-Vale, cálmate, vas a hacer bien la entrevista… tampoco es que necesite ese trabajo con urgencia, si no me cogen… ok, ¿A quien engaño? Necesito ese trabajo -suspiró mirándose al espejo- a ver, Yixing, estas hablando solo, se te ha ido la cabeza…
Negó varias veces con la cabeza. Abrió el grifo y mojó su rostro con agua fría para ver si conseguía calmarse un poco.
-Bien, esto no es tan importante… Si… Eso… Podría ser la oportunidad de mi vida y por lo que tanto he estado estudiando todos estos años, claro que no es importante…
Cerró los ojos, sintiendo las gotas de agua resbalar por su flequillo. Tomó una gran bocanada de aire y los volvió a abrir.
Con la mano temblorosa, levantó la muñeca y enfocó a la hora, soltando de golpe todo el aire que había contenido.
-¡Voy a llegar tarde!
Al darse cuenta de que solo faltaban 10 minutos para la entrevista, agarró su móvil y las llaves de su piso para salir corriendo.
Se dirigió a la parada de metro más cercana, pero el próximo tren tardaría 8 minutos en llegar.
No le daba tiempo, asique salió de nuevo corriendo a la calle. El traje no le dejaba casi moverse y la corbata le asfixiaba, quería quitarse la ropa en mitad de la calle pero eso sería hacer un escándalo.
Cuando llegó a la puerta de aquel enorme edificio le pareció oír a los ángeles cantar.
Miró su reloj. Bien, había llegado en un tiempo récord, faltaban exactamente 3 minutos para la entrevista.
Se colocó la chaqueta del traje y la corbata, tomó aire, y entró por la puerta giratoria de aquel edificio. Se acercó al mostrador para preguntar dónde sería la entrevista.
-Disculpe… -Su voz salió dos tonos más aguda de lo normal, se aclaró la garganta para seguir hablando con normalidad- Perdone, soy Zhang Yixing, vengo por la entrevista de trabajo y…
Se calló al ver como la recepcionista estaba más ocupada de hablar por teléfono mientras se limaba las uñas que de atenderle.
Yixing se miró el reloj y se aclaró la garganta para llamar la atención de la chica, le quedaban solo 2 minutos.
-¿Me podria decir donde es la entrevista de trabajo? Por favor -dijo lo último apretando los dientes.
La chica colgó el teléfono y miró al chico de arriba a abajo con superioridad, alzó una ceja y le contestó de mala gana.
-Último piso.
Y volvió a ignorar a Yixing, esta vez mirando unos papeles sobre su mesa.
Yixing bufó y se dirigió hacia las escaleras.
-Vale, última planta… y este edificio tiene… -miró un cartel donde aparecía todos los departamentos con sus respectivas plantas- 27 pisos
La cara de Yixing se volvió blanca. No podía subir tantos pisos andando en tan poco tiempo y coger el ascensor sería… lo ideal, pero él tenía pánico a los ascensores y la sola idea de subirse a uno le hacía sudar.
-N-No te va a pasar nada… -dijo pulsando el botón del ascensor y temblando al ver cómo se abrían las puertas- no te va a pasar nada, no te va a pasar nada, no te va a pasar nada -se repetía una y otra vez en susurros- no es como si se fuera a caer de golpe como en aquel anime de Another… Mierda, ¿Por qué justo tuve que ver ese anime la semana pasada? Mierda, mierda, mierda, estas hablando otra vez solo, Yixing…
Justo en ese momento entró en el ascensor otro chico que iba corriendo y casi no alcanza a entrar al ascensor antes de que éste cerrara las puertas.
-Uff, por los pelos… -El chico apoyó las manos en sus rodillas con la respiración agitada de haber corrido. Luego, levantó la cabeza y pareció darse cuenta de la presencia de Yixing por primera vez- ¿A qué piso vas?
-¿E-eh? Al último… -respondió Yixing nervioso.
-Oh, ¡Yo también! -el chico sonrió amplio.
Yixing notó como el ascensor se movió en cuanto el otro chico dio al botón del piso 27. Se echó hacia atrás hasta que su espalda tocó la pared con espejos del ascensor.
-Y… ¿Eres nuevo? -el chico se giró y miró a Yixing, que estaba pegado a la pared y parecía que se iba a fundir con ella- ¿Estás bien?
Justo en ese momento, las luces se apagaron y el ascensor se quedó parado. Yixing soltó un chillido poco masculino.
-¿Q-Que pasa?
-Parece que el ascensor ha dejado de funcionar… -el chico miró la hora en su móvil y suspiró- voy a llegar tarde… -se acercó al panel de botones y apretó el botón de emergencia.
-Oh no… -Yixing se dejó resbalar por la pared hasta terminar sentado en el suelo- no voy a llegar a la entrevista… -se aflojó la corbata ya que sentía que se estaba empezando a ahogar- ¿Y si nadie se da cuenta de que estamos aquí? ¿Y si nos quedamos sin aire? ¿O morimos de hambre? -Yixing se tiró del pelo hacia atrás. El otro chico alzó una ceja- ¿No crees que las paredes están empezando a moverse y que cada vez hay menos espacio? -empezó a hiperventilar.
El otro chico abrió los ojos lo máximo que pudo y se inclinó rápidamente a su lado.
-No me digas que… tienes claustrofobia…
Yixing asintió sin mirar a aquel chico y cerró los ojos con fuerza. El chico se puso un poco nervioso al no saber qué hacer.
