Después de correr Miyata regresó al gimnasio Kawahara donde ya lo esperaba su padre.
-Ichiro, muy pronto será tu pelea contra Randy Boy asi que es mejor que de adentres a un buen entrenamiento.
-¿Y cuál es padre?- preguntó mientras trataba de recuperar su respiración.
-Entrenarás con los del gimnasio Kamogawa.
-¿Qué?
Preguntó mientras se mostraba sorprendido. Ahí estaba Ippo, lo cual significaba que era momento de entrenar juntos, sería casi justo como la vez que Ippo entró al gimnasio hace unos años.
-De acuerdo papá entrenaré con ellos.
-Sé que eso suena algo extraño por los sucesos que ocurrieron hace años- dijo el padre de Miyata, él estaba consiente que su hijo estaba ansioso por pelear con Ippo pero, la distancia se hacía cada vez más.
-Sí, pero eso me ayudará a tener más experiencia en mi técnica.
Asintió su padre con satisfacción, su hijo había crecido.
Eran las 7 de la mañana, un martes en donde Miyata llegó al gimnasio de Kamogawa donde ya lo esperaban Aoki, Kimura, Ippo; Itagaki y Takamura.
-Oh, Miyata, hola- saludó Kimura agitando la mano en forma de saludo.
Miyata solo lo saludó con una cabezada.
-Muy bien chicos, vamos a llevarlos a entrenar, asi que suban- dijo Yagi con paciencia y ellos abordaron.
Ichiro miró como subía Ippo, ese día el chico de la técnica Dempsey vestía con una camisa azul cielo claro y unos pantalones cortos que le dejaban ver las fuertes piernas. Se sentó apartado de ellos mientras ellos platicaban sobre cómo sería el entrenamiento, más escuchaban canciones para estar más animados y Takamura no paraba de meterse con Aoki y Kimura; al mismo tiempo con Itagaki e Ippo los defendían.
Al llegar, vieron que era una zona que parecía muy tranquila, tenía una pista para correr, un lago y árboles.
-Oooh- se sorprendieron todos al verlo.
-Muy bien chicos, comencemos con el entrenamiento- en eso el mayor sacó un reloj- todos a correr.
-En sus marcas, listos, fuera- en ese preciso momento Takamura los empezó a rebasar a todos, Ippo se quedó atrás junto a Miyata y Aoki, Kimura e Itagaki más atrás.
-Ustedes son unos inútiles nunca me podrán alcanzar- reía el rey de los pervertidos mientras corría pero Ippo no se rendía.
Corrieron hasta que Yagi les dijo que se detuvieran.
-Muy bien, descansen un poco.
Todos estaban jadeando, el pelinegro miró de reojo a su rival que estaba recuperando el aire, miró su cara sudorosa, la camisa transpirada, el pecho, la marca del abdomen y las piernas torneadas. Le llamaba la atención, asi que se quitó la sudadera y dejó ver sus prominentes bíceps y el cuerpo bien trabajado y sudado.
Trataba de estar cerca del campeón de Japón, y ver más ese cuerpo trabajado.
Cuando acabó el descanso, hicieron un buen de abdominales, lo cual…
-Ippo, quítate la camisa- propuso Miyata e Ippo se sorprendió.
-Miyata-kun- dijo Ippo- pero…
-Vamos no nos digas que te vergüenza- se burló Aoki mientras Kimura reía, pero ellos sí empezaron a quitarse la camisa. A Ichiro no les importaba ellos, sólo ver el cuerpo bueno de Ippo Makunouchi era lo único que le interesaba.
-De acuerdo- al quitarse la camisa Ichiro se deleitó con la vista. Nunca había visto así a su rival. De cerca no, tal vez pudo verlo cuando peleaba con Sendo, Date o Sawamura. La piel morena, las gotas bajaban y los músculos se movían a compás de su respiración, esa apariencia de Ippo era lo que no conocía.
Pensaba que Ippo era una persona con un aspecto débil fuera del ring pero no. Una persona sexy que lo escondía muy bien.
-Miyata, deja de envidiarle la figura y también hazlo- Takamura lo sacó de sus pensamientos y estuvieron haciendo el ejercicio, al terminar un boxeo de sombra y mientras lo hacía esta vez Ippo ya solo llevaba el torso desnudo; lo cual su cuerpo se movía de una forma que podría provocar a una mujer.
Era como un baile erótico para Miyata, el imaginarse a Ippo así en su cama, invadía su mente.
