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Caos por pk2solitarios

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Pensé llamar a este capítulo del amor al odio, pero al volverlo a leer decidí que “Prioridad” se ajustaba mejor. Disfruten y disculpen mi ausencia.


 


“Prioridad”.


Hay cosas verídicas: El tiempo no se lo puede detener, el sol siempre sale por el este y se oculta por el oeste… el norte magnético presenta diferente ángulo que el norte verdadero… Una semana tiene siete días. En fin son cosas que nadie puede negar, detener o cambiar, y la ira de Dick tampoco se podía evitar.


Fue Damián el primero en despertar y levantar su rostro del estómago de Dick, al elevar la mirad pudo contemplarlo dormido con aquella expresión de incomodidad, como si apaleara una pesadilla, sin embargo aun con ese semblante no dejaba de parecerle tan bello, dulce… algo que deseaba proteger, tener y disfrutar por siempre. Algo indispensable para llenar el vacío que ahora se daba cuenta cargaba desde su infancia y solo Dick llego a complementar. 


Si, bello sentimiento que se vio sorprendido al notar la presencia de Tim y Jasón, recordó lo ocurrido la noche pasada. De la dicha al suplicio y el conformismo. Suspiro, supuso que no tenía más salidas que compartir a Dick con sus otros dos hermanastros. Pero de no hacerlo esto siria peor, no solo lidiaría con pelearse con Dick por doblegarlo, también con sus otros dos hermanos por acaparar la atención y los momentos débiles de Dick, sí. La unión hacia la fuerza después de todo era Dick, el primer robín quien fue antes de ser lo que era ahora una ágil acróbata y después discípulo de Batman y actualmente había roto con el estigma de aprendiz y convertido en un superhéroe reconocido por el mismo Batman.


Jasón se acomodó mejor sobre el brazo de Dick, llegado a tratar de acercar más su cabeza al hombro de su “amante” (Eso era Dick para Jasón desde anoche aunque el pobre ni lo aprobara) cuando sintió el golpe de una mano sobre su cara cual cachetada. Abrió los ojos y vio a Damián frunciendo el ceño como si le acusara sin palabras. Jasón iba a alegar algo más noto como Dick aun dormía pero se quejaba en sueños. Guardo silencio ignorando al menor. Si de él dependiera Despertaría a Dick y lo violaría nuevamente, claro esa era la lógica mientras más repeticiones más sólida la costumbre.


-Shuu- se escuchó y ambos miraron en dirección contraria: Tim les llamaba la atención y señalaba la puerta pues las expresiones en el rostro de Dick comenzaban a mostrarse más vivaces y sus quejidos más coherentes, estaba sin duda apunto de despertar. No era costumbre de los tres sucesores del manto de robín escapar, pero accedieron suponiendo que después de esa noche lo que menos desearía Dick es ver sus caras, ya hablarían de esto en otro momento, ahora era hora de dejarle respirar tranquilo.


El primero en abandonar fue Damián que se hallaba en sobre Dick, mientras Tim y Jasón se disponían a sujetar al mayor y su furia en caso de despertar y mientras estos lo sujetaban Damián ya lo volvería a noquear (Con sutileza claro…)


Fuera de la cama y aun mirando dormido al mayor, Damián dio luz verde  a Tim para que se zafara de la cama mientras prestaba mucha atención a Dick. Misión cumplida. Por último los dos hermanos mirando a Jasón salir de la suculenta cama y el firme brazo que aún contaba con suave piel.


Libre los tres tomaron sus cosas y salieron de la habitación del pecado.


-Veo que el joven Tapia no desayunara en el comedor- dijo Alfred- Supongo que también debo ir por el botiquín o quizás deba llamar a un médico… también a un arquitecto para reconstruir la mansión- antepuso dando a entender que pese a ser viejo los conocía muy bien y fuera de sentir pena por Dick sintió pena por la mansión, pues sabía que el mayor de los hermanos no se quedaría de brazos cruzados. Una guerra daría inicio y si Batman no regresaba de la Atalaya no dudo que las perdidas serian catastróficas.



Era cerca de las tres de la tarde cuando finalmente sintió la necesidad de ir al baño. Su sueño fue tan pesado, tan extraño… soñó cosas inauditas, más al despertar estaba solo, adolorido pero solo… Su mente aún se hallaba en negación quizás por ello inconscientemente olvidaba lo ocurrido más al levantarse sintió el dolor en sus caderas y sus piernas que apenas toleraban su peso. Se negó a creerlo, a pensarlo, se esforzó en caminar en dirección del baño y al dar el segundo paso…


Como no sentir esa humedad entre sus nalgas, el recorrido del hilillo de semen entre sus muslos… Los recuerdos, la rabia. Mil sensaciones y a estas un grito de amenazas cargadas de odio acompaño.