-Tranquilo, todo va a salir bien, ¿Vale?
El otro chico le intentó calmar pero al ver que no se calmaba se puso de rodillas y le empezó a decir frases tranquilizadoras. Pero pensó que lo mejor sería distraerle sacando temas de conversación.
-¿Cómo te llamas?
Yixing seguía temblando como un chihuahua.
-M-Me llamo… Z-Zhang Yi-Yixing… p-pero me llaman L-Lay
-Zhang… No parece un apellido de por aquí… ¿De dónde eres?
-D-De China…
-¡Oh! Pues no se te nota nada al hablar.
Yixing abrió los ojos y miró al otro chico, el chico le sonrió y él se quedó un poco más tranquilo.
-Gracias… supongo.
-¿Y qué haces aquí? No me suena haberte visto nunca por el edificio…
-Venía a una entrevista de trabajo… pero supongo que ya no podré llegar a tiempo -suspiró.
-Puede que si llegues a tiempo -el chico desconocido rió. Yixing le miró sin entender- ¿Venias a la entrevista para secretario?
-Si… ¿Tú también ibas a esa entrevista?
-Se puede decir que si -volvió a reír y se sentó al lado de Yixing- parece que tenías muchas ganas de conseguir ese puesto.
-Era mi sueño…
-¿Sueño? -el chico arrugó la frente- explicate.
-Es algo tonto… -Yixing se sonrojó- hace un tiempo vine a Corea a buscar trabajo, siempre me había gustado Corea, me parecía un pais muy bonito… Yo era joven e inexperto, solo tenia 18. Cuando tienes 18 te crees el rey del mundo… -el chico desconocido asintió como si estuviera de acuerdo con él. Yixing no podía ver el rostro de aquel chico, solo su silueta y algunos gestos que hacía- en fin, al llegar a Corea solo encontré un trabajo malpagado en un bar, además de que vivía -se aclaró la garganta- vivo en un apartamento diminuto… Estaba cansado de que todos los planes con los que había soñado no se cumplieran y encima me echaron del trabajo... Mis padres me llamaban todos los días diciendo que o conseguía un trabajo o volvía a China. Un día, buscando trabajo, empezó a llover demasiado fuerte y yo no tenía dinero para volver a mi apartamento en bus, así que tuve que andar todo el camino pero me tropecé y me caí a un charco de agua y barro. Soy un poco torpe, ¿Sabes? -rió un poco, lo que hizo que el otro chico se contagiara también- entonces llegó él… Un chico, me ayudó a levantarme y me ofreció llevarme en su lujoso coche a mi casa. Tenía un ferrari rojo, ¿Quien va con un Ferrari rojo un día de lluvia y se para a recoger a un chico manchado de barro? Los ricos son extraños.
El chico misterioso soltó una gran carcajada. Yixing arrugo la frente sin entender porque se reía.
-¿y qué le dijiste al rico extraño?
-Que no, por supuesto, ¿y si me quería violar? -otra sonora carcajada sonó- pero, he de confensar, que me arrepiento de haber dicho que no.
-¿por? ¿Querias que te violara?
-Pues… Si, la verdad -el chico paró de reír y le miró atento- es que hasta ese momento no le había mirado y cuando lo hice… -Yixing suspiró y se tapó el rostro con las manos- parecía un ángel… era joven, como yo más o menos, ¡y encima luego me regaló su paraguas para que no me mojara! Y luego… entró a este edificio, que por eso había aparcado su ferrari rojo delante de la puerta. En cuanto llegué a casa investigué sobre él, era el dueño de todo esto, wow… Y había hecho tantas cosas, donaciones a hospitales… mejoras de instalaciones en centros de-
-Adopción -terminó el chico.
-Si… me parecía increible así que investigué más sobre esto y me empecé a interesar en administración… Luego vi que había un puesto vacante como secretario aquí y parecía una oportunidad perfecta… ¡pero este ascensor lo ha arruinado todo! ¡y encima vamos a morir aqui dentro!
-Vaya, pensaba que ya te habías olvidado del ascensor.
-Odio los ascensores.
-Ya lo noto.
-Y la oscuridad.
-Sin oscuridad no hay luz, piensalo.
-Eso es una tontería.
-No lo es.
-Si lo es.
-No.
-Si.
-Que no.
-Pareces un niño.
El chico misterioso bufo pero no parecía enfadado, es más, parecía que se estaba divirtiendo.
-Y tú eres un niño enamorado de un rico extraño.
-¡N-No estoy enamorado!
-¿y por qué has investigado todo sobre él?
-P-Por… Curiosidad.
-Ajam… ¿y está bueno?
-No te lo pienso decir.
-Dilo.
-No.
-Si.
-No.
-Te gusta.
-No.
-Esta bueno.
-....no.
-¡Ja! Has tardado en responder.
-¡Vale, si! Está bueno, ¿Contento?
En ese momento se volvieron a encender las luces y Yixing se encontró de cara con el chico misterioso que sonreía como si aquello fuera muy cómico.
-Muy contento.
Porque aquel chico misterioso no era tan misterioso.
-T-Tú…
-Bienvenido, Zhang Yixing, seré tu nuevo jefe, puedes llamarme…
-Kim Junmyeon…
-Mejor llámame Suho, el rico extraño del ferrari rojo.