La figura de Ippo estando con la suya mientras estaban a solas, besándose apasionadamente y luego…
-Miyata-kun…- dijo Ippo pero él no lo escuchaba- este…
-Miyata- dijo Kimura- oye…
-Ah, ¿Qué sucede?
-Dice Yagi-san que…- seguían hablando pero Miyata estaba hipnotizado por Ippo, su cabello del chico estaba peinado hacía tras, dándole un aspecto aún más rebelde y seguían entrenando hasta que Yagi los llamó diciéndoles que fueran a descansar y luego a ducharse al lago.
Se la pasaron a todo dar, Takamura dio un mega clavado que los empapó a todos, dejándolos como perros de aguas y luego rieron. Antes de entrar, Ippo doblaba su ropa, lo cual Miyata se daba el lujo de ver ¿Pervertido? ¡Claro que no! Él observaba al rival.
Ya después a los otros cuatro les dio hambre e iban saliendo.
-Sempai ¿No vas a acompañarnos?- preguntó Itagaki mientras se amarraba la toalla a la cintura.
-No, ahora no, quiero relajarme- decía Ippo mientras negaba con la cabeza.
-Querrás decir “Quiero quedarme un rato más y seguir seduciendo a Miyata-kun con mi musculoso cuerpo”- pensó Miyata al ver como se alejaba Itagaki.
Se relajó ya que el agua estaba muy tibia y lo ponía muy bien. Volteó y vio como Ippo suspiraba mientras cerraba los ojos y disfrutaba del agua.
Era su oportunidad para estar cerca de él. Tan inocente Ippo, no se imaginaba que Miyata lo observaba y se acercaba a él.
-Ippo, ya que todos se fueron, tal vez…- dijo con una voz, una voz que él no reconoció pero sonreía al ver que Ippo se alejaba con las mejillas algo rojas.
-Miyata-kun… ¿Qué sucede?
-¿No es obvio? Estamos solos, deberíamos aprovechar…
-Pero Miyata-kun… estamos cerca y pueden vernos- el chico estaba muy sorprendido por la inesperada actitud de Miyata, según que él sepa, él no era así ¿Qué pudo haber cambiado?
-¿No lo entiendes? Quiero estar junto ese cuerpo tuyo que desde la mañana me ha excitado.
¿Excitarlo? Ippo no entendía nada.
-No entiendo…- dijo débilmente el campeón de Japón.
-Haré que lo entiendas- lo tomó de los hombros y lo besó. Pero no lo besó para amarlo, sino para desearlo, para hacerle entender que estaba deseándolo desde la mañana para excitarlo y obtener lo que quería.
-Mmm…-gimió el chico mientras sentía que Miyata lo tomaba de la cintura, aunque estaba el agua, Miyata no le vio obstáculo y el beso siguió igual de apasionado.
Al terminar el beso, Ippo estaba muy ruborizado.
-Yo… Miyata-kun no sé qué buscas con todo esto pero…
-¿No lo entiendes Ippo? Te deseo, todo tú me fascina, tus ojos, tu cuerpo; tu color de piel y ese bulto- señaló debajo del agua el pene levantado de Ippo, el cual se ruborizó más y lo cubrió con sus dos manos.
-¡Ah!- lo cubría pero fue detenido por Miyata.
-No lo hagas, lo tienes grande, eso es lo que más me gusta- esas palabras no eran de él, algo andaba mal pero estaba emocionado y excitado que no lo pensaba más.
-Por favor Miyata-kun creo que es hora de irnos a comer- ríe algo nervioso al tratar de huir pero en ese momento Miyata usó su habilidad rápida para tomarlo de la cintura y volverlo a besar e Ippo estaba más que confundido… Aunque la emoción se apoderó de él, quería que Miyata lo volteara ver, que le hiciera caso y que fueran amigos.
Pero estaba acostumbrado a que el rey de los contragolpes tuviera esa cara tan seria y después de ver una pelea desparecía de repente, como cuando vieron la pelea entre Sendo y Volg, le gustaba su compañía pero siempre terminaban asi ¿Ahora quería seducirlo?
-Ippo- se acercó más luego de besarlo para proceder con el cuello y acariciar su mojado cuerpo, el chico no se negó ya después del tercer beso, quería más asi que en ese momento correspondió; enredando su lengua con él.