Si, desde la sala pudieron los tres menores oírlo y mirarse. Al fin la bestia había despertado y ya no estaba drogado, quizás algo adolorido  pero ya no drogado. Era hora de ponerse  en guardia.



Batman simplemente no podía controlar su impaciencia, al fin vería Superman y aun siendo conocido como el hombre sin emociones ahora mismo no se podía contener. Se sentía cual quinceañero apunto de ver  a su novia para luego marchar a la guerra.


Superman con su visón infrarroja, con su súper olfato… bueno ya sabía que el murciélago estaba allí detrás de esa puerta metálica esperando por verle salir de su junta. Tomo en mano los collares que se le fueron entregados en la terapia. Le pareció ridículo en su caso usarlos, dudo que el murciélago cargara consigo criptonita para someterlo, pero siendo Batman… quien sabe. Analizo nuevamente con su visión y no, el murciélago no tenía consigo criptonita a alguna. Solo su típico disfraz y eso que esta vez ni cargaba su baticinturon.


Suspiro y dirigió a la puerta. Al abrirse le miro fijamente. No eran chiquillos, no eran adolescentes, eran adultos que salvaban al mundo como pasatiempo, que luchaban con villanos con complejo de dioses, con locos… En fin, no había nada que no hayan vivido y sobrevivido para contarlo.


-Sobre el otro día- repuso Batman tratando de ir al grano y mantenerse frio


- gracias al cielo solo fue un hematoma, creí que te había roto la mandíbula- adelanto su alivio el hombre de acero


- Si…- rio sutilmente- gracias por no romperme los huesos.


-No te preocupes Bruce, comprendo que no fue tu intención, todos actuaron por efecto de las hormonas


-Y si te digo que quiero estudiar hasta donde van estos efectos…- repuso en tono neutro y Superman le miro- no sabemos que esperar de esto, tampoco como enfrentarlo debemos estudiarlo. Aunque si no quieres podemos observar a otros implicados…- repuso como si no fuera de su interés, de hecho ni él sabía que rayos acababa de proponer, pero al diablo. Mejor ser claro y directo.


-si es en nombre de la ciencia y hallar una respuesta a esta situación… yo supongo que está bien- racionalizo el hombre de acero para enmascarar sus instintos, curiosidad y deseos y es que habían sido amigo por tanto tiempo, se conocían tanto… en fin. No era extraño sentirse bien uno con el otro.


Flash que corría por los pasillos de Atalaya pudo ver como la puerta metálica de la habitación de Superman se serraba, quizás por hallarse tan distraído en sus cosas no noto que dentro de esta se hallaba el hombre murciélago, después de todo el que menos tenía que preocuparse por estas cosas era Superman, el superhéroe más poderoso del universo.



Los ojos de bruce acompañaron su expresión seria al ver el interior de su mansión. Estaba tan feliz, tan feliz y en solo segundos su felicidad se esfumo como cuando rascas el último recuadro de tu lotería teniendo el signo de dólar y al final una cereza. Su mansión, sus muebles de madera de fino cavado… sus cuadros millonarios… todo destrozado y aun podía oírse la batalla ejecutarse dentro de los pasillos.


Sin dudar camino a pasos acelerados y en su recorrido vio a Alfred y este suspiro y negó con la cabeza.


-dudo que algo vuelva a ser igual entre sus hijos. Jamas vi tan enfadado al joven Dick- repuso Alfred mirando con seriedad a Bruce que cerraba los ojos y comprendía el mensaje. Dick rara vez perdía los estribos y si ahora mismo estaba fuera de su raciocinio y se iba hasta esos extremos pelando con sus hermanos era obvio que estos le hicieron algo imperdonable.



-No voy a detenerte, pero huir de aquí no solucionara nada- dijo bruce ya calmada la pelea. Basto su presencia para que los cuatro se detuvieran y se miraran unos a otros. Basto que bruce les dijera: “a su habitaciones” con ese tono frígido, que los desconocía como hijos suyos y los trataba cual delincuentes, pues eso eran al caer tan bajo por tener lo que deseaban.


