'En la secundaria Shuutokuconocí a gente importante, desarrolle aun más mi estilo... Y conocí a quien creí mi hilo rojo.'-narraba en la televisión un peliverde al que le preguntaron por 'el amor de su vida', luego de que dijera que estaba soltero.
Midorima Shintaro un famoso medico que ha salvado miles de vidas.
'Aquél en un principio era molesto para mi, la verdad yo era muy silencioso y él nunca paraba de hablar, molestarme y hacer... Hacernos reír a todos, era muy alegre... Y poco a poco nos volvimos inseparables.
Ambos jugábamosBasquetball, él era escolta, yo pointguard...'
'-¿él?, ¿es hombre?'
'Sí, yo también en un principio quede en estado de shock, e intente alejarme, pero... No podía, estaba atrapado por su sonrisa, su voz y... Y sus hermosos ojos azul-platino...
Luego de unos años él se me declaró, entre llanto me dijo que se alejaría, solo me pidió que lo tratase como siempre... Que olvidara lo que había dicho...'
'-¿y que le dijo usted?'
'Nada-dice el de peliverde, con una suave sonrisa-solo le tome de la barbilla y le bese.'
'-¿pero... Usted dijo que esta soltero?'
'Terminamos por... Un suceso que no olvidaré, quizás él aun no lo olvida, pero... Yo lo amaré por siempre.'
Repentinamente la televisión se apago.
-¿porque la apaga, Takao-sempai?
-ya acabo el descanso, vallan a trabajar-suelta el pelinegro enojado con sus subordinadas, quienes salen del área de descanso y van a atender a los nenes de pediatría.
Takao Kazunari con 20 años esta de internado en un hospital pediátrico en el centro de Tokio, y en esas fechas lo que menos le apetecía era escuchar la voz de 'él'.
'El viernes se cumplirán 4 años...'
Con eso en mente y un amargo sabor de boca, va al balcón y saca un cigarrillo, su hora de descanso llego y la entrevista le amargo la tarde, quería relajarse.
Era una celebridad en ese centro y cualquiera que visitara, se había dedicado a pediatría los últimos años y era brillante.
Pero... Todos quienes lo conocían lo clasificaban de estricto, gruñón, amargado, serio, cerrado e increíblemente guapo.
Alguien inalcanzable.
Nadie le había visto sonreír, pero jurarían que si lo hiciera seria una brillante y hermosa.
El pelinegro apago el tubo de nicotina y entro a la sala, tomo su bolso y saco su obento para comenzar a comer.
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En un set de televisión, un peliverde se sacaba el maquillaje reglamentario para cualquier entrevistado y sale, solo pensaba en lo que había dicho en la entrevista, Takao siempre seria el amor de su vida.
'Este viernes florecerán, comienza la primavera... Como aquella vez. Este viernes se cumplen 4años... ¿donde estarás, Takao?'
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El rencor no es algo muy lindo de sentir, menos si es por una persona querida... Por quien alguna vez fue el amor de tu vida.
Había una junta, y se reunirían los mejores de medicina del país.
El destino quiere verlos juntos, es lo que pensaba un pelirosa viendo la lista de nombres en su oficina.
Finalmente, en la sala de juntas se vieron, aunque fingían indiferencia, sus corazones latían a la par del otro, la conexión era tal que no necesitaban de roses para sentir la electricidad, su interior lleno de mariposas.
'Si esto no es amor, que alguien me explique qué es.'
¿cuan grande debe ser la ofensa para mantener dos almas destinadas a estas juntas, separadas?
Sera que Kami-sama se compadeció y te puso en mi camino otra vez.
Pensaba un peliverde, dejándose perder en unos orbes color mar.
Tal vez mi hilo rojo se enredó con el de él, o tal vez, solo tal vez... Alguien lo corto.
En 4 años donde ninguno pudo olvidar a el otro, ¿habrán bastado para limar asperezas?
Todo parecía indicar que no.
Salieron con distintas direcciones sin mirar atrás.
El pelirosa suspiro y salio, frustrado con ambos.
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'Ya comenzó...'
'... Es realmente hermoso.'
Estaban parados ambos, dándose la espalda.
Sabían de la presencia del otro.
El aroma era inolvidable para ambos.
-... Solo... Quería pedirte perdón.
-...-silencio, solo eso provenía del pelinegro-Midorima...
-...¿ya es demasiado tarde?
-pasaron años ya... Pero nunca sera tarde para ti.
Ambos sintieron el alivio recorrer sus cuerpos.
-Takao... Te amo, Kazunari-siente las palabras en su cuello y los brazos que extraño por años abrazarle.
-yo también... Shin-chan.
No importa cuan grande sea la ofensa... El amor los unió, y eso no se romperá por errores humanos.