-Miyata-kun…- gimió mientras enredaba sus brazos al cuello del chico que le estaba llevando a nuevas sensaciones, a explorar un sentimiento que tenían en lo más recóndito de su ser y el beso continuaba y sus bocas se ponían cada vez más húmedas.
Pero de repente se escucharon unas voces y ellos se separaron de inmediato. Eran Itagaki y Kimura.
-Oigan, el señor Yagi pregunta a qué hora vendrán para comer- dijo Kimura al acercarse y verlos que se levantaban y se ponían la toalla.
-Ah, sí, está bien ya vamos- el campeón de la OPBF se encaminaba delante de Ippo el cuál se sorprendió un poco por esa actitud y ya vestidos se dirigían a la cabaña.
-Por cierto ¿Por qué están aquí? ¿No habían ido a la cabaña?- preguntó Miyata a Kimura, éste se puso un poco nervioso y carraspeó.
-Mm pues para qué iba a ser- rió- es para avisarles que ya vinieran.
-Sí, eso- Itagaki asintió rápidamente para darle la razón.
-De acuerdo- asintió Ippo inocentemente mientras caminaba junto a ellos.
Comieron y después de eso abordaron el tema del entrenamiento de mañana y después a dormir, primero Aoki, Takamura (Kimura e Itagaki fueron por más mantas) y Miyata junto a Ippo.
Ippo no lograba conciliar el sueño luego de que han pasado 10 minutos ya que en ese momento decidió no voltear porque se encontraría con Miyata.
Miyata le daba nervios, el Miyata que era serio y de quién sentía respeto ya no estaba en ese momento y le daba “miedo” que de nuevo el campeón de la OPBF intentara besarlo y hacerle ver estrellas y estremecerse.
Claro, Ichiro Miyata era una persona atractiva pero muy seria y en los años que lo lleva conociendo nunca conoció a una chica que fuera su amiga o su novia, siempre andaba solo. Hasta una vez pensó que Kumi sentía algo por él cuando la vio en una de las peleas de éste.
Sintió que le picaban el hombro, no podía dejar de imaginar a Miyata tratando de llamar su atención a las 9 de la noche.
-Ippo- lo oyó susurrar cerca y el corazón del campeón de Japón dio un salto cómo si hubiera saltado de inmediato de un peldaño- ¿Estás despierto?
¡Claro que lo estaba! Pero no quería contestar porque ahí estaban cerca Aoki y Takamura (Kimura e Itagaki no habían vuelto)
Asi que asintió.
-Oye, quisiera hablar contigo- de nuevo esa voz tan seria, al principio y después seductora ¿Qué estaba pasando? ¿Será que se lo estaba imaginando? ¿Y ese beso era también…?
-Sí- dijo débilmente Ippo mientras asentía y se levantaron despacito, sin hacer ningún ruido y estaban atentos a cualquier movimiento.
Estaban cerca de donde tuvieron su primer beso, Ippo estaba sentado en una roca y Miyata de pie, cubriendo con sus bolsillos sus manos.
Quedaron en silencio.
-Makunouchi… No. Ippo, quisiera pedirte una disculpa.
El chico de cabello en punta volteó a verlo ¿Una disculpa? ¿Por qué?
-Yo… creo que estaba mal de la cabeza que no pensé en ti- continuó- te besé y has de pensar “Qué loco”
“No, así no fue, más bien estaba muy confundido” pensó Ippo mientras negaba con la cabeza y se levantaba, sus rostros estaban siendo iluminados por el agua que reflejaba la luna.
-Claro que no- el comentario de Ippo sorprendió al otro joven mientras este lo miraba seriamente- no me molestó ni pienso que estás loco… Sólo fue algo que ocurrió en el calor del momento, asi que no te…culpo por eso.
Miyata, al escuchar esa respuesta se quedó tranquilo un 10% ya que vio que Ippo tenía el mismo rostro de cuando se besaron dentro del lago.
-¿Estás diciendo la verdad?
-¿Qué?
-Dices que no me culpas por ello y que fue por el calor del momento… ¿entonces por qué actuaste como si te estuviera a punto de violar?- su voz de nuevo adoptó lo molesto.
-Fue por el calor del momento y yo correspondí asi que por eso… no te culpo de nada y no te tienes porque disculpar.
Lo tomó de la camisa, como aquella vez.
-¿Por qué crees que accedí a entrenar con ustedes? Dilo.
-Porque es parte de tu entrenamiento…
-No, sino porque me…
-Itagaki….