Después de oír el relato de Dick quedo más desconcertado, más la ver la mirada de este que se veía confusa, como si aún no aceptara lo que había ocurrido, peor ocurrió. El dolor de sentirse traicionado por sus hermanos, por su propio cuerpo. Era frustrante y no sabía si odiaba a sus hermanos o se odiaba  a sí mismo, pues a su desgracia debió admitir que físicamente lo disfruto, quizás por las dogas, quizás por… renegaba y no podía calmarse.


-¿Que propones…?-rio molesto- seguir el consejo de Jasón y rendirme. Aceptarlo solo porque sí. En primer lugar ¿por qué yo? Que tiene de malo ser alguien amable, preocuparse por los demás. Acaso ¿eso es un pecado?- estallo contra su destino- ¡No es justo!- repuso y Batman lo admitió, no era justo. Al menos él con Superman logro llegar a un acuerdo, fue algo complejo pues Él mismo hombre de acero dio a conocer sus miedos. Si esto concluía ¿después qué?, ¿Qué con los que terminarían embarazados?… ¿que con esos niños del pecado? ¿Qué si el amor desaparecía de la misma forma que aparecía? Todo era un espejismo con grandes errores que tomarían forma, vida y las victimas serían más y amenazaban con multiplicarse.


-No. Pero conoces a tus hermanos… no se quedaran aquí y yo no poder detenerlos en sus planes.


-Ósea: ¡ríndete ya estas jodido!- reclamo Dick agachando al cabeza.


-Hablare con ellos. Si no logro contenerles en sus intenciones. Te enviare a la atalaya. Allí ellos no podrán llegar.


Dick elevo su mirada hacia Bruce. Era la primera vez que Batman llegaba a ese nivel. Mandarlo fuera del planeta… suspiro… quizás era lo mejor, de seguir así terminaría matando a alguno de sus hermanos o él mismo  terminaría cayendo en las propuestas de sus hermanos y eso. Eso era algo que no podía permitirse. De la nada algo desapareció, de la anda ellos emitieron esas hormonas, antes de eso jamas hubo atracción de sus hermanos hacia él. Y si él cedía y se rendía… si dejaba esas extrañas sensaciones agradables, las denominabas amor, placer y se entregaba de lleno en cuerpo y alma… Y de la noche a la mañana desaparecían ¿cómo podría ver a sus hermanos después? ¿Cómo le verían sus hermanos después… y si quedaba embarazo?… ¿Qué sería de su vida? ya no sería un súper héroe… incluso eso perdería.


-Ok… habla con ellos, yo esperare hasta mañana para tomar una decisión- repuso parándose y limpiándose la sangre que resbalaba de su labio inferior y marcho a su recamara cual sentenciado a muerte. Si esto no se resolvía jamás volvería con su familia.



Los tres hermanos no marcharon a sus recamaras como ordeno Bruce, de hecho lo esperaban en la sala. Se miraron con el mayor y su expresión seria y acusante.


-No arrepiento- dijo Damián sin rastro de culpa o vergüenza- Amo a Tapia y no renunciare a él- Decir que esas palabras lo sorprendía no era tonto. Era su hijo y le conocía cuando decidía algo iba sin importarle las consecuencias. Miro a los otros dos


-Es mío- dijo Jasón sin rodeos y sin siquiera preocuparle los sentimientos de Dick, no hablaba de amor, más que nada parecía hablar de una posesión


-Jamas he sentido nada parecido por otra persona, sé que puedo hacerle feliz- allí iba el más sensato de todos Tim, el segundo que quizás por un pelo se salvó de no estar en los mismo zapatos que Dick.  No quiso ni imaginarse a Tim en ellos, con uno bastaba y sobraba.


-Piénsenlo hasta esta noche. Debo advertir que de no desistir en su proceder Dick marchara a la Atalaya mañana por la mañana.


Los tres abrieron sus ojos a más no poder. La Atalaya, ese lugar estaba fuera de su alcance, es decir… solo los héroes seleccionados podían entrar en ella y al ser Batman  uno de sus miembros fundadores era obvio que no les darían el acceso.


Los tres se miraron serios era hora de decidir que harían. Renunciar a sus sentimientos y deseos, reprimirse. O simplemente perderlo.


-Es obvio que reprimirnos es imposible- repuso Tim dando a conocer lo innegable al verse solo con sus hermanos- ya lo intentamos no resulto, no mientras este cerca…- dijo de mala gana


-no renunciare- repuso Jasón.


-…- Damián no dijo nada. Que quedaba por decir, no lo querían dejar ir, él no se quería quedar. Era imposible. Debían convencerlo de alguna forma ¿Cómo? La gran pregunta.



