Era el primer día de trabajo de Yoongi, así que el día anterior dejó preparado el material de clases con mucho esmero y preocupación, no quería dar una mala impresión, suspiró y se pasó las manos por la cara, estaba nervioso, claro que sí, aún era muy joven y el trabajo que tenía era importante
No lo arruines Min Yoongi
Se permitió irse a dormir de una buena vez
Desde que había tomado la decisión de mudarse de vuelta a Seúl, no había pensado en… él.
Bueno, o eso quería creer
Cada vez que el rostro de sonrisa infantil de su ex novio aparecía en su cabeza, este lo bloqueaba, repitiendo mentalmente: “Ya lo superaste, está todo bien, Seúl es un lugar enorme, no tienes porqué encontrarte con el”
Pero el destino…
Era increíblemente hijo de puta.
…
Nervioso, dejó el desayuno listo para Taehyung, él no podía comer nada, estaba demasiado ansioso para eso, ese día conocería a sus jefes y colegas, y aún más atemorizante, a sus alumnos.
-Lo harás bien Yoongi…-escuchó que le decía su hermano, levantó la vista para encontrárselo sonriendo de esa manera tan peculiar que tenía el menor.
-Gracias Tae… ¿Terminaste de comer?-Cuando el menor asintió, restiró su plato e inició una ardua lucha de “piedra papel o tijeras” para decidir quién lavaba, Tae perdió así que comenzó a lavar mientras su hermano daba la última revisión a sus papeles.
-Bien, recuerda ser amable con todos y… Tae, no puedes llevar eso contigo-frunció el ceño al ver al menor en la puerta con su peluche en las manos
- ¡Pero Yoongi! Es una casa desconocida, BamBam se asustará aquí solo- el pequeño hizo un puchero, haciendo que Yoongi frunciera aún más el ceño
- Lo siento Taehyung, pero es mi última palabra.-sentenció Yoongi con voz autoritaria, Tae no pudo más que suspirar y dejar a su león cómodamente sentado en el sillón.
…
Yoongi entró en el salón de profesores temblando un poco, se sentía tan indefenso ahí, tomó aire y se obligó a seguir adelante.
Las conversaciones con el director no fueron problema, el hombre resultó ser muy amable y cordial, le dio la bienvenida y le dijo que en la tarde tendría su primera clase con los alumnos.
Todo marchaba bien, hasta que lo vio
Ahí estaba, el muy hijo de puta leyendo un periódico mientras con la otra mano sostenía su taza de café
Porque, porqué de todas las escuelas de Seúl, ese imbécil no estaba dando clases en ninguna otra parte que ahí.
Además, por más odio que sintiese hacia él, no pudo evitar pensar, que Park Jimin, se veía demasiado, demasiado bien, veía sus brazos que salían de la polera de deportes que tenía puesta, grandes y tonificados, más de lo que recordaba, se reprendió mentalmente, y, tratando de no ser percibido, se dio la vuelta bruscamente, debía huir de ahí ya.
Pero justo al darse vuelta, choco de cara con otro colega
-¡Oye! ¡Más cuidado!
- Yo… lo siento - trató de salir antes de que…
- ¿Yoongi?
No… jodas
Yoongi, haciendo uso de todo su autocontrol, se dio la vuelta, dirigiéndole al hombre frente a él una de sus más frías miradas
-Oh, Hola Park, ha pasado tiempo.
Jimin simplemente no podía moverse, no podía hablar, verlo ahí, al protagonista de sus mejores sueños y también sus peores pesadillas, parado frente a él, y luciendo más hermoso de lo que podía recordar, no era algo con lo que pudiese lidiar.
Sin pensarlo ni un segundo, Jimin se arrojó contra él, imprudente e impulsivo como siempre había sido, se abrazó al cuerpo de Yoongi, enterrando la cara en el hueco entre su hombro y su cuello.
Suga, quien definitivamente no se esperaba aquello, tardó un par de segundos para reaccionar y empujar a ese estúpido lo más fuerte que pudo, su corazón latía desbocado y sentía el ardor en sus ojos aparecer
No, no estaba superado.
-Yoongi, por favor, ¡espera!- Jimin corría tras él, importándole poco si chocaba con alumnos, docentes, el mismísimo director podía irse mucho al carajo en ese mismo momento si de eso dependía atraparlo
Yoongi solo corría lo más rápido que sus piernas lo dejaban, quería alejarse de él, pero estaba claro que Jimin era mejor deportista que él, no pasó mucho tiempo para que sintiera sus fuertes brazos aferrarse desesperados a su cintura, logrando que sus lágrimas cayeran por fin, una vez más, a causa de él.