-Kimura-san… más… ahí…
Se escucharon gemidos y eran de ellos dos.
Fueron por donde se escuchaban y ahí estaban. Kimura estaba embistiendo a Itagaki que se movía pidiendo más… estaban muy calientes y sus rostros llenos de deseo.
-¡Ahh!- escandalizado y apenando Ippo se echó para atrás y Miyata le cubrió la boca inmediatamente.
-Shh- lo calló mientras este solo asentía y se alejaron de ahí.
-Pero ¿Qué pretendían Itagaki-kun y Kimura-san?
-¿Y yo que voy a saber?- respondió Miyata al alejarse también de ahí, aunque los gemidos de Itagaki y los jadeos de Kimura aún seguían invadiendo sus oídos.
-Cómo sea… aun asi… no importa lo que haya sucedido… amm bueno tú me entiendes, estás… perdonado.
Miyata no lo soportó y tomó su rostro para tenerlo en frente durante tres segundos y darle un apasionado beso que Ippo no tardó en corresponder. Era mágico ese beso asi que era lo mejor que pudo haber pedido.
Fueron de inmediato al cuarto de baño para continuar explorándose, besarse y desearse y tratándose de olvidar de las penas en el lago hace horas.
Miyata bajaba los pantalones cortos mientras que Ippo le quitaba la camisa con algo de dificultad porque luchaban. Sí, luchaban para ver quién tenía el control en ese momento. Logró quitársela, al mismo tiempo que sus pantalones cortos bajaron quedando en sus tobillos.
Mientras el joven se aferraba al cuerpo del menor, atacaba el cuello y lo mordió. Provocando un grito de Ippo lo besó de nuevo para callarlo ya que estaban cerca de la cabaña, acariciándose el cuerpo desnudo mientras los besos se volvían cada vez más húmedos que hasta salía saliva en sus comisuras y se separaron y el hilillo los conectaba.
¿Conectaba? Tal vez no pelearían por el título o por acabar con el empate pero si estaban conectados no por ese beso, sino porque los unía una promesa… Pero ahora ese pensamiento se borraba poco a poco por la pasión que invadía su cuerpo.
Miyata abrió las piernas de Ippo mientras este se ponía a la pared y se tocaba el cuerpo para estimularse y deleitarse como el pene de su amante, palpitante y surcado de venas entraba poco a poco en su interior. Estuvieron un minuto así, sin moverse para darse tiempo de abrazarse y estar tranquilos, podían sentir sus corazones palpitar rápidamente.
-Puedes moverte- la voz de Ippo le dio permiso ya, de poseerlo y comenzar lentamente… sus cuerpos se movían y sus respiraciones se agitaban cada vez más.
Al poco tiempo el ritmo de las embestidas aumentaron y solo los gemidos de Ippo le harían entender a Miyata que lo estaba disfrutando.
-Ahh…- gimió mientras se aferraba a sus hombros y después los brazos bajaron hacia los glúteos y los apretaba y luego los acariciaba, sus piernas subían y temblaban a cada embestida y se besaron cada vez más apasionadamente.
Ippo besó su pecho al bajar su cabeza y Miyata lo disfrutaba. Al poco rato cambiaron de posición y el campeón de Japón estaba a merced de él, abajo y gemía mientras el pene de Miyata se deslizaba sobre su entrada que apretaba y se iba llenando hasta que de un profundo gemido de Miyata se corrió dentro e Ippo en sus estómagos y jadearon al parar y escuchar sus ritmos cardiacos.
-Miyata-kun.
-¿Mmm?
-Me…
-Tú también me…
De pronto se abrió la puerta y ellos de inmediato tomaron su ropa para después esconderse, eran Kimura e Itagaki que reían y se besaban.
-Kimura-san tenía razón, me hizo disfrutar…- reía el joven de cabello cobrizo mientras el mayor besaba su cuello.
-Te dije que te gustaría- seguía besándolo mientras terminaban de vestirse y salir de ahí.
-Miyata-kun- susurró el campeón de Japón- debemos apresurarnos antes de que se den cuenta.
-Sí- asintió mientras se vestían y casi corriendo llegaron a la ventana de la habitación para que después de eso se acomodaran a su cama y acostarse y fingir que dormían. Llegaron Kimura e Itagaki y se acostaron, mentalmente Miyata e Ippo suspiraron de aliviados.
Pero esto aún no terminaba.
CONTINUARÁ