-Dick comenzaba  a alistar sus cosas. Miraba con desdén cada rincón de su habitación. Una sensación de vacío lo embargaba… perdía una familia nuevamente.


Escucho a alguien tocar su puerta. Obvio que no la abriría, tenía un brazo roto, el otro adolorido, sus piernas mismas aún se sentían extrañas. Le costaba respirar por el golpe en sus costillas. Su ojo derecho se volvía morado… eso no fue una pelea entre hermanos fue supervivencia. Quien fuera el culpable de hacerles perder así el raciocinio les demostraba que más que humanos pensantes eran bestias salvajes.


-¿Qué quieren?- interrogo sin intenciones de abrir la puerta


-…- el silencio fue la respuesta. Jasón no tuvo el valor de decir lo que tenían en mente: “No puedes irte, me perteneces”. Pese a su frialdad los recuerdos de lo que representaba Dick en su vida acogieron su empatía y le dieron la comprensión de que si amas algo, si realmente lo amas… no lo lastimas y ese día los tres lastimaron a Dick.


Jasón se marchó y tomo sus coas para salir de la mansión, no deseaban estar allí cuando Dick se marcha. Con que motivo. No existía razón alguna para estar allí y jugar a la casita feliz, a la familia. Sin Dick… y no había familia.


Al cabo de unas horas Dick elevo su mirada a la puerta y noto la sombra de alguien al otro lado.


-¿Qué quieres?-Pregunto suponiendo que era Tim o Damián, el primero fue Jasón, lo supo por el estruendo de sus pisadas y por qué desde su ventana noto su motocicleta abandonar la mansión.


-Lo siento…-susurro Tim y se marchó. Dick seguía sentado sobre su sillón… una disculpa. Al menos eso aminoraba su rabia y nuevamente manifestaba su empatía. Porque las victimas tienden asentirse culpables de lo que no tiene culpa alguna. No lo supo, pero era verídico, la culpa los atormentaba y causaba dudas… no le extraño que… no recordó.


La ultima irrupción en su meditación


-No huyas Tapia…- dijo Damián- sé que antes que pasara… En el baño… por un momento… tú me aceptaste… no te fui indiferente, no fue la droga, eso fuiste tú y yo… Eres el único a quien realmente le importo tratarme como persona, no como un error, un accidente, un plan, una imposición o un guerrero. Tú…eres mi familia. No puedes deshacerte de mi después de enseñarme a ser humano- Damián jamas creyó ser de discursos largos, pero era verdad, Dick lo desprogramo y ahora lo dejaba de lado ¿Cómo podría ser un ser humano sin su ayuda?


Dick apretó sus puños tan fuerte que sus nudillos se hicieron blancos. Apretó sus parpados para no dejar salir lágrimas. Dolía. Dolía tanto, más que sus heridas pero era el mayor y debía hacer lo correcto. Debía dar el ejemplo y evitar más dolor a sus hermanos. Alejar el mal que los acosaba de sus vidas, era su forma de demostrar su amor incondicional y protegerlos. Repaso nuevamente los apuntes de Tim. Era cierto… con todo lo ocurrido ya olvidaban esos detalles de la misión, pues incluso eso era olvidado. Existió algo antes que ellos que llenaba el espacio que ellos llenaban ahora. Algo tan importante que sin él la vida misma no existiría y cuando ese algo regresara los desplazaría con tal facilidad, traería la paz. Sí. Debía hacerlo, resistir hasta que ese algo regresara y entonces todo volvería a ser como era antes, pero ¿Cómo era antes? Lo había olvidado. No por la magia, no por ese fenómeno, sino que el dolor de perder a sus Familia sanguínea fue suturado con Batman, son ser robín… con Jasón, con Tim… Don Damián, Alfred. Una nueva familia y ahora con que llenaría ese vacío.


Marcho a la atalaya. No volvería a verlos saber nada relacionado a ellos pero… Al  cabo de dos meses sus malestares se intensificaron y cuando el señor marciano le reviso dio la noticia que decidió mantener en secreto y exigió a bruce seguir su ejemplo. La vida seguía su curso y la vida se creó dentro suyo. Una vida que ahora se convertía en su razón de salir a delante y mantenerse firme en su decisión. Nada dañaría a ese ser, ni lo que se fue y podría regresar, ni las emocione pasajeras que sentían tanto él cómo sus hermanos. Sea quien sea el padre de su hijo… Él era quien le daría vida y cuidaría. Ese niño era su familia, su prioridad y a esta no la perdería.


 


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