. Iban cincuenta a treinta y dos, con Too liderando el juego.
— Entrenadora, déjeme marcar a Aomine—dijo Akira levantándose del suelo.
Riko acepto, pidió un cambio de jugador y Akira entro a la cancha, pero no sola, sino que también Kuroko iba con él, por desgracia muy pocos notaron su presencia.
"¿Pero que esto? ¿Una chico... Nuevo? ¿Por qué no lo vi desde el principio? ¿Es acaso...?"
Aomine dirigió su vista a Kuroko, el cual también observaba el rostro confundido de su antiguo compañero.
— ¿Y tú quien eres?—Aomine pregunta de forma tosca.
— Aomine Daiki, antiguo miembro milagroso de Teiko, veloz, ágil y sobre todo rápido, siempre eh querido sentir la adrenalina con tu estilo de básquet—ignoró totalmente la pregunta del moreno.
— ¿Qué? Eh preguntado tu nombre—reclamó.
— Eh... Tranquilo pantera—dijo el chico con una sonrisa burlona, la cual molesto a Aomine.
El silbato sonó... El gimnasio se sumió a un reconfortante y muy inusual silencio, pues el balón naranja era manejado por el de pelo azul de una manera muy profesional y perfeccionada, sin duda alguna, Aomine practico mucho al perder contra Seirin en la Winter Cup.
Aomine, en un rápido movimiento paso por un lado de Akira, este sonrió.
"Cayó"
Aomine se dio cuenta que fue muy fácil salir de allí. Es más, todo Seirin estaba muy callado, ni siquiera luchaban por quitarle el balón a Aomine.
"¿Que sucede? ¿Seirin... Se... Ha rendido? ¿Kuroko y Kagami...? ¿Pero qué diablos está pasando?" Aomine no creía lo que veía.
Pero a simple vista humana, parecía que Seirin habían perdido sus esperanzas, pero, si lo ves desde el punto de vista de un loco con obsesión a mentir, la perspectiva sería diferente.
La poca, pero muy poca presencia de Akira y su extraño actuar para confundir a la gente hizo que Aomine se sumiera en un transe de depresión corta, el miedo de que suceda otra vez, aquella impotencia de que todos se rinden.
"Ese es el verdadero poder de Akira, te hace ver tus miedos, verdades, te hace recordar tu pasado, tu pasado mas doloroso" Pensó Riko, al mismo tiempo en que la luz y la sombra anotaban dos puntos.
"¿Qué? ¿Que fue eso, como lo hicieron?" Aomine reacciono después de escuchar el sonido que indica que su oponente había anotado, pero aún así, no era suficiente, apenas si aumentaron puntos.
— Kagami, déjame de nuevo marcar a Aomine—pidió el chico.
— ¿Usaras la misma técnica?—le pregunta confundido.
Él negó— Mostrar el miedo de la pantera no funcionara si lo haces dos veces, déjame intentar otra cosa—le dijo a la luz, el pelirrojo encantado acepto ¿cómo no? Ansiaba ver como el chico moreno perdía de nuevo.
"Si el hecho de que sigamos anotando, es posible que Aomine entre en la zona" Pensó Akira, aunque no preocupado, sabía exactamente en qué momento el moreno sonreiría y entraría a la zona.
De nuevo Aomine y Akira estaban frente a frente.
— Esta vez anotaré yo los puntos, un par de puntos no hace ni más ni menos la diferencia—Aomine estaba protegiendo su orgullo.
En respuesta de eso el castaño empezó a rebotar el balón, ese era el único sonido que se escuchaba, pues la tensión era grande, mas cuando juegas con un equipo como el de Aomine.
"¿Acaso hará eso de nuevo?" Kagami miraba detenidamente los movimientos de su nuevo compañero.
Como pantera que era, hacia guardia para no dejar pasar a su presa, bueno, así le miraba él. El rebote paro abruptamente y Aomine confundido abrió los ojos.
¿Acaso imitaría a Midorima Shintarou?
"¿En que piensa esta persona?" se dijo Aomine.
Con toda la determinación que tenia éste chico, enderezó su espalda y salto, pero él esta consiente que no sería capaz de hacerlo por la diferencia de fuerza, él no era Kagami, pero podría ser capaz de detenerlo. Entonces lanzo la pelota por arriba de los brazos de Aomine, cuando Akira llego al suelo corrió y volvió a saltar tomando así, al balón el cual paso a Kuroko y él a Hyuuga, anotando tres puntos.
¿Akira trabajaba como su propia luz y sombra?