Y ahí estaban, en una de las salas de descanso para los docentes que se encontraba vacía, sentados frente a frente, mirándose sin decir nada, Jimin jugaba nervioso con sus manos, no sabiendo que decir
-Yo… creí que no volveri…
- Fue solo por el trabajo.-lo cortó Yoongi en seguida- solo por eso
Jimin se mordió fuerte el labio inferior
-De verdad… de verdad me alegra verte –su voz salió casi como un susurro
-¿Si? No puedo decir lo mismo
Yoongi hablaba con seguridad y desprecio, lástima que eso fuese lo que realmente sentía.
Estaba nervioso, muy nervioso, era la primera vez que lo veía desde esa noche en la que huyó, por él, por su traición.
-Yoongi, de verdad, no tengo palabras para expresar lo muy, muy arrepentido que estoy de todo lo que pasó- Jimin habló desde el corazón- No sabes… no sabes todo lo que sufrí cuando…
- ¡Já!- se burló Suga, mirándolo a los ojos- ¿Sufriste Park?, Oh lo siento muchísimo, debió ser muy desagradable para ti metérsela a esa zorra, ¿No?
- No… no fue eso lo que quise decir, sé que no soy la víctima aquí, sé que soy el hijo de puta que engaño al único amor de su vida, ¿sí?
Yoongi se tensó por completo al escucharlo, pero no, no podía caer ante él.
-Claro, y me vas a decir que no has estado con nadie desde que me fui por respeto al “único amor de tu vida”-se burló entre risas haciendo comillas con los dedos, pero Jimin lo miró con intensidad, tanta que se sintió débil y desprotegido.
-No Yoongi, no he estado con nadie más desde que te fuiste
En seguida Suga sintió como sus paredes comenzaban a ceder de a poco, Jimin… ¿Jimin estaría diciendo la verdad?, No, no podía creerle, si había mentido una vez podía hacerlo de nuevo.
Pero Jimin no estaba mintiendo, muchas cosas pasaron desde que Yoongi abandonó Seúl con su hermano menor, demasiadas cosas, y pesar de todo el tiempo, Jimin jamás dejó de culparse, de odiarse a sí mismo por haber perdido a ese ser puro y hermoso, como lo era Yoongi. De pronto, Jimin recordó algo importante, justo en el momento en que Yoongi se levantaba dispuesto a irse de una vez de ahí.
-¿Taehyung está aquí? ¿Está estudiando aquí?
Suga bufó molesto y se cruzó de brazos
-Sí, y si me disculpas tengo que irme a….
- No, hay algo que debo decirte- Jimin se levantó, haciendo que Yoongi retrocediera unos pasos
- No me importa nada que vayas a…
-No, Yoongi, esto es importante, es sobre Taehyung.
…
Taehyung se miró al espejo del baño por última vez, Yoongi le había quitado a su BamBam, ahora estaba solo contra ese lugar nuevo, lleno de personas nuevas, que no eran peluches.
Al empezar la clase lo hicieron presentarse ante todos, dijo su nombre y lo más rápido que pudo se fue de vuelta a su puesto, luego de eso un amable chico había ido a saludarlo, se había presentado como Kim Seokjin, le cayó bien, tal vez se debiera a que parecía un peluche, aunque no lo era.
La hora del almuerzo llegó más rápido de lo que creyó, tomó su ración de comida y empezó a mirar por todas partes por algún lugar libre donde sentarse, se mojó los labios con la lengua nervioso, no veía nada, de repente, vio a alguien haciéndole señas, ¡era Jin!, sonrió un poco cuando este le indicó aun con señas que fuera con él, agradeció al chico-no-peluche por ser tan amable en su primer día, pero jamás hubiese estado preparado para lo que luego pasó cuando llegó.
Jungkook
Él estaba ahí mirándolo, mirándolo con curiosidad, lo más doloroso era, que esa era la única emoción en el rostro del chico, tomó aire t junto todo el valor que tenía para hablar
-¿Park Jungkook?- No sabía por qué lo preguntaba, claro que era el, estaba igual de guapo y de angelical que siempre, el aludido lo miró con nerviosismo
- Em… si
Mierda, ¿Por qué no dices mi nombre?
-K-Kookie…-su corazón se contrajo cuando esa mirada llena de desconcierto y de duda se posó sobre él, su cuerpo dio una sacudida peligrosa, casi deja caer la bandeja que sostenía, solo presa del horrible nerviosismo que sentía.
- Si…Oye, disculpa… ¿Nos conocemos?
Taehyung sintió su garganta secarse, no sabía que hacer ahora, se había pasado años pensando en él, ¿y ahora simplemente no lo recordaba?.